—Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero sólo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará.Lucas 10:41-42.
Lectura: Lucas
10:38-42. Versículos del día: Lucas
10:41-42.
MEDITACIÓN DIARIA
Pasando Jesús por una Aldea, entró a casa de Marta y María; mientras
Marta se preocupaba por los quehaceres de la casa, María resolvió, sentarse a
los pies del Señor y escuchar lo que Él decía. Ellas hacían parte de sus amigos
junto con Lázaro su hermano y existía la confianza para hablarle a Jesús (Juan 11:3),
por eso quizá, atareada por su trabajo dice: “Señor, ¿no te importa que mi
hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude!” (v. 40 en la
lectura). El Señor le responde que está
inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria.
¿Cuántas veces nos
sucede lo mismo? No tenemos una agenda establecida y el tiempo que pareciera
correr cada día más rápido, no nos alcanza. Entonces nos dejamos encerrar con
diferentes actividades y hay la excusa especial para decirle al Señor: ‘el
tiempo no me alcanza para dialogar contigo’ y digo ‘dialogar’ porque la
relación con Dios es de un dialogo: Él nos habla y enseña a través de su
Palabra y nosotros le comentamos inquietudes, alegrías y pormenores que nos
suceden a diario e inclusive le rogamos por peticiones. Nuestra agenda debe de
estar diseñada con prioridades y si queremos estar de pie ante los hombres,
tenemos que aprender a estar de rodillas ante el Señor. Considero que el tiempo
de Dios, es de Él y le pertenece a Él. No podemos dejar que el trabajo o el
estudio; los quehaceres de la casa, la familia y las amistades nos roben el
tiempo que es para Dios.
Seamos buenos
administradores de nuestro tiempo y pongamos a Dios en el lugar que le
corresponde estar: nuestra relación con Él es prioritaria y ocupa el primer
lugar en todo. Esto no quiere decir que dejemos a un lado las otras responsabilidades;
de ninguna manera. Pero sí debemos ser cuidadosos en entregarle al Señor lo que
es de Él.
Amado Jesús: Gracias
porque podemos también acercarnos a Ti con entera confianza. Tú nos conoces y
sabes cuales son nuestras debilidades y defectos. Tú sabes que nos cuesta quitarle
un poquito al sueño y levantarnos temprano para consolidar la relación contigo.
Enséñanos a sentarnos a tus pies y escuchar lo que nos dices; no queremos pasar
por alto el tiempo que te corresponde. Gracias buen Señor.
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario