sábado, 29 de septiembre de 2018

La restauración cambia nuestro rostro


Restáuranos, oh Dios Todopoderoso; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y sálvanos. 
Salmo 80:7. NVI.

Lectura: Salmo 80:1-19.   Versículo del día: Salmo 80:7.

MEDITACIÓN DIARIA

Hermoso Salmo pidiendo al Señor por la restauración del pueblo judío; tal parece, que hace alusión al tiempo en que estuvieron cautivos en Babilonia. Si lo aplicamos a nuestras vidas, también podemos decir que el atravesar aflicciones y penas difíciles, nos hacen humillados o sometidos a personas o entidades bien sea por deudas o por la misma situación vivida. Igual como el Salmista clamamos: “¿Hasta cuándo, Señor Dios Todopoderoso, arderá tu ira contra las oraciones de tu pueblo?  Por comida, le has dado pan de lágrimas; por bebida, lágrimas en abundancia. Nos has hecho motivo de contienda para nuestros vecinos; nuestros enemigos se burlan de nosotros” (vv. 4-6). Creo que nadie puede ufanarse de no haber vivido situaciones parecidas: unos en el campo físico, otros en el financiero y hasta en el área emocional; y es ahí cuando volteamos los ojos al Dador de la vida para clamarle por nuestras angustias.
Cuando por fin llega el momento de la restauración, nuestras acciones demuestran regocijo y paz. El rostro que es el primero en demostrar las dificultades cambia totalmente; se llena de júbilo y las facciones se distensionan. La restauración nos da júbilo, alegría, gozo, paz y bienestar. Cuando llega esa bendita restauración podemos mostrar una cara feliz, que rebosa en optimismo y agradecimiento a Dios. Aprendamos a ser agradecidos con nuestro buen Dios. Si no fuera por los momentos de crisis vividos no podríamos dar fe en lo que Él es capaz de hacer. Toda tribulación se convierte en motivo de exaltación de su poder y de su fidelidad.

Amado Señor: Sí, hemos estado cautivos en medio de desiertos secos y sedientos, pero Tú siempre nos has respondido con amor y misericordia para restaurarnos y llevarnos hacia un camino despejado, limpio y sosegado. Gracias bendito Señor porque tu fidelidad nunca se agota. Oro por las personas que hoy se encuentran atrapadas en enfermedades, deudas, atravesando el dolor de una pérdida familiar o crisis de divorcio, para que ellas vuelvan los ojos hacia Ti,  vean tu mano protectora sobre sus vidas, y sus rostros cambien el dolor por alegría. Gracias buen Dios.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 28 de septiembre de 2018

Solamente Tú eres Dios y Señor


Por eso, despójate de lo pagano que hay en tu corazón, y ya no seas terco. Porque el Señor tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores; él es el gran Dios, poderoso y terrible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos. 
Deuteronomio 10:16-17. NVI.

Lectura: Deuteronomio 10:10-22.  Versículos del día: Deuteronomio 10:16-17.

MEDITACIÓN DIARIA

Si eres parte del pueblo de Dios, por lo tanto, estás en la tierra prometida. Así que ya es hora de no seguir con todas esas prácticas que solías hacer. “Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor” (Deuteronomio 18:10-12). Dios demanda de ti, toda tu atención hacia Él. Olvídate de las prácticas paganas que hasta ahora has venido haciendo. Puedes pensar que jamás has dejado a Dios porque simplemente practicas una religión, pero Dios quiere de ti, mucho más. Él desea toda tu atención. Todo lo escrito en el Antiguo Testamento está corroborado en el Nuevo. El Señor te permitió conocerle para que también lo proclames como Dios de dioses y Señor de señores; para que lo ames con todo el corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas (Marcos 12:30). Si lo haces de esta manera, no tienes por qué tener otros dioses. Ya es hora de dejar atrás todo lo que te aleje de Él.
Recuerda que el Señor Jesús vino a salvarte del pecado y a darte libertad (Juan 8:32). Si en verdad reconoces a Jesús como tu Dios, tu Señor y Salvador, no vuelvas a tus prácticas de antaño.

Amado Señor: Enséñame a no ser terco(a) y sentarme en mi propia opinión desconociendo lo que dice tu Palabra. Hoy confieso que he sido débil y no me he despojado de prácticas paganas que me alejan de Ti. Señor Jesús, deseo conocerte plenamente para gozar de la libertad que solamente Tú puedes darme. Toma mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonar mi infidelidad y mi pecado de idolatría. Reconozco que solamente Tú eres Dios, Señor y Salvador. ¡Te amo Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 27 de septiembre de 2018

La verdadera amistad sabe corregir


Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa. 
Proverbios 27:6.

Lectura: Proverbios 27:1-27.  Versículo del día: Proverbios 27:6.

