Enséñanos a brindarle ayuda al menesteroso

 Habla a favor de los que no pueden hablar por sí mismos; garantiza justicia para todos los abatidos. Sí, habla a favor de los pobres e indefensos, y asegúrate de que se les haga justicia. 

Proverbios 31:8-9. NTV.

Lectura: Proverbios 31:1-9.  Versículos del día: Proverbios 31:8-9.

MEDITACIÓN DIARIA

Yo creo que nosotros como cristianos debemos poner en práctica los versículos del día. Hay muchas personas que no tienen un abogado para que las defienda por falta de recursos económicos. Mi deseo es ver una Congregación en donde a través de abogados contratados por la misma, se les pueda brindar ayuda a tanto indefenso que hay. Aquí en USA se ven muchos casos al respecto. Sé especialmente de mujeres cabeza de familia que con engaños las han traído a este país, únicamente con el fin de subordinarlas y menospreciarlas, para después botarlas a la calle y dejarlas sin un peso; y lo peor sin nada de papeles que las pueda respaldar ante la ley.

El Señor nos permita también ofrecer amor al prójimo en estos casos y ser más compasivos y misericordiosos con los más abatidos e indefensos. “El Espíritu del Señor DIOS está sobre mí, porque me ha ungido el SEÑOR para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros”. Isaías 61:1. LBLA. Si el Señor vino con esta buena nueva, que encierra el amor al prójimo ¿por qué nosotros no practicarlo?

Bendito Señor: gracias porque a lo largo de tu Palabra, nos llamas a practicar la justicia. Tú que te complaces en lo bueno y rechazas la injusticia enséñanos a amar sin límites de ninguna clase como siempre lo haces. Danos Palabra de verdad, conocimiento, discernimiento y llena nuestro corazón de compasión y misericordia por el menesteroso. Gracias, gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

Acuérdate de Él antes de encaminarte al hogar eterno

 Acuérdate de él antes de que te falte poco para llegar a la tumba—tu hogar eterno—donde los que lamentan tu muerte llorarán en tu entierro. 

Eclesiastés 12:5c. NTV.

Lectura: Eclesiastés 12:1-7.  Versículo del día: Eclesiastés 12:5c.

MEDITACIÓN DIARIA

El Predicador en este capítulo, les habla en especial a los jóvenes, pero no deja de ser enseñanza también para adultos. Y es que es de mucha importancia tener en cuenta que todo lo que hagamos en esta vida si no tiene el sello de Dios, va a pasar de manera superficial. Por eso, lo más importante para cualquier persona es que entienda y acepte la obra de Jesús aquí en la tierra y su misión como Salvador.

Jesús, por la voluntad de Dios Padre vino a rescatar a toda la humanidad de las garras del Maligno. Por consiguiente, sólo en Él hay salvación. Su Palabra lo afirma: “Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo” (Romanos 10:8-10),

Bajo estos parámetros y de acuerdo con el versículo del día, te sugiero que, si te parece, le ores a Jesús para que ahora que todavía tienes tiempo, puedas conocerle y saber lo que Él espera de ti. Oremos:

Señor Jesús: entiendo que Tú me amas y yo te necesito. No quiero dejar pasar más días, sin conocerte como el Mesías prometido, por eso hoy te invito para que vengas a vivir en mi corazón. Toma el control del trono de mi vida, perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Te doy gracias por perdonarme, limpiarme y darme una nueva vida Contigo aquí en la tierra y una eternidad a tu lado.

Un abrazo y bendiciones. 

Le conocemos para dar testimonio de su gloria

Juan declaró: Vi al Espíritu descender del cielo como una paloma y permanecer sobre él. Yo mismo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: Aquel sobre quien veas que el Espíritu desciende y permanece es el que bautiza con el Espíritu Santo. 

Juan 1:32-33. NVI.

Lectura: Juan 1:29-34.  Versículos del día: Juan 1:32-33.

MEDITACIÓN DIARIA

Palabras de Juan el Bautista; sigue en la lectura lo siguiente: “Yo lo he visto y por eso testifico que este es el Hijo de Dios” (v. 34). Ayer hablando con una señora de nuestra Congregación que hace poco tuvo una cirugía del corazón urgente, nos decía que ella estaba segura, que el Señor había mandado un ángel a velar durante su cirugía y yo le decía, que, sin duda alguna, porque estamos protegidos, tal cual lo dice el Salmo 91: “Porque él ordenará que sus ángeles te protejan en todos tus caminos.  Con sus propias manos te sostendrán para que no tropieces con piedra alguna” (Salmo 91:11-12). Y si no fue un ángel, entonces, fue el mismo Señor Jesús. Yo puedo afirmar que Él ha estado conmigo en momentos críticos. Jesús es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Manifiesta su poder y gloria a todos los suyos para que precisamente también demos testimonio de Él como el Hijo de Dios que es.

Mira lo que dijo Juan: “Yo mismo no lo conocía, pero…”. Un pero que indica un antes y un después. Tú puedes decir igual que no lo conoces y puedes hacerlo en este momento con una corta y sincera oración a Jesús. Igual que Juan consigues ‘un antes’ y ‘un después’. Te aseguro que darás testimonio de lo que el Señor hará contigo. Si te parece podemos orar; dile así:

Señor Jesús: quiero conocerte porque te necesito. Sé que moriste por mis pecados; te pido perdón por ellos. Toma mi vida; te la entrego para que seas mi Señor y Salvador. Gracias por perdonarme y permitirme tener una relación contigo. Gracias por la nueva vida que me darás aquí en la tierra y la vida eterna a tu lado. Amén.

