lunes, 31 de agosto de 2020

Llévanos por el camino recto


Me halagan de labios para afuera, pero después solo buscan las ganancias injustas. 
Ezequiel 33:31c. NVI.

Lectura: Ezequiel 33:21-33.  Versículo del día: Ezequiel 33:31c.

MEDITACIÓN DIARIA

Tal como lo describe Ezequiel, así pasa muchas veces: se espera llegar al día de la predicación, se acercan todos y se sientan a escuchar lo que el Señor va a hablar por intermedio del Pastor, pero al salir todo queda olvidado y nada se practica (vv. 30-31). No hay una conversión de verdad; “Me halagan de labios para afuera”.
En el mundo se obra tan hipócritamente que pareciese que pensáramos que con Dios las cosas son de la misma manera y ¡cuán equivocados estamos! Dios ama al de corazón íntegro. Esa integridad debe cubrir todas las áreas de nuestra vida y saber que, por encima de todo, está el amor a Dios. Esto no quiere decir que no vamos a pecar; infortunadamente todavía vivimos en esta carne y la naturaleza pecaminosa nos arrastra a hacer lo que Dios no quiere. Pero como decía Pablo: “¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?  ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor!” (Romanos 7:24-25). Sí, gracias a nuestro buen Jesús quien ya se llevó todo el peso de nuestros pecados. El Señor vaya haciendo su obra en cada uno y renovando día a día la vida de los que hemos llegado a sus pies.

Amado Señor Jesús: queremos ser transparentes y hablar Contigo cara a cara sin tapujos ni mentiras. Tú, más que nadie nos conoces y sabes todo cuánto somos. Toma nuestras vidas y saca lo que aún esté interrumpiendo esa relación. Perdona Señor nuestra infidelidad y llévanos por el camino recto. Muchas gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.


sábado, 29 de agosto de 2020

¡Aumenta nuestra fe en Ti buen Señor!


Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. 
Hebreos 11:1. NVI.

Lectura: Hebreos 11:1-12.  Versículo del día: Hebreos 11:1.

MEDITACIÓN DIARIA

A veces creemos que tenemos fe y no es así; estamos equivocados porque en vez de obrar con actitud sincera, estamos creyendo o poniendo nuestra confianza quizá en un remedio, en un médico o incluso en algo superficial y a nuestro Dios lo dejamos por fuera. Entonces, yo no sabría decir si esa fe es la que espera Dios de los suyos.
En una ocasión hace muchos años, escuché decir a un Pastor, de una señora que creía en determinada planta y para cualquier dolencia la utilizaba. El Pastor al final afirmó: ‘definitivamente eso es fe. Si ella cree que eso la va a sanar, es su fe’. O sea, fe es poner los ojos en lo que yo creo me va a servir, sin importar de donde provenga.
Pero en el caso de los cristianos, pienso, que nuestra fe se debe centrar en Dios y su Palabra. Saber que cuando pedimos alguna cosa, conforme a su voluntad, Él nos oye (1 Juan 5:14), y como dice la lectura: “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan” (v. 6). Hay que buscar al Señor con corazón sincero para que lo podamos encontrar y esa fe que tanto precisamos, se active.

Amado Señor Jesús: bien sabemos que nuestra fe anda débil y que necesitamos afianzarnos más en ella. Permite que seamos dóciles y sensibles a tu Palabra. Llévanos por sendas de lo inesperado que nos demuestras claramente, para no dudar que proviene de Ti. ¡Aumenta nuestra fe buen Señor! Gracias por escucharnos.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 28 de agosto de 2020

¡Háblanos Señor!


Durante la noche Pablo tuvo una visión en la que un hombre de Macedonia, puesto de pie, le rogaba: Pasa a Macedonia y ayúdanos. 
Hechos 16:9. NVI.

Lectura: Hechos 16:1-10.  Versículo del día: Hechos 16:9.

MEDITACIÓN DIARIA

La verdad, yo le pido al Señor que nos revele muchas cosas como sucedió tanto en el Antiguo Testamento como con los primeros cristianos. Que nos hable directamente, igual que lo hizo con Pablo; o que nos de sueños y visiones donde podamos ver su gloria y compartirla, bien sea con los hermanos de la Iglesia o con los de afuera. ¡Quizá con esto se conviertan!
No sé hasta dónde seré necia con esta petición, pero también vuelvo los ojos hacia las Escrituras y en Joel dice lo siguiente: “Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes” (Joel 2:28). Palabras que Pedro reafirmó después de Pentecostés, cuando la multitud que los escuchó hablando en diferentes lenguas creía que estaban borrachos (Hechos 2:17-21). Aquí se enfatiza el tiempo: “Sucederá que en los últimos días —dice Dios—,”. ¿Estamos en los últimos días?  Puede ser. Esperemos que el Señor se manifieste con todo su esplendor y gloria. ¡Háblanos Señor!

Amado Señor: perdona si nos volvemos insistentes con peticiones como la anterior. Te damos gracias porque ante todo sabemos que poseemos tu bendita Palabra para orientarnos y seguirla. Gracias porque acatamos tu voluntad y entendemos que puedes utilizar a hombres o mujeres para proclamar el mensaje de la salvación. Permite que seamos sensibles a tu voz cuando nos llames a proclamar tu Nombre. ¡Te adoramos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 27 de agosto de 2020

El pecado acobarda pero Jesús es la solución


Hijo de hombre, diles a los israelitas: Ustedes dicen: Nuestras rebeliones y nuestros pecados pesan sobre nosotros, y nos estamos consumiendo en vida. ¿Cómo podremos vivir? 
Ezequiel 33:10 NVI.

Lectura: Ezequiel 33:1-20.  Versículo del día: Ezequiel 33:10.