MEDITACIÓN DIARIA

No es fácil recibir reprimendas o exhortaciones de parte de alguien y menos de amigos, pero debemos aprender a ser objetivos y honestos con nosotros mismos. Analizar que muy seguramente, sí estamos fallando y aceptar como un bien su reprensión. Igual cuando se es verdadero amigo, podemos llegar a la persona con mucho amor y desinterés para hacerle entender que no es correcto su proceder. “Más vale ser reprendido con franqueza que ser amado en secreto” (v. 5). Lo que quiero decir es que la sinceridad debe ser recíproca dentro de la amistad y dentro de esa sinceridad está contemplada la confianza para saber alegrarnos en las buenas, entristecernos en las malas y para hablar o escuchar en el momento indicado.
También dice: “El perfume y el incienso alegran el corazón; la dulzura de la amistad fortalece el ánimo” (v. 9). La amistad es un regalo maravilloso; por tanto, nos corresponde actuar así: “Ama siempre a Dios y sé sincero con tus amigos; así estarás bien con Dios y con tus semejantes” (Proverbios 3:3-4 TLA). La verdadera amistad sabe corregir.

Amado Señor: Gracias por las personas que has puesto a nuestro lado como amigos. Oramos por ellas y te pedimos humildad para recibir sus reprensiones entendiendo que desean nuestro bien. Del mismo modo, permite que cuando veamos que no están haciendo lo correcto, tengamos el suficiente valor y discernimiento para llamarles la atención con el debido respeto y amor que lo harías Tu. Gracias por tu Palabra y tu enseñanza. ¡Te alabamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Tú lo decides Señor


Un hombre que tenía lepra se le acercó, y de rodillas le suplicó: —Si quieres, puedes limpiarme. 
Marcos 1:40. NVI.

Lectura: Marcos 1:40-45.  Versículo del día: Marcos 1:40.

MEDITACIÓN DIARIA

Yo no digo que el Señor tiene la obligación de sanarnos, pero sí estoy segura de que Jesús vino a darnos salud y medicina. También tengo la certeza de que creo en un Dios fiel y misericordioso y que me puedo acercar con toda confianza para decirle: ‘si quieres puedes sanarme’. Creo también que el Señor es soberano y que yo solamente soy barro en sus manos. En mi caso, el Señor lo ha hecho en dos ocasiones frente a mi salud. Hoy solo puedo decir que solamente por su infinita misericordia, me ha sacado del borde de la muerte y me ha dado vida nuevamente. Sin embargo, cuando Él decida llevarme estaré lista para partir hacia mi nueva morada. No puedo creer que voy a pasar por encima de mi Señor, como exigiéndole: ‘me tienes que sanar’.
Humildemente debemos acercarnos a Jesús como aquel hombre leproso; reconocer su autoridad y poder, y reconocer igualmente que no somos nada. Solo tenemos nuestra propia vida para entregársela y someternos a su voluntad que es buena, agradable y perfecta. Oro para que el Señor te responda: “—Sí, quiero. ¡Queda limpio!” (v. 41b). La decisión está en sus manos.

Amado Señor: Te doy gracias por tu inmensa bondad y amor derramado. Quiero decirte con todo mi corazón que mires la aflicción de mis amigos y hermanos y si deseas sanarlos, te lo agradezco inmensamente. Mi Señor, si decides lo contrario, solo te ruego que permitas que ellos te hayan conocido y partan gozosos hacia la patria celestial Contigo. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 25 de septiembre de 2018

Tus caminos son los correctos


Santos, oh Dios, son tus caminos; ¿qué dios hay tan excelso como nuestro Dios? 
Salmo 77:13. NVI.

Lectura: Salmo 77:1-20.  Versículo del día: Salmo 77:13.

MEDITACIÓN DIARIA

El camino del Señor es perfecto. Él sabe exactamente por donde conducirnos, qué sendas abrirnos y cuáles cerrarnos. “Tú eres el Dios que realiza maravillas; el que despliega su poder entre los pueblos” (v. 14). Muchas veces creemos que Dios nos cambia los planes porque no nos da el gusto que queremos, pero no es así. En su infinito poder y sapiencia, el Señor sabe muy bien qué nos conviene y qué no. Cuando salimos del Llano en mi Colombia amada, yo lloraba, peleaba con Dios, lo cuestionaba y no entendía esa intención. Más tarde me di cuenta que ese era el momento exacto para emigrar hacia la capital del país porque de lo contrario alguno de la familia hubiera resultado muerto o secuestrado. Con razón dice Pablo: “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito” (Romanos 8:28).
“Prefiero recordar las hazañas del Señor, traer a la memoria sus milagros de antaño. Meditaré en todas tus proezas; evocaré tus obras poderosas” (vv. 11-12). Sí; eso es lo que debemos hacer en esas circunstancias: tener el convencimiento de que, si el Señor actuó con poder en aflicciones anteriores, sabe por qué nos traslada a otra parte dejando a un lado nuestra zona de confort. No nos desanimemos. Busquemos la gracia a través del problema que estamos viviendo. Dios nos ama tanto que jamás sus planes son de calamidad. Además, sus caminos no son los nuestros y son correctos.

