domingo, 16 de noviembre de 2014

Persistentes en trabajar con excelencia




Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo. 
Colosenses 3:23.


Lectura: Colosenses 3:1-25.  Versículo del día: Colosenses 3:23.

MEDITACIÓN DIARIA

A veces pasamos por encima de los versículos como si nada. Sin embargo, miremos la profundidad de lo que el Señor nos quiere enseñar a través de Colosenses 3:23. 
Me parece muy importante recalcar sobre la orden que se nos da aquí, puesto que es difícil encontrar personas honestas e integrales en su trabajo. Se trabaja por trabajar; por el hecho de saber que hay que hacerlo para recibir una remuneración, pero sin diligencia ni persistencia al hacerlo. Me impacta muchísimo la responsabilidad de mi esposo con sus trabajos y de verdad que él pone en práctica la frase con la que crecieron mis hijos y de la que yo también aprendí: ‘Las cosas se hacen bien o no se hacen’. Así es. Y si somos cristianos con mayor razón porque las tenemos que realizar no pensando en que se está trabajando para los hombres sino para Dios. Si se nos diera la oportunidad por ejemplo, de elaborar un traje para alguien de la monarquía, seguramente el esmero sería muchísimo. Ahora, si aquí el versículo nos dice: “como para el Señor”; ¿el Señor no merece lo mejor de parte nuestra?
No podemos excusarnos en que no soy diestro ni tengo las facultades necesarias para laborar con excelencia. Si pedimos la dirección de Dios, Él seguro nos guiará con la ayuda de su Santo Espíritu. “Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él” (v. 17). Además Santiago nos dice que si se carece de sabiduría para hacer las cosas óptimamente, hay que pedírsela a Dios y Él la dará a todos generosamente (Santiago 1:5). Recordemos que la vida diaria nos exige: insistir, persistir y no desistir. Seamos persistentes en hacer lo mejor mirando siempre al Señor.  

Amado Señor: Te damos gracias por tener la capacidad de desarrollarnos en nuestras propias labores sin ninguna limitación. Enséñanos a verte en el trabajo en el que nos has puesto y que allí demos fiel testimonio de los que somos en Ti, demostrando responsabilidad e integridad en todo lo emprendido.

Un abrazo y bendiciones.

2 comentarios:

Tere Olsson dijo...

Dora, muy buena tu entrada, bendiciones!!

Dora C. dijo...

Gracias por tu comentario, Teresa Beatriz.

Bendiciones.