sábado, 9 de abril de 2016

¡En Ti esperamos Señor!




Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. 
Lamentaciones 3:21-22.

Lectura: Lamentaciones 3:1-30.   Versículos del día: Lamentaciones 3:21-22.

MEDITACIÓN DIARIA

Jeremías en medio de su aflicción tiene bien presente lo que es el amor del Señor; tiene la seguridad de nunca acabarse al igual que su compasión. Y es que esa es una de las esperanzas de todos los cristianos cuando estamos en problemas. Sabemos que tenemos al Dios que todo lo puede; al que prometió nunca dejarnos ni desampararnos. “Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo: El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!” (vv. 23-24). Definitivamente ¿si no lo hace Él de quién más podemos esperarlo? El Señor es el único que no cambia de parecer, que es verdaderamente confiable y además como nos lo confirma y aclara el apóstol Pablo: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?” (Romanos 8:32).
Así que en momentos de tribulación, lo mejor es esperar calladamente el consuelo del Señor (v. 26 en la lectura). Hay que aprender también a recibir tanto lo bueno como lo malo (Job 2:10). Y hay que dar gracias en toda situación, sea agradable o no (1 Tesalonicenses 5:18).  “porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré; jamás te abandonaré” (Hebreos 13:5).

Amado Señor: Gracias te damos por saber y entender que cada nuevo amanecer trae consigo tus nuevas bondades. Como te lo preguntaba Pedro, ahora nosotros, los tuyos, igual lo hacemos: ¿A quién más iremos Señor? ¡Tú lo eres todo! Solamente Tú que nos conoces y sabes nuestro caminar. Solamente Tú puedes llevarnos y darnos generosamente todas las cosas. Enséñanos a buscar las respuestas en la quietud de la calma recordando tus proezas anteriores, alabándote y agradeciéndote el gran amor y compasión que nos has tenido. ¡En Ti esperamos Señor! ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.  

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