Si no lo sabes, la más bella de las mujeres, ve tras la huella del rebaño y apacienta tus cabritos junto a las moradas de los pastores.
Cantares 1:8. NVI.
Lectura: Cantares
1:5-8. Versículo del día: Cantares 1:8.
MEDITACIÓN DIARIA
Si tenemos en cuenta que
Cantares también se considera la relación del Señor Jesucristo con su novia la
Iglesia, luego es alentarnos y desafiarnos a buscar al Señor de una manera más
personal. Buscarlo en la intimidad de nuestro corazón. Entonces, como su novia,
le preguntamos: “Cuéntame, amor de mi vida, ¿dónde apacientas tus rebaños?” (v.
7). Y el mismo Señor nos responde: “Si no lo sabes, la más bella de las
mujeres, ve tras la huella del rebaño y apacienta tus cabritos junto a las
moradas de los pastores”; somos privilegiados porque somos partícipes del
rebaño. No sigamos errantes por caminos que no nos conducen hacia el Rey; hay
que seguir las huellas del rebaño y para seguir esas huellas necesitamos una
comunión íntima con Él. “Dichosos los que me escuchan y a mis puertas están
atentos cada día, esperando a la entrada de mi casa” (Proverbios 8:34). Tenemos
que estar preparados como su novia, para cuando el Señor venga nos encuentre
listos, tal como dice el versículo de Apocalipsis: “¡Alegrémonos y
regocijémonos y démosle gloria! Ya ha llegado el día de las bodas del Cordero. Su
novia se ha preparado” (Apocalipsis 19:7).
Señor Amado:
permite que día a día me enamore más de Ti; que desee esa intimidad personal a
tu lado para estar preparada para el gran día. Gracias Rey de Reyes por tenerme
a mí, como tu novia. Deseo estar hermosa para Ti, Rey y Señor mío. Enséñame a
velar diariamente, queriendo saber y aprender en cada amanecer tus enseñanzas.
Que me regocije y me alegre deseando el gran día de las bodas Contigo. ¡Te amo
mi Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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