Cuando hayas comido y estés satisfecho, alabarás al Señor tu Dios por la tierra buena que te habrá dado. Pero ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios. No dejes de cumplir sus mandamientos, normas y preceptos que yo te mando hoy. No se te ocurra pensar: Esta riqueza es fruto de mi poder y de la fuerza de mis manos.Deuteronomio 8:10-11 y 17.
Lectura: Deuteronomio
8:1-20. Versículos del día: Deuteronomio
8:10-11 y 17.
MEDITACIÓN DIARIA
En el camino de la vida
cristiana muy seguramente, la mayoría creo, por no decir todos, tenemos que
cruzar desiertos. Desiertos áridos, tenebrosos, sedientos; muy difíciles. Pero
hay algo muy especial y es que en ellos aprendemos a valorar a Dios más que
nada; y por otro lado, nos dejarán lecciones fuertes para continuar. Estos
desiertos humillantes, son pruebas que el Señor nos pone para conocer qué es lo
que hay en nuestros corazones (vv.2-3); y aunque nos duela, tenemos que aceptar
que es disciplina de Dios directamente: “Reconoce en tu corazón que, así como
un padre disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti” (v.
5).
Sin embargo a pesar de
las dificultades alcanzamos la tierra fértil y salimos avante. Llegan nuevos
amaneceres, nuevas perspectivas y poco a poco volvemos a crecer, hasta el punto
que quizá olvidemos de dónde nos sacó el Señor. Es ahí donde debemos tener
cuidado y no enorgullecernos. No podemos dejar a un lado las nuevas
oportunidades que se nos dan para
glorificar a nuestro Dios y reconocer que sin Él no somos ni valemos nada. Para entender que todo lo que tenemos es suyo
y que por su misericordia nos lo ha entregado para que como buenos
administradores, seamos fieles al rendirle cuentas.
Amado Señor: Te rogamos
que no nos dejes olvidar los desiertos que hemos cruzado, porque es allí donde
hemos podido ver tu gloria y aprendido lecciones significativas. Gracias Señor
porque es tu infinita misericordia la que nos levanta y por la que ahora
estamos gozando de tus ricos favores. Toda la gloria y honra es para Ti.
Reconocemos tu poder y soberanía sobre nuestras vidas.
Un abrazo y
bendiciones.
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