lunes, 31 de octubre de 2016

Decídete firmemente

Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo. 
Apocalipsis 3:20

Lectura: Apocalipsis 3:14-22.  Versículo del día: Apocalipsis 3:20.

MEDITACIÓN DIARIA

Tengo que decir que yo prácticamente nací y crecí con este versículo y que es por ende el que uso generalmente para evangelizar. Sin embargo hoy, el Señor me ha mostrado un algo diferente que les quiero compartir.
Observemos en la lectura lo que el Señor mismo está diciendo: “Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro!  Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca” (vv. 15-16). Al respecto lo veo desde la óptica en que muchos van de un lado para otro, incluso no solo de otras ramas del cristianismo (católicos u ortodoxos), sino también de diferentes denominaciones de la rama protestante. Creen que conocen al Señor, pero no es así. Quizá lo han oído por tradición y de sus generaciones pasadas pero no lo tienen de manera personal y exclusiva como su Señor y Salvador. Incluso, puede que sí se esté frecuentado una iglesia protestante de alguna denominación o que incluso alguno haya recibido al Señor pero no de una manera sincera, sino por conveniencia o de momento. Dentro de mi modo de ver, éstos son también los tibios. Los que se creen saberlo todo, tenerlo todo pero aún están vacíos en su interior (v. 17).
De ti depende si compras oro purificado por fuego, ropas blancas y ungüento para tus ojos (v. 18);  “sé diligente y arrepiéntete de tu indiferencia” (v. 19). De ti depende si le dejas seguir o no. Toma una decisión hoy, y decídete firmemente. Si es tu deseo podemos orar así:

Señor Jesús: Me rindo a tus pies. Sé que he sido indiferente contigo y ahora me das la oportunidad de volcar mi corazón completamente hacia Ti. Toma mi vida y sé mi Señor y Salvador personal. Reconozco lo que hiciste por mí en ese madero y te pido perdón por mis pecados. Hazme la persona que quieres que yo sea. Gracias Señor Jesús.

Un abrazo y bendiciones.


sábado, 29 de octubre de 2016

No hay que desafiar a Dios

Pero aun si nuestro Dios no lo hace así, sepa usted que no honraremos a sus dioses ni adoraremos a su estatua. 
Daniel 3:18.

Lectura: Daniel 3:1-30.  Versículo del día: Daniel 3:18.

MEDITACIÓN DIARIA

Los amigos de Daniel, que también eran consejeros del rey Nabucodonosor fueron arrojados a un horno hirviendo, por rechazar el adorar la estatua que había mandado erigir. Ellos firmemente defendiendo su fe, no les dio temor responderle al rey: “¡No hace falta que nos defendamos ante Su Majestad! Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad” (vv. 16-17). Nabucodonosor les había injuriado en que si no obedecían, no habría dios capaz de librarlos de sus manos. Definitivamente a Dios no se le puede retar. Conocemos muchos casos en los que cuando las personas lo desafían, Dios demuestra su poder. Recordemos el caso del ‘Titanic’, su creador dijo que ni Dios hundiría ese barco y ya sabemos qué le sucedió. El cantante de los Beatles Jhon Lennon dijo que ellos eran más famosos que Jesús y después le dispararon seis veces. Marilyn Monroe, le dijo a Billy Graham que ella no necesitaba a su Dios y una semana más tarde fue hallada muerta en su apartamento. Y así como ellos, hay otros casos. Dios demuestra su soberanía y poder ante los incrédulos para callarles la boca.
Nabucodonosor, al darse cuenta que en el horno había cuatro personas, los tres más un ángel del Señor, ordenó que los sacaran y para su sorpresa ni siquiera olían a humo ni estaban chamuscados sus cabellos (vv. 24-27). El hombre poderoso y arrogante tuvo que reconocer a Dios en ese momento: “¡Alabado sea el Dios de estos jóvenes, que envió a su ángel y los salvó! Ellos confiaron en él y, desafiando la orden real, optaron por la muerte antes que honrar o adorar a otro dios que no fuera el suyo” (v. 28). Los papeles se invirtieron y ahora Él como rey daba la orden para que en todo su reino se descuartizara a quien hablara mal del Dios de los judíos y tuvo que reconocer su grandeza: “¡No hay otro dios que pueda salvar de esta manera!” (v. 29c).
Personalmente considero que se avecinan tiempos difíciles para los cristianos. Entonces, aprendamos a ser radicales en nuestra fe, que Dios se encargará de lo que sigue.

Amado Señor: Te pedimos que en el momento de una dura prueba, nos des el valor y la capacidad humana para traspasar esa situación. Enséñanos a depender de Ti de tal modo que seamos capaces si es necesario de sufrir la muerte física, sabiendo que inmediatamente estaremos Contigo en tu gloria.

Un abrazo y bendiciones.
 

viernes, 28 de octubre de 2016

Tu amor y fidelidad jamás se agotan

Porque en ti está la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz. 
Salmo 36:9.

Lectura: Salmo 36:1-12.  Versículo del día: Salmo 36:9.