Un abrazo y bendiciones.

¡Tú mismo vienes en pos de mí!

 Paloma mía, que te escondes en las grietas de las rocas, en las hendiduras de las montañas, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz; pues tu voz es placentera y hermoso tu semblante. 

Cantares 2:14. NVI.

Lectura: Cantares 2:14-17.  Versículo del día: Cantares 2:14.

MEDITACIÓN DIARIA

Mira, el mismo Señor te anda buscando; estés donde estés, Él desea encontrarte para escucharte y le place oír tu voz contemplando tu semblante hermoso. Además de ser el Rey y Señor de señores es tu mejor amigo, confidente, compañero. No dudes en acertarte para entablar un dialogo y decirle lo que te preocupa, te agrada, como también agradecerle porque cada día nuevo es un día más en que te regala para vivirlo. Te recomiendo buscarle en las mañanas cuando te despiertes “Antes de que el día despunte y se desvanezcan las sombras, regresa a mí, amado mío. Corre como un venado, como un cervatillo Por colinas escarpadas” (v. 17 en la lectura); y cuando ya vayas a la cama: “Dios mío, tú has sido bueno conmigo; ya puedo dormir tranquilo” (Salmo 116:7 TLA).

No tengo sino solo palabras de agradecimiento por tanto amor Tuyo hacia mí. Gracias, muchas gracias, bendito Señor; llegas a mí, solamente por tu misma invitación de venir a cuidarme para hacerme parte integral Tuya y más tarde llevarme Contigo al reino de los cielos cuando me llames a tu Presencia. Toma toda mi vida, te la entrego para que seas mi Señor y Salvador Te amo mi buen Dios.

Un abrazo y bendiciones.

Volviendo a recibir tu revelación

 

Toda la gloria sea al que nos ama y nos ha libertado de nuestros pecados al derramar su sangre por nosotros. Él ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios, su Padre. ¡A él sea toda la gloria y el poder por siempre y para siempre! Amén. 

Apocalipsis 1:5b-6. NTV.

Lectura: Apocalipsis 1:1-6.  Versículos del día: Apocalipsis 1.5b-6.

MEDITACIÓN DIARIA

Esto es lo que dice el apóstol Juan exaltando la obra de Dios Padre y de su Hijo, el Señor Jesucristo. Y es que, en verdad, quien merece todo nuestro loor y adoración es Cristo, nuestro Salvador y Redentor.

Le pido al Señor que al compartir sobre este Libro del Apocalipsis me inunde de su Espíritu y llegue directamente el mensaje al corazón de cada uno. Si soy sincera, ya hace unos años que no lo he vuelto a leer, antes lo leía muy seguido, pero ahora que hay tanta información al respecto de la mayoría de los predicadores creyendo que se avecina el tiempo final, dan sus mensajes, quizá de muy buena fe, pero también se ha especulado y se ha infundido mucho miedo. El precioso Espíritu Santo me guíe a hacerlo de la mejor manera.

Amado Señor Jesús: gracias por tu Palabra que es verdad; gracias por este Libro de Apocalipsis también llamado Revelación, donde Tú, nos invitas a leerlo y estudiarlo para tener en cuenta lo que ha de venir y estar alertas, para no presentarnos ante Ti desprevenidos. Todo lo que sea Tuyo Señor, déjalo; más quita palabras que no estén guiadas por tu Santo Espíritu. También te ruego que la primera persona en entenderlo y ponerlo en práctica sea yo. Muchas, muchas gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

Actuar a la manera de Dios y no a la manera nuestra

 

Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta, y el Señor te lo recompensará. 

Proverbios 25:21-22. NVI.

Lectura: Proverbios 25:1-28.  Versículos del día: Proverbios 25:21-22.

MEDITACIÓN DIARIA

Dios nos manda que hagamos el bien siempre: “Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos” (Gálatas 6:9 NTV.). Esto es actuar tal como lo hace Él con nosotros. No podemos discriminar a nadie sea por A o sea por B. “Pero yo digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen” (Mateo 5:44 NVI); palabras del mismo Señor Jesús. Así, que puede que no nos guste su mandato, pero es una orden y hay que cumplirla. Es más, Dios nos dice aquí en el versículo del día que, si es un enemigo, se avergonzará de su conducta, Tal vez recapacite y el Señor, que no se queda con nada guardado, nos lo recompensará. Entonces, nos queda actuar a la manera de Dios y no a la manera nuestra.

Amado Señor: siendo sinceros Contigo, bien sabes que a veces, no es tan fácil devolver bien por mal al que ha hecho daño. Sin embargo, te damos gracias porque si Tú lo dices es por nuestro propio bien y sabes exactamente hacia dónde nos conducirán estas actuaciones. Te pedimos perdón, porque en ocasiones, con el pensamiento nada más, no deseamos amar al enemigo como es tu mandato. Pon en nuestros corazones tanto el querer como el hacer por tu buena voluntad y que aprendamos a amar como lo haces a diario con cada uno de nosotros. Gracias, muchas gracias, bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

Si tienes a Jesús cualqier edad puedes disfrutar

 Si alguien llega a la ancianidad, que disfrute de cada día de vida; pero que también recuerde que habrá muchos días oscuros. Todo lo que aún vendrá carece de sentido. 

Eclesiastés 11:8. NTV.