Gracias bendito Señor por indicarnos el camino y cambiar nuestros planes para colocar los tuyos. Enséñanos a acatar tu voluntad y a no dejarnos llevar por falsas opiniones ni temor alguno. Gracias por estar tan pendiente de nosotros cuando ni siquiera somos dignos de bien alguno. ¡Te alabamos y glorificamos por siempre! ¡Aleluya!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Gocémonos en esta nueva y buena tierra


Porque el Señor tu Dios te conduce a una tierra buena: tierra de arroyos y de fuentes de agua, con manantiales que fluyen en los valles y en las colinas; tierra de trigo y de cebada; de viñas, higueras y granados; de miel y de olivares; tierra donde no escaseará el pan y donde nada te faltará; tierra donde las rocas son de hierro y de cuyas colinas sacarás cobre. 
Deuteronomio 8:7-9. NVI.

Lectura: Deuteronomio 8:1-20.  Versículos del día: Deuteronomio 8:7-9.

MEDITACIÓN DIARIA

El paso del desierto a la tierra prometida es de bendición. En nuestra antigua vida, antes de conocer a Jesús como Señor y Salvador todo era sombra, inquietud, zozobra, desolación y hasta frustración. Pero al cruzar hacia el otro lado, el Señor nos muestra una nueva tierra donde hay arroyos, fuentes, manantiales, valles, colina; tierra de trigo, cebada, viñas, higueras y granados. Esa fructífera tierra y esa promesa convertida en bendición es la que debemos coger para nosotros sabiendo y entendiendo que ahora somos adoptados como hijos. “Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: ¡Abba! ¡Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y, como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero” (Gálatas 4:5-7).
Y bien, como herederos nos corresponde igualmente la bella Sion; la tierra que fluye leche y miel. Ya no tenemos que seguir en soledad ni vivir en escasez porque por fe en Cristo el Señor, lo tenemos todo. No hay que dar marcha atrás dejándonos llevar por imposiciones de hombres o por temores infundados. “Pero, ahora que conocen a Dios —o más bien que Dios los conoce a ustedes—, ¿cómo es que quieren regresar a esos principios ineficaces y sin valor?” (1 Pedro 1:9). Después de conocer la gracia no hay razón para volver a la ley. Gocémonos en esta nueva y buena tierra que se nos ha dado como regalo.

Amado Señor: Muchas gracias por ministrarnos en nuestras vidas. Gracias porque ahora entendemos hasta donde llega tu bendita gracia para sustentarnos y sostenernos en la tierra que Tú has apartado para los tuyos. ¡Te alabamos y te adoramos Bendito Dios!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 22 de septiembre de 2018

Búscale con humildad y gozarás de sus recompensas

Recompensa de la humildad y del temor del Señor son las riquezas, la honra y la vida. 
Proverbios 22:4.

Lectura: Proverbios 22:1-16.  Versículo del día: Proverbios 22:4.

MEDITACIÓN DIARIA

En un devocional pasado decía que el Señor nos enfatizaba a lo largo de su Palabra sobre el cambiar la altivez por humildad y hoy vemos que el ser humildes y respetar al Señor como lo merece trae bendiciones de riquezas, honra y vida. A veces tenemos errado el concepto de humildes creyendo que significa lo mismo que pobres, y así no es. He conocido personas demasiado pobres, pero con un orgullo que no pueden con él y personas pudientes, completamente humildes. Eso es relativo.
Volviendo a nuestro tema, riqueza no es solamente gozar de bienes materiales; se es rico también en el área espiritual. Respecto a la honra, es Dios quien se encarga de enaltecer al humilde y esa exaltación le permite al hombre una satisfacción completa, con una dosis grande de tranquilidad y confianza. Y con relación a la vida. el Señor consentirá planes de bienestar que redunden en una mejor calidad de vida que la que se suele tener. De todas maneras, hacer las cosas como Dios nos manda nos libera de caer en trampas, de dar malos pasos y es como la contra que Dios regala a los que deciden seguirle. “El temor del Señor conduce a la vida; da un sueño tranquilo y evita los problemas” (Proverbios 19:13).
Dios te tiene grandes recompensas por seguirle y acatar su voluntad: recompensas tanto en la tierra como en el cielo; recompensas para los tuyos como para ti. Búscale con corazón para que puedas gozar de todas sus recompensas.

Amado Señor: Te rogamos que pongas en nuestro corazón una humildad encerrada en fe, esperanza y amor para compartirlo con el prójimo y a la vez glorificar tu Nombre. Gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 21 de septiembre de 2018

El ejemplo de orar como el Señor lo hizo


                                         
Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar.
Marcos 1:35.

Lectura: Marcos 1:35-39.  Versículo del día: Marcos 1:35.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor Jesús nos dio el ejemplo de orar en las primeras horas de la mañana. A mí personalmente me gusta a esa hora porque es cuando estamos más despejados y descansados. Esto no quiere decir que, si tu costumbre es en horas de la noche o del medio día no esté bien. De todas maneras, debemos estar orando constantemente (1 Tesalonicenses 5:17). El orar sin cesar que nos dice la Biblia es el orar por una necesidad o persona en el momento que se recuerde sin dejar de hacer la actividad que se esté realizando; o también dejando en manos del Señor esa misma actividad.  Como algo más especial es el tiempo que le dedicamos a nuestro Papito Dios para afianzar esa relación de intimidad que debe existir con Él. Además de eso el Señor buscaba un lugar solitario, y eso también es porque nuestro buen Dios suele manifestarse en la calma y en la quietud.
Lo mejor, creo yo, es que sea el mismo Espíritu Santo quien demuestre a cada uno la hora y el lugar apropiado para hacerlo.

