viernes, 31 de diciembre de 2021

Gracias, muchas gracias Señor por este 2021 que termina

El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! 

Lamentaciones 3:22-23. NVI.


Lectura: Lamentaciones 3:19-24.  Versículos del día: Lamentaciones 3:22-23.


MEDITACIÓN DIARIA


Al ver correr este año 2021 con altibajos como fue; no puedo dejar de exclamar como Jeremías: ¡muy grande es su fidelidad! Así es: su amor, su compasión, su misericordia, su bondad jamás se agotan. Un año para levantar la mirada hacia el Señor y decirle: gracias, muchas gracias mi Señor. ¡Tu fidelidad es grande! Un año donde hubo errores cometidos con experiencias aprendidas. Un año en que amigos y familiares partieron para siempre. Un año de momentos alegres como tristes también. De todas maneras, si fueron días difíciles, el mismo Señor se encargó de levantarnos. Al final, nos mostró que no solamente eso era su voluntad, sino que, además lo permitió porque era lo mejor. ¿Y qué de nosotros? ¿Le hemos cumplido al Señor? Creo que fueron tantas las veces que le fallamos que precisamente su bondad y misericordia no cambian; porque si dejamos de ser fiel, Él sigue siéndolo (Romanos 3:3-4).


Dios: ¡Tú has sido bueno con nosotros! No podemos dejar terminar este año sin darte las gracias porque hemos visto tu amor. Jamás nos has dejado. Podemos acostarnos abrumados pero el nuevo amanecer Contigo es renovador. Tus bondades nos levantan y con tu fidelidad emprendemos la jornada. Señor, bendito Señor: no tenemos más que decirte gracias, gracias. Muchas gracias buen Dios y Señor nuestro.


LES DESEO A TODOS UN FELIZ AÑO 2021 EN CRISTO JESÚS.


Un abrazo y bendiciones.

jueves, 30 de diciembre de 2021

El año llega a su fin y por donde quiera que pasas está lleno de bendiciones

 Tú coronas el año con tus bondades, y tus carretas se desbordan de abundancia”. Salmo 65:11 NVI.


Lectura: Salmo 65:1-13.  Versículo del día: Salmo 65:11


MEDITACIÓN DIARIA


Dice el Salmo que la alabanza le pertenece a Dios y a Él se le deben cumplir los votos porque escucha las oraciones. “Tú, oh Dios y Salvador nuestro, nos respondes con imponentes obras de justicia; tú eres la esperanza de los confines de la tierra y de los más lejanos mares” (v. 6). Definitivamente sí, sí y sí; la fidelidad del Señor es tal que en ocasiones me siento abrumada de tanto amor y misericordia derramada, aun sin merecerlo.

Es el Señor quien va regando poco a poco nuestro caminar y con sus cuidados nos va preparando el campo. “Rebosan los prados del desierto; las colinas se visten de alegría. Pobladas de rebaños las praderas, y cubiertos los valles de trigales, cantan y lanzan voces de alegría” (vv. 12-13). Él tiene tantas maneras de hacerse notar. Con el Señor no hay pierde. Alabémoslo y honremos su Nombre. ¡Hay tanto favor recibido durante este 2021 para agradecer!


Amado Dios: no hay palabras para expresarte nuestro agradecimiento en este año que termina. Hemos visto tu mano prodigiosa levantándonos; tomando nuestros tiempos de tristeza y devolviéndonos el gozo Tuyo. Hemos visto también cómo encauzas nuestro andar, de manera que las fichas se mueven al vaivén de tu pasar, sólo para darnos lo mejor de Ti. Gracias, muchas gracias mi Señor. El año llega a su fin y por donde quiera vemos tus grandes bendiciones. ¡Tu Nombre sea exaltado por siempre! ¡Nuestra alabanza te pertenece!


Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Dejemos al Señor actuar como el Rey que es

Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se enfureció y mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores, de acuerdo con el tiempo que había averiguado de los sabios. 

Mateo 2:16. NVI.


Lectura: Mateo 2:13-18.  Versículo del día: Mateo 2:16.


MEDITACIÓN DIARIA


Según la historia, este rey es nombrado como Herodes el Grande y bien le cabe el adjetivo, porque era grande en deseos de poder el cual lo llevó a ser grande en crueldad y maldad, al punto que pensando que el niño nacido sería el rey de los judíos mandó asesinar a todos los niños menores de dos años, de Belén y sus alrededores. Entonces un ángel del Señor se le apareció a José en sueños y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo” (v. 13). Así que José obedeció la orden del ángel.

Reflexionemos sobre el tema: le dijimos a Jesús cuando lo conocimos, que lo aceptábamos como nuestro Señor y Salvador; aceptamos que era el Rey de reyes, pero muy fácilmente lo bajamos del trono y lo usurpamos también. Es más, en ocasiones pareciese que nuestra oración no fuera de: ‘haz tu voluntad’ sino ‘haz mi voluntad’. También nuestra naturaleza pecaminosa nos hace perder el objetivo con el Señor y las ansias de poder y de riqueza nos alejan del verdadero propósito que Él nos tiene. Que la lectura de hoy nos sirva para dejar al Señor actuar como el Rey que es. Oremos:


Amado Jesús: perdona la cantidad de veces que te hemos despojado del trono de nuestra vida para volver a ocuparlo permitiendo que sea nuestro ego dirigiendo lo nuestro. Límpianos buen Señor y retoma Tú nuestras vidas. Haznos las personas que deseas que seamos para que el plan de vida que nos has preparado, se lleve a cabo. Pon un espíritu obediente en cada uno de los escogidos para Ti. ¡Te amamos Señor!


