jueves, 4 de junio de 2015

De nada sirve lavarse las manos si el corazón está manchado




Cuando Pilato vio que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, pidió agua y se lavó las manos delante de la gente. —Soy inocente de la sangre de este hombre —dijo—. ¡Allá ustedes! 
Mateo 27:24.


Lectura: Mateo 27:11-26.  Versículo del día: Mateo 27:24.

MEDITACIÓN DIARIA

Si pensamos profundamente en Pilato nos queda la inquietud de si obró bien o mal. Conozco incluso personas que creen que él se salvó, aunque yo no estoy segura de opinar lo mismo. Y es que el lavarse las manos como queriendo decir: ‘no tengo que ver con el asunto’ deja mucho que desear. Si Pilato era el gobernador de Judea, tenía toda la autoridad para decidir y dar un veredicto justo y sin embargo, no lo hizo. ¿Por qué? Quizá el amor al poder y el miedo de un desorden público que lo pusiera en ridículo delante de sus superiores no le permitieron dictar una sentencia justa. Yo lo percibo como indeciso y a la vez débil de carácter. El caso es que permitió que los judíos mataran al Señor Jesús.
De todas maneras, voy al asunto: se peca deliberadamente y se peca por omisión. Si nosotros creemos que por el hecho de lavarnos las manos ya no somos pecadores estamos  mal.  Muy seguramente, estamos obrando de acuerdo a lo que tenemos en el corazón y con este hecho, más bien queremos culpar a otros y salir con el ‘Yo’ inocente. Pidámosle al Señor integridad total; que nos de la capacidad de obrar correctamente sin dejarnos llevar por las apariencias ni por lo que opinen los demás. Tener el suficiente coraje de llamar pan, pan a lo que es pan; y vino, vino a lo que es vino sin titubear. De nada sirve lavarse las manos, si el corazón está manchado por dentro.

Amado Señor: Permite que nuestro corazón esté completamente bañado y limpiado para que de ese mismo modo actúe frente a las decisiones que se nos presentan a diario. Pon bondad y amor en nosotros de manera que nuestros actos demuestren rectitud  y sinceridad. Que no nos lavemos las manos como excusa, para no hacer el bien. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: