No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará.
Lucas 6:37. NVI.
Lectura: Lucas 6:37-42. Versículo del día: Lucas 6:37.
MEDITACIÓN DIARIA
Somos muy dados a juzgar y a condenar a priori porque
nos dejamos llevar por la crítica unas veces y otras por el chisme. Se nos
olvida por completo que somos iguales y que el Señor también ya se llevó en
otros ese pecado y que si Él no se acuerda de ellos, nosotros, no somos los llamados
a sacarlo y quizá a divulgarlo porque estamos pecando el doble. Esto no tiene
nada del amor que Cristo nos pidió: “Así como yo los he amado, también ustedes
deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis
discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13:34-35). Es el mandamiento
nuevo que nos dejó y que tan poca atención le ponemos; sin embargo, si sacamos
pecho diciendo que somos sus discípulos. ¡Cuán equivocados estamos!
No nos damos cuenta que tal como lo estamos haciendo,
igual nos lo harán también (v. 38). ¿Qué
nos dice la lectura: “¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y
entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano” (v.
42). ¡Ah no! ¡Pero eso sí no nos gusta para nada! Lo nuestro no es una basurita,
es un basurero completo, pero ni cuenta nos damos. Nos cuesta ser sinceros con
nosotros mismos porque como decía ayer mi Pastor en el Servicio de la Iglesia: ‘nos
creemos muy buenos y el malo es nuestro vecino’. Es el momento para examinarnos
y aprender lo que el Señor pide de nosotros.
Señor Jesús: queremos pedirte perdón por no haber
practicado el amor con nuestro prójimo como nos lo mandaste y dejarnos llevar
por la crítica juzgando o señalando con el dedo sin darnos cuenta que somos
exactamente iguales o peores a los que les estamos señalando. Enséñanos buen
Jesús a amar sin límites como Tú lo haces, sabiendo que, si se ha pecado, Tú ya
perdonaste y llevaste esos pecados tan lejos como está el oriente del occidente.
Gracias por tu Palabra que siempre está ahí para instruirnos en justicia. ¡Te
alabamos y honramos Dios Santo!
Un abrazo y bendiciones.
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