MEDITACIÓN DIARIA

La lectura del día nos habla del amor tan inmenso de Dios: “Tu amor, Señor, llega hasta los cielos; tu fidelidad alcanza las nubes”; “¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas. Se sacian de la abundancia de tu casa; les das a beber de tu río de deleites” (vv. 5 y 7-8); es un amor tan grande que en él cabe el refugio, la comida y la bebida; hasta la risa y la tristeza hacen parte de su amor. Y es que todo esto lo tenemos en Jesús. Sí, el Señor es la fuente que brota agua de vida. Él es la vida misma. “En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla” (Juan 1:4-5).
En general el hombre no sabe o no aprecia a Jesús de Nazaret. Tal vez muchos ni lo conocen; otros de oídas saben su nombre y para otros tantos, Él, el dueño y dador de la vida le es completamente indiferente. A ellos no les importa hacer el mal y aún en su lecho lo están tramando. La maldad la llevan en su corazón; estos no tienen temor de Dios (vv. 1-4).
Así que si nosotros pertenecemos al otro bando tenemos que gozar de todas sus ricas bendiciones encerradas en su eterno amor y no dejarnos desviar por el orgullo o por la mano del impío (v. 11). Más bien en cada nuevo despertar démosle gracias al Señor de nuestra vida que nos ha regalado su luz para que aprendamos a vivir y movernos, así veamos oscuridad.

Amado Jesús: Tú eres la luz verdadera que ilumina nuestro andar. Gracias porque en Ti está la vida y esa vida has venido a regalárnosla sin merecerla. Señor, queremos siempre caminar cogidos de tu mano. Gracias porque tu amor inmenso nos cubre y resguarda para apartarnos del mal y no desviarnos. Gracias porque cuando abrimos los ojos en la mañana ahí estás presente. Tu amor y fidelidad jamás se agotan. ¡Te amamos Señor! ¡Gloria y honor sean por siempre para Ti!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 27 de octubre de 2016

Vuélcanos nuevamente en la llama de tu amor

Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor. 
Apocalipsis 2:4.

Lectura: Apocalipsis 2:1-7.  Versículo del día: Apocalipsis 2:4.

MEDITACIÓN DIARIA

“Haz abandonado tu primer amor”. Esto es lo que el Señor le dice a la Iglesia de Éfeso, y creo que son palabras de exhortación para todos los cristianos. Recordemos cómo fue la experiencia con el primer amor que tuvimos. La experiencia del primer amor es muy bonita porque diría que en la mayoría de casos fue sencilla, ingenua, sincera. Se reflejaba en los ojos, en las palabras pronunciadas, en las acciones y hasta en el modo de vestir.
Cuando conocimos al Señor y le entregamos nuestro corazón,  muy seguramente sucedió algo parecido. Por lo menos en mi caso: hablaba y hablaba de Él a amigos, conocidos, familiares; aun sin prejuicios de ninguna clase, sin temor ni vergüenza lo hacía con desconocidos. Me sentía volar por las nubes; soñaba con el Señor, con su regreso. Le compuse una poesía, esperando su regreso también. Escribía en mucha partes personales la frase de ‘ven Señor Jesús’. En fin, estaba super-enamorada de mi Señor. Sin embargo el tiempo, las circunstancias y las dificultades fueron apagando ese ‘primer amor’. Siempre lo he asimilado con los niños; los niños van hablando todas sus cosas ingenuamente y con sinceridad, pero a medida que van creciendo se van volviendo más reservados. A veces lo llamamos prudencia y a veces le decimos introversión. Con razón el Señor nos pide que seamos como ellos: “Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos” (Mateo 18:3-4).
Los tiempos son duros. Reflexionemos sobre lo anterior y volvámonos al primer amor con nuestro Amado. Es el único que no cambia y siempre está dispuesto a escucharnos y tendernos sus amorosos brazos.

Señor nuestro: en verdad te hemos olvidado. Decimos que eres el primero pero en general siempre anteponemos a alguien o algo que te destrona. Si no es mucho pedirte buen Señor, vuélvenos a conquistar, permite que nos dejemos elevar con tu Santo Espíritu y volvamos a sentir tu gloria y majestad como cuando te conocimos. Gracias por tu amor inmutable. Perdona nuestra ingratitud y vuélcanos en la llama preciosa de tu amor.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Enséñanos a buscarte con corazón humilde

Busquen al Señor, todos los humildes de la tierra, los que han puesto en práctica sus normas. Busquen la justicia, busquen la humildad. 
Sofonías 2:3a.

Lectura: Sofonías 2:1-3.  Versículo del día: Sofonías 2:3a.

MEDITACIÓN DIARIA

La Biblia continuamente nos hace un llamado a buscar al Señor; a buscarle mientras pueda ser hallado (Isaías 55:6). Y para buscarle se necesita humildad; reconocer que no somos nada y Él lo es Todo. Reconocer nuestra incapacidad y atesorar su poder. Hay que buscarlo como Señor, Salvador, Camino, Verdad, Vida, Roca, Escondite, Protector, Refugio, Libertador, Médico, Abogado y aún porque también es nuestro Sustentador: “Comerán los pobres y se saciarán; alabarán al Señor quienes lo buscan” (Salmo 22:26). No hay que confundir la humildad con la pobreza. Personalmente he conocido personas muy pobres pero altamente orgullosas. El Señor dice que los humildes heredarán la tierra (Mateo 5:5); Igual dice que “Dichosos los pobres de espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece” (Mateo 5:3). Personalmente considero que estos pobres de espíritu son los que no tienen nada a qué aferrarse que les haga desviarse del camino; por lo tanto tienen un corazón dispuesto para Dios, deseosos de lo que Él pueda hacer en sus vidas para llenarlos totalmente. Tienen hambre y sed de justicia y humildemente se disponen a aprender y a acatar sus órdenes sin darle vueltas a los mandatos o discutir por ellos.
Creo que a los cristianos nos falta mucha humildad; especialmente a los occidentales. Tal vez en oriente, según mi parecer son más dóciles. Son verdaderamente pobres de espíritu. Buscan a Dios humildemente y quizá por las dificultades y  lo que les ha costado su cristianismo, son auténticos en su fe.
Aprendamos a buscar al Señor con humildad y corazón dispuesto a obedecerle.