MEDITACIÓN DIARIA

El versículo del día se refiere a las palabras del Señor al profeta Ezequiel para que él se las transmitiera a los israelitas. Cuándo ellos preguntan: “¿Cómo podremos vivir?”, el Señor responde: “Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor omnipotente—, que no me alegro con la muerte del malvado, sino con que se convierta de su mala conducta y viva. ¡Conviértete, pueblo de Israel; conviértete de tu conducta perversa! ¿Por qué habrás de morir?” (v. 11). El pecado acobarda y esto no es más que un llamado al arrepentimiento. En verdad, a todos nos pesa el pecado. Sin embargo, la misericordia de Dios es tan inmensa que Él sufre por el pecador y le pide que deje su mala conducta.
El Señor Jesús vino exactamente a llevar sobre sus hombros todos nuestros pecados y lo que tenemos que hacer es aceptar su sacrificio en la cruz del Calvario por la transgresión y maldad que llevamos dentro, desde la caída del hombre (Génesis 3). Pero Dios no se alegra con esto. Corrobora incluso en otra parte la Escritura:  “Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan” (2 Pedro 3:9b). Ahora si alguien en este tiempo nos hace la misma pregunta: “¿Cómo podremos vivir?”. Tenemos que levantarnos y compartirle el mensaje de salvación. Es la única manera de poder vivir. Jesucristo es vida (Juan 14:6), y no nos ofrece cualquier vida; es una vida con Él, completa y abundante (Juan 10:10). Si bien es cierto que el pecado pesa y acobarda, también es muy cierto que hay solución: Jesús es esa bendita solución.

Amado Señor: Gracias por haber muerto en mi lugar y tener la paciencia de esperarme. Reconozco buen Dios, que soy pecador, pero sé que tu bendita sangre me limpia completamente de mis rebeliones y transgresiones. Gracias porque tendré también la promesa de una vida eterna a tu lado. Gracias, gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 26 de agosto de 2020

acerquémonos a hablarle como al mejor Papito


Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura. 
Hebreos 10:22. NVI.

Lectura: Hebreos 10:19-39.  Versículo del día: Hebreos 10:22.

MEDITACIÓN DIARIA

En el Libro de Hebreos seguimos viendo la cantidad de bendiciones que obtenemos cuando nos acercamos a Dios con sinceridad y fe. No solamente quedamos purificados interiormente y lavados con agua pura exteriormente sino que además de eso, nos dice: “Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras” (vv. 23-24). ¿Por qué debemos estar firmes? Porque tenemos una bendita esperanza que nadie nos la puede arrebatar. ¡Gloria a Dios!
Creo que esa bendita esperanza es la que nos motiva a vivir en amor y ese amor nos hace preocuparnos por los demás. Al final de cuentas, ese debe de ser el aliciente para darnos al prójimo como nos lo mandó el Señor Jesús. Precisamente ahora que podemos acudir sin ningún obstáculo, entremos al Lugar Santísimo y hablemos sinceramente con nuestro Papito Dios; mantengamos una amistad sincera con Él ya que Cristo Jesús nos dejó limpios de pecado y el camino se encuentra despejado.

Amado Padre Celestial: te damos las gracias por haber permitido que tu Hijo Jesús fuese el Salvador de nuestras vidas. Gracias porque somos tus hijos y venimos ante Ti no solamente para adorarte sino también para hablar Contigo porque Eres el Maravilloso Papito que siempre está dispuesto a escucharnos. Permite que las tentaciones del mundo no nos alejen de tu lado y que vivamos solamente para buscarte y glorificar tu Santo Nombre. Enséñanos a hacer tu santa voluntad. ¡Te adoramos buen Dios y Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 25 de agosto de 2020

En vez de imponer cargas impartamos amor


Entonces, ¿por qué tratan ahora de provocar a Dios poniendo sobre el cuello de esos discípulos un yugo que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido soportar? ¡No puede ser! Más bien, como ellos, creemos que somos salvos por la gracia de nuestro Señor Jesús. 
Hechos 15:10-11. NVI.

Lectura: Hechos 15:1-21.  Versículos del día: Hechos 15:10-11.

MEDITACIÓN DIARIA

Esto fue lo que Pedro les contestó a algunos de los creyentes de Jerusalén que querían imponer que los gentiles debían también circuncidarse y obedecer la ley de Moisés (v. 5). Una lección más para reforzar lo que es la gracia.  
Muchas veces actuamos de la misma manera; no hacemos lo que nos corresponde debidamente pero sí estamos encima impartiendo ordenes e incluso señalando con el dedo acusador. Fácilmente se nos olvida que fuimos perdonados también y que debemos ofrecer amor. El Señor no necesita que sigamos la ley, pero sí que demos a todos por igual su nuevo mandato de amor (Juan 13:34). Pedro les dice al respeto de la circuncisión que ni siquiera ellos han podido llevar esa carga; así que lo mejor es tener la certeza de ser salvos por la fe en el Señor Jesucristo, por el regalo maravilloso que nos dio (Efesios 2:8-9). En vez de imponer cargas impartamos amor.

Amado Señor Jesús: no nos cansaremos de darte las gracias por el tan inigualable don de la salvación que nos has ofrecido sin merecerlo en lo más mínimo. Gracias, muchas gracias bendito Salvador. Enséñanos a llevar tu mensaje tal cual se lo enseñaste a los primeros gentiles y no permitas que volvamos a la ley imponiendo yugos que lo único que hacen es alejar a los creyentes de tu lado. Danos sabiduría y mucho amor para compartir tu mensaje de las buenas nuevas de salvación. ¡Te adoramos buen Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 24 de agosto de 2020

Que se atengan a las consecuencias


Aunque yo hice que el faraón sembrara el terror en la tierra de los vivientes, él y todo su ejército serán sepultados entre los paganos, con los que murieron a filo de espada. Lo afirma el Señor omnipotente. 
Ezequiel 32:32. NVI.

