jueves, 31 de agosto de 2017

Leche pura que nos haga crecer acorde a lo que somos

Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia,  deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. 
1 Pedro 2:1-2a.

Lectura: 1 Pedro 2:1-12.  Versículos del día: 1 Pedro 2:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Un recién nacido necesita tomar leche para empezar a crecer y fortalecerse. Igual sucede con la persona que nace espiritualmente. Recordemos que el Señor Jesús le dijo a Nicodemo  que había que nacer de nuevo (Juan 3:3), y este nuevo nacimiento se da cuando recibimos a Cristo como Señor y Salvador personal. Entonces tenemos que alimentarnos con  la Palabra de Dios: “Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, ahora que han probado lo bueno que es el Señor” (vv. 2b-3 en la lectura). Dejando atrás todo lo de la naturaleza vieja, la pecaminosa que nos tenía atados al mundo. Nuestra relación con el Señor comienza y cada día se va consolidando más, de manera que vamos edificando una casa espiritual para ser un sacerdocio santo por medio de Jesucristo, que es la piedra viva que jamás nos defraudará. Para nosotros es preciosa esta piedra, pero para los incrédulos se convierte en piedra de tropiezo (vv. 4-8). Continúa el apóstol: “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido” (vv. 9-10).
Ya que somos tan  privilegiados llevando encima nuestro todos estos pergaminos,  demostremos siempre una conducta intachable dando honor a la familia que pertenecemos, para que los incrédulos al vernos glorifiquen a Dios cuando Él juzgue al mundo (vv. 11-12).

Amado Dios: Gracias porque aun necesitamos seguir tomando la bendita leche de la fuente de tu Palabra que es inagotable, para crecer cada día y fortalecernos Contigo. Gracias por hacernos partícipes de tanto honor  sin merecerlo. Permite que verdaderamente fluya en nosotros esa postura digna de ser llamados hijos pertenecientes a la familia real más influyente y prestigiosa que es la del reino celestial. ¡Te amamos Señor y Dios Santo Misericordioso!

Un abrazo y bendiciones.  

miércoles, 30 de agosto de 2017

Como lámparas conectadas a tu Palabra

El mandamiento es una lámpara, la enseñanza es una luz y la disciplina es el camino a la vida. 
Proverbios 6:23.

Lectura: Proverbios 6:20-35.  Versículo del día: Proverbios 6:23.

MEDITACIÓN DIARIA

Buscando qué es una lámpara encontré algo muy instructivo y que nos puede ayudar a entender mejor el versículo del día. 'Una lámpara es un aparato que actúa como soporte de una o más luces artificiales. Por lo tanto, son utensilios que permiten que los dispositivos generadores de luz como bombillas, focos, bombitas o ampolletas se conecten a la red eléctrica. Cumplen, de todas formas, con otras funciones, ya que distribuyen la luz emitida por la bombilla (evitando el deslumbramiento) y sirven como decoración'. Para mí está muy bien explicado porque de igual manera, el mandato es el soporte que irradia la luz de lo que aprendemos para que a medida que vamos cumpliendo las reglas podamos distribuir esa luz, de manera tal que nuestro andar diario emita destellos fulgurantes. Una luminosidad  que no permita que ese mismo esplendor vaya a enceguecernos perdiendo la dirección hacia donde nos dirigimos.
La Palabra de Dios es una lámpara que guía nuestros pies (Salmo 119:105); allí está escrito todo lo que necesitamos saber para caminar por este sendero. Conectémonos con ella de manera que los de afuera reconozcan que somos diferentes. Que nuestra vida sea tan hermosa que sirva para adornar la Iglesia de Dios.

Amado Señor: queremos ser esas lámparas que generen entre los que nos rodean rayos de amor, de fe, de esperanza, de consuelo, de misericordia, de perdón. Permite que nuestra luz brille con la belleza y la humildad que esperas de nosotros. Haznos artífices de caminos iluminados con lámparas conectadas a tu Palabra. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones. 

martes, 29 de agosto de 2017

Dios bendice a los que en Él confían

Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el Señor su Dios. 
Salmo 146:5.

Lectura: Salmo 146:1-10.  Versículo del día: Salmo 146:5.

MEDITACIÓN DIARIA

Vale la pena preguntarnos en quién ponemos los ojos: ¿en gente poderosa, simples mortales que no pueden salvar? (v. 3). Somos muy dados a pensar que las personas que están en altos cargos o tienen determinado poder en un estamento bien sea público o privado, son los que nos pueden dar la mano y sacarnos del apuro; estamos muy equivocados. Para nosotros los cristianos, nada de lo que hagamos se sale del control de nuestro Dios. Tenemos que tener la certeza que si no se nos dan las cosas es porque Dios en su infinita sabiduría sabe que no nos conviene y si todo sale bien, es porque es Él quien va adelante llevando la batuta y dirigiendo cada movimiento.
Del mundo tal como anda de corrupto no podemos esperar justicia, pero del Señor sí. Él permite que hallemos gracia delante de Jueces, de tribunales y de Cortes. Así que cuando tengamos que enfrentarnos en estos recintos debemos ir con la frente en alto y firmes porque somos hijos del Rey de reyes; merecemos que se nos ponga atención. Igual sucede con el extranjero, con la viuda  o con los huérfanos. (vv. 7-9). De ahora en adelante recordemos siempre quiénes somos y no temamos al mundo.  Nuestra ayuda está en Dios y Dios bendice a los que en Él confían.