Amado Señor: Deseamos buscarte en cada momento de nuestra vida. Aprender a encontrarte en el agua que corre por los manantiales, en la flor que amanece con el rocío de la mañana, en las montañas que albergan a las aves que cruzan tus cielos. En los peces que nadan en los mares y las bestias que rodean la tierra. Señor, que seamos sensibles a lo que eres Tú. Danos humildad para reconocerte en cada situación por buena o mala que nos parezca y que allí en medio del éxito o de la adversidad, sepamos que estás ahí. ¡Gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.


martes, 25 de octubre de 2016

¡Feliz, feliz, feliz!

Dichoso el que lee y dichosos los que escuchan las palabras de este mensaje profético y hacen caso de lo que aquí está escrito, porque el tiempo de su cumplimiento está cerca. 
Apocalipsis 1:3.

Lectura: Apocalipsis 1:1-20.  Versículo del día: Apocalipsis 1:3.

MEDITACIÓN DIARIA

Este es el primer capítulo del libro de Apocalipsis sobre la revelación que el Señor le dio al discípulo amado, sobre los últimos acontecimientos mundiales. Miremos que dice: Gracia y paz de parte del que es y que era y que ha de venir (v. 4). O sea, del Señor Jesucristo. “¡Miren que viene en las nubes! Y todos lo verán con sus propios ojos, incluso quienes lo traspasaron; y por él harán lamentación todos los pueblos de la tierra. ¡Así será! Amén” (v. 7). Cuando el Señor regrese todos tendrán que ver con este acontecimiento. Se cumplirá lo dicho por los ángeles a los discípulos, cuando Jesús fue llevado al cielo. “Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse” (Hechos 1:11). ¡Ay mi Señor! ¡Espero tan ansiosa ese glorioso día!
El Señor le ordena a Juan: “Escribe, pues, lo que has visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá después” (v. 19 en la lectura). De hecho, siempre me ha gustado leer el Apocalipsis. Sé que tiene temas demasiado fuertes porque también nos habla de la Gran Tribulación pero su seguro retorno y la Nueva Jerusalén me trasladan a otro sitio y deseo cual novia esperanzada a que mi Jesús venga y me lleve con Él. Así fue como le escribí en mis primeros albores de mi conversión y aún hoy sigo repitiéndolo.
Los invito a que lean este apasionado libro del apóstol Juan. Hay una bendición muy grande para quien lo hace: “Dichoso el que lee y dichosos los que escuchan las palabras de este mensaje profético y hacen caso de lo que aquí está escrito”. Personalmente, algo muy mío, me dice que en realidad “el tiempo de su cumplimiento está cerca”. Dichoso es sinónimo de bienaventurado y bienaventurado significa: afortunado y feliz. En el compendio Bíblico es una palabra hebrea que significa tres veces feliz (feliz, feliz, feliz).

Mi Amado Jesús: gracias por poner en nuestros corazones el deseo de leer sobre los acontecimientos que marcarán los últimos tiempos de la humanidad, con el retorno tuyo por tu Iglesia y la añorada patria de una Jerusalén celestial. ¡Esperamos tu gloriosa venida Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 24 de octubre de 2016

Un siervo obediente en las manos de Dios

¡Tu Dios es el Dios de dioses y el soberano de los reyes! ¡Tu Dios revela todos los misterios. 
Daniel 2:47.

Lectura: Daniel 2:1-49.  Versículo del día: Daniel 2:47.

MEDITACIÓN DIARIA

Dios usa muchas maneras para que el hombre voltee su mirada hacia Él y le reconozca por lo que es. Así sucedió con Nabucodonosor, rey de Babilonia. Utilizó primero un sueño donde ningún mago ni adivino fue capaz de conocer y menos de descifrar; luego dispuso a Daniel para que lo interpretara y de este modo hacer que el poderoso rey le exclamara: “¡Tu Dios es el Dios de dioses y el soberano de los reyes! ¡Tu Dios revela todos los misterios”.
Daniel fue el instrumento necesario en las manos de Dios. Un hombre dedicado a la oración y a su Dios al que no quiso ofender con alimentos prohibidos para ellos: “Pero Daniel se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey, así que le pidió al jefe de oficiales que no lo obligara a contaminarse”. A pesar de la negativa del jefe, buscó hablarle al guardia y hacerle entender su deseo. Así sucedió (Daniel 1:8-16). Dios estaba con él y tenía un plan para su vida: sería el artífice de la conversión del rey de Babilonia.
Miremos lo que Dios obra en sus siervos cuando éstos se disponen a obedecerle y seguir su voluntad. Muy seguramente no sabemos o entendemos por qué incluso a algunos los ha sacado de su tierra natal. Tal vez  en otra tierra su propósito se cumplirá en sus vidas. Por eso lo mejor es ser sensible a su voz, andar en sus mandatos y tener la disposición para dejarse usar. Daniel nos deja la lección de un siervo obediente dispuesto a cumplir la voluntad de Dios.

Amado Señor: Definitivamente no importa el lugar donde nos encontremos desde que siempre te tengamos como el Rey majestuoso a quien debemos dirigirnos. Permite que estemos donde estemos, Tú ocupes siempre el primer lugar en nuestras vidas y podamos servirte. ¡Utilízanos Señor!

Un abrazo y bendiciones.


sábado, 22 de octubre de 2016

Construidos sobre bases sólidas

Ustedes, en cambio, queridos hermanos, manténganse en el amor de Dios, edificándose sobre la base de su santísima fe y orando en el Espíritu Santo. 
Judas 1:20.