Lectura: Ezequiel 32:1-32.  Versículo del día: Ezequiel 32:32.

MEDITACION DIARIA

Nadie puede sembrar el terror si el Señor no se lo permite. Otro ejemplo claro es sobre Job cuando Dios le dio permiso a Satanás para que le hiciera daño. Porque en definitiva quien manda es Él. En la lectura vemos cómo Dios le habla al profeta Ezequiel sobre Egipto y su faraón. Egipto fue como quien dice, una potencia mundial y su rey no fue una pera en dulce. Dios pronosticó su caída y así sucedió.
En este tiempo considero que igualmente está sucediendo: Dios ha permitido esta pandemia y terror a nivel mundial pero que se atengan a Él con todas sus consecuencias quienes intervinieron para matar a tanta población, confinar a los habitantes e infundir en las personas tanto temor. Un temor del que ni siquiera la Iglesia de Cristo ha estado por fuera. Así Dios lo haya permitido, Él no se queda con nada guardado y el castigo llegará. No importa el poder, la riqueza, la influencia que estos personajes tengan sobre mandatarios y Organizaciones, porque contra Dios no podrán luchar ni defenderse; que se atengan a las consecuencias.
Nos queda por ahora estar pegados de la mano del Señor y pedirle clemencia por esta tierra que está llevando tanto dolor y angustia. Oremos:

Amado Señor: gracias porque bien sabemos que la hoja del árbol no se mueve sin tu voluntad y que hasta el más débil de nuestro cabello está en tus manos. Yo te ruego bendito Señor porque por tu buena voluntad permitas que este virus se caiga, se rompa, se destruya y no siga haciendo daño. Ten misericordia de todos estos moradores que has creado y que más bien, de este mal, salgan muchas cosas positivas pero que en especial te conozcan a Ti que Eres el Dueño absoluto del universo que creaste y te convertiste en el Salvador de esta humanidad pecadora. Gracias Señor por escuchar nuestra plegaria. En tu Nombre Jesús oramos, amén.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 22 de agosto de 2020

¡Semejante sacrificio no puede ser menospreciado!

Y, cuando estos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado. 
Hebreos 10:18. NVI.

Lectura: Hebreos 10:1-18.  Versículo del día: Hebreos 10:18.

MEDITACIÓN DIARIA

Dice aquí la Palabra de Dios lo siguiente: “Por eso, al entrar en el mundo, Cristo dijo: A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas; en su lugar, me preparaste un cuerpo; no te agradaron ni holocaustos ni sacrificios por el pecado. Por eso dije: Aquí me tienes —como el libro dice de mí. He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad” (vv. 5-7). Y más adelante: “Y en virtud de esa voluntad somos santificados mediante el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre” (v. 10). Al Padre no le complacían sacrificios ni ofrendas ni holocaustos para perdonar los pecados. El Señor Jesús en obediencia a Dios se ofreció al decir “Aquí me tienes” y “He venido a hacer tu voluntad”. Esto corrobora exactamente el amor de Dios por nosotros: “Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Un amor que sobrepasa todo límite.
Sí; el Señor vino a pagar por todos nuestros pecados. Así como lo ves, todos, absolutamente todos: pasados, presentes y futuros. Es tan cierta esta verdad que después de dos mil años ¿cómo no decir que nos ha perdonado totalmente? No estábamos presentes en el momento de la crucifixión y sin embargo, Cristo pagó por esos pecados que vinimos a cometer en nuestro tiempo. Estos ya han sido perdonados y no necesitamos de otro sacrificio. “Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades” (v 17 en la lectura). Un regalo completo: no solamente nos perdona sino que se olvida de ellos. ¿Hermoso regalo verdad? Palabra de Dios para que la leamos, la entendamos y demos gloria al Señor por su bendita gracia.

Amado Señor Jesús: a veces no entendemos lo que significó tu sacrificio, pero gracias porque cada día nos enseñas más a través de tu Santo Espíritu quien nos revela lo inentendible. Gracias por tu obediencia al Padre. No fue fácil para Ti, pero lo hiciste también por amor a todos nosotros. Permite Señor que el mundo te conozca y te acepte. ¡Semejante sacrificio no puede ser menospreciado! Gracias, gracias bendito Dios y Señor nuestro. ¡Alabamos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 21 de agosto de 2020

Obstáculos siempre los habrá


—Señores, ¿por qué hacen esto? Nosotros también somos hombres mortales como ustedes. Las buenas nuevas que les anunciamos son que dejen estas cosas sin valor y se vuelvan al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. 
Hechos 14:15. NVI.

Lectura: Hechos 14:8-20.  Versículo del día: Hechos 14:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Pablo y Bernabé predicando en Listra, se encontraron con un hombre lisiado de nacimiento y Pablo le ordeno: "—¡Ponte en pie y enderézate! El hombre dio un salto y empezó a caminar. ” (v. 10). Esto generó euforia entre la gente que comenzó a gritar creyendo que eran sus dioses Zeus y Hermes. Los apóstoles al ver esto les recriminaron, pero ellos no entendían razones. Sin embargo, llegaron unos judíos desde Antioquía y la multitud cambió de parecer. Se dejaron llevar por los mensajes traídos desde allí; apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad creyendo que estaba muerto. Pablo con la ayuda de los discípulos se levantó, regresó a la ciudad y al otro día marchó junto con Bernabé para Derbe (vv. 11-20).
Para los primeros discípulos del Señor no fue fácil seguirle. Tuvieron persecución; pasaron hambres, dolores, etc. pero su Señor jamás los abandonó.  Nosotros aún no hemos tenido que afrontar ni siquiera una sola cosa de estas y sin embargo nos quejamos sea por A o por B. Creo que más bien debemos de estar preparados porque según las señales, el retorno de nuestro Señor está por darse.  También tenemos que salir de nuestras casas y hablar del mensaje de las Buenas Nuevas para todos; esto es lo que le agrada al Señor. No importa lo que venga ni la objeción que tengamos. Obstáculos siempre los habrá.