Amado Señor: No solamente nos dejaste ese ejemplo especial de orar a nuestro buen Padre celestial, sino que también nos enseñaste la manera de dirigirnos a Él en un tiempo especial. Gracias por tanta instrucción que a diario nos das. ¡Te alabamos y te bendecimos Señor Rey de Majestad y Poder!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Cambiar la altivez por humildad


No sean altaneros, digo a los altivos; No sean soberbios, ordeno a los impíos; No hagan gala de soberbia contra el cielo, ni hablen con aires de suficiencia. 
Salmo 75:4-5. NVI.

Lectura: Salmo 75:1-10.  Versículos del día: Salmo 75:4-5.

MEDITACIÓN DIARIA

Dios siempre hace un llamado para que se deja la altivez y la soberbia: “La exaltación no viene del oriente, ni del occidente ni del sur, sino que es Dios el que juzga: a unos humilla y a otros exalta” (vv. 6-7); “Aniquilaré la altivez de todos los impíos, y exaltaré el poder de los justos” (v. 10). La altivez se demuestra con actos de orgullo, soberbia, arrogancia y vanidad inclusive. ¿Cuántas cosas no hacemos o dejamos de hacer por simple orgullo? Lo triste es que nuestra sociedad colombiana, especialmente la bogotana tiene muy metido el orgullo en su chip y hasta se ufanan de ello, sin darse cuenta que el orgullo es el pecado que Dios más detesta. La altivez y el orgullo matan. Dios resiste a los soberbios (Santiago 4:6). Recordemos que fue por su orgullo y altivez que Lucifer cayó (Isaías 14:12-14). La altivez encierra pecado de rebelión.
Siendo como es la altivez desechémosla de nuestro corazón. Busquemos la virtud que la combata en todas sus manifestaciones. Para ese mal, Dios nos ha provisto del mejor antídoto: la humildad porque aquel que se humilla será exaltado (Lucas 14:11). La verdadera humildad nos hace totalmente dependientes de Dios; o sea, sabemos que todo lo que somos se lo debemos a Él y por lo tanto es Dios quien merece todo honor y gloria.

Amado Señor: Perdónanos por las veces en que nos hemos dejado contaminar por este pecado de orgullo, altivez, soberbia y arrogancia y te hemos ofendido gravemente. Gracias por enseñarnos cuánto desprecias este pecado. Queremos ahora serte completamente fieles y deshacernos de ese viejo lastre que nos aleja de tu presencia. Danos humildad para adorarte, para hablar con el prójimo, para recibir, para ofrendar. Que todo lo nuestro sea para honrar tu Nombre. ¡Bendito seas por siempre Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Todas sus bondades van de generación en generación


Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos. 
Deuteronomio 7:9. NVI.

Lectura: Deuteronomio 7:1-26.  Versículo del día: Deuteronomio 7:9.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Qué hermoso es no solamente reconocer sino tener la certeza de que nuestro Señor es el Dios verdadero! ¡El Dios fiel y amante que nos sostiene por siempre! Y además de eso saber que de lo mismo gozarán los que vienen detrás nuestro. Su fidelidad es grande y su amor inagotable. ¡Gracias por tantos favores recibidos buen Dios!
Todo este cúmulo de bendición está disponible tanto para ti como para mí; solamente hay que aceptar su amor. La Biblia dice lo siguiente: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Ese amor de Dios estuvo derramado en su Hijo Jesucristo. Jesús vino al mundo para cumplir la sublime misión de rescatarnos del pecado y del infierno. Por eso dio su vida en un madero por ti; por eso Dios lo levantó de entre los muertos para que también puedas entonces gozar de una vida eterna a su lado. No dejes pasar más tiempo para invitarle a que entre a tu vida. Él está tocando a la puerta de tu corazón; de ti depende si le dejas seguir o le cierras la puerta. Yo lo hice unos buenos años atrás y jamás me he arrepentido. Cada día me enseña nuevas cosas; cada día es vivir con Él una experiencia maravillosa. Me ha llevado por desiertos áridos, pero también por aguas tranquilas y valles verdes para descansar. Hazlo tú; mañana puede ser ya tarde. El Señor se convertirá en tu Dios y estará pendiente no solamente de lo tuyo ahora, sino que va más lejos: tus generaciones estarán en sus manos igualmente. Si deseas podemos orar así:

Amado Dios: hoy entiendo tu profundo amor y preocupación por mí y por tanto le abro la puerta de mi corazón a tu Hijo Jesús y lo acepto como mi Señor y Salvador. Reconozco que soy pecador pero que precisamente Tú Jesús viniste a pagar por mis pecados y a darme una nueva vida Contigo. Gracias por perdonarme y limpiarme. Ahora soy merecedor de todas aquellas bondades que tienes para ofrecerme, solo porque Tú lo dispusiste así. ¡Alabo y bendigo tu Nombre! Amén.

