Cuando le hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque a Dios no le agradan los necios. Cumple todas las promesas que le hagas.
Eclesiastés 5:4. NVI.
Lectura: Eclesiastés
5:1-7. Versículo del día: Eclesiastés
5:4.
MEDITACIÓN DIARIA
“No te apresures, ni con la boca ni con el corazón, a hacer promesas delante de Dios; él está en el cielo y tú estás en la tierra. Mide, pues, tus palabras” (v. 2). Por eso, para no fallarle a Dios, es mejor no prometer, que prometer y no cumplir. Y si esto es con el Señor que le fallamos, ¿Qué se puede esperar con el prójimo?
Recordemos que el nuevo
mandato del Señor Jesús de amarnos abarca muchas cosas; si queremos ver cómo
debe de ser ese amor, vayamos a 1 Corintios 13; allí se nos declara lo que es
el verdadero amor. Y si le hemos prometido algo a una persona, no la podemos
dejar con los crespos hechos; tenemos que cumplirla igualmente como si fuera
para el Señor.
Amado Dios y Padre
nuestro: bien sabemos que no te debemos incumplir porque no es de tu agrado. Te
pedimos que nos des firmeza y entereza para no fallarte primero que todo a Ti e
igualmente al prójimo. Enséñanos a hacer coherentes con lo que decimos que
somos Contigo y con nuestro modo de proceder. Que en todos estos detalles
demostremos que somos parte de tu reino. Gracias, bendito Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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