jueves, 30 de noviembre de 2017

La lengua es un fuego de maldad

Sin leña se apaga el fuego; sin chismes se acaba el pleito. 
Proverbios 26:20.

Lectura: Proverbios 26:17-28.  Versículo del día: Proverbios 26:20.

MEDITACIÓN DIARIA

A veces pasamos dificultades por ser muy ingenuos o ilusos. Creemos que todos van a responder del mismo modo que lo hacemos y estamos muy equivocados. Con la boca se peca muchísimo bien sea en alegatos, malas palabras, injurias, juzgamientos y en especial hablando más de la cuenta o sea dándole cabida al chisme. “Los chismes son como ricos bocados: se deslizan hasta las entrañas” (v. 22). Lo que quizá no percibimos es que en ocasiones la persona chismosa lleva por dentro heridas que explota haciéndole daño a los que la rodean. Miremos bien la advertencia que nos da aquí la Palabra de Dios para no dejarnos manipular en estos casos: “El que odia se esconde tras sus palabras, pero en lo íntimo alberga perfidia. No le creas, aunque te hable con dulzura, porque su corazón rebosa de abominaciones. Tal vez disimule con engaños su odio, pero en la asamblea se descubrirá su maldad” (vv. 24-26).
El apóstol Santiago en su Carta nos exhorta sobre la lengua y enseña lo siguiente: “También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida” (Santiago 3:6).  “Sin leña se apaga el fuego”: así es; cuando se deja de murmurar, ya las llamas de lo que ha hecho la lengua se calma. Pero fijémonos que no es tan fácil hacerlo para quien ha estado habituado porque por donde quiera que vaya, va a dejar llama prendida. Sin embargo, para el Señor no existen los imposibles y gracias a Dios a eso vino Jesús al mundo: a salvar a los perdidos. No importa que tan pecador se sea con la lengua; puede ser una adicción pero por esa adicción Jesús también ya pagó. Si consideras que ese es tu caso, no te desanimes porque tienes la solución con el Señor Jesucristo.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra que siempre nos lleva a la misma conclusión de saber  y entender que absolutamente por todos los pecados ya pagaste. Que la lección nos sirva también para aprender que debemos callar y no ser ligeros al hablar. Gracias por el mensaje que nos dejas y por la gracia recibida en la cruz, donde llevaste todos nuestros pecados. ¡Te alabamos buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

¡A Ti todo loor, gloria y honor!

Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas. 
Apocalipsis 4:11.

Lectura: Apocalipsis 4:1-11.  Versículo del día: Apocalipsis 4:11.

MEDITACIÓN DIARIA

El apóstol Juan nos describe cómo sería el trono en el cielo de acuerdo a la revelación dada por el Señor. Allí solo se escuchará alabanza y se le rendirá adoración a nuestro gran Dios: “Y día y noche repetían sin cesar: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era y que es y que ha de venir” (v. 8b). Los que repetían sin cesar eran los cuatro seres vivientes y cada vez que ellos lo hacían, los ancianos se postraban ante Él y adoraban al que vive por los siglos de los siglos. El Señor Jesucristo es el que era, el que es y el que ha de volver. El evangelio de este mismo discípulo nos dice lo siguiente: “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir” (Juan 1:1-3). Por medio de Jesucristo fue creado todo. De razón que Génesis afirma: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza” (Génesis 1:26a). Definitivamente, el Verbo estaba desde el principio y por haber cumplido excelentemente su misión aquí en la tierra merecía, merece y merecerá que le aclamemos con corazón, alma, mente y fuerza: “Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas”.
Estoy plenamente convencida que al cielo llegaremos llenos de alabanzas y loores para nuestro buen Jesús. Siempre he contado que cuando mi madre murió le pregunté angustiada al Señor en dónde estaría ella y tuve una hermosa visión a través de un sueño creo: yo estaba terminando ya la cuesta a una elevada montaña y mi madre me estiró la mano para ayudarme a dar el último escaño diciéndome  a la vez, que le apurara porque allá en el cielo, todos adoraban al Señor. Y así lo vi: por doquiera que pasábamos se escuchaban cantos de alabanza y adoración. Después de eso desperté en medio de una luz, una paz y un olor fragante. Fue una experiencia inolvidable. No te vayas a perder esta sinfonía de adoración a nuestro Salvador y Rey. Entrégale tu vida y serás partícipe de ella.

Amado Señor Jesús: A Ti todo loor, gloria, honra y poder porque la victoria fue tuya al derrotar al enemigo y a la muerte. ¡Tú venciste Señor para darnos el derecho de estar en tu presencia! ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 28 de noviembre de 2017

A través de mis devocionales

Más bien, como está escrito: Los que nunca habían recibido noticia de él lo verán; y entenderán los que no habían oído hablar de él. 
Romanos 15:21.

Lectura: Romanos 15:14-22.  Versículo del día: Romanos 15:21.  

MEDITACIÓN DIARIA

Ahora muy seguido en mis devocionales encuentro el llamado del Señor a no quedarme callada y compartir de Él. Por consiguiente cada vez que sea, así lo haré. Es que no podemos callar porque si lo hacemos, dice la Biblia que las ‘piedras hablarán’ (Lucas 19:40). ¿Pero cómo permitir que lo hagan ellas cuando aún estamos nosotros aquí en la tierra? Igual que Pablo no podemos silenciar lo mandado por el Señor. “Yo tengo el deber sacerdotal de proclamar el evangelio de Dios, a fin de que los gentiles lleguen a ser una ofrenda aceptable a Dios, santificada por el Espíritu Santo”; “No me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para que los gentiles lleguen a obedecer a Dios. Lo ha hecho con palabras y obras, mediante poderosas señales y milagros, por el poder del Espíritu de Dios” (vv. 16 y 18-19 en la lectura).
Lo digo y repito constantemente: ‘el Señor ha hecho maravillas en mi vida, las cuales no puedo dejar de proclamar’. Si mi testimonio ha de servir para que otros lleguen a sus pies, lo compartiré cuantas veces sea necesario. Ese fue mi compromiso aquel día gris en que sentí que el mundo se derrumbaba sobre mí, pero que a la vez fue glorioso porque me permitió encontrarme con mi Salvador y sentir su amor y bondad. Lo anterior me insta también a cumplir el deber sacerdotal de proclamar el Evangelio. No lo hago como en verdad debiera hacerlo; espero por lo menos que estos mensajes se extiendan no solamente con quienes los comparto sino igualmente a través de mi blog que puede viajar alrededor del mundo.