Un abrazo y bendiciones.

martes, 18 de septiembre de 2018

Tú y yo somos pescadores de hombres


Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anunciar las buenas nuevas de Dios. Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas! 
Marcos 1:14-15. NVI.

Lectura: Marcos 1:14-20.  Versículos del día: Marcos 1:14-15.

MEDITACIÓN DIARIA

Después de su bautismo en el Jordán, Jesús empieza su ministerio anunciando las buenas nuevas de Dios llamando al arrepentimiento. Buenas nuevas que todavía después de dos mil años se siguen predicando y que han hecho bien a la humanidad. Jesús como buen líder supo cómo administrar y delegar funciones para lo cual buscó a sus primeros seguidores que fueron sus discípulos. Así llamó a Pedro y a Andrés quienes eran pescadores: “Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres” (v. 17). Luego pasó por otro lugar y llamó a Jacobo y a Juan (vv. 19-20).
De este modo comenzó el Señor su misión aquí en la tierra. Quizá tanto tú como yo también somos sus seguidores; y si lo reconocemos como tal, entonces debemos igual que ellos aprender a ser pescadores de hombres. En una palabra: divulgar el mensaje de las Buenas Nuevas a todos los que podamos alcanzar. Esto es compartir del Señor a diestra y siniestra, a tiempo y a destiempo: “2 Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar” (2 Timoteo 4:2). Todos los que hemos escuchado su voz, tenemos la responsabilidad de divulgar este mensaje. Oro para que el Señor ponga en el corazón de los que siguen el devocional, el querer expandir el Evangelio de salvación: “pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad” (Filipenses 2:13).

Amado Señor: muchas gracias por haber fijado tus ojos en nosotros y hacernos tus discípulos. Igual que Pedro le recomendó a Timoteo el no desfallecer sino continuar con avidez, yo te ruego que los que ahora nos llamamos tus seguidores, tengamos el suficiente coraje y decisión para mostrarle al mundo caído que Tú eres el Dios por excelencia que todos necesitamos para encontrar el camino de la verdad y llegar al reino tuyo. ¡Te alabamos buen Señor y exaltamos tu Nombre por siempre! ¡Aleluya!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Nuestro corazón demostrará en quién hemos creído


Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. 
Salmo 73:26 NVI.

Lectura: Salmo 73:1-28.  Versículo del día: Salmo 73:26.

MEDITACIÓN DIARIA

Sí; podemos estar agotados física y espiritualmente, pero no importa; seguimos con la mirada puesta en nuestro buen Dios. Es que si la Palabra de Dios dice que los que esperan en Él tendrán nuevas fuerzas; volarán como las águilas; correrán y caminarán sin fatigarse ni cansarse (Isaías 40:31 NVI), es porque así es. Dios no miente. Esta es la certeza de nuestra convicción: la fe que nos mueve a gozar mientras esperamos lo que nos corresponde. Él es nuestra herencia eterna: “Su glorioso poder los dotará de una fortaleza a toda prueba para que sean ejemplo de constancia y paciencia, y para que, llenos de alegría, den gracias al Padre que los ha juzgado dignos de compartir la herencia de su pueblo en el reino de la luz” (Colosenses 1:11-12 La Palabra Hispanoamérica BLPH). Mientras nuestro corazón esté nutrido de la Palabra de Dios podemos resistir los embates del tiempo, de las circunstancias adversas. En últimas será nuestro corazón quien demuestre en quién hemos creído, porque de lo que tiene, eso hablará. Por eso también Dios nos insiste en guardarlo más que todas las cosas (Proverbios 4:23).
Como conclusión se puede decir que, si nuestro corazón está fortalecido, entonces podemos dar a los demás el fruto del gozo que nos ofrece su Santo Espíritu.

Gracias buen Dios por entender que nuestro corazón se fortalece aún mucho más en la adversidad, porque siempre estará gozoso sabiendo en quien ha creído. Gracias por esa bendita gloria que nos espera a tu lado por toda la eternidad.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 15 de septiembre de 2018

Es el amor ofrecido a pesar de...



El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser. 
1 Corintios 13:4-8a. RVR 1960.

Lectura: 1 Corintios 13:1-13.  Versículos del día: 1 Corintios 13:4-8a.