Lectura: Judas 1:17-25.  Versículos del día: Judas 1:20.

MEDITACIÓN DIARIA

Nuestra fe debemos construirla sobre cimiento sólido: sobre la roca, sobre el autor y consumador de esa nuestra fe que es el Señor Jesucristo. Una manera de irla construyendo es a través de la obediencia. Poco a poco vamos subiendo escaños en la medida en que aprendemos a acatar sus órdenes. Después ya con la obediencia hay entonces que perseverar. Continuar y continuar sin desmayar así lleguen las tribulaciones sabiendo que al final tendremos la gloriosa esperanza de una vida eterna.
Sin embargo, fijémonos que todo esto debemos hacerlo conservándonos en el amor de Dios; y es que definitivamente no podemos decir que somos cristianos si no hay amor. No importa lo que hagamos o digamos si solamente como decimos en Colombia es ‘de dientes para afuera’. La Biblia nos enseña muy bien que de nada nos sirve conocer tanto, saber tanto y aún entregarlo todo; pero si no tenemos amor, nada ganamos con eso (1 Corintios 13:1-3). Es amor genuino, sincero el que debemos dar; no solo manifestado entre hermanos sino entre todos los que nos rodean sean amigos, conocidos o enemigos. De esta manera construimos nuestra casa consistente.

Buen Señor: queremos aprender a construir nuestra casa con buenas bases, sobre el cimiento sólido que eres Tú. Enséñanos a obedecerte para cumplir tu santa voluntad y no alejarnos del camino que nos tienes trazado. Danos por encima de todo una dosis abundante de tu amor, para que de ese mismo modo dejemos una estela en cada paso que demos. Deseamos que nuestra vida sea un dechado de hermandad en donde brillemos, sostenidos por la fe en Ti y en tu Palabra.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 21 de octubre de 2016

Palabas que edifiquen y apacigüen para hacer el bien

El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal  y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. 
Salmo 34:12-14.

Lectura: Salmo 34:1-22.  Versículos del día: Salmo 34:12-14.

Para mí los tres versículos del día están enlazados entre sí. Miremos lo que nos dice el Señor aquí en este Salmo: ¿queremos ver la vida de otra manera y gozar de días felices? Entonces manos a la obra. La lengua, la lengua que no le gusta estarse quieta, pero hay que frenarla. Recordemos que en ella hay poder de vida o de muerte. Con ella alabamos a Dios y bendecimos a muchos, pero también calumniamos, mentimos, juzgamos, acusamos, engañamos (Santiago 3:9-10). La lengua como lo enseña Santiago es un miembro pequeño del cuerpo pero hace alarde de grandes hazañas (Santiago 3:5). Lo triste es que estas hazañas no son positivas. Destruyen y dañan por completo a una persona. Los cristianos debemos marcar la diferencia al controlar nuestras palabras. No ufanarnos de lo que podemos hacer con ella si nos lo proponemos; antes más bien, buscar la manera de nunca tener que herir a nadie por causa de lo que les proferimos. Entonces viene lo segundo: apartarnos del mal para alcanzar el bien. Si sabemos que vamos por mal camino porque somos hirientes, satíricos, mentirosos y engañadores o amantes del chisme, entonces alejémonos de ahí y empecemos nuevamente por la senda correcta. Igual también podemos ser pacificadores en vez de promulgar más el fuego. Por ejemplo, si sabemos que la blanda respuesta aplaca la ira (Proverbios 15:1.), entonces, frenemos la lengua y busquemos apaciguar los ánimos en vez de caldearlos. Esto también es buscar la paz y seguirla.
Es una tarea aparentemente difícil de alcanzar pero que si la ponemos en práctica poco a poco nos iremos acostumbrando a dominar los labios y usarlos solamente para hacer el bien. Bendigamos, exaltemos, animemos. Que nuestros labios construyan paz y no guerra.

Amado Señor: Gracias porque cada día nos regalas nuevas enseñanzas. Gracias por hacernos entender el buen manejo de las palabras para buscar siempre el bien y para edificar nuestras relaciones en completa paz. ¡Bendito eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.   

jueves, 20 de octubre de 2016

Su bondad y amor producen regeneración y renovación

Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador, él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador. 
Tito 3:4-6.

Lectura: Tito 3: 1-15.  Versículos del día: Tito 3:4-6.

MEDITACIÓN DIARIA

Tal como lo dicen los versículos del día, nos sucedió cuando decidimos aceptar al Señor Jesucristo en nuestras vidas. Tenemos que entender que no éramos merecedores de su gracia, pero su bendita misericordia vino sobre nosotros. He ahí la gracia: el regalo, el don inmerecido al que no teníamos derecho de no haber sido por su amor incondicional.
Además dice: “Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo”. Así es: al convertirnos en nuevas creaciones se produce una regeneración total; lo viejo queda atrás, todo es completamente nuevo (2 Corintios 5:17). Nuestras ropas sucias rojas como la púrpura por el pecado, quedarán blancas como la lana (Isaías 1:18). Es el bendito Espíritu Santo quien se encargará de renovarnos día tras día. Por eso el Señor advirtió que no nos dejaría solos, nos mandaría un Consolador y Él es quien primero nos convence de pecado, para después empezar su obra regeneradora.
Yo te invito a que le rindas tu vida a Jesús y si ya lo has hecho; entonces ahora ríndete ante su Santo Espíritu y permite que vaya sacando lo que te está haciendo daño y vaya mostrándote la persona nueva que eres.  Deja que el Espíritu Santo te inunde; embriágate de Él; llénate de su fruto. Dale gracias por su obra regeneradora en tu vida y abrigar la esperanza de una vida eterna a su lado.

