Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría.
Salmo 51:6 NVI.
Lectura:
Salmo 51:1-19. Versículo del día: Salmo 51:6.
MEDITACIÓN
DIARIA
Personalmente
considero que este Salmo de David es un ejemplo a seguir de oración, clamor y
arrepentimiento, ya que todos de una u otra manera le hemos fallado al Señor.
David desborda su corazón ante Dios y el versículo del día me impacta porque en
verdad, es la intimidad con nuestro Dios que Él nos muestra y enseña lo que
espera de cada uno. El decirle que nos lave de tal manera que quedemos completamente
limpios ante su Presencia es reconocer hasta donde hemos fallado (v. 7).
Igualmente tener la alegría y el gozo que se pierden al caer, es restaurador
(v. 8). No solo David pide que le devuelva la alegría de la salvación, también la
disposición para obedecerle. Entiende muy bien que al Señor no le interesan los
sacrificios, porque a Dios le gusta es, un espíritu quebrantado y arrepentido y
más bien le pide que sus labios se desaten en alabanzas hacia Él (vv. 12, 15-17).
El apóstol Juan nos dejó
en su Carta lo siguiente: “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y
justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Juan 1:9). Así que
no dudemos en acercarnos al Trono de la Gracia que el Señor estará presto a
escucharnos, perdonarnos y limpiarnos.
Amado Señor:
venimos ante Ti con un corazón contrito y humillado a confesar nuestros
pecados. Perdona Señor el dejarnos llevar por las atracciones y deleites que el
mundo nos ofrece; por nuestra naturaleza carnal y los engaños del enemigo para
alejarnos de Ti. Sabemos que Tú no desprecias al corazón arrepentido y
quebrantado. Escucha nuestra oración Señor y que nuestros labios proclamen tu
salvación y favor. Gracias por estar a nuestro lado y levantarnos con tu
misericordia y bondad. ¡Alabamos tu Nombre por siempre!
Un abrazo y bendiciones.