Señor amado: Gracias porque en Ti podemos descansar. Gracias porque no son los del mundo los que nos tienden su mano, eres Tú obrando en ellos a favor nuestro. ¡Alabado seas por siempre Señor! ¡Aleluya!

Un abrazo y bendiciones.



 [U2]

lunes, 28 de agosto de 2017

No dejes pasar el tiempo para honrar a Dios

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en que digas: No encuentro en ellos placer alguno¸ antes que dejen de brillar el sol y la luz, la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes después de la lluvia. 
Eclesiastés 12:1-2.


Lectura: Eclesiastés 12:1-8.  Versículos del día: Eclesiastés 12:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Por algo hay un dicho que dice: ‘juventud divino tesoro’. Y es que la juventud es una de las etapas más bonitas de nuestra vida porque en verdad, se puede decir que es como color de rosa. Aunque no se tiene la experiencia de la vida, todo se hace sin tanto estrés ni responsabilidad grande encima. Quizá la mayor responsabilidad está en el estudio que comparado con las desavenencias de la vida, vienen a no ser nada. Como no nos podemos quedar en la juventud, tenemos que continuar nuestro andar. Por otro lado confiar en lo que fuimos o tuvimos cuando jóvenes no nos conduce a ninguna parte; en palabras del Predicador ‘esto es un absurdo’ (Eclesiastés 11:10). Son muy bendecidos los jóvenes que han decidido seguir a Jesús porque el Señor de un modo u otro va preparando esos corazones para lo que viene. Por eso leemos en los versículos del día: “antes que lleguen los días malos; antes que dejen de brillar el sol y la luz, la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes después de la lluvia”. Es que con la adultez ya las cosas cambian: la responsabilidad de una profesión; tal vez, el haber conformado un hogar con esposa(o) e hijos; la responsabilidad de un trabajo. Todo esto nos va formando y de pronto de golpe en golpe madurando, y si en nuestra juventud no aprendimos a temer al Señor, nos va a ser más difícil soportar las cargas.
Acuérdate de tu Creador antes que sea tarde para entenderlo: la vida es un suspiro y cuando nos damos cuenta ya estamos al otro lado (vv. 6-7 en la lectura). No dejes que el tiempo te detenga para honrar a Dios. Y oremos para que nuestros niños que pronto serán jóvenes se peguen del Único  que puede ahora darles plena libertad y así aprender a comprender el propósito de Dios en cada una de esas vidas.

Oramos Señor por los niños que están comenzando su adolescencia y no han tenido una instrucción adecuada ni un temor reverente hacia Ti. Utilízanos para que podamos brindarles amor, ternura, comprensión y encarrilarlos por la mejor vía que es la tuya. Que nosotros seamos para ellos un baluarte de tu carácter y no una piedra que los haga caer y debilitar en su fe hacia Ti. Gracias buen Señor. ¡Te bendecimos oh Dios!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 26 de agosto de 2017

El temor reverente conduce a la santidad

Ya que invocan como Padre al que juzga con imparcialidad las obras de cada uno, vivan con temor reverente mientras sean peregrinos en este mundo. 
1 Pedro 1:17.

Lectura: 1 Pedro 1:13-25.  Versículo del día: 1 Pedro 1:17.

MEDITACIÓN DIARIA

Si de verdad se comprendiera que aquí somos solamente peregrinos, muy seguramente el comportamiento sería muy diferente. Gracias a Dios nosotros los cristianos ya entendemos mejor para dónde es que vamos.  “Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo” (v.13). Dios nos pide que mientras estemos en este mundo seamos obedientes a su Palabra y que andemos en completa santidad (vv. 14-16).
Vivir una vida en santidad no es que nos enclaustremos en un monasterio. Es simplemente hacer lo recto en todos los actos de nuestra vida. Es tener como líder al Señor Jesús para glorificar al Padre. Y lo más importante: una relación íntima con Él. Buscando conocerle cada día más a través de su Palabra para instruirnos y acatar sus mandatos. Es dialogarle continuamente y hacerlo partícipe de todo lo que hagamos. En definitiva es honrarlo como se merece. Dios nuestro Padre celestial quiere lo mejor para cada uno de sus hijos; si lo somos. Demostrémoslo especialmente manifestando su amor a los que nos rodean. Ese sería el temor reverente que nos conduce a vivir en santidad.

Amado Dios: Como dice hoy la lectura de tu Palabra, nuestra fe y esperanza están puestas en Ti. Queremos portarnos como tus verdaderos hijos apreciando la obra redentora de Jesús quien con su preciosa sangre pagó nuestro rescate. Danos sabiduría para aprender a vivir en santidad como es tu deseo. Te lo agradecemos Señor. ¡Alabamos tu Nombre y te adoramos!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 25 de agosto de 2017

Si no amamos no conocemos a Dios

Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. 
1 Juan 4:7.