Amado Señor: muchas gracias porque desde el mismo momento en que nos rendimos a Ti empezaste a hacernos nuevas criaturas. La vida antigua pasó y con ella se quedaron todos los pecados que nos apartaban de tu presencia. Ahora queremos darte honor y gloria por ser nuestro Salvador y Redentor. Darte las gracias también por tener siempre a nuestro lado a tu Santo Espíritu quien día tras día nos enseña cómo vivir para agradarte y para exaltar tu Nombre. ¡Bendito eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Amor incondicional

En esto consiste el amor: en que pongamos en práctica sus mandamientos. Y éste es el mandamiento: que vivan en este amor, tal como ustedes lo han escuchado desde el principio.  
2 Juan 1:6.

Lectura: 2 Juan 1:1-13.  Versículo del día: 2 Juan 1:6.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien lo dijo el Señor durante su ministerio aquí en la tierra: que el primer mandamiento era amar a Dios sobre todas las cosas y el segundo parecido, amar al prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:37-38). Y es que a lo largo del Nuevo Testamento se nos habla mucho sobre este amor que debemos ofrecerle aun a nuestros enemigos. La Ley del Talión quedó anulada con las palabras del mismo Señor Jesucristo al enseñarnos: “Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda” (Mateo 5:38-42). Y ahí mismo prosigue con lo siguiente: “Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.” Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen (Mateo 5:43-44). El Señor nos hace caer en cuenta de que si solamente amamos a los que nos aman, no estamos haciendo nada. El detalle está en amar a los que nos hacen daño, de la misma manera que amamos a los hermanos.
Creo que el Señor es muy explícito con este mandato y lo que hace el apóstol Juan en la lectura de hoy es prácticamente recordarnos esto para que no tengamos excusa y lo pongamos en práctica. Dios nos exige un amor incondicional.

Señor Jesús: Bajo ningún pretexto podemos argumentar que no amamos a tal persona porque tu mandato ha sido claro y conciso. Practicando este amor llegaremos a la perfección y eso es lo que deseas que seamos como el Padre celestial lo es. Queremos no defraudarte y practicar el verdadero amor; no solamente porque nos lo ordenas sino porque también nos diste ese ejemplo al morir por los pecadores. ¡Gracias buen Señor!  

Un abrazo y bendiciones.

martes, 18 de octubre de 2016

Con todo no dejaré de alabarte

Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador! 
Habacuc 3:17-18.

Lectura: Habacuc 3: 1-19.  Versículos del día: Habacuc 3: 17-18.

MEDITACIÓN DIARIA

Aunque lleguen las dificultades, nunca decaigas. Aunque en tu casa vayan mal las finanzas, el ánimo, la tolerancia, no te des por vencido. Aunque una enfermedad te minimice; aunque tu matrimonio o tus sentimientos estén heridos hasta lo profundo, recuerda que hay alguien más poderoso que nosotros. Él es nuestro Maestro, Médico, Abogado y Sustentador por excelencia y ¡Dios no está muerto! ¡Adelante! ¡Ten ánimo!

¡Sí mi Señor! Aunque la higuera no florezca ni haya frutos en sus vides; aunque todo al atardecer se vea desolado y gris; y aunque a la mañana siguiente el sol no alcance a darnos su calor y luz; aun así mi Señor, no dejaré de alabarte ni adorarte porque sólo en Ti podemos regocijarnos. Sólo Tú conoces mejor nuestro sentar y levantar. Es que en cada situación vienen a mi memoria las palabras de Pedro y yo también te las repito: ¿A quién más iré Señor? Tal vez si no te conociera iría tras el brujo, el adivinador o el hechicero; o iría tras los ídolos. Pero no. Sé en quién he creído y quién Eres. “El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas” (v. 19). ¡Él es mi Dios y mi Libertador!

Abrazos y bendiciones.

lunes, 17 de octubre de 2016

Ante todo aprendamos a adorarlo como lo merece

Esperamos confiados en el Señor; él es nuestro socorro y nuestro escudo. 
Salmo 33:20.

Lectura: Salmo 33:1-22.  Versículo del día: Salmo 33:20

MEDITACIÓN DIARIA

Este Salmo comienza así: “Canten al Señor con alegría, ustedes los justos; es propio de los íntegros alabar al Señor. Alaben al Señor al son del arpa; entonen alabanzas con el decacordio. Cántenle una canción nueva; toquen con destreza, y den voces de alegría” (vv. 1-3). Y termina con la plena confianza en que el Señor actuará, lo cual nos llenará de gozo. Es nuestro socorro y nuestro escudo (vv. 20-22).
“El Señor frustra los planes de las naciones; desbarata los designios de los pueblos. Pero los planes del Señor quedan firmes para siempre; los designios de su mente son eternos” (vv 10-11). Los planes de las naciones fallan, al igual que fallan los nuestros cuando no tenemos la mirada puesto en el autor y consumador de nuestra fe. Sin embargo, cuando el Señor tiene un propósito en nosotros este se cumplirá porque son designios firmes que perdurarán por siempre.
Analizando todo el Salmo podemos concluir que Dios es grande y soberano; y aunque tengamos  muchos tropiezos en nuestra vida cristiana, no podemos enfrascarnos en los problemas. Dios quiere que ante todo sepamos reverenciarlo y adorarlo como lo merece. Y bueno, hace mucho tiempo leí un libro que hablaba de la alabanza a Dios y de cómo se manifestaba grandemente cuando en vez de llenarlo con nuestras quejas y reclamos, nos damos a la tarea más bien de exaltarlo y honrarlo por ser Él, quién es. Además de eso, es quien sabe exactamente por dónde guiarnos y hacia dónde quiere que lleguemos. Sus planes son firmes para siempre, y así demos miles de tumbos, su propósito se llevará a cabo. Aprendamos primero a adorarlo como lo merece, que Él se encargará de lo nuestro.