Amado Jesús: Gracias por la misión que me otorgaste a través de mis devocionales. Oro por cada persona que lo recibe para que en ella se encuentre el mismo sentir de hacerlo extensivo a familiares y conocidos. También te ruego Señor que permitas a los que siguen el blog aprender de Ti, crecer en tu Palabra y si no te conocen, llegar a tus pies. Gracias por tanta bondad demostrada hacia mí y por el deseo inigualable de cada día querer compartirlo con más empeño para la gloria y honra tuya. ¡Te amo mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Piezas maravillosas esculpidas por manos prodigiosas

Señor, tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas. Desde tiempos antiguos tus planes son fieles y seguros. 

Isaías 25:1.

Lectura: Isaías 25:1-12.  Versículo del día: Isaías 25:1.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Claro que el Señor ha hecho maravillas! No puede haber ni uno solo que diga lo contrario si el Señor ha sido su Salvador y el centro de su vida. Repasando la predicación dominical de mi Iglesia y ver cómo el Señor obra en la vida de sus escogidos, no puedo también dejar de alabarle y de exaltarle porque recordando mis tiempos antiguos he podido constatar su fidelidad y amor a lo largo del camino.
Igual que lo decía el Pastor hablando de su propio testimonio yo también digo: ‘a tu manera Señor trataste conmigo’; testimonio muy diferente pero testimonio al fin de cuentas. Casi siempre el Señor comienza con moldearnos a su antojo (llamémoslo disciplina). No es fácil porque es eso: disciplina; y cuando Él nos da vueltas y revueltas en su mano prodigiosa, duele muchísimo. Yo misma en ocasiones le pregunto: ¿Hasta cuándo Señor? Porque a veces le repito: ‘creo que ahora si acabaste’ y ¡saz! Un nuevo golpe me sacude. Han sido tantas las veces, que precisamente me ha mostrado dos cosas: la primera que soy tan especial para Él que no quiere soltarme de su mano así me duela, y la segunda, tal vez la más extraordinaria, no podría alabarle y adorarle porque si no hubiese sido por aquello que me atormentaba no podía contar sus maravillas. Es que cuando conocemos al Señor señalamos un primer testimonio, pero a medida que vamos creciendo, vamos experimentando día tras día su amor inagotable y su misericordia por doquier.
“¡Sí, este es nuestro Dios; en él confiamos, y él nos salvó! ¡Este es el Señor, en él hemos confiado; regocijémonos y alegrémonos en su salvación!” (v. 9). Oro para que tú permitas igual: que Jesús entre a gobernar tu vida y puedas contar en un futuro próximo las maravillas realizadas contigo. Dios es fiel y el mejor Alfarero que existe. Permite ser para Él, la pieza de barro mejor esculpida por las manos divinas.

Amado Señor: Es imposible dejar pasar los días sin contar la historia de nuestra vida a tu lado. Cada uno tenemos la adecuada y se nos antoja que es irrepetible y única la propia. La mía por lo menos mi Señor ha sido desbaratada por completo; pero al final, no la reconstruida sino la nueva, sale a relucir como tesoro extraordinario en una pieza tallada con detalles. ¡Por eso te alabo y te doy gracias mi Dios y Rey!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 25 de noviembre de 2017

La mejor noticia llegada de lejanas tierras

Como el agua fresca a la garganta reseca son las buenas noticias desde lejanas tierras. 
Proverbios 25:25.

Lectura: Proverbios 25:1-28.  Versículo del día: Proverbios 25:25.

MEDITACIÓN DIARIA

De verdad que es agradable recibir buenas noticias y más cuando llegan de lejos; y todavía mucho más cuando se está lejos de la tierra que nos vio nacer. Supongo que antes eran noticias más gratificantes porque no existían las redes sociales; ahora podemos estar en cualquier parte del mundo y éstas nos acercan. ¡Cómo necesitamos las buenas noticias! ¡Cuánto bien nos hacen! A lo largo de los años se ha anunciado la mejor, la sin igual; tan impresionante ha sido que dividió la historia de la humanidad en un antes y un después. No ha sido una buena noticia, ha sido la mejor de las noticias y que sí que viene de remotas tierras: Jesús de Nazaret, hijo en la tierra de un humilde carpintero vino al mundo como el mejor regalo de Papito Dios para el hombre caído y sin opción alguna de salvación.  Este Jesús de naturaleza humana por parte de María su madre y naturaleza divina por el Padre, no escatimó en hacerse hombre para venir a cumplir su misión y pagar por todos el pecado que llevamos dentro (Romanos 3:23). Jesús nació hace un poco más de dos mil años en una pesebrera siendo el Rey de reyes, pero no le importó. Sufrió y padeció como ningún otro lo pueda padecer, solamente para que nosotros: tú, el familiar, el vecino, amigos, enemigos y yo misma pudiéramos recibir esta buena noticia que cambia la vida para siempre.
Ahora que estamos próximos a celebrar su nacimiento olvidémonos un poco del jolgorio, la parranda, los regalos y comidas. Que lo primero sea aceptar esa buena noticia que tanto bien le ha hecho a la humanidad. Es el mejor de los regalos y Papá Dios te lo está ofreciendo. Si dudas, pruébalo por ti mismo. Dile a Jesús que tome tu vida y déjate transformar por Él; no te arrepentirás.