Lectura: Eclesiastés 11:7-10. Versículo del día: Eclesiastés 11:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Muy cierto lo que dice el sabio Salomón en este versículo. Si el Señor nos ha permitido llegar a los años dorados de nuestra vida, cada día que pasa es ganancia y hay que disfrutarlo como si fuera el último.  Personalmente considero que a lo largo de esta travesía que llamamos vida, en cualquier parada o descanso podemos encontrarnos con piedras, montañas o lluvias con tormenta e incluso huracanes, que quizá nos hacen tropezar, pero tenemos al mejor de los amigos y guardianes (Jesús), quien, con su mano amorosa, nos tiende los brazos para levantarnos y poder continuar. Así que no te asombres cuando lleguen los tiempos de dificultad. Por eso también el Maestro Salomón, les dice a los jóvenes lo siguiente: “Gente joven: ¡la juventud es hermosa! Disfruten de cada momento de ella. Hagan todo lo que quieran hacer, ¡no se pierdan nada! Pero recuerden que tendrán que rendirle cuentas a Dios de cada cosa que hagan. Así que dejen de preocuparse y mantengan un cuerpo sano; pero tengan presente que la juventud—con toda la vida por delante—no tiene sentido” (vs. 9-10 en la lectura).

Por lo tanto, sean jóvenes, adultos o en plena vejez, siempre hay que recordar que nuestra vida tiene sentido desde el mismo momento en que el Señor Jesús entra a formar parte de ella. Si Tú que lees este devocional nunca has tenido una relación íntima con Jesús, te invito a que le entregues tu vida. Él es el único que puede encauzarte por donde quiera que vayas y en la edad que tengas. Si te parece te sugiero que oremos:

Señor Jesús: nunca te he invitado a mi vida, pero hoy te pido que vengas a morar en mi corazón y le des sentido a la época que estoy viviendo. Sé Tú en el centro de mi corazón dirigiendo cada uno de mis pasos y conduciéndome hacia la vida que me quieres dar aquí en la tierra. Te doy gracias porque Tú perdonas todas mis faltas y me llevas inclusive a la gloria eterna Contigo. Gracias Señor Jesús.

Un abrazo y bendiciones.

Tú Grande y Misericordioso, yo pecadora rescatada por Ti

 Juan respondió: —Yo bautizo con agua, pero entre ustedes hay alguien a quien no conocen  y que viene después de mí, al cual yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias. 

Juan 1:26-27. NVI.

Lectura: Juan 1:19-28.  Versículos del día: Juan 1:26-27.

MEDITACIÓN DIARIA

Igual podríamos decir hoy: “hay alguien a quien no conocen”, Preguntarás: ¿por qué lo dices? Y te respondo, porque el hombre, creo yo, con el avance de la tecnología está aún más alejado de Dios y poco o nada le interesa conocer quién es Jesucristo y entender cuál fue su misión al venir a la tierra. Sin embargo, yo que lo conozco y he podido entablar una relación con Él, al comprender el tamaño de su sacrificio por mí en la cruz del Calvario, digo igual que el Bautista: ‘no soy digna ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias’.

Mi Señor y mi Dios: gracias por enseñarme dos grandes verdades que deseo aplicar honestamente en mi vida: tener tristeza y a la vez responsabilidad de ver el mundo caído y en un caos total por no conocerte. ¡Utilízame en tu obra Señor! También con este devocional, me haces entender lo insignificante que soy y lo Grande y Misericordioso que Eres Tú, que siendo yo una vil pecadora, te entregaste por mí y viniste a rescatarme de las garras del enemigo. ¡Gracias, mi Señor! Ahora soy posesión Tuya y además de eso, espero gozosa Tu regreso o el irme Contigo cuando me llames a tu Presencia. Gracias, gracias, mi bendito Señor. ¡Te amo y deseo servirte de corazón!

Un abrazo y bendiciones.

Regocíjate porque el tiempo de la canción ha llegado

 

¡Mira, el invierno se ha ido y con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. Cantares 2: 11-12. NVI.

Lectura: Cantares 2:8-13.  Versículos del día: Cantares 2:11-12.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Qué hermoso y a la vez tranquilizador es saber que tenemos a un Dios que nos ama sin límite alguno! Nuestro amado Señor nos cuida y nos busca tal como lo dice aquí: viene saltando por las colinas, brincando por las montañas; de pie tras el muro espiando por las ventanas y mirando a través de las celosías. Es que su amor es tan entrañable, tan infinito, tan bondadoso, tan conquistador, tan a pesar de ser como somos, que busca la manera de encontrarnos a la hora o momento más insólito, con tal de poder tenernos cerca de Él. Quizá tu vida ha estado pasando por un invierno con lluvias tormentosas, borrascas que no paran, pero mira lo que dice el Amado: “¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa! ¡Mira, el invierno se ha ido y con él han cesado y se han ido las lluvias!  Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado!” (vs. 10-12). ¡Levántate y créele! Regocíjate porque ha llegado el tiempo de la canción. Tú como Iglesia eres su novia y Él está cuidando de ti y te invita a que ahora goces porque el cambio ha llegado.

Amado Señor: muchas gracias porque Eres Tú la razón principal de nuestra vida. Gracias por cuidar tanto de nosotros y por amarnos como lo haces Tú. ¡Amor tan grande y verdadero no lo podemos encontrar sino solamente Contigo! Gracias porque somos deseables para Ti y nos seduces con lindas palabras para aceptar tu invitación. Ahora quieres que entremos al campo florido porque ha llegado el tiempo de la alegría donde compensarás todo lo robado por el enemigo. Gracias, muchas gracias, buen Señor y Dios nuestro. ¡Te amamos y queremos dejarnos amar por Ti!

