martes, 30 de abril de 2019

Reafirma mi fe con tu promesa


Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido. 
Romanos 4:20-21. NVI.

Lectura: Romanos 4:1-25.  Versículos del día: Romanos 4:20-21.

MEDITACIÓN DIARIA

Abraham le creyó a Dios, y esto se le tomó en cuenta como Justicia (v. 3). “Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta promesa no es solo para los que son de la ley, sino para los que son también de la fe de Abraham, quien es el padre que tenemos en común delante de Dios, tal como está escrito: Te he confirmado como padre de muchas naciones” vv. 16-17). A través de Abraham nos llega la promesa por la fe (en Cristo), ya que la promesa es gratuita; es un regalo de Dios. Así que todos los descendientes de Abraham tenemos la seguridad de recibirla. “Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia, pues creemos en aquel que levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor. Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación” (vv. 24-25). ¡Gloria a Dios por lo que Nuestro Señor Jesús hizo por nosotros!
Por favor, ¡no dudes de la promesa! Reafirma tu fe y dale gloria a Dios. Él tiene poder para cumplir lo que te ha prometido. Si crees que Dios levantó a Jesús de entre los muertos, que murió por tus pecados y resucitó para justificarte, ya estás justificado. No hay nada que temer. Oremos:

Gracias Señor Jesús por lo hecho por mí al morir por mis pecados. Gracias bendito Dios que lo levantaste de entre los muertos para justificarme y darme la vida eterna a su lado. Gracias porque Tú siempre cumples lo que prometes. Ayúdame a ser como Abraham y no dudar de Ti; reafirma mi fe. ¡Gracias, muchas gracias!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 29 de abril de 2019

Nuestra basura es mucho mayor


No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará. 
Lucas 6:37. NVI.

Lectura: Lucas 6:37-42.  Versículo del día: Lucas 6:37.

MEDITACIÓN DIARIA

Somos muy dados a juzgar y a condenar a priori porque nos dejamos llevar por la crítica unas veces y otras por el chisme. Se nos olvida por completo que somos iguales y que el Señor también ya se llevó en otros ese pecado y que si Él no se acuerda de ellos, nosotros, no somos los llamados a sacarlo y quizá a divulgarlo porque estamos pecando el doble. Esto no tiene nada del amor que Cristo nos pidió: “Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13:34-35). Es el mandamiento nuevo que nos dejó y que tan poca atención le ponemos; sin embargo, si sacamos pecho diciendo que somos sus discípulos. ¡Cuán equivocados estamos!
No nos damos cuenta que tal como lo estamos haciendo, igual nos lo harán también (v. 38).  ¿Qué nos dice la lectura: “¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano” (v. 42). ¡Ah no! ¡Pero eso sí no nos gusta para nada! Lo nuestro no es una basurita, es un basurero completo, pero ni cuenta nos damos. Nos cuesta ser sinceros con nosotros mismos porque como decía ayer mi Pastor en el Servicio de la Iglesia: ‘nos creemos muy buenos y el malo es nuestro vecino’. Es el momento para examinarnos y aprender lo que el Señor pide de nosotros.

Señor Jesús: queremos pedirte perdón por no haber practicado el amor con nuestro prójimo como nos lo mandaste y dejarnos llevar por la crítica juzgando o señalando con el dedo sin darnos cuenta que somos exactamente iguales o peores a los que les estamos señalando. Enséñanos buen Jesús a amar sin límites como Tú lo haces, sabiendo que, si se ha pecado, Tú ya perdonaste y llevaste esos pecados tan lejos como está el oriente del occidente. Gracias por tu Palabra que siempre está ahí para instruirnos en justicia. ¡Te alabamos y honramos Dios Santo!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 27 de abril de 2019

La verdadera amistad endulza la vida


El perfume y el incienso alegran el corazón; la dulzura de la amistad fortalece el ánimo. 
Proverbios 27:9. NVI.

Lectura: Proverbios 27:1-27.  Versículo del día: Proverbios 27:9.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Qué bueno es tener una amistad sincera! Los amigos hacen falta; máxime cuando se vive lejos o no se tiene una hermana como en mi caso. El verdadero amigo es una joya que se debe valorar y apreciar. Podemos decir que en términos generales tenemos muchos(as) amigos(as), pero la verdad, es que solamente entra en esa única lista tal vez, las contadas con la mano. Y lo creo así, porque no siempre el que se dice amigo(a), obra como tal. Nadie muestra mayor amor que quien da la vida por sus amigos, dijo el Señor (Juan 15:13). O sea, que la amistad no tiene límites; hay que darlo todo, igualmente. La verdadera amistad aparte de la sinceridad, exige tiempo, comunicación, dedicación e inclusive sacrificio. Ahora vemos que la tecnología con las redes sociales llama a los contactos ‘amigos’, pero en la realidad, estos no lo son. El verdadero amigo, es el que está presente en las buenas y en las malas de esa amistad. Es el que, en un momento dado, así esté lejos y eso sí gracias al avance de las comunicaciones, puede dar una voz de ánimo. Por eso el consejo amable del amigo, es dulzura para el que lo recibe. Vuelve el alma al cuerpo; le da un nuevo oxígeno. En la amistad hay lugar para la risa como para la tristeza; para horas de diversión como de reflexión; para tiempos de callar y tiempos de hablar. “En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia” (Proverbios 17:17 RVR 1960).
Si tú tienes una amistad auténtica, cultívala y riégala porque es un verdadero tesoro. Por encima de todos tus amigos busca a Jesús, es el mejor amigo. Él no dudó en dar su vida por ti y está listo a escucharte en cualquier momento sea de día o de noche.