Lectura: 1 Juan 4:1-21.  Versículo del día: 1 Juan 4:7.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando alguien nos hace daño o le hace daño a un ser querido nuestro, no es fácil voltear la página y seguir como si nada o decir perdono. Es tan importante el amor en la vida, especialmente en la del cristiano, que si no amamos, no podemos afirmar que lo somos. “El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Por otro lado es el mandamiento dejado por el mismo Señor Jesucristo antes de empezar su calvario, con aras a que lo cojamos y no lo soltemos. Fue como su última recomendación o deseo para los suyos “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13:34-35). El amor es la mejor manera de demostrar que somos discípulos de Cristo.
En muchas situaciones si somos lastimados y perdonamos, los de afuera no entienden nuestro proceder porque precisamente no le conocen, vemos en la lectura del día lo que dice la Escritura: “Ellos son del mundo; por eso hablan desde el punto de vista del mundo, y el mundo los escucha. Nosotros somos de Dios, y todo el que conoce a Dios nos escucha; pero el que no es de Dios no nos escucha. Así distinguimos entre el Espíritu de la verdad y el espíritu del engaño” (vv. 5-6). Quizá se nos tilda de ‘tontos’ o incluso sin dignidad, solamente porque queremos no guardar rencor ni permitir que se formen raíces de amargura en nuestro corazón por causa de las ofensas de otro. Aprendamos que amar al prójimo no tiene límites y es lo que demanda Dios de nosotros. Contestémonos sinceramente la pregunta: ¿A quién queremos agradar, a Dios o a los hombres?

Amado Señor: Enséñanos a demostrar amor no solamente a través del perdón sino también con nuestros actos de bondad y compasión hacia los demás. Queremos ser luz y no piedra de tropiezo en este campo. Ayúdanos a andar en amor así como Tú lo hiciste con olor fragante; que nosotros igual esparzamos siempre la fragancia de ese amor por donde quiera que vayamos. Gracias bendito Señor porque cuando amamos así, te regocijas en llamarnos tus discípulos. ¡Te amamos Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 24 de agosto de 2017

La mentira arraigada en la vieja naturaleza hay que desecharla

Pero la serpiente le dijo a la mujer: ¡No es cierto, no van a morir! 
Génesis 3:4.

Lectura: Génesis 3:1-7.  Versículo del día: Génesis 3:4.

MEDITACIÓN DIARIA

El Espíritu Santo me motivó a hablar nuevamente sobre la mentira porque es tan fácil mentir y lo peor, es algo muy común en la mayoría de personas. Pero mirando atrás desde el comienzo de la creación he entendido  por qué se miente tanto. Claro, la razón principal es porque Satanás en forma de serpiente le mintió a Eva, contradiciendo las palabras de Dios. La serpiente la engañó y el engaño no es más que una mentira. Desde ahí podemos ver que dentro de la naturaleza pecaminosa siempre va a estar arraigada la falsedad.
Se tiende a pensar que hay mentiras más grandes que otras y es otro engaño: pues no es así. Mentira es mentira y punto; ni para adelante ni para atrás. Las mentiras piadosas no existen. La Gente miente por no quedar mal, por no contradecir a la otra persona, por conveniencia, por interés, por no ofender ni herir, por postergar decisiones, por dar una mejor imagen, etc., de todas maneras se falta a la verdad. Sea por la causa que sea debemos aprender a decir sí o no. El Señor Jesús dijo a los judíos: “Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio este ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!” (Juan 8:44).
Recapacitemos y hagamos un análisis solamente de los últimos ocho días para ver cuántas veces hemos mentido. Si somos cristianos escuchemos las palabras de Pablo: “Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador” (Colosenses 3:9-10). Así es; si ya hemos conocido al Señor Jesucristo, entonces vayamos dejando atrás todo lo de la antigua naturaleza; todo aquello que nos parecía estaba bien pero no era lo correcto. Demostremos que somos hijos de Dios.

Amado Señor: gracias por recalcarnos tanto sobre el hablar con verdad y sinceramente. Enséñanos a entender que no hay motivo alguno para mentir. Queremos que nuestras palabras en todo reflejen que somos nacidos de nuevo y desechar por completo toda falsedad de nuestras vidas. Gracias porque en Ti todo lo podemos hacer. ¡Te alabamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Empecemos a prepararnos para el desafío

Te envío a estos para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios, a fin de que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados. 
 Hechos 26:17-18.

Lectura: Hechos 26:1-32.  Versículos del día: Hechos 26:17-18.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando por petición de los judíos Pablo fue llevado a Cesarea para ser procesado por Festo, se defiende ante el rey Agripa contándole simplemente el testimonio de lo que Jesús había hecho en Él y la misión para la que lo había llamado. Ante las palabras de Pablo el rey Agripa le dice que un poco más y lo convence de hacerse cristiano. “―Sea por poco o por mucho —le replicó Pablo—, le pido a Dios que no solo usted, sino también todos los que me están escuchando hoy lleguen a ser como yo, aunque sin estas cadenas” (v. 29). Sí, Pablo por revelación del Señor, sabía el porqué estaba ante ellos; el mandato del Señor era que así como había dado testimonio de Él en Jerusalén, lo tendría que hacer igual en Roma (Hechos 23:11). La Escritura no nos dice si Festo o Agripa se convirtieron al cristianismo pero sí nos damos cuenta que quedaron bien impactados. Quizá desde ellos el Señor empezó a hacer su obra evangelizadora por el imperio romano.
Nosotros  los cristianos por ahora andamos ‘en coche’ como dicen; pero llegará el momento en que seremos perseguidos a causa del Evangelio y debemos prepararnos para que no nos tome por sorpresa. El testimonio de Pablo nos debe servir para estar listos a contestar con Palabra de Dios y no atemorizarnos siempre que tengamos que hablar, bien sea  a inconversos o ateos. Los tiempos actuales son malos y cada día será peor. Si nos llevan hasta los juzgados, tribunales o cortes ¡gloria a Dios! Si nos calumnian o maldicen por causa del Señor, ¡bienvenido sea el vituperio porque todo eso redundará en trofeos en el cielo!
No tengamos miedo de hablarle a altos dignatarios y políticos; si se nos presenta la oportunidad hagámosle saber quiénes somos y en quién hemos creído. Quizá nuestro testimonio también los convenza y se conviertan al Señor.

