Y él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz. Se acabó tu sufrimiento.
Marcos 5:34. NTV.
Lectura: Marcos 5:21-34.
Versículo del día: Marcos 5:34.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor iba para la casa
de Jairo y lo seguía una gran multitud. Una mujer que sufría de flujo de sangre
desde hacía doce años tenía fe de tal manera que se decía: “Si tan solo tocara
su túnica, quedaré sana” (v. 28). Así lo hizo y al instante quedó sana; el
Señor lo notó porque salió poder sanador de Él y preguntó. Quién lo había
tocado. La mujer atemorizada se arrodilló delante de Él y le confesó que ella
lo había hecho (v. 29-33). “Y él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz.
Se acabó tu sufrimiento” (v. 34). Esta mujer solo necesitó un poco de fe y el
coraje en su corazón de decir, ‘voy y lo toco nada más’.
Bendito Señor: permite
que mi fe sea semejante a la de esta mujer. Quizá muchas veces has pasado junto
a mí, no me he percatado de que vas conmigo y he dudado; perdóname, Señor. Haz que
mi fe sea tal, que vaya y toque tan solo el borde de tu manto cuando estoy
atribulada. ¡Delante de Ti, y cuánto te necesito! Gracias, mi Señor y Salvador
por demostrarme que Eres mi dulce Compañía, que nunca voy sola porque siempre
andas a mi lado, aunque no te vea. Tú Eres mi buen Jesús. ¡Te amo mi Rey!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario