sábado, 30 de abril de 2016

Asombrados por tu amor



Sin embargo, como está escrito: Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman. 
1 Corintios 2:9.


Lectura: 1 Corintios 2:1-16.  Versículo del día: 1 Corintios 2:9.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Bendita esperanza! Tengo la certeza plena, que estoy entre los que le aman y por consiguiente esta Palabra es para mí. Al igual, deseo del mismo modo que sea para ti.
Creo que lo que Dios nos tiene preparado empieza desde esta vida porque el Señor Jesús afirmó: “yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10b). Es entonces, una vida plena con un propósito definido. Un propósito que quizá todavía  no conocemos, pero que tiene el sello de Dios en todas las áreas. Y si es en todas las áreas, nos asombraremos de su poder y de su manera de obrar en nosotros.
También hay otra promesa respecto a lo dispuesto: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11). Ni alcanzamos a imaginar, lo que nos tiene ya preparado. Por eso en las oraciones, es bueno dar gracias por lo que todavía no ha llegado porque sin falta llegará. Igualmente, incluir que nos asombre cada día más con su bondad. No nos desanimemos: Dios está con nosotros y va marchando adelante llevando la batuta. ¡Preparémonos para dejarnos asombrar por Él!

Amado Señor: Tú más que nadie sabes y conoces nuestros anhelos, propósitos y necesidades. Los tiempos tuyos no son los nuestros y así lo entendemos. Pero por tu inmensa bondad y misericordia te pedimos que disminuyas los tuyos. Ven y haznos saber cuáles son tus planes para que no nos cojas fuera de base y satanás se robe la gloria que te pertenece. ¡Gracias buen Dios! ¡Te amamos y bendecimos tu Nombre! ¡Aleluya, aleluya!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 29 de abril de 2016

El don del servicio



No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas. Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. 
Hechos 6:2-3.


Lectura: Hechos 6:1-7.  Versículos del día: Hechos 6:2-3.

MEDITACIÓN DIARIA

Definitivamente los dones son regalos adicionales de Dios por obra del Espíritu Santo en cada persona. Dentro de estos dones, el del servicio tiene ciertas características que lo hacen notable porque quien lo posee, tiene un toque de buena voluntad, alegría, ánimo y deseo de ser instrumento en medio de los hermanos de la congregación. Ahora, no por esta disposición se tiene que cargar al que lo ofrece aumentándole sus oficios. En esto también se debe ser sabio.
Creo que muchos desechan este don porque lo ven insignificante, sin tener en cuenta que es muy valioso puesto que así sea una Iglesia pequeña la carga será más leve para los pastores, a quienes les corresponde difundir la Palabra de Dios y ministrar en los discípulos y fieles (v. 7). Todo esto está cimentado en la buena organización; hacer todo decentemente y con orden (1 Corintios 14:40), guiados de verdad por el Espíritu Santo. Por lo tanto también está el saber delegar. A muchas personas no les gusta encomendar funciones porque consideran que los demás no saben hacerlas como ellos. Es un error que demuestra prepotencia y orgullo.
Cada uno como miembro de nuestra Comunidad, busquemos aquello para lo cual tenemos aptitud y pongámosla al servicio del Señor. Recordemos que el Señor siendo Dios, nos dejó el ejemplo de servir y dijo: “el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás; así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:27-28).

Amado Señor: Te damos gracias por los dones y talentos con los que nos has dotado. Permite que aquellas habilidades que tenemos y aun no las hemos explorado, salgan a la luz y podamos disponerlas para el bien de la Iglesia y de nuestros hermanos. Gracias por tu Santo Espíritu quien es el portador de tantas dádivas. ¡Te amamos precioso Espíritu de Dios!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 28 de abril de 2016

Una obra completa y detallada




Unidos a Cristo ustedes se han llenado de toda riqueza, tanto en palabra como en conocimiento. 
1 Corintios 1:5.


Lectura: 1 Corintios 1:4-31.  Versículo del día: 1 Corintios 1:5.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando tenemos al Señor Jesús en nuestras vidas, estamos llenos de toda riqueza y conocimiento. No pensemos que es solamente la riqueza espiritual o material; todo lo que nos llega es añadidura  a nuestra salvación, como lo es el conocimiento y la bondad de  Dios. Personalmente conocí el caso de un joven cristiano, quien por razones económicas no había tenido acceso a casi ningún estudio. Sin embargo, un día se levantó para dar testimonio de cómo el Señor había llenado su vida al punto, que lo llevó hasta la cima y lo puso como líder de otros que quizá tenían más estudio que él.
Es que estar unido a Cristo, es aprender de Él; compartir de Él y enseñar de Él. Es, en una palabra: ejercer su llamamiento. La Biblia es la respuesta a toda pregunta; y cuando la leemos, la memorizamos, la meditamos y la practicamos estamos adquiriendo un conocimiento mayor que quizá nunca conocimos. Por eso dice precisamente aquí más adelante: “Destruiré la sabiduría de los sabios; frustraré la inteligencia de los inteligentes” (v. 19). El Señor desea que todo el que se acerque a Él, se deje moldear.  Será una vasija nueva, adornada con colores que brillen y atraigan; lista para prestar el  servicio para el que fue formado, y será su orgullo.  Por eso, “Hermanos, consideren su propio llamamiento: No muchos de ustedes son sabios, según criterios meramente humanos; ni son muchos los poderosos ni muchos los de noble cuna.  Pero Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos. También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es,  a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse” (vv. 26-29).

Amado Señor: Te damos gracias porque no solamente eres nuestro Dios y Salvador, sino porque también penetras hasta lo profundo de nuestras áreas, llenándolas con tu presencia,  sabiduría, gozo e inteligencia. Queremos no defraudarte y que puedas mostrar al mundo, la obra completamente realizada en cada uno.

Un abrazo y bendiciones.