Amado Jesús: Tu obra evangelizadora será predicada a toda criatura como dice tu Palabra. Ve Señor desde ahora preparando los corazones de los tuyos para que cuando llegue el día del desafío podamos pararnos con la cabeza bien en alto, proclamando que eres el Rey de reyes y Señor de señores. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones. 

martes, 22 de agosto de 2017

Nuestra fe acrisolada para confirmar su solidez

El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele”. 1 Pedro 1:7.

Lectura: 1 Pedro 1:1-12.  Versículo del día: 1 Pedro 1:7.

MEDITACIÓN DIARIA

He venido escuchado unos mensajes del pastor español Vicente Navalon y en uno de sus últimos mi impresión fue que estaba atravesando una prueba difícil. Después en el que seguía hablaba de cuando el Señor calmó los vientos y la tempestad (Lucas 8:22-25), y dice algo muy cierto (parafraseando sus palabras): no importa cuántas veces el Señor nos ha sacado de pruebas y respondido nuestras oraciones; la siguiente vez y más si es algo nuevo, nos abruma y nos atemorizamos. Somos dados a pensar que los pastores, predicadores y ministros del Evangelio son infalibles y no. Todos tenemos aflicciones, tormentas y tentaciones por igual y todos fallamos al dejarnos llevar por el temor igual que les sucedió a los discípulos del Señor en esa barca. Pero ¿por qué el Señor lo permite? El versículo del día nos da la respuesta: la fe al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor. Parafraseando nuevamente el mensaje del pastor Navalon: la fe no nos libra de las tormentas de la vida; al contrario, nos dota para pasarlas sabiendo que al final recibiremos bendición. En cuanto a mí, estoy convencida que todas ellas vienen para que pueda cumplir a cabalidad el propósito de Dios en mi vida.

Señor: como en el caso de tus discípulos en medio de la tempestad, también hemos sentido temor por las tormentas que nos llegan; pero muchas gracias porque son obra tuya para irnos formando como lo que quieres de cada uno y de este modo usarnos en la proclamación de tu mensaje. Gracias bendito Dios por fijar tu mirada en nosotros y purificarnos como el oro para confirmar la solidez de nuestra fe y perfeccionarnos en tu verdad. ¡Bendito eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 21 de agosto de 2017

La generosidad trae bendición

Comparte lo que tienes entre siete, y aun entre ocho, pues no sabes qué calamidad  pueda venir sobre la tierra.
Eclesiastés 11:2.

Lectura: Eclesiastés 11:1-7.  Versículo del día: Eclesiastés 11:2.

MEDITACIÓN DIARIA

La Biblia nos exhorta a ser generosos. Con el primero que debemos ser generosos es con Dios pero no debemos dejar de lado a nuestro prójimo. “Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes” (Lucas 6:38). Y es que debemos ser generosos no solamente con lo material, también lo podemos ser con nuestro tiempo, con nuestro saber, con nuestra actitud y con nuestro dinero. Así que nadie puede quejarse o decir que es tan pobre que no tiene nada para dar porque mínimo puede ofrecer una sonrisa, un halago, un abrazo, una instrucción, etc.
Pablo dejó escrito: “Y he sido un ejemplo constante de cómo pueden ayudar con trabajo y esfuerzo a los que están en necesidad. Deben recordar las palabras del Señor Jesús: “Hay más bendición en dar que en recibir” (Hechos 20:35 NTV), y es que el darnos a los demás nos trae satisfacción. Ese dar debe estar lleno de amor y de bondad. El Señor Jesús dijo lo siguiente: “Les aseguro que cualquiera que les dé un vaso de agua en mi nombre por ser ustedes de Cristo no perderá su recompensa” (Marcos 9:41). Dios que no se queda con nada guardado, nos recompensará. Así que siempre debemos estar listos para dar, dar y seguir dando, empezando por nuestros hermanos en la fe (Gálatas 6:10).

Amado Señor: queremos ser generosos no solamente con los de nuestra Iglesia sino con todos los de tu grey. Ser dadivosos con los necesitados tanto de pan como de amor y comprensión. Enséñanos Señor a dar sin esperar nada a cambio porque Tú ya lo has tenido en cuenta y con eso nos basta. Gracias mi Señor porque fuiste el primero en darnos y darnos tu vida completa para poder alcanzar la salvación. Así queremos ser también nosotros; pon en nuestro corazón ese hacerlo con alegría como sabiendo que es para Ti. ¡Te alabamos y bendecimos Cristo nuestro Dios y Rey!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 19 de agosto de 2017

Oremos y alabemos siempre a nuestro Dios

¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas. 
Santiago 5:13.

Lectura: Santiago 5:13-20.  Versículo del día: Santiago 5:13.