Amado Señor: Queremos alabarte y adorarte porque eres el Rey de reyes y Señor de señores. Porque fuera de Ti, no tenemos más a dónde ir. Porque sabemos que los planes que nos tienes son de bienestar, y así ahora no lo entendamos, tienes un fin específico para darnos a cada uno un futuro mejor y una bendita esperanza. Bendito Señor, hoy decidimos aceptar tu voluntad y nos volcamos confiados en que eres nuestro Socorro. ¡Aleluya! ¡Eres Grande Señor!

Un abrazo y bendiciones. 

sábado, 15 de octubre de 2016

Compartir gozosos esperando su regreso

En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir en su reino y que juzgará a los vivos y a los muertos, te doy este solemne encargo: Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. 
2 Timoteo 4:1-2.

Lectura: 2 Timoteo 4:1-8.  Versículos del día: 2 Timoteo 4:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Este es el encargo que Pablo le hace a Timoteo pero recordemos que es Palabra de Dios y nos concierne a todos los cristianos. El tiempo se agota y es nuestra obligación insistir, persistir y no desistir de predicar la Palabra. Fijémonos que dice “sea o no sea oportuno”. Muchas veces callamos porque consideramos que no es el momento; pero si Dios nos lo dice, es porque sabe que todo tiempo está disponible para dar el mensaje. Y es importante hacerlo mientras se pueda predicar: “Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír. Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos” (vv. 3-4).
Que nos podamos presentar ante el Señor con la satisfacción del deber cumplido para poder expresarnos igual que Pablo: “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe” (v. 7). A nosotros también nos aguardan galardones por parte del Señor si hacemos la tarea como debe ser y ansiamos su regreso: “Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida” (v. 8). Así que compartir gozosos esperando su regreso.

Amado Señor: muchas gracias por enseñarnos la importancia de comunicar a otros tu mensaje de salvación. Concientízanos y danos el denuedo necesario para compartir de Ti y llevar a muchas almas a tus pies. Señor, añoramos tu pronto regreso. ¡Ven pronto Señor Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 14 de octubre de 2016

Nadie da amor más grande que Tú

El Señor dice: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti. 
Salmo 32:8.
Lectura: Salmo 32:1-11.  Versículo del día: Salmo 32:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Dice David en este Salmo que confesó sus pecados y el Señor le perdonó. Que esa es digámoslo así, una ventaja que tenemos los que creemos en Él. “Por eso los fieles te invocan en momentos de angustia; caudalosas aguas podrán desbordarse, pero a ellos no los alcanzarán”.
A pesar de las dificultades, de las transgresiones, el Señor en vez de reprocharnos, voltea hacia nosotros sus ojos misericordiosos y nos alienta con estas palabras: “Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti”. Nadie más nos ofrecerá esa clase de amor. Sólo el Señor sabe hacerlo y a su modo; tratando a cada uno de manera diferente porque a todos nos conoce por igual y sabe cuán distintos somos entre sí.

Bendito Señor: Muchas gracias por ese amor tan incondicional que nos ofreces. Gracias porque solamente Tú, a pesar de ser como somos, estás pendiente de alentarnos, de enseñarnos y de dirigirnos por la senda correcta. Gracias porque eres también nuestro refugio seguro. ¡Alabado sea tu Santo Nombre! ¡Gloria y honor sean para Ti!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 13 de octubre de 2016

Amor y perdón si tengo al Hijo

Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. 
1 Juan 5:11-12.

Lectura: 1 Juan 5:1-21.  Versículos del día: 1 Juan 5:11-12.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien dice la Biblia que es la Palabra de Dios: “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida”. Para mí, esto ha sido siempre muy claro, porque ante todo digo que amo a Dios porque me dio a su Hijo para que pagara por mí; pero ahora que estoy haciendo este devocional vienen a mi memoria otros versículos que hablan del amor: “Si alguien afirma: Yo amo a Dios, pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto” (1 Juan 4:20). Y creo que esto nos suele suceder; porque si no hemos perdonado es porque no amamos al  prójimo. Quizá allá en el fondo, el Espíritu Santo puede refutarnos y convencernos de ese pecado guardado. Quizá puede existir alguna persona que más bien por tenerla lejos del pensamiento se cree que la hemos perdonado, pero no es así. Quizá también podemos darnos cuenta, que nos incomoda cuando se hace referencia a ella y entonces caemos en cuenta de que algo en nosotros anda mal. No podemos pregonar perdón cuando no tenemos verdadero amor. Entonces hay que actuar de inmediato: solo queda pedirle perdón al Señor y como lo he dicho muchas veces, hay que tomar la decisión de perdonar. Si nos es muy difícil, decirle  sinceramente al Señor que nos ayude con esa carga ya que en los propios medios no lo podemos hacer. Hay una palabra en la lectura que reconforta y alivia al respecto: “Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido” (vv. 14-15). Estoy segura que la voluntad de Dios es que perdonemos; así que escuchará nuestra oración.
Si hay algo en tu corazón que no ha sido sanado, recurre al que tiene sus brazos abiertos para recibirnos y perdonarnos.