Un abrazo y bendiciones.

Perseverar en la fe, el amor y la esperanza

Pero ustedes, queridos amigos, deben edificarse unos a otros en su más santísima fe, orar en el poder del Espíritu Santo y esperar la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, quien les dará vida eterna. De esta manera, se mantendrán seguros en el amor de Dios. 

Judas 1:20-21. NTV.

Lectura: Judas 1:17-25.  Versículos del día: Judas 1:20-21.

ORACIÓN

Bendito Señor: Te rogamos que nos apartes de todo el que quiera sembrar discordia en nuestra Congregación y que por ende se burla del mensaje de salvación. Enséñanos a perseverar como discípulos fieles Tuyos; permite que seamos llenos del Espíritu Santo para edificarnos mutuamente en la fe manteniéndonos en el amor de Dios y esperando la vida eterna que el Señor Jesús vino a darnos. Pero amado Señor, tal como lo dice aquí tu Palabra, pon en cada uno de nuestros corazones, compasión por los que no están firmes en la fe y a la vez, podamos arrebatar de las garras del enemigo a los no salvos. Te damos gracias por nuestras vidas y te adoramos Dios Santo y Poderoso. ¡Que toda la honra, gloria y honor sean para Ti, único Dios y Señor! ¡Te amamos Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo!

Un abrazo y bendiciones.

Que seas Tú Señor, el centro de mis proyectos e ilusiones

Muchos son los planes en el corazón de las personas, pero al final prevalecen los designios del Señor. Proverbios 19:21. NVI.

Lectura: Proverbios 19:1-29.  Versículo del día: Proverbios 19:21.

MEDITACIÓN DIARIA

Muy bien nos los dice el Señor en su Palabra, porque así es. Nosotros hacemos planes y planes y creemos que solamente prevalece nuestro pensar, sin tener en cuenta que por encima de nuestros designios está Dios. Otros versículos también nos lo confirman: “El ser humano hace planes, pero la palabra final la tiene el Señor” (Proverbios 16:1); “Podemos hacer nuestros planes, pero el Señor determina nuestros pasos” (Proverbios 16:9. NTV).

Así que cuando las cosas no salen, no le echemos la culpa al uno o al otro, porque nada se mueve sin la voluntad de Dios. Aprendamos a depender del Señor y démosle gracias por sus designios y recordemos que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta.

Amado Señor: muchas gracias porque toda nuestra vida, proyectos e ilusiones están en tus manos y nada se mueve si Tú no lo autorizas. Gracias porque bien sé de manera personal, que si soy bendecida es para bendecir. Te ruego mi Señor que tomes en tus manos mis aspiraciones y propósitos y seas Tú mismo encauzándolos y llevándolos a feliz término. Gracias porque Tú Eres el Dueño de mi vida y mi vida te pertenece. ¡Te amo mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.

Agradecimiento al Altísimo por la vida de Samuelito

Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas. Quiero alegrarme y regocijarme en ti y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. 

Salmo 9:1-2. NVI.

Lectura: Salmo 9:1-2; 9-11.  Versículos del día: Salmo 9:1-2.

ORACIÓN

Mi buen Señor: no tengo palabras para agradecerte tanto bien que a diario traes a mi vida. Bien sé la angustia de precisamente hace un año con Samuelito y ahora verlo tan hermoso, sano y alegre. Qué buen testimonio has permitido con el bebé. Todos los especialistas que lo trataron reconocen que en su vida hubo un milagro. Su pediatra opina lo mismo. Una vez más, cuando la ciencia dice: no; Tú alzas tu voz para decir: SÍ. Lo arrebataste de la trampa del cazador y sé en mi corazón que tal como lo hiciste con el profeta Samuel, para este tu Samuel también tienes cosas maravillosas en su vida. Gracias, muchas gracias, bendito Señor y Dios. Tú reinas por siempre y desprendes tu bondad y amor tal como lo dice el Salmo porque Eres su baluarte en momentos de angustia. Jamás abandonas a los que te buscan. Cantaré Salmos a Ti y proclamaré tus proezas por doquier. ¡Te amo buen Señor y Dios!

Un abrazo y bendiciones. 

¡Cuán grande es la suma de lo que has hecho por mí!

 Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. 

Salmo 139:13-14. RVR 1960.

Lectura: Salmo 139:1-18.  Versículos del día: Salmo 139:13-14.

MEDITACIÓN DIARIA

"No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas” (vs. 15-16). “Yo te elegí antes de que nacieras; te aparté para que hablaras en mi nombre a todas las naciones del mundo” (Jeremías 1:5 TLA). “Hace mucho tiempo se me apareció el Señor y me dijo: Con amor eterno te he amado; por eso te he prolongado mi fidelidad” (Jeremías 31:3 NVI). “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para vosotros —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de daros un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11 LBLA).

Mi amado Señor: bien sé cuánto me amas aun desde antes de mi nacimiento. Me llamaste por ni nombre; me elegiste para Ti, porque desde siempre has estado conmigo. No tengo palabras para darte las gracias por tanta bondad que me has tenido. También sé muy claro que todavía me queda mucho por hacer; Tú sigues llevando bien mis días para afirmar los planes que incluso tienes para mí. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! ¡Te amo mi Señor!  Y hoy celebrando el año más de vida que me das, no puedo dejar y pasar por alto la suma del bienestar que me has ofrecido. ¡Gracias, muchas gracias, Bendito Dios y Señor mío!