Señor Jesús: gracias porque Eres el ejemplo de Amigo por excelencia. Enséñanos a ser como Tú: a darlo todo sin pedir nada a cambio. A ser sinceros y a brindar consejos guiados por tu Santo Espíritu sin herir, pero con franqueza y amor, deseando ante todo el bien del amigo. Oramos por nuestras amistades. Tú las conoces Señor y sabes cuáles son sus necesidades en estos momentos. Llena todas las áreas de sus vidas, de tal modo que sientan aun desde la lejanía el apoyo de nuestras oraciones por ellas. Muchas gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 26 de abril de 2019

A quién más iré Señor


Hacia ti dirijo la mirada, hacia ti, cuyo trono está en el cielo. 
Salmo 123:1. NVI.

Salmo 123:1-4.  Versículo del día: Salmo 123:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Hay circunstancias en la vida que nos llevan a fijar la mirada en el Único que puede traernos paz y descanso. Sigue afirmando el Salmo: tal como dirigen los esclavos la mirada hacia las manos de su amo o de su ama (v.2). Y es que, conociendo ya al Señor, diremos igual que el apóstol Pedro: ¿A quién más iremos Señor?  Sólo Tú tienes palabras de vida eterna (Juan 6:68). Gracias a Dios que, en medio de este mundo tan confuso y caído, nosotros tenemos al que Es; al Verdadero; al que extiende su mano nuevamente para levantarnos amorosamente. “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir” (1 Corintios 10:13).
No habrá prueba ni tentación alguna que pueda alejarnos de Él. “No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío” (Isaías 43:1). ¡Gloria a Dios! Así que no te sientas desanimado ni abatido frente a cualquier situación que estés enfrentando porque el Señor, tu Señor, jamás te va a dejar ni te va a abandonar.

Amado Señor: ¿A quién más podemos dirigirnos, si no es a Ti? Gracias por escucharnos y por estar pendiente de nosotros. Gracias porque tu fidelidad jamás se agota y siempre estás presente cuidándonos y llevándonos de tu mano. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 25 de abril de 2019

Justificados gratuitamente


Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. 
Romanos 3:21. NVI.

Lectura: Romanos 3:21-31.  Versículo del día: Romanos 3:21.

MEDITACIÓN DIARIA

Por su gracia somos justificados gratuitamente mediante la redención de Cristo Jesús (v. 24). Vivimos bajo la justicia de Dios, gozando de su gracia por nosotros. “Pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia.  De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús” (v. 26). Fe en Jesús. Entendamos bien claro que esa justicia, nos llega a través de la fe en Jesucristo. Recordemos lo que nos dice Efesios 2.8-9: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte”. Salvos mediante la fe; como regalo de Dios; no por las cosas buenas que se hagan, porque esas no valen nada precisamente, para que se vea la bondad y el amor de Dios por nosotros.
No necesitas irte hasta la ley dictada por Dios a Moisés, porque estamos en el periodo de la gracia. ¿Qué más se puede esperar?  Todo te lo está poniendo el Padre en bandeja de plata para que decidas aceptar ese regalo. Regalo que te da Jesús al venir a morir por ti pagando todo el precio de tus pecados. “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios” (Juan1:12). Cuando aceptas ese valioso regalo también estás recibiendo el derecho a ser parte de la familia de Dios. Ya no eres una criatura más, eres hijo de Dios y en el cielo te vas a encontrar con millares de pecadores, todos, justificados por la sangre de Cristo. 

Amado Dios: quiero vivir bajo tu justicia y gozar del regalo que me ofreces a través de Jesús. Toma mi vida Señor Jesús; perdona mis pecados y hazme como Tú deseas que yo sea. Gracias bendito Dios Padre por hacerme participe de tu reino y gracias Señor Jesucristo por perdonarme, limpiarme y justificarme. Amén.

Un abrazo y bendiciones.  

miércoles, 24 de abril de 2019

Nosotros marcamos la diferencia


Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan. 
Lucas 6:27-28. NVI.

Lectura: Lucas 6:27-36.  Versículos del día: Lucas 6:27-28.