MEDITACIÓN DIARIA

Si bien es cierto que la aflicción nos hace llorar tenemos en la mano la mejor arma que podemos utilizar cuando estamos apesadumbrados, doloridos o abatidos: la oración. La oración sincera hacia Dios nos reconforta y levanta. Es que estar frente a frente a nuestro Papito Dios y contarle lo que estamos pasando es muy vivificador. Dios como buen Padre se goza con nuestra confianza y en vez de criticarnos como tal vez lo haría un humano, nos cree y nos anima a levantarnos para continuar. Dios no nos deja aguantar una prueba más allá de lo que podamos resistirla: “Ustedes no han pasado por ninguna prueba que no sea humanamente soportable. Y pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar. Por el contrario, cuando llegue la prueba, Dios les dará también la manera de salir de ella, para que puedan soportarla” (1 Corintios 10:13 DHH).  Él sabe los porqués y los para qué; tenemos es que rendirnos a sus pies e ir confiados a su presencia.
Ahora continúa el versículo del día con lo siguiente: “¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas”. En general tendemos a alabar y a regocijarnos cuando todo nos sale bien. Pero recordemos que otra parte de la Escritura nos manda a  regocijarnos en todo momento,  a orar sin cesar y a dar gracias por todo (1 Tesalonicenses 5:16-18), y así no lo entendamos, incluso en angustias bien difíciles hay que darle gracias a Dios y alabarlo por esas situaciones.
No dejemos de hablarle al mejor amigo que tenemos. “La oración del justo es poderosa y eficaz” (v. 16c en la lectura).

Bendito Dios: Gracias por estar pendiente de nosotros. Sabemos que te agrada que estemos en comunicación continua Contigo. Queremos ser agradecidos y regocijarnos siempre con cánticos que te honren y exalten tu Nombre; enséñanos a vivir de ese modo pegados a Ti. ¡Te alabamos Señor y te damos toda la honra y gloria que solo Tú mereces! ¡Aleluya!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 18 de agosto de 2017

Ejercer influencia espiritual en los que vienen

Cada generación celebrará tus obras y proclamará tus proezas. 
Salmo 145:4.

Lectura: Salmo 145:1-7.  Versículo del día: Salmo 145:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Es alentador saber que Dios en su infinita misericordia y bondad estará pendiente de nuestras generaciones venideras. Sin embargo, es responsabilidad nuestra ir sembrando en los que vienen la semilla de la Palabra de Dios en sus vidas. En el Antiguo Testamento tenemos diferentes casos como en el de Samuel que siendo muy niño todavía, fue puesto al servicio del templo; y en el de Ester que a pesar de Mardoqueo ser su primo y haberla adoptado como hija supo llevarla siempre por el camino de Dios. En el Nuevo Testamento  la fe sincera de Timoteo fue herencia dejada de su abuela Loida y de su madre Eunice (2 Timoteo 1:5), y es que las mujeres ejercemos una influencia especial en el campo espiritual. Somos las encargadas de esparcir en ellos el germen del amor de Jesús e irles anunciando que el Señor cumplirá su propósito con cada uno. Nunca debemos olvidar lo que dice el Libro de Deuteronomio: “Grábense estas palabras en el corazón y en la mente; átenlas en sus manos como un signo, y llévenlas en su frente como una marca. Enséñenselas a sus hijos y repítanselas cuando estén en su casa y cuando anden por el camino, cuando se acuesten y cuando se levanten; escríbanlas en los postes de su casa y en los portones de sus ciudades” (Deuteronomio 11:18-20). Primero tenemos que aprender para después enseñarles lo que ya hemos ejercitado.
Les hablaremos de su creación majestuosa y de sus obras maravillosas; de su poder y de su grandeza. Les contaremos las historias de su inmensa bondad de sus proezas, con los testimonios nuestros vividos (vv. 5-7 en la lectura). Esta será la manera para que esas próximas generaciones cumplan con el legado de exaltar a Dios y de abrazar su Nombre.

Señor amado: Danos sabiduría y entendimiento para saber ministrar tu Palabra a los que nos siguen,  para que ellos a su vez cumplan igual con el mandato de instruir a sus generaciones y Tú seas exaltado por siempre reconociendo tu poder y majestad. Gracias por tus enseñanzas y lo que esperas de nosotros. ¡Te exaltamos Dios, Rey, Señor y Salvador nuestro y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 17 de agosto de 2017

Con la mirada puesta en Jesús

Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti.
 Proverbios 4:25.

Lectura: Proverbios 4:20-27.

MEDITACIÓN DIARIA

Tendría que preguntarte: ¿qué tienes delante? ¿Qué miran tus ojos? Otras versiones dicen: “Que tus ojos miren lo recto”. ¿Si estás buscando lo recto, o por el contrario te complace ver lo que no te edifica? O te haces el de “la vista gorda’: que vea, lo que vea todo me es indiferente, nada me importa. Como si no hiciéramos parte de este mundo en el que vivimos. Pero así no podemos seguir. Tenemos que enderezar y allanar el camino (v. 26), porque de lo contrario estamos perdidos; iremos a tientas como ciegos y eso no es lo que Dios quiere de nosotros. Dios desea que busques el verdadero camino y lo sigas. Jesús dijo ser ese único camino (Juan 14:6). Hay que buscarle, seguirle y no desviarnos ni a derecha ni a izquierda y apartar los pies del mal (v. 27 en la lectura).
Si vas por el camino de Cristo, Él te guiará con su Santo Espíritu para avanzar hacia la meta segura. El apóstol Pablo escribe en su Carta a los Filipenses: “Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14). Así que esforcémonos por proseguir hacia adelante sin dejarnos engañar por el mundo, por las tentaciones de la carne ni por el demonio que está presto a confundirnos. De esta manera avanzaremos firmes, con la esperanza de ganarnos el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo.