Un abrazo y bendiciones.

Contemplar el amanecer es deleitarnos de tu creación

La luz es agradable; qué hermoso es ver el amanecer de un nuevo día. 

Eclesiastés 11:7. NTV.

Lectura: Eclesiastés 11:5-9.  Versículo del día: Eclesiastés 11:7.

MEDITACIÓN DIARIA

Poder apreciar el amanecer no solamente nos lleva a darle gracias al Señor por permitirnos ver la luz del sol, un día más; es también poder experimentar la grandeza de nuestro Dios al ver al astro rey: “Dios preparó un hogar para el sol en los cielos, y este irrumpe como un novio radiante luego de su boda. Se alegra como un gran atleta, ansioso por correr la carrera.  El sol sale de un extremo de los cielos y sigue su curso hasta llegar al otro extremo; nada puede ocultarse de su calor” (Salmo 19:4-6. NTV). Ver el espectáculo de su salida es más que emocionante. Yo lo he podido experimentar en los Llanos de Colombia, mi patria. Se ve tan incandescente como si fuese una gran bola de fuego que va brotando como de lo profundo de la tierra en plena sabana llanera. Igual me dicen que sucede aquí sobre el mar. Ver este espectáculo es valorar una de las maravillas de nuestro Creador.

Bendito Señor: gracias por el sentido de la vista que nos permite deleitarnos en tu hermosa creación. Gracias porque en cada nueva salida del flamante sol, nos convencemos aun sin darnos cuenta, de que gozamos de un día más de los que Tú nos permites vivir. Ver esta lumbrera mi Señor es contemplar tus maravillas puestas a disposición de todo ser humano, con el ánimo de que reconozcamos el sello Tuyo, en esta tu creación. ¡Eres Inigualable bendito Dios Creador! Si los cielos proclaman tus maravillas, ¿cómo no hacerlo yo también?

Un abrazo y bendiciones.

Todo dado por una gracia inmerecida

 De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra. 

Juan 1:16. NTV.

Lectura: Juan 1:14-18.  Versículo del día: Juan 1:16.

MEDITACIÓN DIARIA

A través del Señor Jesús, cuando lo recibimos a Él en nuestro corazón, podemos conocer el amor y la verdad de Dios. Por medio de Jesús logramos ver a Dios Padre; y gracias a Jesús, hemos recibido de su plenitud, (de toda su abundancia), y gracia sobre gracia, o sea bendición tras bendición. 

Gracias Señor Jesús porque el conocerte personalmente, me permite conocer tanto al Padre como al Santo Espíritu quien me revela cada día cosas maravillosas de tu Palabra. Gracias porque hoy entiendo cuánto me puedes dar sin merecerlo en absoluto; solamente tu maravilloso amor me puede transformar para seguirte de una manera más profunda y sincera. Quiero recibir todo lo que tienes reservado para mí. Seguro que aun no lo he obtenido totalmente, pero muchas gracias porque me has llamado a victoria y esa victoria depende absolutamente de Ti. Cada día estaré pendiente de lo nuevo que me darás; lo recibo mi Señor porque sé que es todo dado por la gracia de tenerte conmigo. ¡Te amo mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.

Su símbolo sobre mí es amor

Me llevó a la sala del banquete, y sobre mí enarboló su estandarte de amor. 

Cantares 2:4. NVI.

Lectura: Cantares 2:1-5.  Versículo del día: Cantares 2:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Sí, es el Rey quien me invita a su banquete. Primero me buscó por doquier porque su amor es inagotable y luego me lleva a sentarme a su mesa con Él. Su amor lo supera todo; no tiene fronteras. Es como dice la canción de antaño: tan alto que no puedo estar más alto que Él; tan bajo que no puedo estar debajo de Él, tan ancho que no puedo estar afuera de Él. ¡Tan grande es el amor de Dios! Y ese es el amor que viene a ofrecernos día a día. “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 8:38-39). Yo, Dora C estoy convencida de que nada me apartará de su amor y quiere hacer lo mejor para complacerlo. ¡Tenerte a Ti me basta!

Gracias mi buen Señor Jesús por permitirme llegar al Padre Celestial para conocer a través Tuyo el amor verdadero. Conocer la esencia de lo que es el amor puro. Todo lo que viniste a hacer por mí, sin siquiera merecerlo ha sido solamente tu Grandeza manifestada en mi vida. Ahora, me invitas a sentarme a diario en tu mesa donde pueda verte cara a cara y hablarte como al mejor de los amores. ¡Te amo mi Señor! ¡Que nada interrumpa mi adoración a Ti! ¡Que quede en silencio al contemplar tu hermosura! ¡Mi Señor, mi Dios, mi Rey: te amo!

Un abrazo y bendiciones.

Cambiemos la queja por alabanza

 Estos individuos son rezongones, se quejan de todo y viven solo para satisfacer sus deseos. Son fanfarrones que se jactan de sí mismos y adulan a otros para conseguir lo que quieren. 

Judas 1:16 NTV.

Lectura: Judas 1:1-16.  Versículo del día: Judas 1:16.

