martes, 30 de junio de 2015

Todo lo tuyo es excelente




La gente estaba sumamente asombrada, y decía: Todo lo hace bien. Hasta hace oír a los sordos y hablar a los mudos. 
Marcos 7:37.


Lectura: Marcos 7:31-37.  Versículo del día: Marcos 7:37.

MEDITACIÓN DIARIA

Esto dijo la gente del Señor Jesús cuando sanó a un sordomudo: “Todo lo hace bien”. El Señor Jesús lo hacía todo bien y como hombre estaba obedeciendo la voluntad del Padre dejándonos su ejemplo. Si bien es cierto que debemos esforzarnos por hacer las cosas bien, nunca llegaremos a igualarlo porque podemos tener aptitudes para unas pero para otras ninguna. Solamente Jesús ‘todo lo hace bien’. Él no se equivoca y todo lo hace magníficamente. Muchas veces ni siquiera entendemos las maravillas que realiza en nuestras vidas; nosotros mismos nos confundimos y no entendemos sus caminos porque son tan excelentes que llegan a lo sobrenatural.
Fijémonos que ante el asombro de aquellas personas que presenciaron al sordomudo escuchar y hablar, Jesús les pidió que no se lo dijeran a nadie, pero ellos antes lo propagaron más (v. 36).  ¿Cuánto no ha hecho nuestro buen Señor por nosotros? ¿Cuántas fichas no ha movido en nuestras vidas que nos dejan asombrados? ¿Sí nos encargamos de difundir sus bondades maravillosas para que otros también crean y le sigan?   

Amado Señor Jesús: Todo lo que has hecho en nuestras vidas es excelente; por eso te damos gracias porque aun en ocasiones no lo hemos entendido, pero Tú si sabes para dónde has querido movernos y permitir situaciones difíciles pero que llevan tu sello de victoria. ¡Gracias, muchas gracias buen Jesús; todo lo tuyo es excelente!

Un  abrazo y bendiciones.

lunes, 29 de junio de 2015

No se puede jugar con candela




Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. 
Deuteronomio 18:10-11.


Lectura: Deuteronomio 18:9-13.  Versículos del día: Deuteronomio 18:10-11.

MEDITACIÓN DIARIA

Es muy importante hablar de este tema porque es necesario saber y entender que Dios es un Dios celoso y que recurrir a estas prácticas es abominación total porque se está adulterando contra el Señor. La Biblia lo llama prostituirse: “También me pondré en contra de quien acuda a la nigromancia y a los espiritistas, y por seguirlos se prostituya” (Levítico 20:6). La hechicería es un obra de la carne (Gálatas 5:20), detestable, sucia e impura y la Iglesia del Señor tiene que estar limpia, pura y resplandeciente. Hay que hablar de este pecado abominable para que en nuestras congregaciones suceda como cuando Pablo predicaba en Éfeso “Muchos de los que habían creído llegaban ahora y confesaban públicamente sus prácticas malvadas. Un buen número de los que practicaban la hechicería juntaron sus libros en un montón y los quemaron delante de todos. Cuando calcularon el precio de aquellos libros, resultó un total de cincuenta mil monedas de plata” (Hechos 19:18-19). Eso era bastante plata en ese tiempo y sin embargo, ellos lo hicieron. Más adelante vemos la consecuencia de esta obediencia: “Así la palabra del Señor crecía y se difundía con poder arrollador” (Hechos 19:20).  Varios creen que leer el horóscopo o involucrarse así sea por juego con la tabla ouija, leer las cartas, el pocillo, ir donde el indio amazónico o el chamán de turno no tienen nada que ver con su espiritualidad, pero les digo sinceramente, que están jugando con candela y hay que dejar esto cuanto antes.
Meditemos en esta orden dada desde el Antiguo Testamento. Quizá las iglesias están estancadas o sin ver fluir el poder del Espíritu Santo porque sus seguidores no están obrando correctamente.

Amado Señor: Pon la verdad de tu Palabra en nuestro corazón como espada de dos filos que penetre hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos para que aprendamos a confesarte y proclamarte como el único Dios Santo y Verdadero que eres. No queremos profanar tu Nombre ni seguir las prácticas del mundo caído. Muéstranos Señor el engaño de Satanás para desviarnos del camino tuyo y permite que sea tu Santo Espíritu quien nos convenza de ese pecado que es para Ti aborrecible.  Gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

domingo, 28 de junio de 2015

Un corazón regenerado por el Espíritu Santo




Este pueblo me alaba con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración no es más que un mandato enseñado por hombres. 
Isaías 29:13.


Lectura: Isaías 29:13-16.  Versículo de día: Isaías 29:13.

MEDITACIÓN DIARIA

Considero que debemos reflexionar mucho sobre el versículo del día puesto que si nos llamamos cristianos tenemos que disponer el corazón a Dios. Las iglesias cada día están más llenas de personas que dicen convertirse al cristianismo y la decisión de aceptar a Jesús como Señor y Salvador de su vida se ha tomado muy a la ligera. La mayoría de los convertidos, simplemente se han trasladado de una religión a otra. Su fe es solamente para los domingos o días del culto: oran, cantan, dan sus ofrendas y salen nuevamente a la calle a hacer todo lo contrario de lo que predican o dicen conocer. Esto es obrar doblemente; en una palabra ser hipócrita. El Señor por esas actuaciones reprendió duramente a los fariseos y saduceos cuando estuvo con ellos, llamándolos incluso ‘sepulcros blanqueados’: predican una cosa y hacen completamente lo contrario. Así está ahora su Iglesia; hay envidia, idolatría, orgullo, prepotencia, altivez, adulterios, injurias, celos, contiendas, mentiras, y todo lo demás que sale de la naturaleza pecaminosa (Gálatas 5:21). Pero gracias al Señor que conociéndonos dejó al bendito Consolador y por eso es tan importante dejarse gobernar por el Espíritu Santo; es Él quien nos convencerá de pecado y nos guiará a toda verdad (Juan 16:8 y 13).
Si Dios nos manda a guardar el corazón por encima de todo, es porque sabe que es allí donde se sienta lo que contamina al hombre; y si en verdad nos decimos cristianos, tenemos que darle campo al Espíritu Santo para que haga su obra regeneradora y empecemos a hablar lo que verdaderamente está en el corazón nuevo.

Amado Señor: humildemente venimos a Ti para que mires lo que se esconde dentro de nuestro corazón, y si todavía existe algo que lo esté dañando, te pedimos que permitas que tu Santo Espíritu lo tome y llene con su presencia para ir desechando lo malo y colmarlo completamente de su fruto apacible y saludable. Así iremos a alabarte, adorarte y servirte con sinceridad. ¡Gracias por tu misericordia buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.