Amado Dios: ¡Es tiempo de buenas noticias! Muchas gracias por el regalo que nos diste a través de tu Hijo amado Jesucristo. Gracias porque ha sido el único en nacer, morir y resucitar. Gracias porque su tumba está vacía; Él venció a la muerte para darnos a nosotros vida en abundancia y vida eterna. Gracias buen Papito por esta gran noticia que ha cambiado y seguirá haciéndolo en la existencia de todo aquel que se acerque al maravilloso Jesús. ¡Te amamos Dios por tanta bondad derramada sin merecerlo! ¡Gracias Señor Jesús por pagar el precio de nuestros pecados!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 24 de noviembre de 2017

Se está olvidando predicar lo primordial

Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo. 
Apocalipsis 3:20.

Lectura: Apocalipsis 3:14-22.

MEDITACIÓN DIARIA

Hablando el Señor al ángel de las siete iglesias, a cada una le dice lo que han hecho mal y llama al arrepentimiento. La lectura del día habla sobre la iglesia de Laodicea. Desde mi conversión me instruyeron que estábamos en el tiempo de esta iglesia. Muchos líderes cristianos, eruditos en la Palabra lo han afirmado. En mi concepto, lo que veo es una iglesia que se jacta de su riqueza.  Quizá la iglesia de ahora está llena de mega iglesias lo cual lleva a lo que el Señor le reprocha: “sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca (vv. 15-16). Tristemente la iglesia actual es demasiado tibia. Creo que ha sido tanto el afán por las grandes masas que se ha olvidado de evangelizar de forma completa a las ovejas, pues muchas veces ni siquiera se tiene el mensaje de salvación como lo primordial. Por lo tanto dice el Señor que no solamente de Él se compre oro refinado, sino también ropas blancas para cubrir la desnudez y colirio para los ojos exhortándola a arrepentirse con la clave a todo este problema: abrir la puerta del corazón para que el Señor entre no solamente a transformar vidas; también para obtener el derecho a su banquete y sentarse a su lado en el trono (v. 21). Es el regalo más maravilloso que se pueda tener y del cual no podemos dejar de hablar si somos conscientes de lo que significa.
Si te congregas en una iglesia, estás colaborando con los ministerios, ayudando en las obras misioneras o de misericordia pero nunca has tenido un encuentro personal con Jesús, es tu oportunidad en este momento: escucha su llamado, ábrele la puerta y permite que Él entre a tu vida y te levante en la persona que desea que tú seas. Te invito a orar así:

Amado Jesús: He hecho muchas cosas deseando agradarte pero nunca te he invitado a mi vida. Hoy decido abrirte la puerta de mi corazón para que vengas a limpiarme de todo pecado y a regalarme el derecho a una vida eterna Contigo. Gracias Señor por perdonarme y por hacer de mí la persona que en realidad quieres que yo sea. Amén.

Un abrazo y bendiciones.


jueves, 23 de noviembre de 2017

No cesaremos de darte gracias buen Señor

Los trompetistas y los cantores alababan y daban gracias al Señor al son de trompetas, címbalos y otros instrumentos musicales. Y, cuando tocaron y cantaron al unísono: ‘El Señor es bueno; su gran amor perdura para siempre’, una nube cubrió el templo del Señor. 
2 Crónicas 5:13.

Lectura: 2 Crónicas 5:1-14.  Versículo del día: 2 Crónicas 5:13.

MEDITACIÓN DIARIA

Esto ocurrió cuando Salomón terminó de construir el templo para el Señor. El Señor se regocija cuando hacemos lo que a Él le agrada. Ahora cada uno de nosotros, los que hemos aceptado a  Jesús en nuestras vidas como Señor y Salvador personal, somos templo de Dios donde mora el Espíritu Santo. Nos corresponde construirlo bajo los parámetros suyos dados en su Palabra y no cesar de dar gracias por tanto beneficio recibido. Es más, también tenemos la obligación de construir ese templo en nuestro hogar, de tal manera que su cobertura abarque no solo a nuestro cónyuge e hijos sino a todos sus cimientos: “Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles” (Salmo 127:1). “Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos. Con buen juicio se llenan sus cuartos de bellos y extraordinarios tesoros” (Proverbios 24:3-4).
Construyamos nuestro templo para que la gloria de Dios se vea reflejada en las acciones de gracias de quienes lo habitan. Será este hogar un verdadero remanso de amor, paz y bondad transmitida a quienes lo visitan; servirá igual de testimonio para que otros entiendan que Dios es bueno y nunca dejará de amarnos. ¡Que todos los de nuestro hogar no cesen de alabar y de dar gracias a nuestro buen Señor! y Tú Señor, inunda con tu nube nuestra casa.

Como no darte las gracias mi Señor, si estás ahí presente en nuestras vidas. Silencioso, Amable y Sonriente mirándonos muy quedo y gozándote de las alabanzas de los que amas. Nos regocijamos en Ti bendito Dios. ¡Te amamos y no acabaremos de darte toda nuestra gratitud! ¡Has hecho tanto, que no lo merecemos!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Es necesario ceder ante el débil

Por lo tanto, esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación. Romanos 14:19.

Lectura: Romanos 14:1-23.  Versículo del día: Romanos 14:19.

MEDITACIÓN DIARIA

La Biblia nos manda a no juzgar ni ser piedra de tropiezo para nadie y menos para los hermanos débiles en la fe. Hay que aceptarlos sin entrar a discusiones con ellos (v. 1). Muy seguramente vamos a tener diferencias entre los gustos de los unos y los otros o más exactamente sobre lo que para ellos puede ser pecado y para nosotros no en cuanto a discusiones de comida, bebida u otros cuestionamientos. Recordemos también que una cosa es la posición radical y otra el fanatismo. Aquí lo importante es que haya firmeza en las propias opiniones (v. 5) y no simplemente por llevar la contraria. “Esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación”. Si nos damos cuenta, nuestras apreciaciones pueden pasar a un segundo plano sin dificultad alguna, porque estamos sirviendo al Señor; y si por amor tenemos que ceder ante el hermano, lo debemos hacer. “Más vale no comer carne ni beber vino, ni hacer nada que haga caer a tu hermano” (v. 21). Si ya nos creemos tan maduros en el cristianismo, entonces entendamos al débil; esto más que misericordia y bondad es humildad.
Tengamos presente lo que nos dice Pablo para terminar: “Así que la convicción que tengas tú al respecto, mantenla como algo entre Dios y tú. Dichoso aquel a quien su conciencia no lo acusa por lo que hace” (v. 22). Si estás convencido de que lo que haces no es pecado, no pecas, pero todo lo que no se hace por convicción es pecado (v. 23).