MEDITACIÓN DIARIA

Son palabras del mismo Señor Jesús. Y cómo dice más adelante: ¿qué mérito se tiene si amamos a quienes nos aman, hacemos el bien a quien nos lo hacen o prestamos a los que nos pueden corresponder?  Esto lo hacen los pecadores (vv. 32-34). El detalle está en amar y hacer el bien a quien quiera que sea; así nos odien, nos maldigan o nos maltraten. Es ahí precisamente cuando debe empezar a funcionar con más énfasis el amor. Nosotros como cristianos tenemos que marcar la diferencia y si los demás lo hacen de ese modo, no tenemos por qué seguir su ejemplo porque para eso estamos. Aunque los demás vayan para la izquierda nos atañe ir por la derecha.
Propongámonos ser diferentes empezando por demostrar amor, igual que Jesús lo hizo. Por el testimonio o fruto que demos nos conocerán; y esto es lo que el Señor desea de cada uno de nosotros.

Amado Señor: gracias por tanto amor ofrecido a todos por igual. Enséñanos a dar ese amor sin mirar si es nuestro amigo o enemigo. Permite que siempre queramos hacer el bien y perdónanos por las veces que no lo hemos practicado porque no hicimos caso a tu mandato. Gracias por dejarnos tu Palabra para aprender cada día más de ella. Te alabamos Señor y bendecimos tu Nombre. ¡La Gloria es para Ti!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 23 de abril de 2019

Hay que confesarlo y creerlo


Esta es la palabra de fe que predicamos: que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Romanos 10:9. NVI.

Lectura: Romanos 10:1-21.  Versículo del día: Romanos 10:8-9.

MEDITACIÓN DIARIA

Muy seguramente desde pequeño has escuchado que Jesús nació en un humilde pesebre y a la edad de treinta años comenzó su ministerio hasta ser arrestado, padecer y ser crucificado. Además de esto, también se te habló de la resurrección, pero ahí quedó todo. El domingo pasado celebramos la Pascua de Resurrección. Por eso dice aquí la Escritura: “La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón” (v. 8). Sobre eso precisamente trata el versículo del día: de confesar con tu boca que Jesús es el Señor y creer en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos. “Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo”. (v. 10).

“Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: ¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!” (vv. 14-15). No es solamente de buscarlo en una semana; es siempre. Y para ti va este mensaje: para que, si solamente crees en Jesús por tradición, hoy voltees tus ojos hacia Él y con corazón sincero lo confieses con tu boca. Desde mi humilde devocional, me hago portadora de transmitírtelo. No tengo palabras muy elocuentes, pero sí la firme convicción de que Dios es Fiel y jamás nos engaña. Deseo fervientemente que el Espíritu Santo te revele quién fue en verdad Jesús de Nazaret y lo conozcas personalmente. Te puedo guiar con una sencilla oración; si esta exterioriza lo que en verdad deseas, puedes hacerla conmigo:

Señor Jesucristo: Hoy confieso con mi boca y creo en mi corazón que Eres el Hijo de Dios muerto por mis pecados y resucitado por Dios para darme vida eterna. Te acepto en mi vida como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonarme y limpiarme y permitirme ahora ser parte de la familia celestial. En tu Nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 22 de abril de 2019

Deja a Jesús marcar la historia de tu vida


Jesús le dijo: ¿Por qué lloras, mujer? ¿A quién buscas? 
Juan 20:15. NVI.

Lectura: Juan 20:1-31.  Versículo del día: Juan 20:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta mujer que lloraba era María Magdalena, la misma a la que el Señor había expulsado siete demonios. Muy seguramente esta mujer estaba atada fuertemente por Satanás y el Señor le da liberación total (Lucas 8:2). No sabemos con exactitud qué clase de mujer sería, pero definitivamente a quien mucho se le perdona, mucho ama y ella amaba a su Señor. Es hermoso ver que el Señor buscó aparecerse primero a una mujer que había sido esclavizada por el pecado. “—María —le dijo Jesús. Ella se volvió y exclamó: ¡Raboni! (que en arameo significa: Maestro)” (v. 16). Yo supongo que debió de ser inolvidable esta experiencia para María Magdalena. Ella quiere abrazarle, tocarle, pero el Señor le dice que no ha vuelto al Padre y mejor vaya a darles la noticia a sus discípulos (vv. 17-18).
Las mujeres tenemos que sentirnos privilegiadas de saber y entender la obra redentora de Jesús.  María, la madre del Señor fue la primera mujer en aceptarle en su corazón cuando le dijo al ángel Gabriel: “Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho” (Lucas 1:38). Y ahora también envía a una mujer para que vaya a evangelizar y diga que Jesús resucitó, y a los primeros que tenía que dirigirse era a sus discípulos precisamente. ¡Hasta dónde Dios está revindicando a la mujer!
Aprendí ayer en el Servicio de la Iglesia que con la resurreción de Jesús: “Hay más para la historia; pero también para la historia tuya”. Así que, si hay vacío en ti, muerte en ti, tristeza en ti; Jesús también quiere llegar y decirte: ‘aquí estoy, no llores más. Vengo a llenar ese vacío que hay en tu vida porque yo soy la vida y la resurrección”. Y su mensaje es para todos: hombres y mujeres por igual lo necesitamos. Deja que Jesús marque la historia de tu vida.