MEDITACIÓN DIARIA

Hoy se celebra en Colombia, mi país, el día del amor y la amistad; entonces quise hablar del amor bajo la luz de la Palabra de Dios.
Amor es una palabra trajinada y en boca de muchos, aunque no se practique. Pero para Dios el amor lo es todo porque Dios es amor (1 Juan 4:8). La descripción que nos dan Las Escrituras sobre el amor, es exactamente el amor ofrecido por Dios a través de su Hijo Jesucristo. El Señor Jesús es la muestra del amor verdadero. “Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos” (Juan 15:13). Jesús nos trata como verdaderos amigos; nos dio a conocer todo lo que el Padre le dijo para que ahora estemos dentro de su círculo celestial.
Este amor tan sublime descrito en los versículos del día, es el regalado sin merecerlo a toda la humanidad; lo triste es que el mundo no lo conoció, lo desechó. No le interesó en lo más mínimo su amor y aun en esto tiempos lo desprecia y lo echa por la borda. Nadie puede amar más de lo que el Señor lo hizo en esa cruz y de lo que está dispuesto a seguir haciendo cuando volteamos los ojos hacia Él. Nada pide a cambio: su sublime gracia encerrada en todo su amor ante el mundo vale la pena tomarla para sí y no soltarla jamás.
¿Te pregunto si en este día especial del amor y la amistad deseas que Jesús sea tu amigo? Es el único que puede ofrecerte un amor a pesar de… Te invito a orar así:

Señor Jesús: hoy entiendo que eres el mejor de los Amigos y que me has amado tanto que no dudaste en dar tu vida por mí. Quiero tenerte por siempre a mi lado y aprender todo lo que el Padre te dio a conocer para que, por ese mismo amor entregado, yo pueda ser tu amigo fiel. Gracias por considerarme tu amigo y por darme Contigo el gozo de compartir en tu reino. ¡Te alabo y te honro bendito Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 14 de septiembre de 2018

No olvidar sus maravillas es ser agradecido


Cuando comas de ellas y te sacies, cuídate de no olvidarte del Señor, que te sacó de Egipto, la tierra donde viviste en esclavitud. 
Deuteronomio 6:11d-12. NVI.

Lectura: Deuteronomio 6:1-25.  Versículos del día: Deuteronomio 6:11d-12.

MEDITACIÓN DIARIA

Después de salir de la esclavitud, Dios manda a los suyos a no olvidar lo hecho por el Señor a favor de ellos. Y para que esto se dé, hay que vivir recordando sus hazañas y milagros por siempre y enseñárselas a las generaciones venideras: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes” (vv. 5-7). Todos podemos decir que hemos vivido atrapados en desiertos áridos y sofocantes; o hemos también sido esclavos del pecado, aunque no lo admitamos o queramos olvidarlo: “pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). La verdad es que mientras no conocemos a Jesús como nuestro Señor y Salvador no podemos sentirnos libres. La verdadera libertad está en Él (Juan 8:32).
Si ahora ya lo conocemos y hemos experimentado su amor, su gozo, su paz, su perdón y su misericordia, ya estamos entonces en la tierra prometida. Menos podemos olvidarnos. La Escritura también nos lo recuerda: “Pero ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios” (Deuteronomio 8:11). Ni de volverte orgulloso porque ya te encuentras en otra situación. “No se te ocurra pensar que esa riqueza es fruto de tu poder y de las fuerzas de tu mano” (Deuteronomio 8:17). Entiende que ha sido el Señor quien te ha dirigido y llevado a ser lo que ahora eres. No olvidar sus maravillas es ser agradecido.

Gracias bendito Señor por habernos permitido conocerte y entender que sin Ti no somos nada y que todo lo que tenemos ha sido por tu inmensa bondad y amor. Enséñanos a ser dóciles a tu Palabra y a no olvidar nunca de donde nos sacaste. ¡Te alabamos y bendecimos por siempre buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Corregir es amar


El hijo sabio atiende a la corrección de su padre, pero el insolente no hace caso a la reprensión. 
Proverbios 13:1. NVI.

Lectura: Proverbios 13:1-25.  Versículo del día: Proverbios 13:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Si no fuera tan importante la corrección, Dios no nos lo hubiera recalcado tanto a través de su Palabra. No hay que tomar la disciplina a manera de rechazo o de odio como algunos la ven; al revés, la disciplina tal como nos la plantea el Señor es un acto de amor. Considero que esto es un proceso que se va formando en el niño desde sus primeros años; cuando va creciendo va aprendiendo que es para su bien. De este modo, si se ha criado dentro de las reglas de Dios, va a entender mejor en el momento en que tenga que ser disciplinado directamente por Él. Porque Dios como buen Padre nos disciplina también (Hebreos 12:5-6).
Pero si al niño no se le instruye ni se le forma, llegará el momento en que se burlará y “Quien se burla de la instrucción tendrá su merecido; quien respeta el mandamiento tendrá su recompensa” (v. 13). A veces creemos que amar es dar gusto en todo cueste lo que cueste. No; así no es. Bien dice en la lectura que la enseñanza es fuente de vida y libera de los lazos de la muerte (v.14). Hay que enseñar ante todo a amar a Dios sobre todas las cosas; hay que enseñar a amar al prójimo respetándolo y ayudándolo; hay que enseñar normas de educación, de civismo, de cultura, de tolerancia. Todo esto entra dentro del proceso disciplinario. Considero que hay que amar la disciplina: “El que desprecia la disciplina sufre pobreza y deshonra; el que atiende la corrección recibe grandes honores” (v. 18). Y algo muy cierto con lo cual termina la lectura: “No corregir al hijo es no quererlo; amarlo es disciplinarlo” (v. 24). No despreciemos la disciplina, aun en la adultez nos hace bien.