Amado Señor: no queremos seguir siendo uno más del montón. Queremos levantarnos cada día más resueltos a compartir tu Mensaje de Salvación. Llénanos de tu Santo Espíritu y que sea Él quien ponga las palabras en nuestra boca para anunciar tu Nombre. Muchas gracias bendito Señor. ¡Te alabamos y te bendecimos!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 20 de agosto de 2020

El orgullo origina la caída


A causa de tu hermosura te llenaste de orgullo. A causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría. 
Ezequiel 28:17 NVI.

Lectura: Ezequiel 28:11-19.  Versículo del día: Ezequiel 28:17.

MEDITACIÓN DIARIA

En esta profecía el Señor le habla a Ezequiel sobre el rey de Tiro quien a su vez asemeja a Lucifer. Lucifer era hermoso y tenía lo mejor en el Edén: “Eras un modelo de perfección, lleno de sabiduría y de hermosura perfecta. Estabas en Edén, en el jardín de Dios, adornado con toda clase de piedras preciosas: rubí, crisólito, jade, topacio, cornalina, jaspe, zafiro, granate y esmeralda. Tus joyas y encajes estaban cubiertos de oro, y especialmente preparados para ti desde el día en que fuiste creado” (vv. 12-13). Aparte de tanto esplendor fue elegido como querubín protector y siempre tuvo un comportamiento excelente hasta el día en que su corazón se dejó llenar de orgullo y se enalteció rebelándose contra su Creador y queriendo ser semejante a Él (Isaías 14:14). Por eso fue arrojado al suelo.
Creo que el peor pecado es el orgullo. Muchas veces no nos damos cuenta incluso dónde va nuestro orgullo, hasta cuando alguien mete el dedo y toca en él. O sucede también que infortunadamente se ha enseñado y hasta valorado ser orgullosos. Quizá esto, por ignorancia. Aquí en la lectura del día podemos darnos cuenta el daño tan grande que hace el orgullo. Definitivamente no somos nada ni nadie para llegar a creernos más que otros, así se pertenezca a la realeza más noble del planeta, se tengan los títulos más competitivos, o se goce de una riqueza desbordante.
Yo los invito a revisar sus vidas y si en sus corazones hay señales de este agravio pedirle perdón al Señor y tomar la determinación de abolirlo completamente de ustedes. El orgullo origina la caída porque nos aleja de la sabiduría y por ende de nuestro Dios. Oremos:

Amado Dios: casi que se nos ha enseñado que es necesario el orgullo para satisfacer nuestro ego. Perdona Señor todo indicio de este mal que nos aqueja o que todavía prevalece en nuestras vidas. Limpia nuestros corazones completamente; lávalos con tu preciosa sangre y llévanos por el camino de la humildad y el desapego material. Permite que el orgullo que sintamos sea el llamarnos tus hijos y saber que heredaremos la vida eterna a tu lado. Muchas gracias por escuchar nuestra oración buen Dios.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 19 de agosto de 2020

El camino despejado para ir al Lugar Santísimo


Cristo, por el contrario, al presentarse como sumo sacerdote de los bienes definitivos en el tabernáculo más excelente y perfecto, no hecho por manos humanas (es decir, que no es de esta creación), entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno. 
Hebreos 9:11-12. NVI.

Lectura: Hebreos 9:1-28.  Versículos del día: Hebreos 9:11-12.

MEDITACIÓN DIARIA

Es un gran alivio saber que Cristo Jesús sólo necesitó entrar una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. Recordemos que al morir el Señor, el velo del templo se rasgó en dos dejándonos el espacio abierto para poder acceder al Padre, si así lo decidimos. “En efecto, Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro” (v. 24). Él a diferencia de los sumos sacerdotes que entraban cada año para hacer propiciación por el pecado del pueblo no sacrificó ningún macho cabrío ni becerro alguno, porque fue mucho más allá: con su propia sangre derramada logró un rescate eterno para nosotros. Sin derramamiento de sangre no hay perdón (v.22). Él nos rescató y compró con su propia sangre.
¡Cómo no valorar y aceptar este sacrificio! Nuestro buen Jesús lo entregó todo por amor para la salvación de toda la humanidad. Tú puedes entrar al Santo Lugar y adorarlo como lo merece. Por ti también fue su sangre derramada; no la menosprecies. Te darás cuenta que es el mejor regalo jamás ofrecido. ¡Acéptalo! Si te parece podemos orar:

Señor Jesús: nunca había entendido todo lo que hiciste por mí. Ahora que lo entiendo, sé que Eres el Único camino para poder entrar sin problema al Lugar Santísimo. Toma mi vida y perdona mis pecados. Gracias por abrirme esa puerta y permitir que pueda gozar del amor eterno del Padre Celestial. Gracias por tu obra majestuosa en la cruz del Calvario por mí. ¡Te amo Jesús!

Un abrazo y bendiciones.  

martes, 18 de agosto de 2020

¡Alumbremos por donde quiera que transitemos!


Así nos lo ha mandado el Señor: Te he puesto por luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra. 
Hechos 13:47.

Lectura: Hechos 13:42-51.  Versículo del día: Hechos 13:47.

MEDITACIÓN DIARIA

Creo que esta Palabra es para todo el que ha aceptado a Jesús como su Señor y Salvador. Así es; al hacerlo nos convertimos en sus discípulos y el mensaje dejado por Él es bien claro en Mateo 28: 19-20, en donde nos deja la labor de la gran comisión. Jesús es la luz del mundo y esa luz es la que tenemos que trasmitir a todos los que podamos. Debemos estar tan dispuestos que si nos toca ir a determinado sitio, es nuestro deber ir. Recordemos: somos luz, para llevar luz.
La luz del Señor que resplandece en nosotros es la que nos corresponde compartir. Si el Señor es Luz y nosotros también somos participes de esa luz, es precisamente esa, la que debemos permitir que resplandezca, Oremos para que nuestro buen Dios nos dé el denuedo para transmitir su mensaje de salvación con la luz que Él nos ha dejado. ¡Alumbremos por donde quiera que transitemos!

Amado Señor Jesucristo: te damos gracias porque siempre nos estás animando y fortaleciendo para que cumplamos con el mandato ordenado por Ti. Danos sabiduría con tu Santo Espíritu y llévanos hacia los más débiles y necesitados. ¡Te alabamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 17 de agosto de 2020

En vez de reclamarle, huillémonos ante Él


Como leones rugientes que despedazan a la presa, hay una conspiración de profetas que devoran a la gente, que se apoderan de las riquezas y de los objetos de valor, y que aumentan el número de viudas, 
Ezequiel 22:25. NVI.

Lectura: Ezequiel 22:23-31.  Versículo del día: Ezequiel 22:25.

MEDITACIÓN DIARIA

En mi concepto creo que a la Iglesia actual le ocurre lo mismo que a Israel en tiempos de Ezequiel. Sí; se están levantando profetas por todas partes y ministros del Evangelio que solamente buscan su propio bien despojando a sus feligreses de sus pertenencias mientras ellos se enriquecen cada día más. Además de esto, poco amor se ve entre sus ancianos y quienes colaboran en los diferentes ministerios. Si esto sucede dentro de la Iglesia del Señor ¿qué podemos esperar de los de afuera? Igual pasa con los jefes de la ciudad e incluso con los terratenientes que quieren explotar al indigente y al pobre (vv. 26-29).
Sin embargo, cuando viene una situación como la que estamos viviendo actualmente con esta pandemia del Covid-19, el ser humano en vez de reconocer su pecado e indiferencia hacia Dios, le reclama diciéndole injusto y falto de misericordia, sin darse cuenta que su duro corazón lo ha alejado completamente de Él. Se tiene la conciencia carcomida y se empieza a llamar malo a lo bueno y bueno a lo malo (vv. Isaías 5:20).  En vez de reclamarle a Dios, humillémonos ante Él.  Oremos para que el Señor nos perdone y a la vez más bien, démosle gracias tal como es su deseo (1 Tesalonicenses 5:18).

Amado Dios; nos presentamos delante de Ti con un corazón contrito y humillado reconociendo que te hemos defraudado con nuestro pecado. Te pedimos buen Dios que nos perdones y limpies. Al igual te rogamos por esta tierra para que sea sanada y restaurada. Gracias por perdonarnos y permitir que estemos en paz Contigo. Gracias por todo lo que con lleva esta crisis mundial y gracias porque sabemos que solamente bastará una palabra Tuya para terminar con esta epidemia y levantar nuevamente un mundo más consciente y amoroso. ¡Te adoramos bendito Señor y Dios!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 15 de agosto de 2020

Un sumo sacerdodte que intercede por ti


Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos. 
Hebreos 7:26. NVI.

Lectura: Hebreos 7:1-28. Versículo del día: Hebreos 7:26.

MEDITACIÓN DIRIA

Nuestro amado Señor Jesucristo no pertenecía a la tribu de Leví pero sí, es sacerdote para siempre. Él llegó a hacerlo no por un requisito legal como los sacerdotes descendientes de Aaron a los que les correspondió ejercer el sacerdocio en la ley de Moisés, sino conforme al poder de una vida indestructible. De Él se dijo: “Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec” (v. 17). Jesús ejerce un sacerdocio imperecedero. Los sacerdotes de la ley morían y había que reemplazarlos. El sacerdote nuestro permanece para siempre. “Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos” (v. 25). ¡Gloria a Dios por nuestro sumo Sacerdote! “A diferencia de los otros sumos sacerdotes, él no tiene que ofrecer sacrificios día tras día, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo; porque él ofreció el sacrificio una sola vez y para siempre cuando se ofreció a sí mismo” (v. 27). Se ofreció a sí mismo por los pecados de toda la humanidad.
Tú estás en la lista de los que se pueden salvar por completo. Acércate a Dios y comprobarás que intercede por ti. De hecho, ya lo está haciendo. Oremos:

Amado Jesús: Tú que Eres el sacerdote santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores, pero intercediendo por ellos, Reconozco que Eres el Hijo de Dios muerto y resucitado. Vengo ante Ti para entregarte mi vida; te acepto como mi Único Señor y Salvador. Perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme, limpiarme y acercarme al Padre Celestial. ¡Tu Nombre es exaltado por siempre!

Un abrazo y bendiciones.


viernes, 14 de agosto de 2020

El mensaje de salvación es el mejor regalo

Por tanto, hermanos, sepan que por medio de Jesús se les anuncia a ustedes el perdón de los pecados. 
Hechos 13:38. NVI.

Lectura: Hechos 13:1-41.  Versículo del día: Hechos 13:38.

MEDITACIÓN DIARIA

Pablo y Bernabé anunciando en Antioquía el mensaje de salvación. Bien les aclara lo siguiente a los judíos: “Ustedes no pudieron ser justificados de esos pecados por la ley de Moisés, pero todo el que cree es justificado por medio de Jesús” (v. 39). Solamente en Jesús encontramos el perdón de los pecados. Por eso es importante entregarle nuestras vidas como una actitud de reconocerlo como el Hijo de Dios que es; el Cordero inmolado y único capaz de quitar los pecados del mundo.
Tal como ellos anunciaron a Jesús de Nazaret cumpliendo el propósito del Señor (v. 2), desde este devocional, hago un llamado a los que no lo conocen o los que, conociéndolo, les sucede igual que al pueblo judío: no quieren reconocerlo como el enviado por Dios Padre y Salvador de la humanidad. Tampoco podemos quedarnos en la ley de Moisés porque el Señor Jesús está por encima de esa ley. Vino a traernos el regalo de la salvación porque su obra redentora ya se cumplió.
Así pues, este es también el mensaje que les comparto. Los tiempos están muy difíciles y Jesús vuelve por segunda vez. No esperes para mañana, puede ser tarde. Solamente dile con palabras sinceras que crees en Él para que seas justificado. Te puedo guiar con una oración:

Señor Jesús: yo te necesito; te abro la puerta de mi vida y te acepto como mi Señor y Salvador. Reconozco que Eres el Hijo de Dios muerto y resucitado. Perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme, limpiarme, justificarme y darme vida eterna a tu lado. Amén.

Un abrazo y bendiciones. 

jueves, 13 de agosto de 2020

Eres el Dios Omnipotente, Santo y Verdadero


Pueblo de Israel, cuando yo actúe en favor de ustedes, en honor a mi nombre y no según su mala conducta y sus obras corruptas, entonces ustedes reconocerán que yo soy el Señor. Yo, el Señor omnipotente, lo afirmo. 
Ezequiel 20:44. NVI.

Lectura: Ezequiel 20:30-44. Versículo del día: Ezequiel 20:44.

MEDITACIÓN DIARIA

Con la venida del Señor Jesús al mundo, no solamente se favoreció el pueblo de Israel sino todas las naciones. Dios no tuvo en cuenta nuestra mala conducta; al contrario, sabiendo cuan pecadores somos, su Hijo Jesús murió por nosotros (Romanos 5:8). Esto con el fin de que también le reconozcamos como el Dios omnipotente que Él es. Y es que además de omnipotente es ante todo amoroso, misericordioso y perdonador. ¡La verdad, no merecemos tanto amor! Nosotros tan pecadores para que un Dios tan grande y sublime en amor, nos haya mirado sonriendo y pronunciado nuestro nombre, con el fin de darnos el mejor regalo que se pueda ofrecer: la salvación.
Quizá no alcanzamos a dimensionar lo que en verdad significa este regalo porque estamos muy metidos en el mundo y aquí prevalecen el placer, el orgullo, la envidia y el egoísmo. No importa; nuestro buen Dios cuando aceptamos la obra de su Hijo Jesús empieza a ministrar en cada uno a través de su Palabra y la rica comunicación que podemos sostener con Él.
Por eso yo te invito, a que, si todavía no le has entregado tu vida a Jesús de Nazaret, lo hagas para que empieces a recibir las dádivas que te tiene preparadas. Si te parece podemos orar, dile así:

Señor Jesús: gracias porque no tuviste en cuenta mis malas acciones y por encima de ellas, pusiste mi nombre para que un día como hoy te reconociera como mi suficiente Señor y Salvador. Gracias por haber cargado Tú, todo el peso de mis transgresiones. Gracias también a Ti Papito Dios por permitir que tu Hijo sin culpa alguna, viniera a pagar por toda la humanidad. ¡Gloria y honor a Ti Señor bueno y misericordioso! ¡Eres el Dios Omnipotente, Santo y Verdadero!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 12 de agosto de 2020

Tus promesas jamás cambiarán


Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros. 
Hebreos 6­:18. NVI.

Lectura: Hebreos 6:13-20.  Versículo del día: Hebreos 6:18.

MEDITACIÓN DIARIA

Aquí está hablando de acuerdo a la promesa dada por Dios a Abraham, “y dijo: Te bendeciré en gran manera y multiplicaré tu descendencia” (v. 15). Tanto la promesa como el juramento son realidades en Dios que no cambian, con el fin de que tengamos la llama viva de la esperanza ya que su propósito es inmutable. Dios no miente; por lo tanto, todas las promesas dadas se cumplirán. Puede suceder que ni siquiera las podamos ver, pero llegarán. Me explico: conocí una señora que dio el testimonio de cómo ella llegó a los pies del Señor, después de haber muerto su madre, quien había orado por años para que esto sucediera. Su mamita no lo vio porque fue en el tiempo del Señor, no en el de ella; lo importante es que la promesa fue concedida porque cuando Dios lo dice, así es.
Creámosle a nuestro buen Dios. Él solamente desea para nosotros el bien. Tiene planes de bienestar y no de calamidad. Creámosle cuando nos dice que nos guardará de todo mal y que ninguna plaga tocará nuestra morada. Quizá, este es el tiempo para poner a funcionar nuestra confianza en el Dios de los imposibles para el mundo, pero no para nosotros.

Amado Dios: te damos gracias porque siempre estás a nuestro lado dándonos mensajes de amor, esperanza y protección. Gracias porque como dice tu Palabra, no mientes ni te arrepientes de lo prometido. Seguimos confiados esperando en Ti sabiendo que tus promesas son realidades que jamás van a cambiar, porque Tú Eres un Dios inmutable. ¡Te adoramos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 11 de agosto de 2020

No podemos estorbar la obra de Dios


Al oír esto, se apaciguaron y alabaron a Dios diciendo: —¡Así que también a los gentiles les ha concedido Dios el arrepentimiento para vida! 
Hechos 11:18 NVI.

Lectura: Hechos 11:1-18.  Versículo del día: Hechos 11:18.