Señor Jesús: Entiendo que tu muerte y resurrección fue para perdonarme y darme una nueva vida Contigo. Bien sabes cuán vacío estoy. Ven a mi corazón e inunda mi ser con tu Presencia. Gracias por perdonar mis pecados y por saber que también resucitaré como Tú. ¡Es maravilloso lo que hiciste por mí! ¡Aleluya! ¡Alabo y bendigo tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones. 

sábado, 20 de abril de 2019

Es llevar el aroma fragante del Señor


El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios. 
1 Corintios 1:18. NVI.

Lectura: 1 Corintios 1:10-25.  Versículo del día: 1 Corintios 1:18.

MEDITACIÓN DIARIA

No es raro encontrarnos con amigos o conocidos que consideran que nos volvimos locos por seguir al Señor. Muchos creen que nos hicieron como dicen ellos: ‘un lavado de cerebro’. ¡Qué equivocados están! Es todo lo contrario: al conocer al Señor empezamos a disfrutar de su poder, de su discernimiento y de su paz. “Este mensaje es motivo de tropiezo para los judíos, y es locura para los gentiles, pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios. Pues la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana” (vv. 23-25).
El Señor Jesús dijo lo siguiente: “Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles” (Marcos 8:38). Y el apóstol Pablo nos lo vuelve a repetir: “A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos, primeramente, pero también de los gentiles” (Romanos 1:16). Así que no importa cómo nos denominen o nos tilden porque bien sabemos en quien hemos creído y al final saldremos victoriosos: “Sin embargo, gracias a Dios que en Cristo siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas partes la fragancia de su conocimiento” (2 Corintios 2:14). Miremos la belleza de llevar el mensaje de la cruz de salvación para todos: nosotros, al compartir, emanamos un aroma fragante; llevamos dentro el bálsamo de Cristo. El amor por el Señor es una locura que produce amor.

Amado Señor: gracias por hacernos entender lo hermoso que es llevar el distintivo de ser tus seguidores. No importa cómo nos vea el mundo; importa cómo nos ves Tú y bien sabemos que te agrada como somos. Tu mensaje nos da poder y coraje para compartir tanto bien hecho en nuestras vidas. ¡Utilízanos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 19 de abril de 2019

La Cena del Señor


Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga. 
1 Corintios 11:26. NVI.

Lectura: 1 Corintios 11:17-34.  Versículo del día: 1 Corintios 11.26.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor Jesús estableció esta celebración la noche de la Pascua judía con sus apóstoles (Lucas 22:14-20); ahora nosotros lo hacemos en los cultos cristianos. Todo el Servicio del domingo tal como la alabanza, la predicación, los testimonios si los hay, son importantes y de gran alimento espiritual. Sin embargo, para mí, la Cena tiene un valor mayor. Pablo lo supo dejar plasmado de manera explicativa: “Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan, y, después de dar gracias, lo partió y dijo: Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí. De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí” (vv. 23-25). Y es que la Cena del Señor es primordial en el Culto porque no solamente estamos recordando lo que el Señor hizo por nosotros al entregar su cuerpo y derramar su sangre, sino que nos hace nuevamente retomar el compromiso de lo que somos por su inmenso amor. Considero que hay dos cosas que no se deben quedar por fuera en este momento: el examinarnos y el esperar que todos tengamos en las manos tanto el pan como el vino. “Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor. Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa” (vv. 27-28). Creo que el Pastor o Ministro, que esté dirigiendo el Servicio, debe ser explicativo con este punto ya que como sigue diciendo la Escritura: “Por eso hay entre ustedes muchos débiles y enfermos, e incluso varios han muerto” (v. 30). Si hay algo indigno, pues confesarlo antes de tomarla (1 Juan 1:9). Respecto al otro punto, vale la pena también tenerlo en cuenta: “Así que, hermanos míos, cuando se reúnan para comer, espérense unos a otros” (v. 33).

Amado Señor: enséñanos a tomar la Cena correctamente ya que es un honor poder recordar lo que hiciste por nosotros entregando tu cuerpo precioso y tu sangre incomparable para redimirnos del pecado. Gracias porque nos permites vivir este momento sagrado para que no olvidemos el sacrificio Tuyo y a la vez esperar con gozo tu segunda venida gloriosa. ¡Ven pronto mi Jesús! ¡Gracias, muchas gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 18 de abril de 2019

Para que llevemos una vida justa


Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados. 
1 Pedro 2:24. NVI.

Lectura: 1 Pedro 2:13-25.  Versículo del día: 1 Pedro 2:24.