Amado Señor: Sabemos que Tú eres el único camino seguro para llegar al Padre. Queremos caminar solamente cogidos de tu mano mirándote de frente y sin volver atrás. No queremos ser el blanco de Satán y permitir que nuestro corazón se debilite. Gracias por tenerte y por darnos Contigo la confianza plena de ir avanzando por la senda correcta. ¡Queremos ese galardón que nos tienes preparado! ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones. 

miércoles, 16 de agosto de 2017

Compruébalo por ti mismo

¿Quién eres, Señor?, pregunté. Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues, me contestó él. 
Hechos 22:8.

Lectura: Hechos 22:1-21. Versículo del día: Hechos 22:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Podemos leer una y mil veces la conversión de Saulo y no solamente nos apasionará sino que nos edificará para aprender de su ministerio. Es hermoso ver cómo Dios puede voltear completamente el corazón de una persona cuando se dispone a Él. Por eso no podemos dudar o poner en tela de juicio la conversión así sea del más grande asesino porque no sabemos el propósito de Dios con su vida.
Hay tantas maneras de negar a Jesús: no se necesita hacer la persecución, arrestar o echar a la cárcel a los seguidores del Señor. En esa época eran los judíos tradicionales los que peleaban por sus creencias igual que Pablo celosos de la ley y de su Dios. Ahora, en nuestros países latinos de religión tradicionalista nos tildan también de fanáticos y locos porque seguimos a Jesús de Nazaret. Se señala con el dedo a los cristianos y existe también un celo, creo yo mal interpretado, por quizá nosotros haber salido de sus arcas. Es igual de difícil para ellos entender que nuestro Dios es su mismo Dios y que lo conocimos de una manera genuina por su infinito amor, al darnos a su Hijo para que muriera en nuestro lugar. Es que conocer a Jesús y su mensaje de salvación es el mejor regalo que podemos recibir de parte de Dios Padre. Ya no se pelea por la ley como en tiempos de Pablo, se pelea por dogmas y tradiciones que nada tienen que ver con el plan redentor de Cristo Jesús. Si hay algo bien sencillo de expresar son las Buenas Nuevas de los Evangelios y sin embargo, el corazón endurecido de los nuestros, no les permite abrirse y dejar a Jesús reinar en sus vidas.
Para ti que estás leyendo este devocional: no has escuchado directamente la voz de Jesús ni te has quedado ciego como Saulo, pero muy seguramente has tenido personas a tu lado que te han hablado de Él; has visto sus testimonios en sus vidas y no aceptas el reto de ser tú mismo abriéndole la puerta de tu corazón. A ti también el Señor te pregunta: ¿por qué me persigues? Te invito a que aceptes el desafío y compruebes por ti mismo quién es en verdad Jesús de Nazaret. Será la mejor decisión de tu vida de la que jamás te arrepentirás. Si deseas podemos orar así:

Señor Jesús: Sé que eres el Hijo de Dios y que moriste en una cruz pero lo sé más por tradición que por experiencia propia. Deseo que vengas a mi vida y me enseñes todo lo tuyo. Te acepto como mi Señor y Salvador personal. Hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme y darme una nueva vida contigo, amén.

Un abrazo y bendiciones. 

martes, 15 de agosto de 2017

Serás dichoso si Dios es el Señor de tu casa

Bendito sea el Señor, mi Roca, que adiestra mis manos para la guerra, mis dedos para la batalla. Él es mi Dios amoroso, mi amparo, mi más alto escondite, mi libertador, mi escudo, en quien me refugio. 
Salmo 144:1-2.

Lectura: Salmo 144:1-15.  Versículos del día: Salmo 144:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Sí, igual que David podemos decir que es el Señor quien va preparándonos  para resistir las dificultades, porque también en las enfermedades y en las diferentes crisis que afrontamos hay que librar batallas y batallas bien fuertes. Si no fuera por nuestro Dios amoroso, por refugiarnos y esperar en Él, no seríamos capaces de enfrentar las guerras. Él es en verdad nuestro escondite más alto y seguro, nuestro libertador y protector. ¿Cuánto no nos hace pensar esto en que si no hubiéramos conocido al Señor a quién iríamos para buscar consuelo? Su amor llegó a nosotros no porque lo mereciéramos ni porque fuéramos nosotros quien le buscáramos; fue Él, quien nos amó primero (1 Juan 4:19) y vino a rescatarnos para su reino.
Solo nos queda ser agradecidos con el Señor, cantarle y proclamar su Nombre por la grandeza de su poder y por su infinita misericordia. Poco importan las tribulaciones cuando se tiene la certeza de un nuevo amanecer, porque cuando llegue ese mañana veremos su gloria reflejada en nuestros hijos e hijas; veremos la abundancia en nuestras casas. Nuestras alacenas rebozarán de alimento y una paz diferente entrará a reinar en los hogares (vv. 12-14 en la lectura). Así que te digo  hermano: Confía en el Señor aunque los tiempos sean duros porque la recompensa llegará si en verdad Dios es el Señor de tu casa.  

