Ustedes han llegado a Jesús, el mediador del nuevo pacto entre Dios y la gente, y también a la sangre rociada, que habla de perdón en lugar de clamar por venganza como la sangre de Abel.
Hebreos 12:24. NTV.
Lectura: Hebreos
12:18-28. Versículo del día: Hebreos
12:24.
MEDITACIÓN DIARIA
Bien nos dice la Escritura
en Hebreos que no hemos llegado a una montaña que se pueda tocar ni tampoco a un
lugar de oscuridad y tinieblas. “En cambio, ustedes han llegado al monte Sion,
a la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, y a incontables miles
de ángeles que se han reunido llenos de gozo” (v. 22). ¡Hemos llegado a Jesús!
Si a Él, quien es el mediador del Nuevo Pacto entre Dios y la gente. También al
llegar a Jesús, tenemos el perdón de pecados por su preciosa sangre derramada
en la cruz por nosotros. Hemos llegado a la Iglesia de los primogénitos donde
nuestro nombre está escrito en el cielo (v. 23); ¡Gloria al Señor!
Jesús también espera por
ti, para que igualmente puedas encontrarte en el monte Sion y en la Jerusalén
celestial donde incontables ángeles se reúnen llenos de gozo. Tu nombre, igualmente
puede estar escrito en el cielo. Sólo tienes que venir a Jesús y Él te dará
todas estas cosas escritas anteriormente. Te invito a orar así:
Señor Jesús:
quiero ser parte de los que llegan al monte Sion, a la ciudad del Dios viviente.
Deseo Jesús que Tú seas mi Señor y Salvador personal. Creo que tu preciosa
sangre limpia y perdona mis pecados. Gracias porque Tú moriste en esa cruenta
cruz por mí. Te entrego el control del trono de mi vida para que me hagas una
nueva persona. Te ruego Señor, escribas mi nombre en el cielo. Gracias por
permitirme conocerte de esa manera. Gracias porque Tú me das el derecho de ir a
gozar en la Jerusalén celestial, una vida eterna Contigo. Amén.
Un abrazo y bendiciones.