No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.
Gálatas 6:7. NVI.
Lectura: Gálatas
6:1-10. Versículo del día: Gálatas 6:7.
MEDITACIÓN DIARIA
Yo diría que en términos usuales
sí, se cosecha lo que se siembra. Sin embargo, he podido darme cuenta que no es
regla general porque para mí, creo que sucede como con las promesas: tal vez,
llegan a verlas los que vienen detrás, más no el que ha sembrado con amor. Y me
baso en el caso de Job, aunque Job no murió sin contemplar su restauración
total. Pero la Biblia dice que era un hombre justo a los ojos de Dios y fueron
muchas las duras pruebas que enfrentó. Conozco casos donde no he entendido la
voluntad de Dios y mucho menos su soberanía. Claro, esto me induce a buscar más
al Señor y a indagar sobre el tema bajo los ojos espirituales con la ayuda del
Espíritu Santo. Y digo esto bajo mi propio criterio y siendo honesta conmigo
misma.
Hay otro punto importante
más adelante: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo
cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos
la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la
fe” (vv. 9-10). Es para mí, como una respuesta a lo expuesto anteriormente:
sembremos, sembremos haciendo el bien siempre que lo podamos hacer, y al debido
tiempo cosecharemos. No sabemos exactamente cuál será el debido tiempo, o cuál
es el tiempo de Dios que es el que cuenta. Por eso es que considero que quizá
la persona directa que ha sembrado no lo vea, pero sus padres o hijos podrán
gozar esta bendición. De todas maneras, sigo afirmando lo que siempre escribo: ‘Dios
no se queda con nada guardado’, así sea para verlo generaciones futuras.
Mi Señor amado:
bien sabes que últimamente me he cuestionado varias cosas que aún martillan en
mi cabeza y no logro darles la explicación correcta. Señor, no quiero pasar por
encima de tu soberanía porque sé que tu voluntad, así no la entienda es buena,
agradable y perfecta. Enséñame a mirar todo acontecimiento de mi vida con los
ojos espirituales Tuyos. Dame sabiduría y discernimiento para entender lo que
por ahora me cuesta y me retrae. Gracias porque sé que con dudas y todo, me
sigues amando exactamente igual porque es tu bendita gracia la que me sostiene.
¡Te amo buen Señor y Dios mío!
Un abrazo y bendiciones.
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