Un abrazo y bendiciones.

martes, 28 de diciembre de 2021

¿Qué le ofreces al Rey, Dios y Señor?

Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra. 

Mateo 2:11. NVI




Lectura: Mateo 2:1-12.  Versículo del día: Mateo 2:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Los sabios procedentes de Oriente, denominados tradicionalmente como magos, llegaron a Belén siguiendo la estrella vista. Al verlo, se postraron, lo adoraron y le regalaron oro, incienso y mirra. Bien entendieron ellos que no era un niño como el común; el oro ofrecido era un regalo típico ofrecido a los reyes; simboliza señorío y grandeza, Bien sabían que era el Rey de reyes (1 Timoteo 6:15). El incienso era símbolo del sacerdocio que representaría siendo el Cordero inmolado por el pecado de toda la humanidad (Juan 1:29); un homenaje supremo a su divinidad. Y la mirra entregada como hombre que también era; anuncio a los padecimientos como Redentor. Resumiendo: oro como Rey, incienso como Dios y mirra como hombre.

¿Tú qué deseas ofrecerle? Mira, si algo quiere el Señor Jesús es tu propia vida; tu corazón arrepentido reconociéndolo a Él como el Hijo de Dios que es, que se hizo hombre para salvarte de las garras del pecado y del infierno. ¿Cómo se lo puedes ofrecer? Simplemente hablándole, diciéndole con tus propias palabras lo que significa toda su esencia para ti. Te sugiero una oración; si te parece la puedes repetir o busca la tuya propia:


Señor Jesús: vengo ante Ti reconociendo que Eres el Rey de reyes y Señor de señores; que Eres el hijo de Dios muerto y resucitado; que viniste a este mundo a llevar todo el peso de mis pecados. Perdóname Señor. Te entrego mi vida para que vengas a morar en mí y seas mi Señor y Salvador personal. Hazme una persona nueva en Ti. Muchas gracias Jesús por hacerlo y escuchar mi oración. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

lunes, 27 de diciembre de 2021

También adoremos al Rey de Gloria y Majestad

 Porque han visto mis ojos tu salvación, que has preparado a la vista de todos los pueblos: luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. 

Lucas 2:30-32. NVI.


Lectura: Lucas 2:21-35.  Versículos del día: Lucas 2:30-32.


MEDITACIÓN DIARIA


José y María llevaron el niño a Jerusalén para presentarlo en el templo, según lo decía la ley y cumplieron con todo lo establecido (vv. 21-24). El Espíritu Santo le había revelado a Simeón, un hombre justo y bueno que no moriría sin ver antes al Mesías. Ese día, el Espíritu lo guio hacia el templo. Cuando sus padres llegaron con el niño, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios diciendo: “Según tu palabra, Soberano Señor, ya puedes despedir a tu siervo en paz. Porque han visto mis ojos tu salvación” (vv. 29-30). Sí, sí. Dios cumple lo que promete y Simeón vio su promesa cumplida. “Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la madre de Jesús: ‘Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición, a fin de que se manifiesten las intenciones de muchos corazones. En cuanto a ti, una espada te atravesará el alma” (vv. 34-35). Este buen hombre profetizó exactamente lo que sucedería con el Señor Jesús y lo que sufriría María al ver el padecimiento y muerte de su hijito Jesús.

No solamente Simeón habló del niño Jesús. Una profetisa llamada Ana que había enviudado muy joven, permanecía desde ese tiempo en el templo y empezó a hablar del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén (vv. 36-38). Adoremos al Rey Celestial; al Mesías prometido que vino a redimirnos.


Soberano Señor: es asombroso ver cómo Tú vas encajando todos los planes prometidos y a tu manera. Gracias porque no solo les permitiste ver y palpar al Mesías prometido a Simeón y a Ana, sino a tenerlo en el corazón todos aquellos que también aceptan tu redención. Gracias Padre Eterno. Gracias mi Jesús, muchas gracias porque desde tu mismo nacimiento no has hecho más que bendecirnos. ¡Te adoramos oh Rey de Gloria y Majestad!


Un abrazo y bendiciones.

sábado, 25 de diciembre de 2021

Jesús: el Salvador que necesita esta tierra

 

Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. 

Isaías 9:6. NVI


Lectura: Isaías 9:1-7.  Versículo del día: Isaías 9:6.


MEDITACIÓN DIARIA


El profeta Isaías había anunciado como quinientos años atrás, el nacimiento del Niño Jesús. Y dice la lectura que Dios honrará a Galilea, tierra de paganos. Un pueblo que andaba en completa oscuridad. Sería allí en Nazaret donde el Señor Jesús empezaría su ministerio.

El pueblo cristiano está de fiesta celebrando el nacimiento de Jesús. Sin embargo, ahora reina más la costumbre o la tradición, pero si vamos al fondo de la lectura, el nacimiento del Señor en Belén, honró más tarde a una tierra de paganos: Galilea. En los tiempos actuales, la tecnología desarrollada y los avances científicos desvían a las personas de lo que en realidad celebramos. Las mismas sociedades de consumo venden más la imagen de Santa, del árbol de Navidad, de los regalos sin fin e incluso de la misma cena y se olvida el verdadero significado de lo que celebramos en esta fecha.