Señor amado: También como David podemos preguntarte ¿qué somos para que nos cuides y pienses tanto en nosotros? ¡No lo merecemos! Deja por lo menos buen Dios, que te alabemos con labios sinceros y llenos de gratitud por tu inmensa bondad. Sólo Tú que eres el modelador de la vida sabes hacer las cosas de la manera perfecta para los tuyos. ¡Tu fidelidad es asombrosa! ¡Eres nuestro Dios amoroso y benigno! ¡Te amamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 14 de agosto de 2017

Ahora lo entiendo mejor

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. 
Jeremías 29:11.

Lectura: Jeremías 29:4-14.  Versículo del día: Jeremías 29:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Para empezar diré que quise quitarle algo a este devocional, pero en últimas el Señor me dijo que lo dejara así. Sé que es muy largo pero es parte de mi testimonio de vida y Él desea que lo comparta con ustedes.
No podía dejar pasar esta fecha inadvertida. Hace exactamente nueve años me detectaron el cáncer de mama y hace cinco si aún no estaba en la clínica donde me atendieron, estaba igual al borde de la muerte a causa de una pancreatitis aguda que pasé. Muchos me preguntan cuál momento fue para mí más difícil y todavía no sé explicarlo. A veces creo que el primero por el impacto de lo que es saber que se tiene una enfermedad de la cual inmediatamente asemejamos muerte pero que a diferencia de la otra no tenía dolor alguno. Con la pancreatitis creí exactamente morir de dolor; tanto que los médicos dijeron que había pasado el umbral. Sí, creo que ya no existirá ningún otro dolor físico o por lo menos mi cuerpo se resistirá por el ya experimentado.
Hasta ahí pensaba e incluso otros años más, que agosto no me gustaba. ¡Pero qué equivocada estaba! El Señor, mi buen Dios que todo lo puede me arrebató de las garras de la muerte en aquellas dos oportunidades para empezar a mover sus fichas como sólo Él lo sabe hacer. Bueno, de lo primero sí tengo que decir que en ese trance fue cuando el Espíritu Santo me dijo muy claro que empezara a enviar mis devocionales; y no puedo negarlo, han sido de gran bendición y de gloria para el Señor. Prosigo: ¿quién iba a imaginarse en esas clínicas por las que pasé, que hoy, a esta fecha estaría incluso en un país lejano? Un país donde al comienzo no me fue fácil el acomodarme pero que poco a poco Dios ha ido mostrándome como apareja mi camino para cumplir su gran propósito en mi vida. Si soy sincera, el primer semestre de este año fue de incertidumbre, de no entender, de inestabilidad, de bajones y subidas como si se tratase de un columpio o mejor de una pirinola donde percibía que el Señor unas veces me decía: ‘pon una’ y después, ‘pon una más’. Pero luego me salía un ‘pon todo’ y con dificultad se lo entregaba. Ahora ya estoy entendiendo este juego porque espiritual y emocionalmente la pirinola va cayendo en ‘toma una’ y después otra tras otra. El Señor está moviendo las cartas de mi vida de modo trascendental. El escenario ya se ve despejado. Mi nueva Iglesia donde nos estamos congregando este año ha sido de gran bendición; junto con mi esposo estamos sirviendo en un ministerio y sin desconocer todo lo que aprendí de mi anterior Congregación y del amor que allí me ofrecieron Pastores y fieles, por lo cual si soy sincera me sentía temerosa de cambiar, mi buen Dios me enseño que donde quiera que yo vaya Él ahí estará. Me ha enseñado a ser valiente y fuerte aun temiéndole a los cambios.
Tuve la oportunidad de estar el viernes pasado con Dany mi hijito mayor en Expolit (Exposición de literatura cristiana hispana en Miami) y allí encontrarme con una gran amiga: Patricia Fernández y su esposo. Su saludo fue más o menos la siguiente exclamación refiriéndose a mi Dany: ‘¡Tenés un hijo nuevo; su cambio se nota en todo su ser!’. No fue mucho lo que hablamos pero esas palabras me llenaron por completo porque ya lo habíamos notado y hablado con mi esposo. Después de tanta turbulencia, el Señor ahora nos muestra la calma y el sosiego. Además de eso mi Sarita, mi hijita del alma que ha tenido que afrontar solita su vida en los últimos años, terminó ayer sus estudios en mi país de origen. Por otro lado, ya casi nace nuestro esperado Lucas, el hermanito de Juanita que viene a hacerle compañía a esa Princesa que también ha sido un regalo espectacular de Dios.
La verdad, no le tenía título ni pasaje a este devocional, pero ahora el Señor me muestra sus planes de bienestar y solo me queda rendirme a sus pies con el corazón agradecido por la familia maravillosa que me ha regalado. Mi Dany para quien tampoco ha sido fácil su área emocional, Dios ha volcado sobre él un cúmulo de bendiciones y de aquello que parecía malo en su vida, lo ha transformado en bendición tras bendición. Desde aquí quiero darte las gracias no solo por tu apoyo material sino por todo lo que hemos aprendido a través de tu área espiritual. Dios ha llegado hasta lo profundo de tu ser para que las raíces tuyas broten hasta alcanzarlas con mi amado esposo. Juan Manuel y Paolita desde Medellín junto con Juanita y pronto con Lucas: valoro en cantidades el desplazamiento de mi hijito en estos momentos a estar con Sarita en su grado y no dejarla sola. ¡Ha sido tanto también lo que hemos aprendido de ti, de tu hogar en general y de tu amor hacia el Señor! Y a mi Sarita hermosa, no tengo palabras para describir lo que mi corazón desea expresarte. Eres esa mujercita valiente, arriesgada, talentosa que Dios en su infinito amor nos regaló para motivar mucho más nuestras vidas. ¡Te amo hijita mía! ¡Tus triunfos son los míos, tus tristezas las mías y tus alegrías las mías! Sigue adelante cogida de la mano del que ya sabes jamás te dejará: nuestro buen Jesús.
Para ti mi amor, eres el esposo que yo necesitaba; cada día lo entiendo más. Al mover sus fichas el Señor, sabía el por qué eras tú el escogido. ¡Te amo esposo mío! Sin ti no habría podido cruzar todos estos caminos empedrados y el andar hoy por sendas más llanas y afirmadas. 

