¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando todavía estaba con ustedes en Galilea.
Lucas 24:5-6. NVI.
Lectura: Lucas 24:1-12. Versículo del día: Lucas 24:5-6.
MEDITACIÓN DIARIA
El domingo siguiente después
de la muerte del Señor Jesús, las mujeres que lo seguían fueron al sepulcro a
llevar especias que habían preparado; encontraron que la piedra había sido
retirada y el cuerpo del Señor no estaba. Mientras estaban allí se presentaron
dos hombres con ropas resplandecientes y les preguntaron: “¿Por qué buscan
ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado!”. ¡Gloria
a Dios! El Señor no se quedó en la tumba, su tumba está vacía. Ningún otro
puede decir lo mismo; solo el Señor Jesús se levantó de entre los muertos. Su
muerte nos libró del pecado y su resurrección nos dio la vida eterna.
Así como ellas fueron a
contar a los once discípulos lo que había sucedido y ellos no creyeron sucede
en la actualidad, se rehúsan a creer en el que fue muerto y resucitado: el Señor
Jesús. Bien nos dice el apóstol Pablo que si Cristo no resucitó vana sería
nuestra fe (1 Corintios 15:14). Su victoria ante la muerte nos da la seguridad
de una vida eterna a su lado. La resurrección de Jesús nos afirma la fe, la
esperanza y el amor.
Señor Jesús:
muchas gracias por todo lo que hiciste por mí no solo con tu muerte cruenta en
la cruz del Calvario sino también por tu resurrección que es el motor que mueve
mi fe. Señor permite que esa fe mía sirva para llevar a otros a tus pies. Oro
porque ellos también entiendan la grandeza de tu amor al venir a morir por toda
la humanidad para el perdón de pecados, y que también entiendan el grandioso
milagro de tu resurrección para darnos vida y vida eterna. ¡Tú vives para que
nosotros también vivamos! ¡Te adoramos bendito Señor! ¡Toda la gloria es para
Ti!
Un abrazo y bendiciones.
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