MEDITACIÓN DIARIA

Judas, quien era también discípulo del Señor Jesús y hermano de Santiago escribió esta Epístola, para alertar a los feligreses sobre falsos maestros dentro de la Congregación. Esto sucedía en los comienzos del cristianismo: unos asistían verdaderamente movidos por una fe inquebrantable y sincera, mientras otros no solamente se quejaban, sino que entraban a formar discordia. Al final de cuentas, el fruto brota en medio del trigo y la cizaña. No podemos negar que, en toda Congregación, los hay y la queja hace parte del desagradecimiento. Poco gusta entablar amistad con personas llenas de reproche, resentimiento y amargura en su corazón. Al contrario, ¡Qué bonito es encontrarnos con personas agradecidas! Hace mucho tiempo, me enseñaron que lo contrario de la alabanza era la quejabanza y sí que es cierto. La persona que no es agradecida vive en constante queja; para ella, todo es malo y por consiguiente lo expresa continuamente. Personalmente pienso que esta actitud trae estrés, tristeza, baja auto estima, desamor, en fin, la queja no deja nada positivo. Mi mami tenía un dicho al respecto: ‘malo porque bogas y malo porque no bogas’; así es la persona inconforme que por lo general es desagradecida.

Señor Jesús: permite que aprendamos mejor a callar en vez de estar criticando o quejándonos porque sí o porque no. Mi Señor, definitivamente pecamos mucho con la boca; perdona nuestra falta de fe y de amor a la vez. Queremos ser discípulos Tuyos con el objetivo claro de comportarnos de la mejor manera. Permite que abunde la alabanza en vez de la queja; que seamos una bandera levantada para los que nos necesitan y que todo lo que llevemos a cabo lleve el sello de tu amor y de tu misericordia. Gracias, muchas gracias, bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

Orgullo es soberbia, arrogancia y altivez

 El orgullo lleva a la deshonra, pero con la humildad viene la sabiduría. 

Proverbios 11:2. NTV.

Lectura: Proverbios 11:1-31.  Versículo del día: Proverbios 11:2.

ORACIÓN

Señor Jesús: Tú lo que más nos enseñaste y diste como ejemplo fue tu humildad. Si decimos que queremos seguirte y hacer la voluntad del Padre, debemos entonces, aprender ante todo humildad. Bien sabemos buen Señor, que la soberbia y la arrogancia no están dentro de tus planes para nosotros. Con estas actitudes no podemos decir que amamos a nuestro prójimo porque bien sabemos Señor que el que quiera ser primero debe servir; de lo contrario estaremos demostrando altivez. Buen Señor, perdóname porque no he sabido actuar de acuerdo con tu Palabra. Perdona mi arrogancia de antaño que ahora entiendo es básicamente orgullo. Un orgullo mal llevado y que en últimas no me ha dejado nada bueno. Gracias, bendito Señor; recibo tu perdón y te doy la gloria y honra por siempre. ¡Tú misericordia tampoco se agota!

Un abrazo y bendiciones.

Y su novia se ha preparado

 Si no lo sabes, la más bella de las mujeres, ve tras la huella del rebaño y apacienta tus cabritos junto a las moradas de los pastores. 

Cantares 1:8. NVI.

Lectura: Cantares 1:5-8.  Versículo del día: Cantares 1:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Si tenemos en cuenta que Cantares también se considera la relación del Señor Jesucristo con su novia la Iglesia, luego es alentarnos y desafiarnos a buscar al Señor de una manera más personal. Buscarlo en la intimidad de nuestro corazón. Entonces, como su novia, le preguntamos: “Cuéntame, amor de mi vida, ¿dónde apacientas tus rebaños?” (v. 7). Y el mismo Señor nos responde: “Si no lo sabes, la más bella de las mujeres, ve tras la huella del rebaño y apacienta tus cabritos junto a las moradas de los pastores”; somos privilegiados porque somos partícipes del rebaño. No sigamos errantes por caminos que no nos conducen hacia el Rey; hay que seguir las huellas del rebaño y para seguir esas huellas necesitamos una comunión íntima con Él. “Dichosos los que me escuchan y a mis puertas están atentos cada día, esperando a la entrada de mi casa” (Proverbios 8:34). Tenemos que estar preparados como su novia, para cuando el Señor venga nos encuentre listos, tal como dice el versículo de Apocalipsis: “¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria! Ya ha llegado el día de las bodas del Cordero. Su novia se ha preparado” (Apocalipsis 19:7).

Señor Amado: permite que día a día me enamore más de Ti; que desee esa intimidad personal a tu lado para estar preparada para el gran día. Gracias Rey de Reyes por tenerme a mí, como tu novia. Deseo estar hermosa para Ti, Rey y Señor mío. Enséñame a velar diariamente, queriendo saber y aprender en cada amanecer tus enseñanzas. Que me regocije y me alegre deseando el gran día de las bodas Contigo. ¡Te amo mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.

La bendición de dar

Comparte lo que tienes entre siete, y aun entre ocho, pues no sabes qué calamidad pueda venir sobre la tierra. 

Eclesiastés 11:2. NVI.

Eclesiastés 11:1-4.  Versículo del día: Eclesiastés 11:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Bueno, yo creo ser una persona que le gusta compartir. Mi problema radica en que nunca estoy conforme con lo que doy. Después resulto cuestionándome ¿por qué no ofrecí más? O lo hubiera podido hacer de otra forma o mejor, etc. etc.

“Unos dan a manos llenas y reciben más de lo que dan” (Proverbios 11:24). Esto sí que es cierto. Cuando tuvimos nuestra época de crisis, iban compañeros de mis hijos a estudiar o a hacer algún trabajo en nuestra casa y siempre, aunque fuera poco, compartíamos con ellos unas onces o una cena. Puedo decir con total sinceridad que el Señor se manifestaba de una manera asombrosa. De alguna parte, así fuera de familiares o amistades nos llegaba mercado, un giro o algún presente. “Den y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida con que midan a otros, se les medirá a ustedes” (Lucas 6:38).

