viernes, 30 de junio de 2017

Que seas nuestro primer invitado

Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. 
Salmo 127:1.

Lectura: Salmo 127:1-5.  Versículo del día: Salmo 127:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Así no se acepte y se saque a Dios del hogar o de la Constitución de un país, es Él quien siempre va adelante. Nuestra vida toda sin el principal protagonista es vacía e inútil. Es triste ver que cada vez se excluye más al Constructor de esta  vida. Por eso andamos como andamos: en completo caos.  La edificación de la casa, la vigilancia de los guardias; en sí la sociedad en general se va moviendo día tras día y  nos guste o no, si el Señor no está presente habrá desorden total. Por eso Dios mismo quiso ponerle orden al comienzo (Génesis 1:2), para que el hombre pudiera habitarla; pero si ahora lo sacamos tajante no podemos pretender que haya prosperidad, hermandad, amor, perdón, gozo y mucho menos paz. Bien dijo Benedicto XVI que el esfuerzo humano sin Dios es inútil. Sí, se queda vacío el hogar sin el Señor como la ciudad también. Aparentemente las cosas pueden marchar pero al primer tropiezo todo se caerá y por ende se desordenará.
Tengamos presente que el Constructor de nuestra casa es el Señor y démosle a Él la primacía que merece en el seno del hogar.

Amado Señor: Eres nuestro primer invitado al hogar. Allí en ese recinto que está a nuestro alcance te rogamos que vivas en medio de él. Sin Ti Señor no podemos construir nuestra casa. Enséñanos esta verdad para gozar de nidos de amor donde reine la armonía, el perdón, la tolerancia y la alegría. ¡Gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 29 de junio de 2017

Aprendamos sobre el manejo del dinero

Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré; jamás te abandonaré. 
Hebreos 13:5.

Lectura: Hebreos 13:1-6.  Versículo del día: Hebreos 13:5.  

MEDITACIÓN DIARIA

El dinero como tal no es malo; se vuelve bueno o malo dependiendo de nosotros mismos. No nos dice la Palabra que no tengamos dinero, lo que nos dice es no amar el dinero: “Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores” (1 Timoteo 6:10). ‘Entre más se tiene más se quiere” se expresa por ahí, lo cual sí es malo porque el querer acumular riqueza es avaricia. Hay que aprender a contentarnos con lo que tenemos sabiendo que Dios cuida de nosotros. El dinero es necesario para el mantenimiento bien sea de la persona o de una familia. El dinero hay que disfrutarlo (Eclesiastés 10:19) mientras se tiene, pero hay que hacerlo bajo los parámetros de Dios; nunca poner los ojos creyendo que el dinero nos trae paz, seguridad y felicidad. Creo que el que tiene mucho vive en función de estar cuidándolo o sea que le roba la paz. Seguridad tampoco porque las riquezas son efímeras: hoy tenemos mañana no sabemos; le salen alas para salir volando (Proverbios 23:5). Y creer que por tenerlo hay felicidad es un engaño más. El dinero no puede comprar salud; puede ayudar a mitigar los gastos. Sin embargo por más dinero que se tenga, con dinero no se puede devolver la vida a un ser querido. Pidámosle a Dios sabiduría para aprender a manejar el dinero. Como tarea propongámonos buscar lo concerniente en las Escrituras. Considero que una de las clases más importantes en una Congregación es enseñar sobre cómo administrar el dinero bajo la luz de la Biblia.

Amado Señor: queremos agradarte a Ti y hacer las cosas bien. Te rogamos nos des el entendimiento debido para saber administrar el dinero que Tú nos provees. Gracias porque ese dinero es tuyo también y por tu misericordia y amor has permitido que llegue a nuestras manos. Queremos ser verdaderos mayordomos en su manejo.

Un abrazo y bendiciones. 

miércoles, 28 de junio de 2017

Desatar correas y romper ataduras

Despertó a Pedro con unas palmadas en el costado y le dijo: ¡Date prisa, levántate! Las cadenas cayeron de las manos de Pedro. 
Hechos 12:7.

Lectura: Hechos 12:1-19.  Versículo del día: Hechos 12:7.

