—Hermanos, ¿qué debemos hacer? —Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo.
Hechos 2: 37-38. NTV.
Lectura; Hechos
2:29-40. Versículos del día: Hechos
2:37-38.
MEDITACIÓN DIARIA
Esta fue la contestación
de Pedro cuando él se dirigió al pueblo, después de la Ascensión del Señor y de
pentecostés. Pedro, el pescador del lago, se convirtió en el pescador de almas
y aquí vemos cómo hizo que los que escuchaban su mensaje, le tuvieron que
preguntar ¿qué tenían que hacer? Pedro les da una respuesta clara y
contundente: “Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de
Jesucristo para perdón de sus pecados”.
Esto es lo mismo que
tiene que hacer cualquier persona para hallar la salvación y es a lo que yo te
invito ahora. El Señor Jesús está listo para entrar a tu vida si tú se lo
dices. Orar es hablar con Dios; habla con Jesús, Él te escucha.
Señor Jesús: vengo
a Ti arrepentido porque soy un pecador. Gracias porque moriste por mí para
llevar todo el precio de mi culpa. Ven te necesito; te abro la puerta de mi
vida para que seas mi Señor y Salvador. Toma el control del trono que yo manejo
y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme y darme una
vida nueva Contigo y una eternidad a tu lado. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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