Mi reflexión va para que todos los cristianos que profesamos el amor al Señor Jesús empecemos a proclamar al Salvador que es y que puede cambiar vidas cuando le abrimos la puerta de nuestra vida. La tierra toda está envuelta en completa oscuridad; así que sea donde sea que vivamos es el momento de anunciar que el Niño nacido es Jesús de Nazaret, el Salvador enviado por Dios y profetizado desde tiempos antiguos. El mundo necesita un Salvador; todos lo necesitamos. Jesús es el puente para reconciliarnos con Dios Padre. Los invito a orar:


Señor Jesús: Tú Eres el Salvador enviado por Dios para que el mundo volviera nuevamente a tener una relación perfecta de Padre e hijo. Pon en cada uno de los Tuyos el ser obediente a tu mandato y llevar el mensaje de salvación a toda creatura. Permite Señor que, si hay una persona que esté leyendo este devocional, pueda encontrarse Contigo y decirte sinceramente que te necesita como Señor y Salvador de su vida. Te agradezco mi Señor y te doy toda la honra y gloria a Ti que Eres el Consejero admirable, el Dios fuerte, el Padre eterno, el Príncipe de paz. La Trinidad Divina completa en Ti. ¡Que los cielos proclamen tu Gloria y la tierra se regocije en tu amor!


Un abrazo y bendiciones.

viernes, 24 de diciembre de 2021

Doble regalo: Jesús y su paz inigualable

Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad. 

Lucas 2:14. NVI.


Lectura: Lucas 2:13-20.  Versículo del día: Lucas 2:14.


MEDITACIÓN DIARIA


El Niño esperado por cuatro mil años llega a la tierra. Hay júbilo en el cielo; multitud de ángeles alaban y proclaman a Dios. Y para los hombres en quienes Dios se complace: paz.  Otras versiones dicen: “¡Paz en la tierra a todos los que gozan de su favor!” (v. 14 RVC). Esto me hace pensar que la paz que nos ofrece el Señor es muy diferente a la que el mundo pregona. Nuestra paz, es la que sobrepasa todo entendimiento y solo es para los hijos del Señor.

Ahora entiendo la vez que mi vida estaba pasando por una situación bien crítica y el Señor me dijo: ‘Busca la paz y síguela’ (Salmo 34:14); y en el Evangelio de Juan: “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden” (Juan 14:27). Si la quiero más explicativa: “Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo” (Juan 14:27 NTV). Claro, es un precioso regalo. No solo necesitamos saber que el Señor nos da su paz, sino que la graba en el corazón. ¡Qué belleza! El Salvador viene a nosotros y aparte de esto, nos da su paz; ¡doble regalo! Es admirable ver cómo Dios obra completamente en cada uno de quienes lo buscan; en cada quien ha aceptado y recibido a Jesús como su Salvador personal.

Hoy en Navidad es costumbre hacernos regalos mutuamente; pero miremos, Dios nos manda el mejor regalo que podamos tener y ese es Jesús. Y de ñapa nos ofrece también una paz inigualable.


Amado Señor: no tenemos palabras para agradecerte tanto favor de tu parte. Eres el Dios por excelencia, que nos brinda amor, perdón, reconciliación, paz y salvación. ¡Con razón te aman y te dan todo loor a Ti Rey y Señor! Nosotros nos unimos a los coros celestiales para alabarte y adorarte: ¡Gloria a Dios en el cielo más alto y paz en la tierra para aquellos en quienes Dios se complace!


¡Feliz Navidad para todos! Permítele a Jesús nacer en el pesebre de tu corazón.


Un abrazo y bendiciones,

Dora C.

jueves, 23 de diciembre de 2021

Una muy buena noticia para ti y para todos

Pero el ángel les dijo: No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. 

Lucas 2:10. NVI.


Lectura: Lucas 2:8-12.  Versículo del día: Lucas 2:10.


MEDITACIÓN DIARIA


Esto fue lo que el ángel del Señor les comunicó a los pastorcitos que estaban cuidando sus rebaños. Ellos se asustaron al verlo; pues la gloria del Señor los envolvió en su luz (vv. 8-9).  ¿Cuál fue la buena noticia? “Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor” (v. 11).

Una muy, muy buena noticia no solo para los pastorcillos; igualmente lo es para todos. ¡Y qué gran alegría! Ha nacido el Salvador, que es Cristo el Señor. Por más que estés en medio de fiestas y jolgorio, no puedes olvidar que lo importante de la Navidad es el nacimiento de Jesús. No fue Santa, ni el arbolito, ni los regalos, ni mucho menos la cena. Es Jesús; el Hijo de Dios hecho hombre. La buena noticia es para ti, para mí, para todos lo que deseen darle un campito en el pesebre del corazón y permitan que el Salvador venga a morar en sus vidas.


Amado Dios: gracias por habernos mandado un Salvador para que viniera a librarnos de las garras del pecado y de la muerte. Bendito Señor Jesús, te entregamos nuestras vidas. Abrimos el pesebre de nuestro corazón para que vengas a anidar ahí. Gracias porque Eres Tú, el Salvador de la humanidad. Enséñanos a compartir esta buena noticia para que los que no te conocen lleguen al portal de sus vidas y allí te den cabida dejándote habitar con ellos. ¡Eres Grande Señor Jesús! Muchas gracias por venir al mundo.


Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 22 de diciembre de 2021

¡Ven a nuestras almas, ven Señor Jesús!

Mientras estaban allí, llegó el momento para que naciera el bebé. María dio a luz a su primer hijo varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos. 

Lucas 2:6-7. NTV.


Lectura: Lucas 2:6-7.  Versículos del día: Lucas 2:6-7.


MEDITACIÓN DIARIA


No hubo lugar para el Rey de reyes y Señor de señores en la posada. Nuestro buen Señor tuvo que nacer en un humilde pesebre junto a las mulas que se abrigaban allí. Debió ser duro para José quien tomó su buen papel de padre adoptivo del niño Jesús, tocar y tocar puertas para sentirse rechazado y al final, ir a parar al único sitio posible para nacer el Salvador de la humanidad.

