Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor y no te des por vencido cuando te corrige. Pues el Señor disciplina a los que ama y castiga a todo el que recibe como hijo.
Hebreos 12:5-6. NTV.
Lectura; Hebreos
12:5-11. Versículos del día: Hebreos
12:5-6.
MEDITACIÓN DIARIA
Tal como nos lo dice la
Palabra de Dios: Si aceptábamos la disciplina de nuestros padres terrenales,
con mayor razón deberíamos aceptar la disciplina del Padre de nuestro espíritu,
para así vivir para siempre (v.10). No es que nos guste ser disciplinados, pero
como se les dice a los niños, sabemos que es para bien y de igual manera sucede
con la disciplina del Señor. “Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de
recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible
cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella” (v. 11).
Debemos de sentirnos muy amados cada vez que recibimos esta disciplina, porque
quiere decir cuan especiales somos para nuestro Padre Celestial.
Amado Papito Dios:
aunque no entendamos en el momento tu disciplina, sabemos que la necesitamos
porque somos especiales para Ti. Gracias por enseñarnos a recibirla con agrado
y con gratitud, ya que de ella depende mucho el fruto de lo que seremos.
Gracias, bendito Padre por amarnos como nos amas. Gracias por hacernos tus
hijos sin merecer este privilegio. ¡Te adoramos!
Un abrazo y bendiciones.
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