Amado Señor: Gracias por enseñarnos a recibir al hermano que aún no entiende lo que Tú ordenas. Gracias porque con esto nos enseñas prudencia, paciencia, tolerancia, humildad y mansedumbre. ¡Cuánto necesitamos estas virtudes y cuánto necesitan los débiles, comprensión de parte nuestra! Bendito eres buen Dios. Tu Palabra siempre está para instruirnos. ¡Gracias Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 21 de noviembre de 2017

A Ti sea todo loor, honra, gloria y esplendor

¡Dios es mi salvación! Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza, el Señor es mi canción; ¡él es mi salvación! 
Isaías 12:2.

Lectura: Isaías 12:1-6.  Versículo del día: Isaías 12:2.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Me fascina cuando estoy haciendo el devocional y me encuentro con versículos de alabanza y adoración! Y me gusta, porque a menudo se nos olvida que el Señor merece toda nuestra adoración y loor. Muy seguido lo que hacemos es pedir, pedir y pedir sin tener presente, cuánto ama Dios la alabanza. “Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre” (Hebreos 13:15).  Si observamos bien este versículo vemos que dice ‘continuamente’ no ‘esporádicamente’; y nosotros hacemos caso omiso al mandato. Creo que esto nos pasa porque fácilmente nos dejamos sumergir en medio de los quehaceres y de las dificultades y claro: ¡qué fácil es dar gracias y cantarle al Señor cuando todo es color de rosa y vamos sobre ruedas! ¿Pero lo hacemos en medio de las dificultades y de la aflicción? Ciertamente en esos momentos es cuando tenemos que poner a funcionar nuestra fe. La confianza en Dios se mide precisamente en los momentos más críticos. “Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza, el Señor es mi canción; ¡él es mi salvación!”.
“Alaben al Señor, invoquen su nombre; den a conocer entre los pueblos sus obras; proclamen la grandeza de su nombre. Canten salmos al Señor, porque ha hecho maravillas; que esto se dé a conocer en toda la tierra” (vv. 4-5 en la lectura). Todos tenemos que estar agradecidos con Dios. El solo hecho de saber que somos salvos gratuitamente porque el Señor pagó por nuestros pecados, es inspiración de agradecimiento y alegría. Personalmente, además de esto, uno de los motivos para continuamente compartir mis devocionales es para exaltar lo hecho por mi Señor al rescatarme en dos ocasiones de las garras de la muerte: una por el cáncer y la otra por la pancreatitis. Puedo decir con certeza que mi Jesús ha obrado maravillas conmigo; y deseo declararlo, proclamarlo y darlo a conocer en todo lugar alcanzado por estos devocionales.
A ti te exhorto mi hermano: “¡Canta y grita de alegría, habitante de Sión; realmente es grande, en medio de ti, el Santo de Israel!” (v. 6). Tu Dios, mi Dios es bueno y merece ser exaltado.

Amado Señor: ¡Cómo no darte gracias por ser tan misericordioso y bondadoso! ¡Eres el Dios de mi salvación! ¡Mi fortaleza y refugio seguro! Eres Tú, el que jamás cambias y estás presente sin importar cómo me encuentre porque tu fidelidad es inmutable. ¡Te amo bendito Señor! ¡A Ti sea todo loor, honra, gloria y esplendor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Mi Viña en el campo regalado

Pasé por el campo del perezoso, por la viña del falto de juicio. Había espinas por todas partes; la hierba cubría el terreno, y el lindero de piedras estaba en ruinas.
 Proverbios 24:30-31.

Lectura: Proverbios 24:23-34.  Versículos del día: Proverbios 24:30-31.

MEDITACIÓN DIARIA

Leyendo esta porción de Proverbios 24 recordé la prédica dominical de mi Iglesia que se basó en la parábola del sembrador (Lucas 8:5-8). La asimilé y la llevé al campo espiritual porque pensé: ‘el campo del cristiano es su vida y su viña es el Señor”. Me preguntaba entonces, ¿cómo estoy cuidando mi viña en el campo que el Señor me dio? O de otro modo: ¿cómo estoy cuidando mi relación con Cristo en mi nueva vida? ¿Si me he dedicado a sembrar la semilla de manera tal que no permita que la hierba cubra el terreno y tampoco que los pájaros vengan a comérsela? ¿Si la estoy regando diariamente? ¿Estoy permitiendo que haya abrojos y espinos que la estén ahogando? O por el contrario, ¿estoy tan feliz en ese campo que me regocijo viéndolo crecer enverdecido y con frutos provocativos que llaman la atención de todos los que pasan por allí?
Considero que la similitud es bien extensa porque a nosotros por la pereza nos falta disciplina para cultivar nuestro campo espiritual. Se nos ha regalado un campo hermoso con una viña (una vida nueva con Cristo), y lo único que tenemos que hacer para cuidarlo es podarlo, limpiarlo, regarlo y seguirlo cultivando. Pero no; nos ha faltado entereza y diligencia para mantenerlo sin maleza y espinos. Muy seguramente lo hemos dejado acabar porque lo principal para que crezca y admirar su verdor es el riego diario de la Palabra de Dios. Sin este elemento nos será muy difícil incluso sembrar nuevas semillas. Si no estamos dando el fruto esperado en nuestra vida mucho menos podemos esperarlo de aquellos a quienes les compartimos. Guardé en mi corazón lo observado, y de lo visto saqué una lección: no podemos darle cabida al sueño ni al descanso porque la pobreza espiritual nos asaltará. Tenemos que estar preparados cosechando bienes celestiales porque el día está por llegar (vv. 32-34). Mi oración es porque el Señor permita que nuestros campos sean tan agradables que otros quieran que los suyos sean iguales de fructíferos al nuestro. Una vida dando fruto con Cristo cultivado en nuestro corazón.

