martes, 10 de julio de 2012

¡No hay nadie como Tú!


¡Qué grande eres, Señor omnipotente!  Nosotros mismos hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios.  
2 Samuel 7:22.

Lectura diaria: 2 Samuel 7:18-28.  Versículo principal: 2 Samuel 7:22

REFLEXIÓN

El Señor tiene lo mejor; más de lo que esperamos.  Su amor es incondicional e inmutable al igual que su Palabra, y en su Palabra, las promesas son incuestionables y verdaderas.   Dijo que no estaríamos solos que estaríamos en su mano; que nos guiaría y consolaría, que velaría por nosotros y nos daría nuevas fuerzas.  Solamente nos pedía ser valientes y fuertes continuando la marcha sin desmayar, y lo dicho se cumple. 
En Daniel nos lo afirma categóricamente: “No tengas miedo; tu petición ya fue escuchada” porque “Tan pronto como empezaste a orar, Dios contestó tu oración” (Daniel 10:12 y 9:23).  ¡Qué grande eres Señor!  ¡No hay nadie como tú!  ¡Tu fidelidad nunca se agota!
Acudimos a nuestro Gran Dios desbordando nuestro corazón ante Él, poniendo nuestras cargas a sus píes e inmediatamente el Señor comienza a actuar.  El rey David nos lo enseña en esta lectura; se acerca humildemente: “¿Qué más te puede decir tu siervo David, que tú no sepas, Señor mi Dios?” (v. 20).  Se acerca con fe, porque sin esta es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6), con la certeza plena de que Dios es fiel: “Cumple tu Palabra” (v. 25).   Si nos asevera: “Te daré los tesoros de las tinieblas y las riquezas guardadas en los lugares secretos” (Isaías 45:3), es porque así es.  El Señor no cambia de parecer ni hay engaño en su boca: siempre cumple lo que promete, porque no hay otro igual a Él.  ¡Definitivamente no hay, no existe ni existirá nadie como tú Señor!

Buen Dios y Señor: ¿Cómo expresarte que te amamos?  ¡No hay palabras para definir tu inmensa misericordia y fidelidad!  Solamente recibe nuestra adoración llena de agradecimiento por tu grandiosa bondad.  Igual que David te decimos que hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios.

Un abrazo y bendiciones.    

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