MEDITACIÓN DIARIA

Aquí vemos la reacción de los hermanos y apóstoles de Judea cuando supieron que Pedro había estado con gentiles y le reclamaron diciéndole: “Entraste en casa de hombres incircuncisos y comiste con ellos” (v. 3). No tenían idea de la visión que Pedro había tenido en Jope y después de contarles Pedro todo lo referente (vv. 5-16), termina su explicación con esto: “Por tanto, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros al creer en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para pretender estorbar a Dios?” (v. 17).
Como siempre sucede: un hombre de Dios siempre va a estar en la mira de los demás y por lo general los que más le van criticar son los suyos. No solamente le sucedió a Pedro; he conocido testimonios de personas cristianas que han sido señaladas como detractores del Evangelio porque visitaron o estuvieron en reuniones con judíos, católicos o musulmanes; pronto se nos olvida que es el Señor quien prima y si eso va a servir para que otros conozcan el mensaje ¿quiénes somos para estorbar los planes de Dios? Lo mejor que podemos hacer en estos casos es orar por los que van hacia los perdidos y quedarnos con la boca callada.

Amado Señor: gracias porque nos enseñas a ser sabios y prudentes frente a los que envías a llevar tu mensaje de salvación. No permitas Señor que nos encerremos en nuestras propias opiniones y no podamos discernir entre lo bueno y lo malo. Arranca de nuestro corazón todo rastro de legalismo y religiosidad que no deje cumplir tu propósito. Gracias porque es tu Palabra la que se predica y esta no regresa vacía. Tu Nombre seguirá anunciándose para bien de la humanidad. ¡Te alabamos y te bendecimos por siempre!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 10 de agosto de 2020

Cada uno es responsable de sus actos


Todo el que peque merece la muerte, pero ningún hijo cargará con la culpa de su padre, ni ningún padre con la del hijo: al justo se le pagará con justicia y al malvado se le pagará con maldad. 
Ezequiel 18:20. NVI.

Lectura: Ezequiel 18:1-31.  Versículo del día: Ezequiel 18:20.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien lo dijo Dios a través del profeta Ezequiel. Y ahora después de la muerte de Jesús quien fue el que cargó con toda la maldad de la humanidad, con mayor razón. La salvación está disponible para cualquier persona que reconozca el sacrificio de Cristo. Todos hemos pecado y por lo tanto estamos separados de Dios (Romanos 3:23); aquí no excluye a nadie por más bueno que haya sido. La salvación no es por obras, es por la fe en el Hijo de Dios (Efesios 2:8-9). La paga del pecado es muerte (Romanos 6:23); el pecado es el causante de la muerte tanto física como espiritual. En la lectura podemos comprobarlo: “La persona que peque morirá” (v. 4). Sin embargo, el amor de Dios Padre fue tan grande que no escatimó en darnos a su propio Hijo para que viniera a morir por nosotros (Romanos 5:8). Él te está llamando a ti; no a tu padre ni a tu madre ni a tu hermano; es específicamente a ti. Cada uno es responsable de sus actos.
Gracias al bendito Señor Jesús que vino para restituirnos con el Padre y darnos vida y vida eterna. Así que no importa cuán pecador hayas sido tú o tus padres, Jesús ya pagó por ti y su deseo es que te salves. Tú tienes ahorita la oportunidad de hablar con Jesús y entregarle su vida a Él. Ríndete a sus pies y reconoce que eres pecador. Te puedo guiar con una corta oración. Por favor, oremos:

Señor Jesucristo: yo te necesito. Confieso que soy pecador y hoy decido aceptarte en mi vida para que vengas a ser mi Señor y Salvador. Gracias por haber pagado Tú, todo lo que me correspondía a mí. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una vida segura Contigo hasta la eternidad. En tu Nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 8 de agosto de 2020

Por eso, no nos cansemos de hacer el bien


Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que, para su gloria, ustedes han mostrado sirviendo a los santos, como lo siguen haciendo”. 
Hebreos 6:10. NVI.

Lectura: Hebreos 6:9-12.  Versículo del día: Hebreos 6:10.

MEDITACIÓN DIARIA

¿Quiénes son los santos?  Es en general el pueblo de Dios. Ya todos nosotros hemos sido santificados en Cristo el Señor. Respecto al versículo del día podemos decir que por eso es tán importante que en las Congregaciones prevalezca el amor, porque a través del amor podemos manifestar las obras que los hermanos de la Iglesia necesitan. “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe (Gálatas 6:9-10). Dios no se olvida de nada de esto. Siempre lo he dicho: Él no se queda con nada guardado. Seguro que, en el momento menos esperado, el Señor va a permitir que cosechemos en aquello que hemos sembrado.

Amado Dios: gracias por tu Palabra que jamás falla. Gracias porque a través de ella nos instruyes y alientas para tener en cuenta no solamente a nuestros pastores sino a toda nuestra congregación. Pon en el corazón de los tuyos, el no bajar la guardia queriendo hacer siempre el bien; que las obras realizadas sean para exaltarte a Ti y adorar Tu Nombre. ¡Gracias bendito Dios!

Un abrazo y bendicione..


viernes, 7 de agosto de 2020

No llames impuro lo que Dios ha limpiado


Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro. 
Hechos 10:15b.