He aprendido poco a poco que siempre hay algo para ofrecer: así sean palabras que levanten o abrazos que consuelen; una sonrisa que reanime o una mano que ayude. El Señor no se queda con nada guardado y se recibe más de lo que se da.

Amado Señor: gracias porque nos enseñas el verdadero valor del amor. Gracias Señor, porque al dar, estamos recordando también lo que Tú nos viniste a dar aquí en la tierra. El amor todo lo da; no es envidioso ni es egoísta; es bondadoso y se regocija con la verdad. Enséñanos cada día a ser mejores dadores tanto de lo material como de lo espiritual. Que con gran regocijo compartamos con el necesitado. ¡Te alabamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

Si eres fiel en lo poco te pondré en lo mucho

 —No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. 

Hechos 3: 6a. NVI.

Lectura: Hechos 3:1-10.  Versículo del día: Hechos 3:6.

MEDITACIÓN DIARIA

No voy a hablar de imponer las manos en un enfermo y esperar que el Señor lo levante, como en el caso del complemento del versículo del día. No, no es eso. Claro que, si el Señor algún día me manda que lo haga, lo haré en el Nombre de Él. Pero hoy mi devocional no es sobre esto. Es porque en esta semana que pasó me ha estado martillando mucho, el hecho de que hubiese querido dar quizá otros regalos en Navidad. A veces nos preocupamos por no actuar diferente o no dar el regalo adecuado a las personas que amamos; por lo menos a mí me sucede. Pensando y pensando, el Señor me mostró que la vida está llena de detalles y que Él es el primero en ser detallista y que me ama tanto que lo que le importa es un corazón sincero. Y es entonces, donde, el Espíritu Santo me recalcaba: “—No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy”. Tú das de lo que tienes en tu corazón. Dora recuerda que, si en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré (Mateo 25:23). Entonces, tengo que aprender a hacerlo en lo poco para que Él me ponga en lo mucho.

Y hago mi devocional sobre este tema porque incluso cuando voy a dar mi diezmo u ofrenda, me pasa. Recuerdo que en los años florecientes nuestros, yo ofrendaba bastante y después cuando de la noche a la mañana lo perdimos todo, no era capaz de dar por pensar en que era demasiado poquito. El Señor ha ido tratando poco a poco este tema conmigo. He llegado a la conclusión, o mejor Él me ha mostrado que todo se deriva de un mal orgullo en mi vida. Y por esta misma razón mi devocional de hoy.

Amado Señor: te doy gracias porque cuando te he dicho que me hagas conforme a tu voluntad y que mi carácter sea como el Tuyo, Tú vas actuando, aunque no me dé cuenta. Sí mi Señor, entiendo bien que es orgullo de mi parte y gracias porque estás tratando conmigo en esta área de mi vida. Gracias por mostrarme que a Ti te interesa es la sinceridad de corazón y que eso es lo que deseas que yo también ofrezca. No quiero defraudarte mi Señor. Gracias, muchas Gracias, por tu enseñanza mi Señor y mi Dios. ¡Te amo mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.

Nacimiento espiritual que proviene de Dios

Pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. 

Juan 1:12. NTV.

Lectura: Juan 1:10-13.  Versículo del día: Juan 1:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Nos dice la lectura que el Señor Jesús vino al mundo que Él había creado, pero el mundo no lo reconoció; incluso los de su propio pueblo lo rechazaron. Sin embargo, a los que creyeron en Él y lo recibieron, les dio el derecho de ser hijos de Dios. ¡Gloria a Dios porque yo estoy en ese grupo! Y si tú lo recibiste un día en tu corazón, también lo estás y se te dio el derecho de ser hijo(a) de Dios. ¿Un nuevo nacimiento? ¿Cómo puede suceder? Aquí está la explicación: “Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios” (v. 13). Es un nacimiento espiritual; el mismo del cual le habló Jesús a Nicodemo cuando se reunió con él: “—Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios” (Juan 3:3).

Definitivamente, no hay otra manera para alcanzar el reino de Dios. No existe otro modo de ser hijo de Dios, si no recibes a Cristo en tu vida. Te repito las mismas palabras de Jesús a Nicodemo: “Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios”. En realidad, es sencillo, pero a la vez difícil de creer; es sobrenatural. Simplemente es hablarle a Jesús y decirle que tome tu vida. ¿Deseas hacerlo? Te puedo guiar con una corta oración; lo importante es que seas sincero para orarla. Dile así:

Señor Jesús: entiendo que viniste a este mundo para que yo pudiera conocerte y de ese modo llegar a ser hijo de Dios. Gracias porque Tú moriste por mis pecados en una cruenta cruz. Te pido que me perdones y me hagas la persona que deseas que yo sea. Toma el control de mi vida y permíteme con este nuevo nacimiento el conocerte más y tener una relación más íntima Contigo. Gracias porque me darás una nueva vida aquí en la tierra y una eternidad a tu lado. Amén.

Un abrazo y bendiciones.

Que el contar de mis días tenga el sello Tuyo

 Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría. 

Salmo 90:12 NVI.

