No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos.
Eclesiastés 1:8b. NTV.
Lectura: Eclesiastés
1:1-11. Versículo del día: Eclesiastés 1:8b.
MEDITACIÓN DIARIA
Estas son palabras del
sabio Salomón, quien fue gobernante de Jerusalén. Y sí, es muy fácil caer en un
tedio donde todo aburre, máxime cuando ahora los tiempos pasan volando, pero
cada vez es menos lo bueno que se ve alrededor. Llega un momento en que todo
cansa y aburre, pero precisamente hasta por eso murió el Señor Jesús: para
liberarnos de ese tedio que no nos deja ver la vida con el agrado que el Señor
nos la dejó: Juan 10:10 dice que Él vino a darnos vida y vida en abundancia,
por eso mismo, debemos de estar pegaditos de su Palabra para no dar chance al
enemigo que nos ataque haciéndonos creer que todo cansa. Cuando esto nos
suceda, pongámonos en oración y empecemos a dar gracias por esa situación.
Seguro que llegaremos a la conclusión que tenemos muchas más cosas buenas de lo
imaginado y le empezamos a ver sentido a la vida.
Señor Jesús:
muchas gracias porque solamente Tú puedes llenar corazones vacíos; vidas
rutinarias y difíciles. Gracias porque Tú viniste a darnos libertad en todos
los campos y áreas de nuestra vida. Gracias porque teniéndote a Ti, lo tenemos
todo. Eres la razón de nuestro existir y Contigo vencemos toda apatía e insensibilidad.
Gracias porque cada día trae su propio afán y esto es necesario, para sentirnos
personas útiles. ¡Gracias, muchas gracias, bendito Señor y Dios nuestro!
Un abrazo y bendiciones.