Amado Señor: En verdad, personalmente quiero pedirte perdón porque no he guardado mi campo ni lo he cultivado como lo mereces. Te ruego Señor que no solamente a mí sino a todos los que siguen este devocional, nos enseñes a dejar la pereza y ser diligentes con el regalo hermoso que nos hado para que a diario lo reguemos, limpiemos y cultivemos para la gloria tuya. Muchas gracias buen Dios por perdonarnos y escuchar nuestra oración. ¡Te alabamos y honramos por siempre!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Nuestro Consolador nos fortalecerá en al día de la prueba

No tengas miedo de lo que estás por sufrir. Te advierto que a algunos de ustedes el diablo los meterá en la cárcel para ponerlos a prueba, y sufrirán persecución durante diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Apocalipsis 2:10.

Lectura: Apocalipsis 2:8-11.  Versículo del día: Apocalipsis 2:10.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor Jesucristo es el Primero y el Último; el que murió y volvió a vivir. En Él está la riqueza que vale: la espiritual. La riqueza del mundo es vana, no vale nada y tristemente lleva a la destrucción. La riqueza que tenemos con Jesús nos lleva a la vida eterna y es por esta bendita esperanza que no podemos desfallecer. El ángel le advierte a la Iglesia de Esmirna que va a padecer pero hay que permanecer fiel incluso ante la muerte porque la recompensa será la corona de la vida.
A cada una de las iglesias el mensajero señala algo en lo cual se es débil. Analicemos bien el mensaje transmitido y busquemos la manera de no caer en lo mismo. No sé hasta dónde vayamos a sufrir persecución, pero que la vamos a tener es innegable. Por eso desde hoy nos corresponde aprender a llevar a los pies del Señor todo lo que nos esté haciendo daño. Si no lo hacemos ahora que es poca la carga, entonces, cuando de verdad nos persigan por causa del Evangelio que predicamos, no vamos a resistir.  Llenémonos cada día del poder el Espíritu Santo para que su fruto sea completo y así experimentemos el gozo de la salvación a pesar de...

Amado Señor Jesús: Gracias por advertirnos sobre lo que está por venir. Te rogamos que nos des la fortaleza y paz necesarias para resistir al enemigo en el día malo. Gracias también porque tenemos al bendito Consolador a nuestro lado y con su poder seremos más que vencedores. ¡Gloria a Ti Señor!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Sin amor nada somos

El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley. 
Romanos 13:10.

Lectura: Romanos 13:8-14.  Versículo del día: Romanos 13:10.

MEDITACIÓN DIARIA

Definitivamente si no amamos, no podemos decir que somos cristianos porque el amor al prójimo es el termómetro que nos indica si en verdad amamos a Dios. “Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano” (1 Juan 4:20-21). Esa es la única deuda que debemos tener: ‘amar al prójimo como a nosotros mismos’ (v. 9).
Si sientes que no puedes amar a tu enemigo, díselo al Señor. Él estará gozoso de que le confíes tus secretos y a la vez te capacitará para que tu corazón tenga un cambio total. Cuando entendemos lo hecho por Jesús por nosotros en el Calvario y que se entregó solamente con el fin de darnos vida eterna, comprendemos mejor lo que es el amor al prójimo. Nos dice Pablo más adelante que es hora de despertar del sueño; la noche está muy avanzada y se acerca el día. Por eso mismo debemos ponernos la armadura de la luz  viviendo decentemente dejando atrás orgías, borracheras, inmoralidad sexual y libertinaje. Más bien, debemos revestirnos del Señor Jesucristo (vv.11-14), porque sin amor nada somos.

Amado Señor: Enséñanos a amar como Tú nos has amado. Que nuestro amor sea completamente genuino y sincero. Que el mundo nos conozca precisamente por el amor que demostremos al prójimo y que este sea el motivo para que lleguen a tus pies. Recuérdanos Señor la preeminencia del amor descrita en 1 Corintios 13. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 16 de noviembre de 2017

No podemos desechar las profecías bíblicas

¿Puede acaso gloriarse el hacha más que el que la maneja, o jactarse la sierra contra quien la usa? ¡Como si pudiera el bastón manejar a quien lo tiene en la mano, o la frágil vara pudiera levantar a quien pesa más que la madera! 
Isaías 10:15.

Lectura: Isaías 10:1-19.  Versículo del día: Isaías 10:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Esto lo dice el Señor sobre Asiria, pueblo que se jactaba de haber derrotado muchos reinos sin tener en cuenta que es Dios mismo quien le había dado dicho poder. “Por lo tanto, el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, enviará una plaga entre las orgullosas tropas de Asiria, y un fuego ardiente consumirá su gloria” (v. 16). No pensemos que eso es simplemente historia porque es profecía bíblica. Dios consumirá a los pueblos arrogantes y soberbios que se ufanan de hacerle daño a los suyos. En mi parecer, así no lo entendamos, Dios sigue velando por su nación y es tanto lo que vale para Él que todos los acontecimientos mundiales estratégicos retumban a su alrededor principalmente los del Medio Oriente. El terrorismo desatado por Isi nunca antes había impactado y generado tanto pánico e incertidumbre en las naciones del mundo. Ahora el miedo viene de parte de este grupo terrorista. Las profecías bíblicas se están cumpliendo. Los mismos cambios climáticos y desastres naturales que con mayor intensidad han azotado últimamente a la humanidad, son una señal que debemos tener en cuenta.
No puedes gloriarte de lo que crees haces por tus propios medios. Tienes que ser humilde y reconocer que simplemente eres barro en manos del Alfarero y que en cuestión de segundos si Él lo decide, te desbarata. Tú mismo puedes caer en manos del terrorismo y morir. El Señor Jesús es el Señor de todos los tiempos: Él es el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin; el que Era, el que Es y ha de Venir. Por eso es mejor antes que esto suceda que le rindas tu vida para que puedas tener la certeza de una gloria futura. “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Deja que Jesús tome el control de tu vida ahora que vives en medio de este caos mundial.

