domingo, 30 de noviembre de 2014

Los privilegios de ser cristiano

A éstos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria. 
Colosenses 1:27.

Lectura: Colosenses 1:24-29.  Versículo del día: Colosenses 1:27.

MEDITACIÓN DIARIA

La riqueza más grande que una persona puede tener aquí en la tierra, es conocer al Señor Jesucristo y tenerlo en su corazón. Los del mundo no lo entenderán porque como dice el versículo es un misterio y un misterio es una cosa arcana o muy recóndita, que no se puede comprender ni explicar. En la religión cristiana, es una cosa inaccesible a la razón y que debe ser objeto de fe; es sobrenatural. De la presencia del Señor en la vida del creyente depende el apropiarse de su Palabra. Por un acto de fe recibimos a Cristo; desde ese mismo instante, Él entra de manera sobrenatural a formar parte activa; su presencia no se hace esperar. Además ocurren otras cosas importantes como el perdón de pecados (Colosenses 1:14). El propósito de Dios en cada uno. Entendemos que no estamos aquí porque sí; hay un plan específico (Efesios 1:11), para crecer diariamente hasta completar la buena obra (Filipenses 1:6). Jesucristo nos ofrece una vida abundante, definida y continuará hasta la bendita vida eterna que tendremos con Él. El poder de Dios (Efesios 3:20); poder manifestado a través de su Santo Espíritu obrando de acuerdo a su santa voluntad.
Todo lo anterior está a nuestra disposición; solamente tenemos que empezar una nueva vida de acorde a la nueva criatura que Dios ha empezado a elaborar. No podemos quedarnos con la sola teoría, hay que llevar a la práctica lo que dice su Palabra: hay que estudiarla y meditarla. También hay que conversar con Dios diariamente; contarle las cargas, alegrías, pesares y tristezas como al mejor amigo que es. Y algo muy importante y que por lo general cuesta mucho: es obedecerle. Obedecer sus mandatos, empezando por querer compartir a otros esta linda experiencia de conocerlo (Mateo 28:19-20).
A diario vemos que personas famosas se suicidan; lo hacen porque no han tenido la oportunidad o no han querido rendir sus vidas a quien es el mismo dador de vida: Jesucristo. Somos privilegiados porque somos diferentes. Aprovechemos esta circunstancia para demostrar a los no creyentes en quién hemos creído; para dar a conocer al Rey de reyes y Señor de señores.

Amado Señor Jesucristo: Gracias por habernos permitido conocerte y entender el privilegio que es tenerte en nuestra vida. Permite Señor que seamos auténticos en el andar contigo y que diariamente veamos tu gloria reflejada en nosotros.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Todos necesitamos ser disciplinados




Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda, porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo. 
Hebreos 12:5-6.


Lectura: Hebreos 12:1-12.  Versículos del día: Hebreos 12:5-6.

MEDITACIÓN DIARIA

“¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina?” (v. 7). Si no lo hiciese, pensaríamos que poco le interesamos. Hemos aprendido a respetar a los padres terrenales con disciplina, entonces no hay por qué rechazar la de nuestro Padre celestial que es la que nos conduce a la santidad (vv. 9-10). ¡Qué buena satisfacción se siente cuando los hijos crecen y miramos lo que son! En verdad nos sentimos orgullosos y pensamos: ‘gracias Dios porque hice bien la tarea con ellos’. De igual manera lo hace el Señor: su fidelidad lo lleva a completar la buena obra en cada uno de sus hijos (Filipenses 1:6). Cuando estamos viviendo diferentes pruebas, podemos llegar a pensar que Dios no nos ama porque nos trata con dureza, pero más tarde comprobaremos los buenos resultados de su corrección.  “Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella” (v. 11). E incluso muchas veces nuestro Padre permite una situación aparentemente desagradable, con el fin de prevenirnos de otras peores.
Tenemos que aprender a ser sabios y no ver la disciplina como castigo sino lección. Después cosecharemos frutos de entereza y rectitud, llenos de la tranquilidad y regocijo que nos producirán  nuevos aires para renovar las fuerzas debilitadas y continuar por la senda correcta (vv. 12 y 13 en la lectura).Todos necesitamos ser disciplinados por Dios.