¡Qué buen ejemplo para todos! Vivimos en un techo con calor, comida y vestido; sin embargo, por el más mínimo detalle nos quejamos y queremos más. Nos cuesta acoplarnos a lo que tenemos. Si miramos, el Señor nos ha bendecido mucho más de lo esperado. No debería de haber campo para las exigencias y el descontento. Que aprendamos con esta porción de la Palabra de Dios a tener contentamiento. Démosle gracias a Dios por la vida, la salud, los bienes materiales, la familia y las amistades. Aprendamos a ser agradecidos.


Amado Señor Jesús: desde tu mismo nacimiento Dios Padre permitió que en tu naturaleza humana albergaras la humildad para darnos ese ejemplo. Señor Jesús, si Tú no tuviste lujos ni tu nacimiento fue con derroche de ostentaciones y pompas, enséñanos a vivir dichosamente con todo lo que nos has dado. A Ti te calentaron unas pajas; a nosotros cobijas y sábanas. Señor inunda nuestro corazón de pajas para que también puedas venir a morar Tú en medio de esas pajitas. Somos nosotros los que necesitamos ahora del calor, la ternura y el amor Tuyo. Como dice el cántico navideño: ¡Ven a nuestras almas, ven Jesús, no tardes tanto!


Un abrazo y bendiciones. 

martes, 21 de diciembre de 2021

Es el Señor quien debe dirigir nuestros pasos

 Como José era descendiente del rey David, tuvo que ir a Belén de Judea, el antiguo hogar de David. Viajó hacia allí desde la aldea de Nazaret de Galilea. Llevó consigo a María, su prometida, quien estaba embarazada. 

Lucas 2:4-5. NTV.


Lectura: Lucas 2:1-5.  Versículos del día: Lucas 2:4-5.


MEDITACIÓN DIARIA


Augusto César era el emperador de Roma y decretó un censo en todo el Imperio romano. Así que todos iban a inscribirse a su pueblo natal. Por eso José se tuvo que desplazar de Nazaret, ciudad de Galilea a Belén de Judea.

A veces no entendemos cuando Dios está juntando todas las fichas de tal manera, que al final queda completo el rompecabezas. Esto fue exactamente lo que hizo el buen Dios respecto al nacimiento de Jesús: el Salvador vendría de la simiente de David y él era de Judea; pues había nacido en Belén. Así se cumpliría también la profecía (Miqueas 5:2).  

Durante mi vida cristiana he visto muchas situaciones donde he podido ver la mano del Señor moviéndome hacia alguna parte donde he creído que ese era su propósito, para al final hacerme llegar al que justo tenía que ser. Por eso es que me gusta el pasaje que dice: “Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!” (Isaías 55:8-9 NVI). Y es que volvemos a lo mismo: ¿quiénes somos nosotros para decirle a Dios lo que tiene que hacer? Él es Soberano; nosotros sus siervos.

Jesús desea nuestro bienestar, pero debemos dejarlo actuar libremente. Los planes de Él son más altos que los nuestros. Es el Señor quien debe dirigir nuestros pasos.


Señor Jesús: no sé por qué a veces tenemos la tendencia a ayudarte.  Se nos olvida que Eres Tú quien diriges nuestro andar, para guiarnos al mejor de los caminos. Vuelve Jesús a tomar el control de nuestra vida y enséñanos a acatar tu voluntad como es tu deseo. Gracias bendito Señor por tendernos siempre tu mano y no dejarnos caer si tropezamos, para levantarnos y llevarnos por el camino correcto de acuerdo a tus planes. ¡Te amamos Señor!


Un abrazo y bendiciones.  

lunes, 20 de diciembre de 2021

Alabemos y adoremos al Dios que vino a salvarnos

Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a redimir a su pueblo. Nos envió un poderoso Salvador en la casa de David su siervo. 

Lucas 1:68-69 NVI.


Lectura: Lucas 1:67-80.  Versículos del día: Lucas 1:68-69.


MEDITACIÓN DIARIA


La lectura se refiere al cántico profético de Zacarías cuando nació su hijo Juan el Bautista. Él no solamente por las palabras dadas por el ángel Gabriel alaba y bendice a Dios en su cántico; igualmente por revelación del Espíritu Santo, reconoce a Jesús como al Salvador, que vendría a redimir al pueblo de Israel y a toda la humanidad.

La razón de la Navidad es celebrar juntos el nacimiento del Hijo de Dios, pero sin olvidar que ese Niñito se convirtió en nuestro Salvador. Jesús nació, murió en una cruenta cruz y fue resucitado. El Verbo se hizo hombre: “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14). Era necesario que por amor al hombre pecador Dios, nos mandase un Salvador (Romanos 5:8). El Verbo eterno se hizo hombre para redimirnos del pecado.

Ahora, nosotros que lo conocemos y contemplamos su gloria, nos corresponde alabarle y adorarle porque somos parte de esa redención. Jesús, nuestro Salvador merece todo honor, honra y gloria. Alabemos y adoremos al Dios que vino a salvarnos. Al Rey de reyes y Señor de señores. ¡A Él adoremos!


Amado Jesús: gracias porque viniste al mundo a rescatarnos de las garras del pecado. Reconocemos que Eres el Señor y Salvador de nuestras vidas y queremos rendirte toda la adoración que solamente te pertenece. Perdona las veces en que se nos olvida tu Señorío y queremos cambiar los papeles sentándonos en el trono dudando de tu amor, tu misericordia y perdón. Gracias por perdonarnos y mostrarnos nuestra falla. Llévanos nuevamente de tu mano y no nos sueltes bendito Jesús.  ¡Eres un Dios inigualable! ¡Bendito Salvador!


Un abrazo y bendiciones.

sábado, 18 de diciembre de 2021

Seguir el ejemplo de José

 Pero, cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 

Mateo 1:20-21. NVI.