Amado Señor: gracias por tu Palabra que es verdad inamovible. Gracias porque las señales y prodigios nos demuestran que tu venida está muy cerca. Gracias por Israel tu pueblo amado. Enséñanos a comprender tus profecías y permite que estas sean el aliciente para llevar una vida como es de tu agrado. También te pedimos que nos des el denuedo para hablar a otros de Ti ya que el tiempo está muy cerca y no queremos que familiares y amigos perezcan por negligencia nuestra. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian buenas nuevas!

Rescata a los que van rumbo a la muerte; detén a los que a tumbos avanzan al suplicio. 
Proverbios 24:11.

Lectura: Proverbios 24:11-22.  Versículo del día: Proverbios 24:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Con este Proverbio tenemos que darnos cuenta de lo importante que es para el Señor el compartir a otros el mensaje de salvación. Cuando estemos en su Presencia no podemos ir con excusas: “Pues aunque digas, ‘Yo no lo sabía’, ¿no habrá de darse cuenta el que pesa los corazones? ¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida? ¡Él le paga a cada uno según sus acciones!” (v. 12). O si resultamos diciendo: ‘era mi enemigo y no lo estimé conveniente’, de esa alma también tendremos que dar cuenta. Igual si es vecino, familiar o conocido: “Estoy en deuda con todos, sean cultos o incultos, instruidos o ignorantes” (Romanos 1:14). Como cristianos somos deudores y los que no han creído en el Señor Jesús como Salvador perecerán. Así que nos corresponde llevarles el Evangelio del bien y evitar que vayan en tumbos al suplicio.
¿Si no vamos nosotros, quién podrá ir? “Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: ¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!” (Romanos 10:14-15). ¡Conviértete en ese mensajero de buenas noticias! Estarás agradando a Dios; tendrás tesoros en el cielo y los convertidos te lo agradecerán. “¡Qué hermosos son los pies de los mensajeros que traen buenas noticias!” Ponte el calzado dispuesto para ir a proclamar el evangelio de la paz.

Amado Señor: Queremos ser instrumentos en tus manos. Llévanos a los campos a predicar tu Palabra y haz que nuestros corazones sientan compasión por las almas perdidas. ¡Motívanos Señor a compartir de Ti a diestra y siniestra; a tiempo y a destiempo; a amigos y enemigos; a conocidos y desconocidos. Pero en especial a rescatar familiares que van rumbo a la muerte. ¡Muchas gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 14 de noviembre de 2017

¡Cómo no amarte Señor!

Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor. 
Apocalipsis 2:4.

Lectura: Apocalipsis 2:1-7.  Versículo del día: Apocalipsis 2:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Lo mejor que podría pasar es que el Señor no tenga que lamentarse de lo que una vez fuimos con Él y lo hayamos olvidado: “Ve y anuncia a gritos este mensaje a Jerusalén. Esto dice el Señor: Recuerdo qué ansiosa estabas por complacerme cuando eras una joven recién casada, cómo me amabas y me seguías aun a través de lugares desolados” (Jeremías 2:2). El primer amor con el Señor es un deleite completo y como todo amor no hay que dejarlo apagar; al contrario, hay que abonarlo cada día con más esmero para que crezca y se fortalezca.
Si has permitido que se olvide, recuerda de dónde te rescató el Señor. No puedes decir que eras intachable porque no hay un solo justo; todos somos pecadores: unos más, otros menos pero al fin de cuentas pecadores. “Pero a quien poco se le perdona, poco ama” (Lucas 7:47b), y ese puede ser tu caso. Dios nos quiere a todo momento ardiendo de amor por Él. Así fuera solamente por la bendita esperanza de una gloria futura, deberíamos darnos ya por muy bien servidos y ser agradecidos con nuestro buen Señor. ¡No te vuelvas insensible espiritualmente!

Amado Señor: Si no fuera por tu perdón no estaríamos aquí dispuestos a escucharte. Si no fuera porque nos miraste con compasión y nos atrajiste con cuerdas de ternura y lazos de amor no tendríamos nada y andaríamos vagando por el mundo sin conocer y experimentar la nueva vida Contigo. No nos dejes olvidar ese primer amor a tu lado cuando te encontramos; cuando experimentamos el gozo indescifrable de lo que es en verdad conocerte y enamorarnos de Ti. ¡Cómo no amarte! ¡Tu amor es mejor que el vino! ¡Es mejor que la fragancia de nardos y rosas! ¡Ni las muchas aguas podrán apagarlo! ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.


lunes, 13 de noviembre de 2017

Ayudemos a bendecir y construir nuestra nación

Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él. 
Romanos 13:1.

Lectura Romanos 13:1-7.  Versículo del día: Romanos 13:1.

MEDITACIÓN  DIARIA

Cada día es más difícil tener en cuenta este mandato. Pues ahora, cada cual quiere hacer lo que se le antoje sin aceptar sometimiento a alguien. Dios sabe que las autoridades son básicas en una sociedad y por eso nos manda respetarlas; y quien no lo haga está desobedeciendo directamente a Dios. Todo el que se opone a ellas recibirá castigo (v. 2).
Por ese mismo respeto Dios nos manda también a pagar lo concerniente: “Paguen a cada uno lo que le corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos; si deben contribuciones, paguen las contribuciones; al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor” (v. 7). Pero no. Infortunadamente ni siquiera de los cristianos se oye respeto alguno por las autoridades o mayores de edad. Estamos tan acostumbrados a seguir al mundo que en vez de callar y ser prudentes cuando escuchamos sobre el mandatario de turno, ayudamos a prender más el fuego. No tenemos en cuenta que el maldecir es maldición y que tantas palabras proliferadas en vez de ayudar, terminan empeorando la situación.
Seamos agentes de cambio. Actuemos como Dios lo desea; respetemos a las autoridades, a los mayores y a los superiores. Nos corresponde humillarnos ante Dios con oraciones y súplicas por nuestras naciones, para que Dios tenga compasión de tanta maldad y sane esas tierras (2 Crónicas 7:14).