MEDITACIÓN DIARIA

Nadie puede declararse bueno y decir que no necesita a Dios: “Así está escrito: No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios. Todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!” (Romanos 3:10-12). Y puesto que no somos buenos, necesitamos de Dios, quien, en su infinita misericordia, sabiendo que éramos pecadores, nos envió un Redentor: “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Eso es lo que el pueblo cristiano está conmemorando en esta semana: la pasión y muerte de Cristo el Señor. Pero tenemos que ser conscientes que no es de solo una semana. Dios Padre, te quiere dar el regalo de la gracia no por una semana sino para siempre. Su sacrificio tiene validez por siempre; y llevemos una vida justa. “Después añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades. Y, cuando estos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado” (Hebreos 10:17-18). Él, cargó nuestros pecados en su propio cuerpo para apartarnos de ellos y que llevemos una vida justa.
Mira: Cristo no quedó en ese madero como supuestamente lo vemos en un crucifijo; Él fue literalmente molido por nuestros pecados. Todos sabemos cómo queda un alimento cuando se muele: es una masa completa. Eso lo vivió nuestro buen Jesús y así quedó: “No había en él belleza ni majestad alguna; su aspecto no era atractivo y nada en su apariencia lo hacía deseable”; “Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades” (Isaías 53:2 y 5). Cristo, el regalo más grande de Dios para la humanidad con el fin de salvarnos: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte” (Efesios 2:8-9). Oremos:

Señor Jesucristo: yo te necesito y sé que me amas. Gracias por morir por mí en la cruz por mis pecados. Hoy acepto tu sacrificio y decido recibirte en mi corazón como mi Señor y Salvador. Toma mi vida y haz de mí, la persona que quieres que yo sea. Gracias por perdonar mis pecados y darme la vida eterna a tu lado. Amén.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 17 de abril de 2019

Maltratado y humillado por ti y por mí


Desde entonces comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara. 
Mateo 16:21. NVI.

Lectura: Mateo 16:21-28.  Versículo del día: Mateo 16:21.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor Jesús les está anunciando a sus discípulos que irían a Jerusalén porque allí se cumpliría la profecía: “porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores. Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores” (Isaías 53:12).
No fue un cuento, ni fue solamente historia. Fue una realidad cruel para el Señor, pero hermosa para la humanidad. ¡Hasta dónde llegó su amor! Él dio su vida por nosotros. “Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos” (Juan 15:13).
“¿Quién ha creído a nuestro mensaje y a quién se le ha revelado el poder del Señor?” (Isaías 53:1). Hoy, se te está revelando este mensaje. Es para ti; no lo dudes más. Él Señor Jesús vino a morir por todos tus pecados. “Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados” (Isaías 53:4-5). Es hora de que lo reconozcas como tu Señor y Salvador. Yo te puedo guiar con una breve oración. Por favor dile así:

Señor Jesús: Ahora entiendo que viniste a morir en mi lugar. Fuiste maltratado y humillado sin merecerlo, solo porque yo quedara sin culpa alguna. Gracias bendito Jesús por lo que padeciste por mí en esa cruenta cruz. Acepto tu obra redentora y te acepto a Ti como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonarme y salvarme. En tu Nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

martes, 16 de abril de 2019

Palabras que sean panales de miel


Panal de miel son las palabras amables: endulzan la vida y dan salud al cuerpo. 
Proverbios 16:24. NVI.

Lectura: Proverbios 16:1-33.  Versículo del día: Proverbios 16:24.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Cuánto vale una palabra amable dicha a tiempo! Un corazón afligido puede levantarse con solo tener al lado a una persona sabia, que entienda y sepa expresar amor al necesitado. Muchas veces no se necesita de dinero ni de regalos; se desea simplemente la compañía de alguien que en momentos de angustia y de tristeza sepa ofrecer sus brazos para consolar, su hombro para llorar y sus palabras para animar. “La lengua que brinda alivio es árbol de vida” (Proverbios 15:4); también dice que el Señor se complace en las palabras puras (Proverbios 15:26).
A veces creemos que no tenemos nada para ofrecer porque solamente vemos lo material; pero no nos damos cuenta que lo que viene de adentro del corazón es más importante. Pidámosle al Señor sabiduría para poder llegar a los corazones abatidos con el mismo amor que Él nos ha dado. Sembremos en los agobiados panales de miel que endulcen sus horas tristes.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra que cada día nos enseña a ser como deseas Tú que seamos. Permite buen Dios que siempre tengamos una palabra de aliento para el caído; que nuestros labios no se inclinen por criticar o señalar sino por tu compasión y humildad para levantar y no derrumbar. Queremos estar siempre alegres para que nuestro gozo se extienda hacia lo triste y desolado. Gracias por llevarnos de tu mano para tenderla al necesitado. ¡Te alabamos Señor!

Un abrazo y bendiciones,
Dora C.

lunes, 15 de abril de 2019

En mi Aniversario Contigo Señor


Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado. 
Jeremías 1:5. NVI.

Lectura: Jeremías 1:1-10.  Versículo del día: Jeremías 1:5.

MEDITACIÓN DIARIA

Hoy le doy gracias al Señor, porque ayer fue mi aniversario de haberlo recibido en mi corazón y en verdad, al comienzo uno se detiene para hablar del Señor, y quizá se pregunta igual que Jeremías: “¡Ah, Señor mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!” (v. 6), pero poco a poco va aprendiendo a caminar con Él. Y escuchas cuando te dice: “No digas: Soy muy joven, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte. Lo afirma el Señor” (vv. 7-8). Y es que al igual que pasa con los niños: toman leche, primero gatean, después pasitos y por fin se sueltan, corren; y ya comen alimento sólido. Sin embargo, a lo largo de la vida, se tiene que andar con cuidado porque es muy fácil tropezar; así es nuestra vida cristiana. Cada día aprendo algo nuevo; me doy cuenta que crezco y avanzo con mejores pasos. Hasta que llega el momento de decirnos: “He puesto en tu boca mis palabras. Mira, hoy te doy autoridad sobre naciones y reinos, para arrancar y derribar, para destruir y demoler, para construir y plantar” (vv. 9-10).
Mi vida cristiana ha sido de luchas, carreras, frustraciones, tristezas, dolores y quebrantos de salud, lo que me ha hecho entender el versículo de: “Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo” (Juan 16:33 NTV). Tengo que testificar que también han abundado los éxitos, las alegrías, las recompensas y las bendiciones por doquier. Además, si estas cosas no hubiesen sucedido, el Nombre del Señor no se habría glorificado y yo no habría madurado espiritualmente. El solo hecho de ver como mi Señor me sacó de la muerte en dos ocasiones son muestras de su gran amor por mí. Aparte de todo eso, mi esposo es cristiano y todos mis hijos siguen al Señor. Los casados con sus cónyuges y niños y mi hijo soltero sirviendo con su ministerio. Así que como me dijo en una ocasión una amiga: ¿qué más le puedes pedir al Señor?  Sí; ha sido tanta su bondad que solo tengo palabras de gratitud y de alabanza hacia mi Dios y Salvador.

Gracias Señor por haber puesto tus ojos en mí aun desde antes de conocerte. Con razón dices que yo no te elegí, sino que fuiste Tú quién me elegiste. Eres Grandioso buen Señor. Retroceder en el tiempo es ver las maravillas que fuiste haciendo con este barro. Sé que todavía me falta, pero Tú terminarás la buena obra empezada. ¡Estoy tan agradecida Contigo! ¡Por siempre te alabaré y anunciaré tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 13 de abril de 2019

La paz de nuestra Jerusalén


Pidamos por la paz de Jerusalén: Que vivan en paz los que te aman. 
Salmo 122:6. NVI.

Lectura: Salmo 122:1-9.  Versículo del día: Salmo 122:6.

MEDITACIÓN DIARIA

Tanto los cristianos como los judíos amamos a Jerusalén, y claro, debemos orar por ella. Por algo el Señor permitió que quedara escrita esta Palabra en su Manual. Y es que de antemano, Dios ya sabía cuánto conflicto tendría su pueblo amado. Ahora, yo considero que el único capaz de dar completa paz es el Señor Jesucristo. Él nos vino a traer la verdadera paz y ese fue en sí, el mensaje de los ángeles a los pastorcitos que se encontraban en el campo cuando Jesús nació: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad” (Lucas 2:14).
Si tú gozas de su buena voluntad; o sea aceptas la paz que Cristo te vino a dar al reconciliarte con el Padre, también estás restableciendo la concordia con la persona que quizá por x o y razón no volviste a determinar. Entonces, en mi parecer, al orar por la paz de Jerusalén, empiezas a orar por ti mismo y por los que tienes más próximos. Recordemos que nuestra Jerusalén es ante todo nuestro hogar. El mandato de la gran comisión empieza cuando el Espíritu Santo viene y nos llena de su poder para ser testigos empezando por Jerusalén (Hechos 1:8), y de ahí se extiende hacia los demás.

Amado Señor: Oramos por Jerusalén, la tierra no solo de los de tu pueblo sino también nuestra. Oramos porque nos llenes de la paz que viniste a ofrecernos. Gracias porque Tú Eres el Príncipe de paz y deseamos hacer tu voluntad. Gracias porque tu paz sobrepasa nuestro entendimiento. ¡Te alabamos y te bendecimos buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.


viernes, 12 de abril de 2019

No somos los llamados a juzgar


Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas. 
Romanos 2:1.

Lectura: Romanos 2:1-16.  Versículo del día: Romanos 2:1.