Amado Señor: Gracias por mostrarme mis debilidades y defectos y mucho más por hacerme entender que me falta mucho amor aun para perdonar. Hoy decido perdonar a aquellas personas que me han causado heridas. Sé que sola no lo puedo hacer, pero Tú estás ahí para darme esa dosis grande de amor que sobrepasa mi entendimiento y tener la capacidad de hacerlo. Gracias porque dices que si confieso mis pecados, Tú me perdonarás y además me limpiarás. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.


miércoles, 12 de octubre de 2016

Sin dejarnos contagiar por el mundo

Ahora bien, ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. 
2 Timoteo 3:1.

Lectura: 2 Timoteo 3:1-17.  Versículo del día: 2 Timoteo 3:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Tal como lo dice la Escritura, estamos viendo esa cruda realidad: “La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con esa gente ni te metas! (vv. 2-5).
Al igual que Pablo le dice a Timoteo, también lo es para nosotros los cristianos: “Pero tú, permanece firme en lo que has aprendido y de lo cual estás convencido, pues sabes de quiénes lo aprendiste” (v. 14). Además tenemos la Escritura que así no sea como en el caso de Timoteo quien la conocía desde niño, sí la conocimos desde el momento en que aceptamos al Señor Jesús como Salvador; los ojos se nos abrieron y podemos recurrir a ella para afirmar nuestra fe y no dejarnos contaminar de los mentirosos. Por eso es tan importante aprender de ella, memorizarla y ponerla en práctica. “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra” (vv. 16-17)

Amado Señor: Bien sabemos que los tiempos que vivimos son difíciles. Te rogamos que nos des discernimiento y entereza para saber afrontar los golpes del enemigo. Afirma nuestra fe a través de tu Palabra y llévanos de tu mano en cada situación para que podamos salir avante y no dejarnos contagiar por las mentiras del mundo. ¡Gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 10 de octubre de 2016

Somos generadores de cambio

Nadie les gana en cuanto a hacer lo malo; funcionarios y jueces exigen soborno. Los magnates no hacen más que pedir, y todos complacen su codicia. 
Miqueas 7:3.

Lectura: Miqueas 7:1-7.  Versículo del día: Miqueas 7:3.

MEDITACIÓN DIARIA

El profeta Miqueas nos habla aquí de la corrupción de la sociedad y eso es lo que vemos en la actualidad. Creo sin temor a equivocarme que no solamente en nuestros países del tercer mundo se ve este flagelo porque igual en las naciones más poderosas, los funcionarios públicos también hacen de las suyas por su avaricia y deshonestidad.
A la hora de la verdad, lo que sucede es que se nota más en países en vías de desarrollo porque los dineros que son para el bienestar común como educación, salud, vivienda se desvían hacia los bolsillos de los corruptos. Por el amor al dinero: “Todos tratan de matar a alguien, y unos a otros se tienden redes” (v. 2b). Dice aquí en la lectura que incluso es difícil confiar en alguien porque el corazón está tan entenebrecido que aconseja no creer en el prójimo, ni en la esposa ni en la nuera.
Sin embargo, esto me hace recapacitar y pensar que después de que el Señor Jesucristo vino al mundo, todo ha sido cambiado para los que creemos en Él. Con Cristo tenemos vida nueva y las cosas de antaño han quedado atrás. El Señor nos manda no solo amar a nuestros enemigos y orar por los que nos persiguen, sino también a ser íntegros en nuestro actuar. Considero que somos portadores tanto de buenas noticias, como de ejemplo que brille en medio de la oscuridad que reina. Sí, determinantemente sí: los cristianos tenemos que ser generadores de cambio. Nuestro testimonio debe ser tal, que motive a otros a seguir al Señor. Dice el dicho que ‘una sola golondrina no hace verano’, por eso la actitud de toda la Iglesia, de cada uno de los comprometidos con Cristo, tendrá que ser de un cambio radical.

Amado Señor: muchas gracias por tu enseñanza en este día. No sacamos nada con seguir criticando y criticando. Permite que de ahora en adelante no hablemos tanto y actuemos mejor como personas, ciudadanos y como hermanos en el Señor. Gracias porque sabemos lo importante que es nuestro modo de vida frente a la sociedad que estamos enfrentando. Enséñanos a ser sal, luz y levadura en medio de ella. ¡Gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

Tú eres el motivo de mi vida

Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: Tú eres mi Dios. Mi vida entera está en tus manos. 
Salmo 31:14-15a.

Lectura: Salmo 31: 1-24.  Versículos del día: Salmo 31:14-15a.

MEDITACIÓN DIARIA

Sí Señor. En Ti confío porque no eres hombre para que mientas, ni hijo de hombre para que te arrepientas (Números 23:19). Porque ahí, en tu Palabra están las promesas todas y ninguna faltará por cumplirse. Porque mi vida está en tus manos y no te soy indiferente. Porque me dices también: No tengas miedo, Dora. Tu petición fue escuchada desde el primer día en que te propusiste ganar entendimiento y humillarte ante tu Dios (Daniel 10:12). Solo me pide el Señor que sea valiente, que no tema ni desmaye porque Él estará conmigo en donde quiera que yo vaya (Josué 1:9).
A veces también me siento errante y angustiada como la golondrina que salió de su nido a buscar otros lares. “Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo: El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!”

Gracias Señor porque tu fidelidad nunca se agota; cada momento la veo en mí. No importa que llegue la noche porque tengo la esperanza de un nuevo amanecer. Si no fuera por Ti mi Señor, no sé en dónde andaría yo. ¡Tú eres el motivo de mi vida! ¡Gracias, muchas gracias mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 8 de octubre de 2016

Dios clemente, misericordioso y bondadoso

Porque sólo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad. Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría. 
Salmo 30:5.