Amado Señor: nos presentamos delante de Ti para pedirte perdón por tantas veces que hemos caído con palabras vanas, hablando mal de dignatarios y autoridades impuestas. Enséñanos a ser prudentes y manejar la lengua tanto para bendecir y construir como para alabar y animar. ¡Gracias bendito Dios!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Luz que resplandece y da amor

El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido. 
Isaías 9:2.

Lectura: Isaías 9:1-7.  Versículo del día: Isaías 9:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Isaías profetisa sobre la llegada de Jesús al mundo enseñando que es la luz que resplandece en las tinieblas. Más adelante el Evangelio de Juan nos lo confirma: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla” (Juan 1:4-5). Jesús dijo ser esa luz para que el que la tome ya no ande en más tinieblas sino que tome la luz de la vida.
Jesús la luz del mundo vino a eso: a sacarnos de las tinieblas en donde vivíamos para ponernos en lo alto alumbrando con los destellos de su gracia derramada en cada uno de los que le hemos conocido y recibido. La luz nos permite distinguir entre un objeto y otro. La luz representa lo bueno mientras las tinieblas lo malo. Y así es. Nosotros todos iguales de malos necesitamos un Salvador (Romanos 3:23) para poder llegar a Dios y tener derecho a la vida eterna. El Señor Jesús es la luz de revelación a los gentiles. Por eso ahora somos pueblo de Dios, llamados a proclamar las obras maravillosas de Aquel que nos sacó de esa oscuridad hacia la luz. Entonces, portémonos como tales. Dejemos que su luz destelle en nuestras vidas de manera que los del mundo vean en nosotros diferencia.

Amado Señor: Queremos ser luz porque Tú eres Luz. Permite que siempre vayamos por el camino correcto llevando tus resplandores para alumbrar a otros y a la vez para ofrecerles el calor de amor que reflejas en nuestras vidas. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 10 de noviembre de 2017

Son el manjar de la vida cristiana

Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas! Proverbios 23:23.

Lectura: Proverbios 23:15-28.  Versículo del día: Proverbios 23:23.

MEDITACIÓN DIARIA

Sabemos que la verdad es el Señor Jesucristo (Juan 14:6), y que cuando lo aceptamos en nuestra vida como Señor y Salvador tenemos derecho a gozar del reino de Dios. En el Evangelio de Mateo el mismo Jesús asemeja el reino de los cielos a un tesoro escondido que un hombre descubrió y en medio de su alegría vuelve a esconderlo mientras va y vende todo lo que tiene para comprar ese campo (Mateo 13:44).  Esta es la verdad que tenemos que adquirir y por nada venderla. Es esa verdad la que también nos conduce a comportarnos como verdaderos hijos de Dios dejando a un lado todo lo que es importante para el corazón de los pecadores (v. 17), Como borracheras, glotonería (vv. 20-21); adulterios (vv. 27-28). Recordemos que ya compramos un campo y nuestra bendita esperanza es llegar a gozarlo (v. 18).
 “Hijo mío, presta atención y sé sabio; mantén tu corazón en el camino recto” (v. 19). La sabiduría del mundo enceguece, más la sabiduría de Dios, ilumina. Si ya encontraste la verdad y te acoges a la sabiduría, disciplina tu vida en el conocimiento de Dios y por nada sueltes esas virtudes. ¡Ellas son el manjar de tu vida cristiana: no las vendas!

Amado Señor: En muy cierto que la verdad de conocerte nos induce a querer hacer tu voluntad y seguirte con disciplina y discernimiento. Gracias por todos los regalos adicionales que recibimos al aceptarte en nuestras vidas. Permite que cada día nos esforcemos más para no perder de vista la bendita esperanza de la gloria futura a tu lado. ¡Te amamos buen Dios y Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Si lo encuentras, síguele

Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último, y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno. 
Apocalipsis 1:17-18.

Lectura: Apocalipsis 1:9-20.  Versículos del día: Apocalipsis 1:17-18.

MEDITACIÓN DIARIA

Juan, el discípulo amado vuelve a ver en la revelación a su Señor. Fue tanto el impacto causado que dice: “caí a sus pies como muerto”. Bienaventurado Juan que pudo verlo en toda su gloria y majestad. ¡Yo no alcanzo a imaginar cómo será ese encuentro personal con mi Salvador! Puedo decir que he sentido su presencia y con ser solamente eso, sin llegar a ver su rostro, es un momento sublime de nunca olvidar.
Mi Jesús, el Gran Yo Soy. El Primero y el Último; el Alfa y la Omega; el Principio y el Fin está listo para salir a nuestro encuentro. Es que Él es el misterio más grande y a la vez el más importante en la vida de toda persona. Si lo encuentras, síguele porque vino a la tierra con una misión: liberar al hombre de las cadenas del pecado, precisamente para que podamos comportarnos como verdaderos hijos de Dios y en la eternidad podamos estar mirándolo cara a cara y gozando de su presencia.

Amado Señor: Añoro el día en que vengas y nos lleves Contigo. Y si no es así, que en el sueño de la muerte me recibas a tu lado ofreciéndome calor y abrigo. Gracias por tu amor incondicional y por ir con anterioridad a separarme un lugar para compartir. Estaré por siempre junto al Gran Rey de Reyes y Señor de señores.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Vence el mal con el bien

No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. 
Romanos 12:17.

Lectura: Romanos 12:9-21.  Versículo del día: Romanos 12:17.

MEDITACIÓN DIARIA

En un devocional pasado hablaba sobre transformarnos de acuerdo a la naturaleza nueva que como cristianos ya tenemos. Ahora continuando con este capítulo, el apóstol Pablo nos exhorta a mostrar un amor sincero aferrándonos siempre a hacer el bien (v. 9). Al respecto, en mi parecer, hay personas que por esencia tienen el don de dar con generosidad (Romanos 12:8), y aunque el resto las critique, considero que a los ojos de Dios están haciendo lo correcto. Teniendo en cuenta que la generosidad es parte del amor fraternal y que hay que procurar hacer lo bueno delante de todos sin importar si de ellos hemos recibido lo mejor, nos corresponde dar. Dar en la medida total que Dios quiere que lo hagamos. O sea, no se limita ese dar solamente a lo material sino también a lo emocional y espiritual: dar un consejo, una palabra de ánimo, una enseñanza, un abrazo, una sonrisa. Dar es compasión, es socorrer.
El dicho de: ‘Haz el bien sin mirar a quién’ es muy acertado porque a eso nos llama el Señor. En la lectura nos dice que incluso si es nuestro enemigo y tiene hambre, hay que darle de comer; y si tiene sed hay que darle de beber. Que actuando de ese modo, la persona se avergonzará de su mala conducta (v. 20); y ahí está el detalle porque nos queda muy fácil amar al que nos hace bien, más no, al que nos hace mal.  A parte de esto, siempre lo he dicho: Dios no se queda con nada guardado. Termino con las mismas palabras dadas por Pablo: “No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” (v. 21).

Amado Señor: ¡Qué difícil es para nosotros devolver bien por mal! Pero muchas gracias buen Señor porque constantemente estás ahí para instruirnos y enseñarnos a practicar el verdadero amor de la misma manera que lo hiciste con nosotros. Te rogamos que nos lleves de tu mano y nos dirijas a dar con la generosidad que demandas que lo hagamos. ¡Te alabamos Señor y te bendecimos! ¡Siempre tienes la Palabra exacta para compartirnos!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 7 de noviembre de 2017

Nos corresponde adorar y no temer

No digan ustedes que es conspiración todo lo que llama conspiración esta gente; no teman lo que ellos temen, ni se dejen asustar. 
Isaías 8:12.

Lectura: Isaías 8:11-22.  Versículo del día: Isaías 8:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Esa Palabra dada para el Pueblo de Israel y de Judá es la misma que actualmente podemos aplicar nosotros los cristianos por el temor que ahora se vive en las diferentes naciones y más exactamente en los Estados Unidos de América por tanto ataque terrorista. Considero que llegó el momento de mirar solamente al Señor tal como al Único que nos puede tender la mano: “Solo al Señor Todopoderoso tendrán ustedes por santo, solo a él deben honrarlo, solo a él han de temerlo” (v. 13). Sin embargo dice que muchos tropezarán, caerán y serán quebrantados (v. 15). También exhorta: “Guarda bien el testimonio; sella la ley entre mis discípulos” (v. 16). En el caso del pueblo de Dios que somos ahora debemos acogernos a su gracia  manifestada en su Hijo Jesucristo y por más de ver al mundo ofuscado y asustado, colocarnos delante del Señor. “Glorifiquen al Señor su Dios, antes que haga venir la oscuridad y ustedes tropiecen contra los montes sobrios. Ustedes esperan la luz, pero él la cambiará en densas tinieblas; la convertirá en profunda oscuridad” (Jeremías 13:16 la negrilla es mía). Hay que creer en lo que Él ha declarado para nosotros. Confiar en su misericordia y que jamás nos dejará ni abandonará. Hay que tenerlo como nuestro Señor y Rey si en verdad lo es.

Amado Señor: Los tiempos son difíciles pero te damos gracias porque te tenemos a Ti quien eres nuestra fortaleza y refugio en momentos de angustia. Te rogamos estos acontecimientos nos motiven a pregonar tu Evangelio para que el mundo te conozca y no perezca por falta de conocimiento. Hoy nos rendimos a tus pies y te damos toda la honra y gloria porque solamente Tú la mereces. ¡Eres el Dios Santo y Soberano Dueño de cuanto reino y nación existe! ¡Te alabamos y te exaltamos bendito Dios!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 6 de noviembre de 2017

No somos nada ni nadie ante Dios

De nada sirven ante el Señor la sabiduría, la inteligencia y el consejo.

 Proverbios 21:30.

Lectura: Proverbios 21:1-31.  Versículo del día: Proverbios 21:30.

MEDITACIÓN DIARIA

No hay sabiduría ni entendimiento que le puedan hacer daño al Señor porque ni el más sabio puede llegar a alcanzarlo. No se gloríe el sabio de su sabiduría ni el poderoso de su poder ni el rico de su riqueza (Jeremías 9:23). Recordemos que el Señor escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios. Así que si nos creemos muy versados e inteligentes podemos caer en orgullo o  prepotencia y despreciar otras enseñanzas; entonces el Señor actuará y Él tiene su manera de disciplinarnos para que agachemos la cabeza y reconozcamos que si lo somos es porque esa sabiduría proviene de parte suya. No somos nada ni nadie ante Dios
Por otro lado, ¿qué sacamos con considerarnos sabios, poderosos o ricos? Nada, absolutamente nada. De todas maneras pasaremos por la tumba y allí nada llevaremos. Nos queda el amor al Señor y el fruto de su Espíritu que hayamos cosechado aquí en la tierra.

Amado Señor: Gracias por mostrarnos que nada hay que pueda estar por encima de Ti. Gracias porque si poseemos inteligencia, poder y riqueza es por tu beneplácito y no porque lo merezcamos. Permite buen Dios que practiquemos el amor y la misericordia hacia nuestro prójimo siempre mostrando justicia y bondad en especial para los más necesitados. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.