MEDITACIÓN DIARIA

No sé por qué es tan fácil juzgar. Infortunadamente hay personas que escuchan la Palabra de Dios, la escriben e incluso la mandan a sus contactos, pero sus corazones están llenos de envidia, de resentimiento y de odio. Están atentos a cualquier desliz del que quizá se llama amigo(a) para señalarlo con el dedo sin tener en cuenta que sus acciones dejan mucho que desear. Es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno y no mirarla en el propio.
Quizá si entendiéramos que el Señor Jesús vino precisamente por todos aquellos que tildamos de malos y que Él con su amor ofrecido está dispuesto a cubrir todas las faltas, empezaríamos a ser más benévolos y más humildes frente al prójimo. Pero, si rechazamos el sacrificio de Jesús en la cruz, muerto por nuestros pecados, no queda nada más. “¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros y sin embargo haces lo mismo que ellos?” (v. 3). Dura Palabra es ésta, pero es la verdad. Por eso lo mejor es aprender a callar, a crecer cada día con el Señor y aceptar la regeneración que Él nos ofrece a través de su Santo Espíritu. Tengamos mucho cuidado cuando juzgamos, porque al hacerlo, nos estamos haciendo culpables a la vez.

Amado Señor: Te pedimos perdón por las veces que hemos juzgado a priori sin tener en cuenta que Eres Tú quien pesas los corazones. Enséñanos a mirar primero nuestros errores y a ser más consecuentes con lo que hablamos. Ante todo, Señor, te pedimos que nos llenes del fruto de tu amor para ser misericordiosos con el que cae, ya que Tú haces lo mismo con cada uno de nosotros. Muchas gracias por tanto amor y perdón derramado.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 11 de abril de 2019

Son los enfermos los que necesitan a Jesús


No he venido a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan. 
Lucas 5:32. NVI.

Lectura: 5:27-32.  Versículo del día: Lucas 5:32.

MEDITACIÓN DIARIA

Como siempre estaban los fariseos y maestros de la ley listos a juzgar tanto al Señor Jesús como a sus discípulos, criticándolos por estar compartiendo un banquete en casa de Leví con los recaudadores de impuestos y pecadores (vv. 29-30). Leví era recaudador de impuestos; una labor muy mal vista en esos tiempos puesto que no eran honestos con lo cobrado. Sin embargo, Leví cuando el Señor lo llamó a que lo siguiera, lo dejó todo y le siguió (vv. 27-28). Este Leví es el mismo Mateo, evangelista y a la vez discípulo de Jesús.
El Señor nos deja como lección el ir hacia los pecadores sin juzgarlos por lo que hacen. Nuestro deber es compartirles las Buenas Nuevas de salvación porque para eso vino el Salvador. “—No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos —les contestó Jesús—” (v. 31). De ahí la importancia de buscar a los perdidos. Es muy bonito y provechoso la comunión con los hermanos, pero no podemos dejar por fuera a los inconversos. Hay fiesta en el cielo cuando un pecador se arrepiente (Lucas 15:7).

Amado Señor: Enséñanos a ir y compartir tu mensaje de amor y perdón a tanto necesitado. Pon en nosotros el querer como el hacer y que no temamos el proclamar que eres el Salvador de la humanidad. Permite que en todo tiempo estemos dispuestos a hablar de Ti. Llénanos con tu Santo Espíritu para anunciar con denuedo que Eres el Único Camino para llegar al Padre.  Muchas gracias bendito Señor. ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 10 de abril de 2019

La bedición llega en su tiempo


La bendición del Señor trae riquezas, y nada se gana con preocuparse. 
Proverbios 10:22. NVI.

Lectura: Proverbios 10:1-32.  Versículo del día: Proverbios 10:22.

MEDITACIÓN DIARIA

Del Señor es todo el oro y la plata del mundo; y así no lo creamos, Él siempre está pendiente de nosotros. Lo que pasa es que no hemos aprendido a dejarle al Señor todas nuestras cargas y llevarlas nos pesan bastante. “Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?” (Mateo 6: 25-27).
Cuando llegan tiempos de dificultad económica, lo mejor es descansar en el Señor. Alabarle y adorarle dándole gracias por la situación. El Señor responderá. A veces creemos que no nos responde en el tiempo que queremos, pero Él sabe por qué. En nuestro hogar hemos aprendido que muchas veces aparentemente no nos ha respondido porque no es lo que queremos o esperamos. Sin embargo, con el tiempo nos hemos dado cuenta que esa situación sirvió para algo mucho mejor. O sea: si no hubiese sucedido eso, no tendríamos ahora lo que tenemos. Los tiempos del Señor son muy diferentes a los nuestros. Así que aprendamos a esperar sin desmayar porque a su tiempo tendremos la bendición.

Amado Señor: gracias por tu Palabra que es verdad. Verdad para entenderla y practicarla. Verdad para vivirla con regocijo y esperando en Ti. Gracias porque todo el oro y la plata te pertenecen y si Tú dices que, si cuidas de las aves, con mayor razón lo haces con tus hijos. Enséñanos a esperar el tiempo tuyo que es el perfecto. ¡Bendito Eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 9 de abril de 2019

Tú Eres Nuestro Guardador y Protector


El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre. 
Salmo 121:8 NVI.

