Yo he venido como una luz para brillar en este mundo de oscuridad, a fin de que todos los que pongan su confianza en mí no queden más en la oscuridad.
Juan 12:46. NTV.
Lectura: Jun
12:37-50. Versículo del día: Juan 12:46.
MEDITACIÓN DIARIA
A pesar de encontrarnos
en un mundo turbulento donde los valores cristianos se están desmoronando cada
día más rápido, el hombre no busca a Dios; se retrae más y más en sus cosas; lo
absorbe la tecnología y espera más la aprobación humana que la de Dios (v. 43).
“Eso era precisamente lo que el profeta Isaías había predicho: Señor, ¿quién ha
creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el Señor su brazo poderoso?” (v.
38). El Señor les ha cegado los ojos y endurecido el corazón (v. 40). Jesús es
la luz del mundo y quiere darnos su luz para que no andemos más en oscuridad.
Sin embargo, ¿cuánta ceguera espiritual hay? “No voy a juzgar a los que me oyen
pero no me obedecen, porque he venido para salvar al mundo y no para juzgarlo. Pero todos los que me rechazan a mí y rechazan
mi mensaje serán juzgados el día del juicio por la verdad que yo he hablado”
(vv. 47-48).
Así es. El Señor Jesús
vino para salvar al mundo, pero si se rechaza su mensaje de salvación se
pierden de gozar esta bendita gracia y la vida eterna; mejor dicho: están
perdidos. Es el momento de buscar a Jesús y dejarse guiar por su luz; este
mensaje de salvación es para ti. Si tu deseo es aceptarlo, te invito a orar para
que lo recibas en tu vida y Él se encargará con su Santo Espíritu de dirigirte
a toda verdad. Oremos:
Señor Jesús:
entiendo que viniste a morir por mis pecados y no quiero seguir en oscuridad. Hoy
decido aceptar lo que hiciste por mí en la cruz del Calvario. Toma el control
del trono de mi vida; te la entrego para que seas mi Señor y Salvador. Hazme
brillar con tu luz para que sea la persona que deseas que yo sea. Gracias por
perdonarme, limpiarme y darme la vida eterna Contigo, amén.
Un abrazo y bendiciones.
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