Lectura: Salmo 30:1-12.  Versículo del día: Salmo 30:5.

MEDITACIÓN DIARIA

El amor del Señor es clemente, misericordioso y bondadoso. Su enojo solo dura un instante, mientras su bondad es por toda la vida. Lo importante es que cada persona reconozca su pecado y pida perdón. El Señor lo perdonará y se olvidará inmediatamente de ellos (Isaías 43:25), y los echa tan lejos como está el oriente del occidente (Salmo 103:12).
Las dificultades pueden llegar y de hecho vienen así llevemos una vida recta. Recordemos a Job. Eso no nos debe extrañar; el Señor dijo que en este mundo tendríamos aflicciones pero que confiáramos porque Él venció al mundo (Juan 16:33).
Siempre he pensado que la vida cristiana es un lecho de rosas; solamente que hay que saber caminar en medio de ellas porque son hermosas pero tienen espinas, y espinas que puyan y duele bastante. Si no fuera por esas espinas, unas más grandes que otras, no podríamos dar gloria a Dios cuando logramos que sane el pinchazo de alguna. Así que no importa si en la noche hemos llorado; cada nuevo amanecer es una nueva esperanza que llega con la luz y el calor del sol.

Amado Señor: infinitas gracias por el amor incondicional que estás listo a ofrecernos. Gracias por tu perdón que es verdadero. Gracias también porque cuando llega el tiempo de la primavera, el sendero se viste de hermosas rosas. Solo te pedimos que nos enseñes a transitar siguiendo tus pautas para no lastimarnos y causarnos heridas. Pero gracias Señor porque en medio de cada dolor estás siempre presente. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 7 de octubre de 2016

Perdonar es amar

Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. 
1 Juan 4:7.

Lectura: 1 Juan 4:7-21.  Versículo del día: 1 Juan 4:7.

MEDITACIÓN DIARIA

El amor viene de Dios. Una persona no puede amar a su enemigo si antes no ha conocido a Dios; en ellos, lo entiendo. Pero no entiendo como alguien que se dice cristiano no ama al prójimo. A muchos les queda difícil perdonar y por más que ven el amor de Dios clemente y misericordioso se rehúsan a practicarlo. “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados” (v. 10).
Además de esto, en la oración que el Señor nos dejó como excelencia decimos así: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores” (Mateo 6:12), enfatizándonos más adelante lo siguiente: “Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas” (Mateo 6:14-15). Sería muy importante recalcar y tener estos versículos en la mente, para recordarlos siempre que fuere necesario.
“Si alguien afirma: Yo amo a Dios, pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto”. (v. 20 en la lectura). Recordemos que Satanás es el padre de la mentira y estará dichoso al ver especialmente a los cristianos de ufanarse que lo son, cuando en verdad demuestran lo contrario. El perdón lleva la esencia completa del amor porque el amor cubre multitud de pecados “Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano” (v. 21).

Amado Señor: muchas gracias por tu inmenso amor demostrado en la cruz por nosotros. Gracias porque Tú nos amaste primero y viniste a morir sin tener por qué pagar por nuestras transgresiones. Con este sacrificio nos dejaste el ejemplo vivo de amar a quien nos hace daño y perdonarlos tal como lo hiciste un día en el Gólgota. Gracias por tu amor incondicional. ¡Te amamos Señor y bendecimos tu Nombre! ¡Toda la gloria y honra son para ti!

Un abrazo y bendiciones. 

jueves, 6 de octubre de 2016

Tu soberanía se extiende sobre mares y tierra

La voz del Señor está sobre las aguas; resuena el trueno del Dios de la gloria; el Señor está sobre las aguas impetuosas. 
Salmo 29:3.

Lectura: Salmo 29:1-11.  Versículo del día: Salmo 29:3.

MEDITACIÓN DIARIA

Aquí en medio de la zozobra de lo que puede ser un huracán. No lo he experimentado pero los que saben dicen que es aterrador. Sé que toda la naturaleza está a disposición de su Creador y que su voz se escucha en medio de los potentes truenos “La voz del Señor resuena potente; la voz del Señor resuena majestuosa. La voz del Señor desgaja los cedros, desgaja el Señor los cedros del Líbano” (vv. 4-5).
Toda su creación está atenta a su voz. La humanidad tiembla al verse impotente; sobre su ímpetu no hay tecnología que valga. Solo el Señor puede modificar los vientos y si es su voluntad permitir que se desvíen o que mueran en el mar sin causar daño. Viene a mi memoria la tempestad que el Señor ordenó que se calmara y creo que como aquellos quienes eran sus discípulos hoy también muchos le gritan: “¡Señor, sálvanos, que perecemos!” (Mateo 8:25 VRV). El Señor les reprende por su poca fe, pero se levanta y reprende a los vientos y a las olas y todo queda tranquilo (Mateo 8:26). ¡Tú eres nuestra fortaleza Señor!

Señor Jesús: Tú eres el Señor de los vientos y tormentas; aun las borrascas, huracanes y tornados están en tus manos y obedecen tu voz. No somos nadie para decirte que no lo hagas. Solamente te pedimos tu clemencia para que no tengas en cuenta la maldad que reina y seas benevolente con los más afectados y necesitados. Gracias Señor porque sabemos que eres el dueño absoluto del universo y la creación nos recuerda tu soberanía. Nos sometemos a tus designios mi Señor.

Un abrazo y bendiciones.