Lectura: Salmo 121:1-8.  Versículo del día: Salmo 121:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Siempre me ha gustado este Salmo. De hecho, lo aprendí hace mucho tiempo en la versión Reina Valera, y es que cada vez que salía de casa en Bogotá (Colombia), me apropiaba de él. Puedo decir que por donde quiera que pasaba o el vehículo que tomaba para dirigirme a un lugar, sentía la sombra protectora de mi buen Señor. Lógico que aquí también lo hago. Escribí como referencia Bogotá porque allá solía salir bastante y me movía paradójicamente con más libertad que aquí.
Yo te invito a que repases también este Salmo y lo tengas presente porque en verdad, es la misma presencia del Señor yendo contigo. “El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche” (vv. 5-6).

Mi buen Señor: muchas gracias por estar siempre ahí cuidando a tus hijos. Gracias porque tu Palabra es una realidad viviente cuando la tomamos para sí y la ponemos en práctica. En verdad Tú Eres nuestro Guardador y Protector. No te adormeces ni te duermes por cuidarnos. Nos cubres bajo tus alas y no tememos el mal. ¡Gracias Bendito Dios!

Un abrazo y bendiciones.  

lunes, 8 de abril de 2019

Adora a Nuestro Dios Creador


Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa. 
Romanos 1:20. NVI.

Lectura: Romanos 1:18-32.  Versículo del día: Romanos 1:20.

MEDITACIÓN DIARIA

Exactamente dice aquí la Palabra de Dios: “de modo que nadie tiene excusa”. Así es; “Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos” (Salmo 19:1). Es que no necesitamos traspasar la tierra ni ir hasta el otro lado del mundo para conocer a nuestro Dios. Tampoco que se produzca un gran milagro en nuestras vidas, para decirle: ‘Sí Señor, Tú Eres Dios, Eres Poderoso Creador’. Es tan hermoso contemplar un amanecer o mirar un sol ocultarse en medio de arreboles. Es simplemente escuchar el trino de un pajarito al despertar; ver volar las garzas o mirar la fila organizada de la señora pata, sus patitos y a veces el pato papá. No es porque sí; es porque su Señor y Creador los instruye y guía. Todo esto no salió de la nada. Fue un Dios Poderoso que con su sola Palabra los creó. Los diseñó de tal manera que ningún detalle faltó. Igual que a ti y a mí; los millones de células que poseemos lo demuestran. “Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos” (Salmo 139:16),
Así que nadie tiene excusa porque al menos la misma naturaleza nos hace saber que existe un Dios Creador del universo completo. Mírate tú mismo: eres la obra perfecta de Dios. Maravíllate por su poder y alábale por darte la vida.

Amado Dios Creador: Soberano Rey, hoy te adoramos y levantamos nuestra voz y nuestras manos para alabarte y darte las gracias por permitirnos entender que Eres Único. No hay nadie como Tú. Eres Incomparable. Nosotros mismos; nuestro ser entero, cada célula, cada órgano, cada sistema tiene el sello del Único y Magnífico Señor que Eres Tú. ¡La Gloria es Tuya nada más! ¡Nuestras vidas, así como el universo te pertenecen!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 6 de abril de 2019

A ti, te digo: ¡levántate y anda!


A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. 
Lucas 5:24. NVI.

Lectura: Lucas 5:17:26. Versículo del día: Lucas 5:24.

MEDITACIÓN DIARIA

Considero que la gente buscaba y seguía al Señor Jesús más por los milagros que realizaba que por fe. Pero en la sanación del paralítico fue muy diferente, porque quienes lo llevaban viendo que había gran multitud, resolvieron subir a la azotea, correr las tejas y bajarlo hasta dejarlo frente a Jesús. “Al ver la fe de ellos, Jesús dijo: —Amigo, tus pecados quedan perdonados” (v. 20). Como los fariseos y maestros de la ley pensaban que el Señor estaba blasfemando, entonces resuelve decirles: “—¿Por qué razonan así? ¿Qué es más fácil decir: Tus pecados quedan perdonados, o Levántate y anda?  Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados —se dirigió entonces al paralítico—: A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa” (vv. 22-24).
No sé cuál sea tu condición hoy; pero si estás postrado en una cama o te han dado un mal diagnóstico, el buen Maestro vino a sanar tus heridas y dolencias. No fue solamente en su ministerio, Él es el mismo, ayer, hoy y por los siglos. Deja que el Señor Jesús tome tu vida y te levante igual, de esa enfermedad que te tiene atrapado. Pídele perdón por tus pecados y acepta la sanidad que te viene a dar. Con todo mi corazón, te ruego que oremos:

Señor Jesús: hoy vengo a Ti como ese paralítico para que perdones mis pecados. Toma mi vida; te la entrego y deseo que seas mi Señor, mi Salvador y mi Sanador. Gracias por perdonarme y limpiarme. Gracias porque en tu Nombre declaro que estoy sano y salvo. Gracias por morir en mi lugar. ¡Te alabo y te doy toda la honra y la gloria! Amén.

Un abrazo y bendiciones.