¡Mira, el invierno se ha ido, y con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado!Cantares 2:11b-12.
Lectura: Cantares
2:10-13. Versículo del día: Cantares
2:11b-12.
MEDITACIÓN DIARIA
No todo el tiempo
estaremos en desiertos áridos ni tampoco bajo cielos nublados y lluvias
torrenciales. ¡Qué buenas noticias nos da nuestro Amado Señor! Con su ternura
habitual llega al corazón de aquel necesitado: del afligido por el dolor en una
cama silenciosa; del turbado ante la escasez y la crisis financiera; del
atribulado de espíritu, o herido y solitario por una muerte o un divorcio. No
importa cuántas tempestades han caído o están cayendo en este momento. Hay una voz que se pronuncia para dar aliento
y calor; para dar una luz de esperanza a la vida afligida y para abrir sus
brazos y sostener en el momento justo.
Es el mismo Señor quien
ahora pronuncia tu nombre y dice que te levantes y vayas con Él (v. 10). A su lado no hay nada que temer; por eso te
asegura que el invierno se ha ido y las lluvias no te harán más daño. En tu
vida ya empiezan a brotar hermosas flores y será armonizada por canciones que
te alegrarán. “Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y
me vestiste de fiesta, para que te cante y te glorifique, y no me quede callado. ¡Señor mi Dios, siempre
te daré gracias!” (Salmo 30:11-12).
Sin lugar a dudas;
ahora levántate y adora al soberano Señor y Dios quien puede obrar más allá de lo
esperado. Al gran consolador y sanador: nuestro Amado Señor Jesucristo.
¡A ti buen Jesús! Que
conviertes en alegría la tristeza; que obras sobrenaturalmente en los que te
buscan y aman, sea todo honor, gloria, alabanza y poder generación tras
generación, por los siglos de los siglos.
Un abrazo y
bendiciones.
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