Buen Señor: gracias por enseñarnos a amar la disciplina y a entender que viene de parte tuya. Queremos ser sabios y no necios. De igual manera, te rogamos que pongas en el corazón de los padres el deseo de hacer las cosas a tu modo y se atrevan a disciplinar a sus hijos sabiendo que les hacen un bien no un mal. Gracias porque el obedecerte en este campo traerá satisfacciones y grandes recompensas. ¡Te alabamos Bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

El Espíritu Santo vive en nosotros


Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo. Marcos 1:8. NVI.

Lectura: Marcos 1:1-8.  Versículo del día: Marcos 1:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Palabras de Juan el Bautista hablándole a la gente que acudía para bautizarse en el Jordán. Él vino al mundo como hijo del sacerdote Zacarías y de Elisabet para alistarle el camino al Señor Jesús, tal como fue anunciado cientos de años atrás por los profetas Malaquías e Isaías (Malaquías 3:1; Isaías 40:3). Predicaba el bautismo del arrepentimiento y sabiendo cuál era su misión les aclaraba que los bautizaba con agua pero que Él (Jesús), los bautizaría con el Espíritu Santo.
Así sucedió. El Señor Jesús cumplió su misión: anunció las Buenas Nuevas con milagros, señales y prodigios; con su padecimiento, muerte y resurrección. Después de su Ascensión al cielo llegó lo prometido: el Espíritu Santo descendió sobre sus discípulos y las mujeres que lo seguían en forma de lenguas de fuego en Pentecostés. Es el Espíritu Santo quien convence al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio. A nosotros los cristianos nos sella: “En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria” (Efesios 1:13-14). ¡Gloria a Dios! Nosotros somos su pueblo adquirido. Todo el que llegue a los pies de Jesús será sellado también con el Espíritu Santo de la promesa. ¡Aleluya! ¡Él vive en nosotros!

Señor amado: gracias porque al partir a la diestra del Padre no nos dejaste solos; cumpliste tu promesa de un Consolador que además de marcarnos como propiedad tuya, nos llena con su presencia y nos regala sus dones y fruto para que llevemos a cabo el propósito tuyo en nuestras vidas. ¡Bendito eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 11 de septiembre de 2018

Que se ore por ellos sin cesar


Oh Dios, otorga tu justicia al rey, tu rectitud al príncipe heredero. Así juzgará con rectitud a tu pueblo y hará justicia a tus pobres. Brindarán los montes bienestar al pueblo, y fruto de justicia las colinas”. 
Salmo 71: 1-3. NVI.

Lectura: Salmo 71:1-20.  Versículos del día: Salmo 71:1-3.

MEDITACIÓN DIARIA

Me encontré con esta bonita oración que no sé si es de David o de Salomón. El caso es que se está orando porque el mandatario de turno obre con rectitud y vele por los pobres. “Él librará al indigente que pide auxilio, y al pobre que no tiene quien lo ayude. Se compadecerá del desvalido y del necesitado, y a los menesterosos les salvará la vida” (vv. 12-13). “¡Que viva el rey!... Que se ore por él sin cesar; que todos los días se le bendiga” (v. 15). Y se ora también porque sea fructífera la tierra (v. 16).
¿Será que nosotros sí oramos por nuestro mandatario y lo bendecimos diariamente? Me temo que no. Estamos más listos para ponerle el dedo acusador que para admirarle cualquier programa de gobierno. Aprovechemos el momento y oremos por los que nos presiden; hay muchas cosas por las que podemos orar respecto a sus gestiones. ¡Y que vivan nuestros gobernantes!

Amado Señor: tu Palabra nos motiva a orar por los que ejercen el poder en nuestros países. Hoy te los entregamos con sus defectos y cualidades y te rogamos que pongas en ellos el deseo de gobernar en justicia, paz y libertad. Gracias bendito Señor por escuchar nuestra plegaria. ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Por la fe en Cristo Jesús


Tengan, pues, cuidado de hacer lo que el Señor su Dios les ha mandado; no se desvíen ni a la derecha ni a la izquierda. Sigan por el camino que el Señor su Dios les ha trazado, para que vivan, prosperen y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer. 
Deuteronomio 5:32-33. NVI.

Lectura: Deuteronomio 5:1-33.  Versículos del día: Deuteronomio 5:32-33.

MEDITACIÓN DIARIA

El capítulo nos habla de la ley que el Señor Dios pronunció en la montaña y que luego escribió en dos tablas de piedra para que Moisés se la diera a conocer al pueblo de Israel (vv. 7-21).  El Señor Jesús en el Nuevo Testamento nos la resume en dos: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente —le respondió Jesús—.  Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37-39). Sí; porque del versículo 6 al 15 en la lectura del día tiene que ver con el amor a Dios; y del 16 al 21 con el prójimo.
Miremos más allá lo que nos dice Gálatas: en este tiempo vivimos por la fe y la ley no se basa en la fe. Aun desde antes de promulgarse la ley, Abraham le creyó a Dios y esto se le tomó en cuenta como justicia. Nosotros si creemos en Cristo Jesús, venimos a ser parte de los descendientes de Abraham (Gálatas 3). “Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero. Así sucedió, para que, por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa” (Gálatas 3:13-14).
Como conclusión: somos hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús y esto nos basta para amarlo con todo el corazón, con todo el ser y con toda la mente; y si lo amamos de esta manera podemos amar a nuestro prójimo. Por lo tanto, haciendo lo mandado podemos seguir por el camino trazado para que vivamos, prosperemos y disfrutemos la tierra que se nos dio. Esto es lo que Dios espera de nosotros.