Amado Padre Celestial: Gracias porque Tú más que nadie nos conoces tal cual somos y sabes qué áreas de nuestras vidas aún están cargadas de vicios y pecados que ni siquiera detectamos. Gracias porque tu disciplina es un renuevo de actitudes para vernos totalmente transformados y sentirte orgulloso como buen Padre que eres de la obra regeneradora en cada uno de tus hijos.  

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Es con su fuerza y poder




Fortalézcanse con el gran poder del Señor. 
Efesios 6:10.


Lectura: Efesios 6:10-20.  Versículo del día: Efesios 6:10.

MEDITACIÓN DIARIA

Satanás no se queda quieto; siempre está viendo cómo amargarnos la vida (vv. 11-12); pero para no darle cabida, hay que resistirlo y estar preparados para guerrear la batalla. En la lectura, Pablo antes de vestirnos con toda la armadura de Dios (vv. 13-18), nos insta a fortalecernos en el Señor y en el poder de su fuerza. Así está en otras versiones el versículo lo cual en mi concepto es más profundo y entendible, porque no podemos llegar a la batalla débiles y temerosos; es importante cobijarnos bajo su protección como lo hacía David: “Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza!” (Salmo 3:3), para después sí hacer uso de todo su poder y fuerza. Tenemos que reconocer que nuestra fuerza es limitada, mientras que la de Dios es grande y poderosa. Es incomparable la grandeza de su poder en favor de los que creemos y ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz (Efesios 1:19). El poder de Dios es la base de la victoria espiritual y cuando salimos vencedores en las tribulaciones que se nos presentan, tenemos que reconocer que ha sido por el gran poder de Dios que nos ha dado la fuerza necesaria. Hay momentos críticos en los que sentimos desfallecer, pero gracias a Dios su poder se perfecciona en nuestra debilidad (2 Corintios 12:9).
Por último, así como Pablo le pidió a los suyos que oraran por él, yo les ruego lo mismo: “Oren también por mí para que, cuando hable, Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio. Oren para que lo proclame valerosamente, como debo hacerlo” (vv. 19-20 en la lectura) y también para que cada día me fortalezca con la grandeza de su poder. Muchas gracias.

Amado Señor: Gracias porque en verdad somos tan débiles que si no fuera por ti, en el primer problema claudicaríamos. Pero por tu divina gracia, nos has permitido conocerte y llenarnos de tu presencia para tener la fuerza y el poder que emanan de ti. ¡Contigo, somos más que vencedores!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Practiquemos el amor fraternal




Por lo demás, hermanos, les pedimos encarecidamente en el nombre del Señor Jesús que sigan progresando en el modo de vivir que agrada a Dios. 
1 Tesalonicenses 4:1.


Lectura: 1 Tesalonicenses 4:1-12.  Versículo del día: 1 Tesalonicenses 4:1.

MEDITACIÓN DIARIA

A través de la lectura de hoy, vemos que Dios desea que vivamos agradándole y una manera es demostrado el amor fraternal que nos debe caracterizar. Dios es bueno y siempre coloca a nuestro lado personas como ángeles para que nos asistan, consuelen y levanten cuando Él sabe que lo necesitamos. Eso es lo que he visto aquí en Cúcuta donde vive la familia de una persona muy querida por todos nosotros y que trabajó para la empresa que teníamos en el Llano. Sin conocer prácticamente a nadie aquí, ellos nos han tendido la mano de una manera asombrosa como solo Dios sabe regalarlo a sus hijitos. Es un gran ejemplo para los cristianos que con frecuencia se nos olvida el amor que nos debemos unos a otros. Un amor que encierra muchas virtudes como el servicio, la bondad, la colaboración, la consolación entre otras. Dios nos exhorta a practicarlo: “No obstante, hermanos, les animamos a amarse aún más… Así les he mandado, para que por su modo de vivir se ganen el respeto de los que no son creyentes” (vv. 10-12). Recordemos que es el segundo mandato después del amor a Dios.
No nos cansemos de hacer el bien (Gálatas 6:9) siempre que podamos servir, demostrémoslo con todo el amor fraternal que Dios nos ha enseñado.

Amado Señor: Gracias por permitir que aprendamos a través del ejemplo de otros. Pon en nuestros corazones el amor fraternal que tu deseas que practiquemos incondicionalmente, así como lo ofreces Tú. ¡Queremos agradarte Señor!

Un abrazo y bendiciones.