Lectura: Hechos 10:1-23.  Versículo del día: Hechos 10:15b

MEDITACIÓN DIARIA

Estas fueron palabras dadas por Dios mismo a Pedro en la visión que tuvo antes de ir a la casa de Cornelio, el soldado romano quien era creyente en el Señor. Pedro vio suspendida en el aire, algo parecido a una sábana abierta que bajaba hacia la tierra y en ella había toda clase de cuadrúpedos reptiles y aves. La voz le decía que se levantara y comiera. Pedro contestó de acuerdo a las tradiciones judías que no comía nada impuro; por eso la voz le replicó: “Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro”.
En mi opinión, creo que bien sirve la lectura no solamente para no discriminar a nadie del regalo de la salvación, sino también para los que todavía se cuestionan si respecto a algunas comidas pueden comerlas o no. Para los judíos en la ley de Moisés se les prohibía comer ciertos animales. Todavía ellos lo practican de ese modo. Pero recordemos que nosotros los cristianos nacidos de nuevo con el Señor Jesucristo no estamos llamados, en primer lugar, a seguir la ley, y en segundo lugar el sacrificio del mismo Jesús ya bastó para purificar incluso la comida. Miremos otro pasaje al respecto de la misma Palabra de Dios: “El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas. Tales enseñanzas provienen de embusteros hipócritas, que tienen la conciencia encallecida. Prohíben el matrimonio y no permiten comer ciertos alimentos que Dios ha creado para que los creyentes, conocedores de la verdad, los coman con acción de gracias. Todo lo que Dios ha creado es bueno, y nada es despreciable si se recibe con acción de gracias, porque la palabra de Dios y la oración lo santifican” (1 Timoteo 4:1-5). En estos tiempos estamos viendo tantas cosas respecto a la comida que ya casi es imposible comer algo sin que se diga que es ‘malo’. Considero que lo mejor por hacer es creerle a la Palabra de Dios y orar por los alimentos antes de consumirlos.

Amado Señor: gracias porque tu Palabra es una sola y es verdad. Gracias por lo que nos enseñas a través de ella. Permite que siempre te demos gracias por los alimentos que pones en nuestras mesas y que sepamos que son dados por Ti para alimentarnos y tener vidas saludables. No permitas que llamemos inmundo a nada de lo que Tú has purificado. ¡Gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 6 de agosto de 2020

¡Y Tú, nuestro Amado por siempre serás!


Tiempo después pasé de nuevo junto a ti, y te miré. Estabas en la edad del amor. Extendí entonces mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez. Me comprometí e hice alianza contigo, y fuiste mía. Lo afirma el Señor omnipotente. 
Ezequiel 16:8 NVI.

Lectura: Ezequiel 16:1-19.  Versículo del día: Ezequiel 16:8.

MEDITACIÓN DIARIA
Este mensaje fue dado a Ezequiel para Jerusalén. Dentro de mi concepto, creo, que cada uno de nosotros podíamos ser una Jerusalén. Anterior a este dice: “Pasé junto a ti, y te vi revolcándote en tu propia sangre y te dije: ¡Sigue viviendo; crece como planta silvestre! Tú te desarrollaste, y creciste y te hiciste mujer. Y se formaron tus senos, y te brotó el vello, pero tú seguías completamente desnuda” (vv. 6-7). Y digo que podemos ser una similitud de esa Jerusalén porque al igual que ella, antes de conocer al Señor estábamos completamente desnudos. Similar a Adán y a Eva cuando pecaron y se dieron cuenta de su desnudez (Génesis 3:7). Lo hermoso de todo esto, es que nuestro buen Señor nos cautivó y volvió a pasar junto; extendió su manto y cubrió nuestra desnudez. Sí, así como lo dijo: nos hizo suyos y ese suyos es para siempre. Aquí es donde entiendo por qué Cantares es tanto la relación del esposo con la esposa como la de Cristo con su Iglesia. Es que somos su novia radiante a la que bañó, perfumó, vistió y adornó (vv. 9-13 en la lectura).
Pero ¿qué pasa si caemos como Jerusalén? ¡Ah! El amor del Señor es tan grande que vuelve a restituirnos porque en eso consiste su gracia derramada. “Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura. Allí le devolveré sus viñedos, y convertiré el valle de la Desgracia en el paso de la Esperanza. Allí me corresponderá, como en los días de su juventud, como en el día en que salió de Egipto” (Oseas 2:14-15). Nuestro amado Jesús, no nos va a dejar. Jamás sucederá; nos vuelve a seducir para corresponderle con ese primer amor que tuvimos con Él cuando nos cubrió la desnudez. Sigamos de su mano gozando de su inmenso amor.

Amado Jesús: ¡qué triste es alejarnos de Ti y caer en manos del enemigo! Pero tu amor incomparable es más grande de lo que podemos imaginar. Tu amor nos hace pasar del valle de la aflicción a una puerta de esperanza. ¡Cuánto nos cuesta comprender que mejores son tus amores que el vino! Gracias por llamarnos tu novia y vestirnos con ropas de lino. Tú Eres el fragante aroma que nos envuelve para darnos seguridad, confianza, certeza plena, alegría y una vida dulce y deseable. ¡Cuánto nos amas Señor! ¡Y Tú, nuestro Amado por siempre serás!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 5 de agosto de 2020

Lleguemos a Él con la plena confianza de su gracia derramada


Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. 
Hebreos 4:15. NVI.

Lectura: Hebreos 4:14-16.  Versículo del día: Hebreos 4:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Cantidad de veces pasamos por encima de versículos y no nos percatamos de la profundidad de ellos. En estos días escuché algo al respecto precisamente del versículo de hoy y me hizo reaccionar. El Señor me mostraba que Él había sido tentado en todo, pero no había pecado. A ver si me explico: Si creemos que no somos fuertes ni capaces de resistir ciertas tentaciones, es un aliciente el saber que nuestro buen Señor también las tuvo y Él que nos conoce más que nadie, no nos juzga, sino que, al contrario, puede darnos la salida.
Jesús entiende nuestras debilidades porque las experimentó igual. Necesitamos es ir hacia Él: “Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos” (v. 16); lleguemos con la plena confianza de su gracia derramada en nosotros y abrámosle nuestro corazón.  

Buen Señor Jesús: nos conoces tanto y sabes cuán vulnerables somos al pecado, que entiendes nuestras debilidades. Gracias porque ya te llevaste en la cruz todo el peso de ellas y ahora nos miras con compasión y bondad. Gracias porque no nos dejarás tentar más allá de lo que podamos resistir. Tu amor inigualable nos constriñe. ¡Gracias, muchas gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.