Tú, oh Dios y Salvador nuestro, nos respondes con imponentes obras de justicia; tú eres la esperanza de los confines de la tierra y de los más lejanos mares.Salmo 65:5.
Lectura: Salmo 65:1-13.
Versículo del día: Salmo 65:5.
MEDITACIÓN DIARIA
A veces cuando nos dirigimos
al Señor, creemos que nuestras oraciones no van a tener efecto porque no vemos
la respuesta inmediatamente o porque el Señor ha contestado de otra manera y
como tercos que somos, queremos que sea de acuerdo a nuestra voluntad y no a la
de Él. Pero también hay que decir, que
llegan los buenos tiempos donde empieza a ver una cosecha –diría yo- de
oraciones contestadas y aparecen una tras otra, abrumándonos y asombrándonos
con sus respuestas. Esas situaciones no las podemos dejar pasar desapercibidas.
Tenemos que darle toda la gloria a nuestro Dios, que va abriendo caminos donde
no los esperábamos y cerrando las puertas que necesariamente había que cerrar. “Él
es el motivo de tu alabanza; él es tu Dios, el que hizo en tu favor las grandes
y maravillosas hazañas que tú mismo presenciaste” (Deuteronomio 10:21). ¡En
verdad, eres Grande Señor! “Los que viven en remotos lugares se asombran ante
tus prodigios; del oriente al occidente tú inspiras canciones de alegría” (v. 8
en la lectura).
Amado buen Dios: ¿Definitivamente,
a quién más iremos sino es a Ti? Tú eres el Dios de nuestra salvación, el que
nos responde en el momento justo de acuerdo a tu santa voluntad y manifiestas
tu gran amor. Gracias Señor, muchas gracias por tantos favores recibidos. Tus
obras son maravillosas y tus caminos justos y verdaderos. ¡Te amamos Señor! ¡Todo
el motivo de nuestra adoración es para Ti!
Un abrazo y
bendiciones.
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