Lectura: Mateo 1:18-25. Versículos del día: Mateo 1:20-21.


MEDITACIÓN DIARIA


Dice la lectura que María estaba comprometida para casarse con José, pero como resultó embarazada, José para no avergonzarla quiso romper el compromiso en privado. Mientras pensaba en todo esto, un ángel del Señor se le apareció en un sueño y le dijo que no temiera casarse con María porque ella estaba embarazada por obra y gracia del Espíritu Santo. Y José, así lo hizo.

Bueno, yo he podido conocer hombres que miran más a fondo el corazón de la mujer e inclusive han adoptado sus niños como si fueran los propios. Sin embargo, todavía quedan muchos que, en vez de apoyarlas, las juzgan y destrozan completamente. Los hay también, quienes, si tienen solo hijas mujeres, por ignorancia le echan la culpa a ella de no engendrar varones. Todos estos hombres deberían de seguir el ejemplo de José. Bien es cierto, que por este tiempo en Occidente ya no se tilda ni señala tanto a la mujer por quedar en embarazo antes del matrimonio. Si nos remontamos a la época de María y José, no solamente se le señalaba, la mujer era lapidada. Creo que en el islamismo todavía sucede algo parecido.

Este devocional se lo dedico a mi esposo, que precisamente ayer estaba de cumpleaños; y se lo dedico porque mis dos hijos mayores fueron de mi matrimonio anterior y él los ha tratado y amado exactamente como lo hace un padre con sus hijos biológicos.  


Amado Señor: gracias por la enseñanza que nos dejas a través de José. Gracias porque él fue un hombre justo delante de Ti y actuó con cordura frente al embarazo de María. Mi Señor: también te doy las gracias por mi esposo, porque no solamente te busca diligentemente, si no que ha sido un verdadero padre para mis hijos. Gracias, muchas gracias Señor y Dios. Te ruego que bendigas su vida y permitas que cada día crezca más en tu perfecto amor.  Definitivamente, Tú haces obras maravillosas cuando nos disponemos a buscarte con corazón sincero y arrepentido. ¡Te alabo y te exalto Señor Dios Poderoso y Misericordioso!


Un abrazo y bendiciones.

viernes, 17 de diciembre de 2021

¡Santo es su Nombre!

Entonces dijo María: Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Santo es su nombre! 

Lucas 1:46-49. NVI.


Lectura: Lucas 1:46-56.  Versículos del día: Lucas 1: 46-49.


MEDITACIÓN DIARIA


María abre su corazón para glorificar a Dios, después de recibir la noticia de ser escogida como madre de el Salvador. Con un corazón agradecido, nos enseña que lo valioso en la vida del cristiano es su relación personal con el Señor Jesús. Su sencillez y humildad nos hace ver que la dicha no proviene de lo material sino de lo espiritual. Ella aparece libre de la ansiedad y de la incertidumbre. Siente completamente la presencia no solo de Dios Padre; lleva en su seno a Jesús; el Dios hecho hombre y sabe que fue Dios Espíritu Santo quien se posó sobre su vientre para gestar al Hijo de Dios.  El tiempo de la espera para el pueblo de Israel se ha cumplido y María lo ha entendido muy bien.

Ya es hora de que tú mires a Dios igual que lo hizo María. Seguro que tienes muchas bendiciones por las que alabar y adorar a Dios. El Señor se goza con la alabanza de su pueblo y una de las primeras cosas por hacer, es darle gracias porque sin merecerlo también se ha dignado mirarnos con ojos de bienestar y de misericordia.   


Amado Dios: es imposible dejar pasar los días sin admirar tu grandeza y poder, obrando en cada uno de los que elegiste para Ti. Gracias por contarnos entre ellos. Gracias porque sin ameritar ni justificar nada para llegar hacia Ti, nos has amado con el amor eterno de un Buen Padre y has permitido que te conozcamos a través de tu amado Hijo Jesús. Gracias Señor Jesús; es ahora tu Santo Espíritu quien nos dirige y lleva por el mejor camino para andar. Amada Trinidad: ¡Te amamos y por siempre proclamamos: ¡Santo es tu Nombre!


Un abrazo y bendiciones.

jueves, 16 de diciembre de 2021

Bájate del trono para que se siente Jesús

—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho. 

Lucas 1:38. NVI.


Lectura: Lucas 1:34-38.  Versículo del día: Lucas 1:38.


MEDITACIÓN DIARIA


Cada vez que leo esta parte del Evangelio de Lucas, no hago más que admirar a María. Definitivamente, por eso Dios la escogió: por su humildad. Aparte de eso, considero que se sabía muy bien las Escrituras y era una mujer devota.

Podemos decir que la bendita virgen María fue la primera persona en recibir a Cristo en su corazón. Se declaró como sierva del Señor y se puso en sus manos. En ningún momento titubeó o pensó cómo iría a afrontar la situación. Especialmente sabía que estaba comprometida con José y cómo le explicaría lo sucedido. Ella fue sabia y con gran discernimiento dejó todo en manos de Dios. Por eso dijo: “Aquí tienes a la sierva del Señor”. Se declaró su sierva, entendiendo la grandeza de Él y que solamente ella era un instrumento en sus manos.

María es un gran ejemplo para todos. Nos cuesta darle el puesto que merece al Señor. Y si se lo damos, pronto se nos olvida que Él es el Dueño y Señor de nuestras vidas y fácilmente lo despojamos del trono para volvernos a sentar nosotros. A veces prima más el intelectualismo, los pergaminos cosechados, los logros alcanzados y las posiciones adquiridas que reconocer ante el Señor que somos sus siervos. Quizá es hora de bajarnos de ese pedestal que es nuestro EGO y cederle el trono a Jesús nuestro Señor. Oremos:


Señor Jesús: hoy entiendo que te necesito. Toma el control del trono de mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea. Te acepto como mi único y suficiente Señor y Salvador. Reconozco que Eres el Hijo de Dios muerto y resucitado; perdona mis pecados y dame una nueva vida Contigo. Gracias Señor Jesús.


Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Imposible contender con Dios

Reconozco tu gran poder; nadie puede impedirte llevar a cabo tus planes. 

Job. 42:2 TLA.


Lectura: Job 42:1-6.  Versículo del día: Job 42:2.


MEDITACIÓN DIARIA


Le he estado preguntando al Señor muchas cosas y entonces, me remonté al Libro de Job porque recordé que él después de presentar a Dios su inocencia y darle la palabra a Eliú, un joven que había escuchado los argumentos de los tres amigos de Job, Dios le habló directamente. El Señor le responde a Job preguntándole: “¿Quién eres tú para dudar de mi sabiduría, si sólo tonterías has dicho?” (Job 38:2 ). Así que después de haber cuestionado Dios a Job sobre su sabiduría, Job reconoce el poder de Dios y entendiendo que es imposible frustrar sus planes, humildemente agacha la cabeza para darle la razón y pedirle perdón: “Tú preguntas quién soy yo, que siendo un ignorante he puesto en duda tu sabiduría. Reconozco que he dicho cosas que no alcanzo a comprender, cosas que son maravillosas y que en realidad no conozco”; “Así que retiro lo dicho, y te ruego me perdones” (vv. 3 y 4).

Creo que a eso llegamos todos cuando nos hemos sincerado con Dios cuestionándolo, creyéndonos nosotros tener la razón, sin comprender que sus planes son más altos que los nuestros; que sus obras son maravillosas. También concluimos que somos unos ignorantes al poner en duda su conocimiento. El Señor terminó su lección conmigo llevándome a Isaías: “Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos” (Isaías 55:9 NTV). ¿Qué tengo que hacer? Esperar y confiar en el Señor. No tengo otra alternativa. Imposible contender con Dios.


Amado Dios: Es difícil contender Contigo porque no salimos bien librados. Gracias por hacerme entender que Eres Tú quién diriges y no soy yo. Eres Tú quien llevas el timón y sabes exactamente hacia dónde conducirnos. Perdona Señor mi intrepidez y dame un corazón humilde y agradecido por tanto bien recibido y que, en un momento de ceguera eché todo a rodar. Alabo buen Dios y bendigo tu Nombre.


Un abrazo y bendiciones.

martes, 14 de diciembre de 2021

La profecía se cumplió

No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 

Lucas 1:30-31. NVI.


Lectura: Lucas 1:26-38.  Versículos del día: Lucas 1:30-31.


MEDITACIÓN DIARIA


Dice el Evangelio de Lucas lo siguiente: “A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María” (vv. 26-27). Así la profecía se estaba cumpliendo: “Por eso, el Señor mismo les dará una señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel” (Isaías 7:14).

La Palabra de Dios está llena de profecías acerca de Jesús de Nazaret. Dios nos prometió un Salvador desde el mismo momento en que se produjo la caída: “Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón” (Génesis 3:15). La promesa de un Salvador que vendría de la simiente de la mujer y que destruiría a la serpiente. Este Salvador que es el Señor Jesús vencería a Satanás en la cruz.

¿Cómo no creer en sus promesas y profecías? Quizá a veces las cosas no nos salen como las esperamos o como entendimos que el Señor nos las prometió. No por esto podemos decir que su Palabra no es veraz. Dios cumple lo que promete; lo que pasa es que sus tiempos no son los nuestros y en ocasiones, al no ver cumplidas sus promesas creemos derrumbarnos. Hay que esperar y saber esperar confiando en que el Señor lo hará, tal como lo hizo con el anuncio del nacimiento de Jesús.


Amado Dios: Tú nos prometiste un Salvador y así sucedió. Gracias porque a través de lo prometido nos viniste a salvar de las garras del pecado y esto vale mucho. Yo te ruego Padre que pongas gozo en mi corazón, aunque a veces no vea el cumplimiento de las promesas que tienes para mí. Enséñame a acatar tu voluntad que siempre es buena, agradable y perfecta. ¡Bendito Eres Papito Dios!


Un abrazo y bendiciones.

lunes, 13 de diciembre de 2021

Salvos por la fe en Cristo Jesús

Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. 

Efesios 2:8-9. NVI.


Lectura: Efesios 2:1-10. Versículos del día: Efesios 2:8-9.


MEDITACIÓN DIARIA


A raíz de escuchar a personas que creen que la salvación es por realizar obras de misericordia, resolví hacer este devocional. Somos salvos por regalo de Dios. Esto quiere decir que la salvación es un don; algo que nos ofrecen, que nos dan, sin pedir nada a cambio.

Mediante la fe ¿en quién? En Jesucristo. Fue Jesús quien vino hace dos mil años a la tierra para cumplir con la obra de Dios Padre para la humanidad. La Biblia que es la Palabra de Dios nos enseña que es necesario recibir a Cristo en el corazón. Todos somos creaturas de Dios, pero no todos, hijos de Dios. “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios” (Juan 1:12). Se nos concede el derecho como hijos de Dios, cuando aceptamos a Jesús en nuestras vidas. No existe ningún otro camino; ni por obras, ni por mediación de algún santo, ni siquiera por medio de María. La bendita virgen María, fue una mujer excepcional, pero jamás el puente para llegar a Dios. “Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” (Juan 14:6 NTV).

