Entonces serías una bendición a las naciones del mundo, y todos los pueblos vendrían y alabarían mi nombre.
Jeremías 4:2. NTV.
Lectura: Jeremías 4:1-6. Versículo del día: Jeremías 4:2.
MEDITACIÓN DIARIA
¿Quieres ser una
bendición para las naciones? No lo pongamos extenso; al menos ser bendición con
los que nos rodean. Yo estoy convencida que el amor al prójimo nos conduce a
ser bendición. Y hay algo muy importante: la generosidad; el compartir no
solamente el mensaje de salvación sino también dando de lo mismo que hemos
recibido, es un buen testimonio para que el mundo vea en nosotros los cristianos
la diferencia y se acerquen al Dios de la vida; al Señor Todopoderoso. “renuncien
a su orgullo y a su poder. Cambien la actitud del corazón ante el Señor” (v.
4). Así es; para servir al Señor no se puede pensar en orgullos ni en poderes.
La actitud del corazón tiene que ser de humildad; de lo contrario no se puede
amar tal como nos lo manda el nuevo mandamiento (Juan 13:34).
Señor Jesús:
queremos ser bendición para los que nos rodean. Enséñanos a dar sin exigir nada
a cambio, tal como lo haces Tú con nosotros. Que comprendamos el verdadero
fruto del amor y entreguemos de nuestra parte todo lo que encierra en sí esa
palabra como bien sea generosidad, amabilidad, sinceridad, fraternidad y ante
todo humildad. Gracias bendito Señor por llevarnos de tu mano y experimentar el
gozo que da, hacer las cosas a la manera Tuya. ¡Te adoramos bendito Dios y
Señor nuestro!
Un abrazo y bendiciones.