Comparte lo que tienes entre siete, y aun entre ocho, pues no sabes qué calamidad pueda venir sobre la tierra.
Eclesiastés 11:2. NVI.
Eclesiastés 11:1-4. Versículo del día: Eclesiastés 11:2.
MEDITACIÓN DIARIA
Bueno, yo creo ser una
persona que le gusta compartir. Mi problema radica en que nunca estoy conforme
con lo que doy. Después resulto cuestionándome ¿por qué no ofrecí más? O lo
hubiera podido hacer de otra forma o mejor, etc. etc.
“Unos dan a manos llenas
y reciben más de lo que dan” (Proverbios 11:24). Esto sí que es cierto. Cuando
tuvimos nuestra época de crisis, iban compañeros de mis hijos a estudiar o a
hacer algún trabajo en nuestra casa y siempre, aunque fuera poco, compartíamos
con ellos unas onces o una cena. Puedo decir con total sinceridad que el Señor
se manifestaba de una manera asombrosa. De alguna parte, así fuera de
familiares o amistades nos llegaba mercado, un giro o algún presente. “Den y se
les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y
desbordante. Porque con la medida con que midan a otros, se les medirá a
ustedes” (Lucas 6:38).
He aprendido poco a poco
que siempre hay algo para ofrecer: así sean palabras que levanten o abrazos que
consuelen; una sonrisa que reanime o una mano que ayude. El Señor no se queda
con nada guardado y se recibe más de lo que se da.
Amado Señor:
gracias porque nos enseñas el verdadero valor del amor. Gracias Señor, porque
al dar, estamos recordando también lo que Tú nos viniste a dar aquí en la
tierra. El amor todo lo da; no es envidioso ni es egoísta; es bondadoso y se
regocija con la verdad. Enséñanos cada día a ser mejores dadores tanto de lo
material como de lo espiritual. Que con gran regocijo compartamos con el
necesitado. ¡Te alabamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario