sábado, 23 de septiembre de 2023

Hablar con el poder otorgado por el Espíritu Santo

—No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda! 

Hechos 3:6. NVI.


Lectura; Hechos 3:1-10.  Versículo del día: Hechos 3:6.


MEDITACIÓN DIARIA


Qué diferencia la de este apóstol; pasó de negar a su Maestro tres veces, a hablar con denuedo a la multitud congregada en el Pentecostés, y ahora con más firmeza a declarar sanidad a un pordiosero lisiado de nacimiento. Sin duda alguna, se cumplió la promesa del Señor Jesús: “Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra” (Hechos 1:8 NTV); promesa que, entre otras cosas, me parece que es complemento de la Gran Comisión.


“Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes”; Pedro, con el poder conferido por el Espíritu Santo, tuvo valor para declarar sanidad a este hombre enfermo desde su nacimiento. No podemos dejar a un lado a nuestro Precioso Espíritu Santo. Él está aquí en la tierra convenciendo al hombre de pecado y quiere darnos el privilegio de que busquemos almas para el reino de Dios.


Amado Señor Jesús: gracias por enseñarme y convencerme de que es tu Santo Espíritu moviéndose en mí, cada vez que deseo hablar a la humanidad. Mi Señor, solo te pido me llenes de Él para tener el coraje y la valentía, y así ayudar a cumplir la Gran Comisión. Gracias precioso Espíritu de Dios por venir a morar conmigo. ¡Te necesito! Necesito proveerme de todo el fruto Tuyo; ante todo te ruego que inundes de amor mi corazón. Gracias, gracias bendito Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¡Te amo buen Dios!


Un abrazo y bendiciones.


No hay comentarios: