miércoles, 26 de agosto de 2020

acerquémonos a hablarle como al mejor Papito


Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura. 
Hebreos 10:22. NVI.

Lectura: Hebreos 10:19-39.  Versículo del día: Hebreos 10:22.

MEDITACIÓN DIARIA

En el Libro de Hebreos seguimos viendo la cantidad de bendiciones que obtenemos cuando nos acercamos a Dios con sinceridad y fe. No solamente quedamos purificados interiormente y lavados con agua pura exteriormente sino que además de eso, nos dice: “Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras” (vv. 23-24). ¿Por qué debemos estar firmes? Porque tenemos una bendita esperanza que nadie nos la puede arrebatar. ¡Gloria a Dios!
Creo que esa bendita esperanza es la que nos motiva a vivir en amor y ese amor nos hace preocuparnos por los demás. Al final de cuentas, ese debe de ser el aliciente para darnos al prójimo como nos lo mandó el Señor Jesús. Precisamente ahora que podemos acudir sin ningún obstáculo, entremos al Lugar Santísimo y hablemos sinceramente con nuestro Papito Dios; mantengamos una amistad sincera con Él ya que Cristo Jesús nos dejó limpios de pecado y el camino se encuentra despejado.

Amado Padre Celestial: te damos las gracias por haber permitido que tu Hijo Jesús fuese el Salvador de nuestras vidas. Gracias porque somos tus hijos y venimos ante Ti no solamente para adorarte sino también para hablar Contigo porque Eres el Maravilloso Papito que siempre está dispuesto a escucharnos. Permite que las tentaciones del mundo no nos alejen de tu lado y que vivamos solamente para buscarte y glorificar tu Santo Nombre. Enséñanos a hacer tu santa voluntad. ¡Te adoramos buen Dios y Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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