Lectura: Salmo 90:1-17. Versículo del día: Salmo 90:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Al pasar los años, muy seguramente pensemos como Moisés quien fue el autor de este Salmo. Y sí; vemos que cada día corre más rápido el reloj. Dice el Salmista que somos como un sueño; nacemos por la mañana como la hierba que al amanecer brota y florece y ya al anochecer está marchita y seca (vs. 5 y 6). ¡Qué buena descripción! Exactamente nos ocurre. También nos dice que nuestros años se esfuman como un suspiro; algunos llegamos a los setenta o quizá se llega a los ochenta. Incluso, nos hace ver que hasta en los mejores años hay dolor y problemas (v. 10).

Su conclusión entonces es un buen consejo que nos da; una oración al Señor para que nos enseñe a contar bien nuestros días. Es decir, a entender la brevedad de nuestra existencia, para que crezcamos en sabiduría. Si somos sabios, vamos a manejar de la mejor manera nuestro tiempo. Ya no lo queremos malgastar sino sacarle el mayor provecho.

Bendito Señor y Dios nuestro: gracias por enseñarnos sobre la importancia de no malgastar nuestro tiempo. Señor queremos ser sabios para actuar en el día a día de la manera más correcta. En lo personal te pido sabiduría para que mis días no pasen desapercibidos. Deseo que el nuevo mandato que Tú nos dejaste se haga realidad en mi vida. Que no solamente ame al que me hace bien sino a aquel que me ha ultrajado y censurado. Que mi día esté completamente listo para servir y amar como Tú lo hiciste. Enséñame a bendecir como Tú me bendices a mí. Que el contar de mis días tenga el sello Tuyo; así sabré que estoy haciendo las cosas bien. Gracias, muchas gracias, bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

Condúceme a tus cámaras de amor

 ¡Llévame contigo, ven, corramos! El rey me ha traído a su alcoba. 

Cantares 1:4. NTV.

Lectura: Cantares 1:1-4.  Versículo del día: Cantares 1:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien sé que este Libro de Cantar de los Cantares no es solamente para enseñarnos cómo debe ser la relación entre los esposos (hombre-mujer), sino de igual manera nos muestra la relación de Cristo con su Iglesia y más exactamente con cada uno de nosotros. Bajo esta perspectiva mi deseo es que este nuevo año sea, el de encontrarme nuevamente cara a cara con Él. Que sea el año de volver al primer amor con mi Amado Señor. Así que trataré de sacarle el mayor provecho.

“¡Llévame contigo, ven, corramos! El rey me ha traído a su alcoba”. Otra versión dice: ‘Llévame en pos de ti y corramos juntos. Mi rey me ha conducido a sus cámaras”. La relación con el Señor Jesús debe ser de manera tan íntima que es importante buscar un sitio en nuestro hogar, donde podamos hablarle sin ningún tapujo u oposición y qué mejor que nuestra propia alcoba. Déjate seducir por Él. “Lo atraje con cuerdas de ternura, lo atraje con lazos de amor” (Oseas 11:4. NVI). 

Amado Señor Jesús: sí, mi Rey, quiero estar a solas Contigo. Igual te digo: es tan agradable estar en tu Presencia y dejarme atraer con cuerdas de ternura y lazos de amor como solamente Tú puedes dar. Sí mi Señor, quiero estar a solas Contigo decirte que te amo y también recibir el amor Tuyo que da una paz sobrenatural. Gracias mi Señor. Mi oración para Ti, que este año no se me olvide el gran amor que me has tenido; que entienda y sea más consciente de la obra que viniste a hacer por mí. ¡Oh Señor, amor tan inigualable nadie más ofrece! ¡Te amo mi Señor, Dios Salvador y Rey! ¡Condúceme a tus cámaras de amor!

Un abrazo y bendiciones.

Sea o no el tiempo, hagamos la voluntad de Dios

 

Nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que va a suceder; nadie puede predecir el futuro. 

Eclesiastés 10:14. NTV.

Lectura: Eclesiastés 10:12-15.  Versículo del día: Eclesiastés 10:14.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta porción de la Biblia me deja pensando bastante en tanto predicador que anuncia estar viviendo los últimos tiempos. Yo me pregunto: ¿será que se están portando como necios? Miremos lo que antecede al versículo del día: “Los necios basan sus pensamientos en suposiciones insensatas, por lo tanto, llegan a conclusiones locas y malvadas; hablan y hablan sin parar” (v. 13). La verdad, personalmente, hay muchas cosas que me confunden. Sin embargo, pienso que los apóstoles escribieron en sus Cartas cosas como: “y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca” (Hebreos 10:25). “Ya se acerca el fin de todas las cosas” (1 Pedro 4:7). Desde el comienzo de esta era, se ha dicho cosas parecidas, pero no es así. Así que, sea o no sea; creamos que se está hablando y especulando sobre la venida del Señor más de la cuenta o no, lo importante es que vivamos vidas que agraden a nuestro Padre Celestial porque su voluntad es buena, agradable y perfecta. Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos se arrepientan (2:Pedro 3:9). Esa fue la razón por la cual mandó a su Hijo Jesús al mundo.

Jesús vino a morir por nuestros pecados, pero su tumba está vacía porque resucitó para darnos vida aquí en la tierra y vida en la eternidad. Y si tú que estás leyendo este devocional, no conoces a Jesús todavía como tu Señor y Salvador, te invito a orarle así:

Señor Jesús: gracias por entender que me amas tanto que viniste a morir por mí. Perdona mis pecados; toma el control de mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una nueva vida Contigo y una eternidad a tu lado. Amén.

Un abrazo y bendiciones.