Solo me queda mi Señor darte una vez más las gracias por mi vida; por lo que me has enseñado en este tiempo. Me has permito pasar muchas veces por debajo del puente de aguas turbulentas pero me has demostrado que ahí a mi lado siempre estás. Quiero decirte que eres la Torre fuerte de mi vida, que eres mi Pastor, mi Amigo, mi Dios en quien siempre confiaré porque eso me lo has enseñado Tú. En momentos de tristeza y de aflicción me recuerdas a Pedro y tengo que decirte: ¿A quién más iré Señor? ¡Solo Tú tienes palabras de vida eterna! Y en momentos de alegría como ahora, grito con gozo: ¡has cambiado mi lamento en danza! ¡Te amo mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 12 de agosto de 2017

Que todo cuanto hagamos sea para honrarte

Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría. 
Eclesiastés 9:10.

Lectura: Eclesiastés 9:1-10.  Versículo del día: Eclesiastés 9:10.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien dice el sabio Salomón que todos tendremos el mismo final. Todos sabemos que vamos a morir; así que hay que sacarle el mayor provecho a la vida: comer con alegría y tomar el vino con corazón contento porque Dios lo aprueba. Dios quiere que además te vistas bien, te perfumes y que seas feliz al lado de tu esposa(o). Ella(él) es la persona que Dios te ha dado en recompensa por todo tu esfuerzo terrenal, pues sólo eso queda después de tanto trabajar (vv. 5-9).
Teniendo en cuenta que este es el destino común, nos recomienda entonces que todo lo que hagamos, lo hagamos con empeño, con alegría, con entusiasmo, de la mejor manera porque allá en la tumba no habrá trabajo, ni planes, ni conocimiento ni sabiduría.  Muy buen encargo: hacer las cosas bien, de lo contrario es hasta mejor no hacerlas. También leemos en Colosenses 3:23 que cuando hagamos cualquier trabajo, lo hagamos como para el Señor y no para los hombres. Nuestro trabajo es una manera de glorificar a Dios y por eso debemos poner todo el empeño y la dedicación para que sea excelente.

Amado Señor: Permítenos gozar esta vida disfrutando todo cuanto has puesto a nuestro alcance. Que el trabajo se transforme en una bendición donde podamos expresar lo mejor de nuestros talentos y dedicación. Que todo cuanto hagamos sea para honrarte a Ti y dar fiel testimonio que somos de la familia celestial. ¡Gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones. 

viernes, 11 de agosto de 2017

Advertencia para los ricos opresores

Ahora escuchen, ustedes los ricos: ¡lloren a gritos por las calamidades que se les vienen encima! 
Santiago 5:1.

Lectura: Santiago 5:1-6.  Versículo del día: Santiago 5:1.

MEDITACIÓN DIARIA

No es que Dios esté en contra de los ricos; es que Él que conoce los corazones y sabe lo fácil que es desviarse cuando hay mucha riqueza; por eso Jesús exclamó ante sus discípulos: “¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!” (Marcos 10:23); les añadió, que era más fácil que un camello entrara por el ojo de una aguja que un rico al reino de Dios (Marcos 10:25).  Y es que la lectura nos habla de los ricos que son opresores; los que valiéndose del poder que les da la riqueza oprimen al trabajador y no le pagan sus salarios. Llevan una vida de placer y desenfreno sin darse cuenta que están amontonando oro y plata que se oxida. Condenan y matan al justo sin que haya ninguna resistencia (vv. 3-6). No saben o no quieren saber que los tesoros que valen la pena son los del cielo; estos, ni se van a dañar ni el  ladrón los alcanzará (Mateo 6:19-21). Si tenemos, colaborémosle al hermano desprovisto más cercano. Recordemos que nada de lo de aquí es nuestro y que nuestro entierro no lleva trasteo a cuestas.

Amado Señor: bien dice el Proverbio que solo nos des el pan de cada día porque teniendo mucho podríamos desconocerte y teniendo poco podríamos llegar a deshonrar tu Nombre. Señor, queremos vivir sin atafagos económicos puesta la mirada en Ti que eres el dueño de todo cuanto existe. Gracias por enseñarnos a valorar el dinero y a entender que es necesario pero no nuestro dios. Que si nos bendices con riqueza sea para compartirla con el necesitado y para ayudar a tu obra evangelizadora. ¡Te alabamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.