Pensarás entonces, que no tienes que hacer obras, no; de ninguna manera, precisamente haces las obras porque ya conoces a Jesús el Salvador. “La fe sin obras es muerta” (Santiago 2:14). Teniendo en cuenta estos versículos que son Palabra de Dios, no tenemos más que entregarle la vida al Señor Jesús para alcanzar la salvación. Te invito a hacerlo en estos momentos:


Señor Jesús: yo te necesito, te abro la puerta de mi vida y te la entrego para que seas mi Señor y Salvador. Gracias porque me enseñas que no puedo salvarme por obras sino solamente por la fe en Ti quien fuiste quien moriste en la cruz por mí. Perdona mis pecados; toma el trono que yo ocupo y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una nueva vida Contigo. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

sábado, 11 de diciembre de 2021

Más sobre creerle a Dios y a su Palabra

 El ángel le dijo: —No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. 

Lucas 1:13. NVI.


Lectura: Lucas 1: 5-25.  Versículo del día: Lucas 1:13.


MEDITACIÓN DIARIA


Zacarías era un sacerdote de Judea descendiente de Aarón. No tenían hijos porque Elisabet era estéril y ambos de edad avanzada. Cuando él estaba quemando incienso en el santuario se le apareció el ángel Gabriel para decirle que ya había sido escuchada su oración y por lo tanto tendrían un hijo a quien llamarían Juan (vv. 5-13). El ángel prosiguió: “Tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento, porque él será un gran hombre delante del Señor. Jamás tomará vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde su nacimiento”. (vv. 14-15).

Zacarías dudó y no creyó; por lo tanto, se quedó mudo hasta ver el cumplimiento de lo anunciado. Al volver a su casa Zacarías, su esposa quedó embarazada. Vemos que para Dios no existen los imposibles. Dios cumple lo que promete y nosotros no tenemos más que decir: ‘amén’ y ‘gracias Señor’.  Esto es un refuerzo a mi devocional de ayer. Hay que creer, llamando a lo que no se ve como si ya existiera.

Le doy gracias al Señor porque me sigue enseñando y cimentando mi fe en Él y sus promesas. ¡Gloria sea a Él!


Amado Señor: te damos gracias por continuar tu obra en cada uno de los tuyos. Gracias porque Eres Tú mismo el encargado de ir aumentando nuestra confianza en Ti. No lo merecemos Señor, pero nos tienes paciencia y por tu gran amor, poco a poco nos consolidas en la fe fijando los principios y bases que nos has dejado en tu Palaba. Bendito Señor, No permitas que nos dejemos engañar por el maligno y dudemos de lo que has reservado para nuestra vida. ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!


Un abrazo y bendiciones.

viernes, 10 de diciembre de 2021

Llamar lo que no es como si fuese

Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. 

Hebreos 11:1. NVI.


Lectura: Hebreos 11:1-19.  Versículo del día: Hebreos 11:1.


MEDITACIÓN DIARIA


Quise volver a hacer mi devocional sobre la fe porque ayer al caminar en la mañana, estuve hablando con el Señor y bueno, a veces recuerdo a Gedeón que le puso señales a Dios para estar seguro, de sí era su voluntad utilizarlo para salvar a Israel, como se lo había prometido. Entonces yo, le había dicho en otra mañana al Señor hace alrededor de un mes que si encontraba en el campo de Golf una pelotita de las de jugar era porque mi hijito Juan Manuel y familia vendrían. Las pelotitas ya casi no se ven porque ese campo está cerrado y muy de vez en cuando, hay una que otra persona jugando. Así que no hay prácticamente pelotitas por ahí. Resulta que ese día, yo encontré una pelotita y me puse contenta. Era la confirmación de que sí vendrían.

Así que en mi charla de ayer en la mañana recordé lo de las pelotitas y le dije al Señor: ¿por qué me habías confirmado que si vendrían Gordis y familia y no llegaron? El Caso es que seguí caminando y vi a lo lejos algo pequeño y blanco; me acerqué y era un huevito pero roto, de pajarito creo yo. Lo extraordinario es que ahí cerca pero como escondidas entre el pasto había dos pelotitas. Sentí que el Señor me estaba reforzando mi petición y por eso puso ante mis ojos dos pelotitas. Las recogí y seguí caminando. Más adelante divisé nuevamente dentro de un bunker algo blanco que desde lejos tenía la forma de un carrito de juguete. Pensé que algún niño lo había dejado y me acerqué; cuando llegué al sitio era una hoja blanca con un hueco, pero como en forma de carro. Entonces, el Señor me dijo: ¿te das cuenta? Creíste que era un carro y no lo era. Así es la fe. Tienes que empezar a llamar las cosas que no son como si fuesen. ¡Claro! Dije yo; tal como hizo Abraham. “Así que Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran”; “Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido” (Romanos 4:17b y 20-21).

Pienso que mi salida de ayer estuvo basada en la lección que me dio el Señor sobre mi fe. Les dejo la inquietud a cada uno y que saquen sus propias conclusiones y reflexiones.


Señor Jesús:  gracias porque me muestras a través de detalles lo débil que es mi fe. Te ruego Señor me enseñes a entenderla del mismo modo que lo hizo Abraham; sin dudar de Ti y sin titubear que Tú tienes todo el poder para crear cosas nuevas.


Un abrazo y bendiciones.


jueves, 9 de diciembre de 2021

La verdadera alegría y felicidad están en dar

Los que aman el dinero nunca tendrán suficiente. ¡Qué absurdo es pensar que las riquezas traen verdadera felicidad! 

Eclesiastés 5:10. NTV.   


Lectura: Eclesiastés 5:8-20.  Versículo del día: Eclesiastés 5:10.