Gracias amado Señor por hacernos entender que por la fe podemos amarte y amar al prójimo. Queremos seguir cogidos de tu mano para avanzar por esta tierra con la gloriosa esperanza de una vida eterna a tu lado. ¡Te alabamos buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 8 de septiembre de 2018

Necesitamos tu sabiduria Señor


Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso. 
Proverbios 8:13. NVI.

Lectura: Proverbios 8:1-36.  Versículo del día: Proverbios 8:13.

MEDITACIÓN DIARIA

Este capítulo de Proverbios nos habla de buscar la sabiduría de Dios. Hay que buscarla como a un gran tesoro por eso nos exhorta así: “Opten por mi instrucción, no por la plata; por el conocimiento, no por el oro refinado. Vale más la sabiduría que las piedras preciosas, y ni lo más deseable se le compara” (vv. 10-11). Es que si somos sabios vamos aprender a ser prudentes y discretos. Tendremos el conocimiento necesario para saber qué es lo que Dios desea de nosotros. Nos lleva a amar al Señor de tal modo que no queremos defraudarlo haciendo lo malo. Dejando a un lado el orgullo, la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso dice el versículo del día.
Meditemos a ver si en verdad estamos viviendo de manera sabia delante de Dios. Infortunadamente, el orgullo es un pecado difícil de reconocer y de los que más daño hace. Igual sucede con el vocabulario. Recordemos que de lo que hay dentro del corazón, habla la boca. Si Dios manda buscar la sabiduría, hagámosle caso. El apóstol Santiago afirma que, si no la tenemos, se la pidamos a Dios; Él nos la dará generosamente (Santiago 1:5).  Pidámosela: es mucho mejor tenerla que no tenerla. “En verdad, quien me encuentra halla la vida y recibe el favor del Señor. Quien me rechaza se perjudica a sí mismo; quien me aborrece, ama la muerte” (vv. 35-36 en la lectura).

Amado Señor: Queremos llevar una vida fructífera llena de victoria y para esto necesitamos comportarnos sabiamente como es tu deseo. Precioso Espíritu de Dios, Tú nos conoces y sabes lo que nos falta para aprender a vivir en plenitud Contigo. Llena nuestro corazón de abundante sabiduría para aplicarla diariamente en el diario caminar. ¡Muchas gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 7 de septiembre de 2018

Con un propósito Divino


El Señor le dijo a Abram: Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. 
Génesis 12:1. NVI.

Génesis 12:1-9.  Versículo del día: Génesis 12:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando Dios llamó a Abram (en ese tiempo no era todavía Abraham), para que saliera de Ur de los Caldeos y se fuera a poseer la tierra de Canaán donde brotaba leche y miel, se la dio con el propósito de formar un pueblo del cual él sería de gran bendición no solamente para ellos, sino para todas las familias de la tierra (v. 3).  Además de eso, sería la tierra que les dejaría a toda su descendencia.
Estoy convencida que cuando el Señor nos lleva a otro lugar es porque tiene un propósito divino en ello. La salida de mi país hacia Estados Unidos estaba ya meditada en los planes de Dios, pero aún le sigo pidiendo que me muestre su propósito en el área espiritual especialmente; aunque sé que también puede tocar mis otras áreas. Mi intención con este devocional es que no le temamos al cambio ni nos preocupemos cuando tengamos que mudar de localidad. El Señor es quien va adelante abriendo caminos: “Marcharé al frente de ti, y allanaré las montañas; haré pedazos las puertas de bronce y cortaré los cerrojos de hierro” (Isaías 45:2). Más bien preocupémonos por dar lo mejor de nosotros donde quiera que estemos y de orar por ese lugar. “Además, busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado, y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad” (Jeremías 29:7). Y más adelante hay una linda promesa que no está escrita porque sí; es muy cierta: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11). Estoy segura de que así es.

Buen Señor: Hoy quiero darte las gracias por habernos traído hasta este lugar. Lugar donde nunca pensé en mis planes, pero tus designios son otra cosa. Muchas gracias porque aquí he aprendido el verdadero valor de la familia y de la amistad; porque he encontrado personas maravillosas que no han dudado en tendernos su mano bondadosa para hacernos sentir que no estamos solos. Porque has permitido precisamente en este lugar, que mi corazón se sane de heridas pasadas y has restaurado vidas. Gracias porque igual sé que sigues adelante con el propósito que tienes conmigo y que será muy grande. ¡Te alabo y honro tu Nombre por siempre!

Un abrazo y bendiciones.