MEDITACIÓN DIARIA


Si la felicidad también se comprara, no habría gente millonaria, con lujos desbordantes pero solitarias e infelices. Por lo general, los ricos son humillativos; más en Latinoamérica. Infortunadamente hay muchos que han acumulado riqueza o los que llamamos ‘levantados’ que la consiguen de un momento para otro y no saben apreciar lo que Dios les ha dado. Se creen amos y señores de los que les trabajan o simplemente de los que están a su lado, humillándolos y despreciándolos (vv.8-9). No; Dios no da las riquezas para eso. Si se tiene la dicha de tener mucho, no hay que olvidarse del necesitado. Dice también la lectura que entre más se tiene, también habrá los que le harán gastar mucho más (vv. 10-11a). “Por lo tanto, ¿de qué sirven las riquezas? ¡Quizás solo para ver cómo se escapan de las manos!” (v. 11b). ¡Sí que es verdad eso! A veces sucede que, así como llega de rápido el dinero, también se esfuma.

Por eso, la gente honrada, trabajadora vive más tranquila y yo podría decir más feliz, que el rico que lo posee todo. Termina la lectura diciendo: “Aun así, he notado al menos una cosa positiva. Es bueno que la gente coma, beba y disfrute del trabajo que hace bajo el sol durante el corto tiempo de vida que Dios le concedió, y que acepte su destino. También es algo bueno recibir riquezas de parte de Dios y la buena salud para disfrutarlas. Disfrutar del trabajo y aceptar lo que depara la vida son verdaderos regalos de Dios” (vv. 18-19). Por lo tanto, si Dios nos bendice con riqueza, recordemos que no estamos solos y que hay más dicha en dar que en recibir. Aprendamos a disfrutar de ella, pero con la mirada siempre puesta en el amor que el Señor nos manda ofrecer. La riqueza no es para acapararla sino para compartirla. Eso sí trae alegría y felicidad.


Señor Jesús: gracias por enseñarnos en tu Palabra lo que en realidad vale la pena tener. Cuando nos bendigas con suficiente riqueza, queremos que nuestro corazón esté siempre con el necesitado y que de esta manera podamos no solo dar ayuda material sino espiritual. Por ahora Señor, queremos compartir lo que nos das con los menesterosos. Gracias, gracias bendito Dios. ¡Te amamos Señor!


Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 8 de diciembre de 2021

No hay uno solo que haga lo bueno

 Pero todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!”

Salmo 53:3 NVI.


Lectura: Salmo 53:1-6.  Versículo del día: Salmo 53:3.


MEDITACIÓN DIARIA


A veces se cree que el hacer buenas obras, es ser bueno. O que, con no hacerle mal a nadie, ya basta e incluso se piensa que, por pertenecer a alguna religión, ya se está salvo. La noticia es que nada de esto sirve. La Biblia que es la Palabra de Dios, habla muy claro y dice: “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). El hombre es pecador. Y si dice que todos, es todos. Ni siquiera podemos excluir de esto a los niños. Ellos también tienen la naturaleza pecaminosa. Por eso mismo: “No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!”.  Más adelante también en la Carta a los Romanos Pablo nos enseña que: “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23a).

Pero hay una muy buena noticia: Dios, en su infinito amor, nos envió a su Hijo Jesús para que viniera a morir en nuestro lugar. Con Él podemos reconciliarnos con Dios porque precisamente es el puente establecido para llegar a Dios Padre. Por eso continúa el versículo de arriba así: “Mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Romanos 6:23b). La solución está en las manos: hay que recibir a Cristo como Señor y Salvador personal. “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios” (Juan 1:12). También nos dice: “que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo” (Romanos 10:9-10). Justificados por la fe en el Señor Jesucristo. Teniendo en cuenta lo anterior, te invito a orarle a Jesús:


Señor Jesucristo: yo confieso con mi boca y creo en mi corazón que Eres el Hijo de Dios muerto y resucitado. Hoy decido aceptarte en mi vida como mi Señor y Salvador. Perdona mis pecados y hazme de acuerdo a tu santa voluntad. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una vida nueva Contigo.


Un abrazo y bendiciones.

martes, 7 de diciembre de 2021

Hay que saber creer y esperar convencidos de su poder

Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido.

 Romanos 4:20-21. NVI.


Lectura: Romanos 4:1-25.  Versículo del día: Romanos 4:20-21.


MEDITACIÓN DIARIA


¡Qué gran ejemplo nos da Abraham! Aun sabiendo que él ya tenía como cien años y que Sara además de ser estéril ya se le había pasado el tiempo de poder fecundar, creyó. “Contra toda esperanza, Abraham creyó y esperó” (v. 18). No solamente creyó, sino que supo esperar. Nosotros podemos creer, pero no sabemos esperar o peor, ni creemos ni esperamos.

Cuando Dios nos da una promesa nunca nos engaña. Él no miente: “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho Él, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá?” (Números 23:19 LBLA). Si el Señor lo ha dicho lo hará y lo cumplirá.

Así que si tienes una promesa guardada que no ves todavía su cumplimiento; es hora de empezar a darle gracias al Señor por lo prometido, creyéndole a Él y esperando su tiempo.


Amado Señor: gracias porque tus promesas son ‘sí’ y ‘amén’. No nos dejes titubear ni desanimarnos porque Tú tienes poder para cumplir lo que has prometido. Señor, te necesitamos en momentos de debilidad para que con tu Santo Espíritu nos fortalezcas y nos des la seguridad de que Tú mueves las fichas de manera magistral, para darnos lo que nos has prometido, pero todo en el tiempo tuyo. Enséñanos a esperar confiados en Ti porque Eres Fiel y Amoroso. Gracias, muchas gracias buen Señor.


Un abrazo y bendiciones.