MEDITACIÓN DIARIA

El rey Herodes por congraciarse con los judíos mandó arrestar a Pedro y le puso una vigilancia especial. La Iglesia reunida oraba al Señor por la vida de Pedro y sucedió que a media noche mientras él se encontraba dormido en medio de dos soldados con cadenas en las manos, un ángel del Señor lo despertó e hizo vestir y levantar con la orden de seguirlo. Así fue: las cadenas cayeron; traspasaron puertas, soldados y llegaron a la calle donde el ángel lo acompañó por unas cuadras y después desapareció (vv. 1-11). Puede ser insólito para nosotros y un cuento para los no creyentes, pero Dios que es experto en imposibles lo hizo. A Pedro lo liberó de la cárcel el Señor Jesús y a ti te puede liberar también aunque creas que no lo necesitas. Jesús le dijo a los que habían creído en Él: “Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31b-32). Jesús también dijo ser la Verdad (Juan 14:6).  Hay que creer en Cristo y ser fiel con sus enseñanzas para ser liberado. Quizá estás atado en tu vida espiritual aunque no lo aceptes o quieras darte cuenta y Dios quiere darte libertad; no insistas más en ese estado. Si Dios prometió libertad a través de Jesucristo, déjate llevar de su mano. Dios liberó físicamente a Pedro. Fue un hecho insólito; tanto que Herodes mandó matar a los que lo custodiaban. Pero es que Dios puede hacer por ti también lo más asombroso con tal de darte libertad. En quien primero quiere Dios desatar las correas y romper toda atadura es en ti y que goces la vida que te prometió: “El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10). El ladrón que es Satanás quiere destruirte pero ahí está el Señor Jesús listo a tenderte su mano, no la rechaces.

Amado Señor Jesús: Hay muchos que van de golpe en golpe porque no han experimentado la verdadera libertad Contigo. Permite que se lancen en tus brazos y puedan gozar desde esta tierra una vida plena y abundante. Gracias porque eres el Único que desatas cadenas así sean de las más pesadas. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 27 de junio de 2017

Todas mis lágrimas han ido a tu redoma

El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha. El que llorando esparce la semilla,     cantando recoge sus gavillas. 
Salmo 126:5-6.

Lectura: Salmo 126:1-6.  Versículos del día: Salmo 126:5-6.

MEDITACIÓN DIARIA

Aunque en mi vida cristiana he pasado por varios desiertos, puedo decir exactamente como el Salmista: El Señor ha hecho grandes cosas por mí y eso me llena de alegría (vv. 2-3). Y me llena de alegría mucho más, que los de afuera entiendan que a pesar de las dificultades, Dios siempre me ha guardado y ha guardado mi corazón. Siendo muy sincera no ha sido nada fácil, pero ahí al ladito de mi Buen Señor voy. Creo que como esposa, madre, hija y hermana también he sembrado con lágrimas y pueda que todavía no vea los frutos deseados pero sé que un día llegará la cosecha entera y recogeré las blancas gavillas sabiendo que mi Señor, todas mis lágrimas las ha echado en su redoma y me mira con agrado.
Lo importante es no desfallecer y tener la mirada puesta en Jesús quien es el autor y perfeccionador de nuestra fe. Sabiendo que cuando ya se termine este viaje, nos espera allá en el cielo con los brazos abiertos. Así que no hay que cansarnos ni darnos por vencidos.

Amado Señor: Gracias por estar siempre ahí; porque por más que pareciese estar cautiva nunca me has dejado. Gracias por el valor y el amor que día a día me enseñas y me otorgas cuando más débil soy. Tú eres quien siempre me levantas, curas mis heridas y me sigues llevando de la mano. ¡Te amo mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.

domingo, 25 de junio de 2017

Uno solo va más allá de lo que imaginamos

Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo. 
Génesis 2:24.

Lectura: Génesis 2:4-25.  Versículo del día: Génesis 2:24.

MEDITACIÓN DIARIA


Dios puso al hombre en el Edén para que se ocupara de él y lo cuidara. No le pareció bien que estuviera solo: formó  todo animal y toda ave y le dio la tarea de ponerle nombre y Adán así lo obedeció. Sin embargo Adán no encontró en ninguno su ayuda adecuada. Entonces el Señor hizo caer a Adán en un profundo sueño y de una de sus costillas formó a la mujer. Adán quedó muy contento porque eso sí era: hueso de sus huesos y carne de su carne (vv. 15 y 18-23).  “Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo” (v. 24). Toda pareja (hombre-mujer), que piense en casarse debe tener muy claro este concepto porque abarca más allá de lo que nos imaginamos. La verdad, yo lo aprendí ayer. Lo mejor en un hogar es la armonía que exista en la convivencia familiar. Es bueno y agradable. Es como el buen aceite que va descendiendo desde la cabeza y va recorriendo todo el cuerpo. El aceite de la unción del Espíritu Santo se manifestará en toda esa casa con bendición y vida eterna (Salmo 133:1-3). Eso es en lo que atañe al núcleo familiar en sí. Pero el Señor dijo que el hombre y la mujer serían uno solo; es algo que en muchos hogares no se entiende y por lo cual hay graves problemas: si bien el Señor dijo que por esto dejará el hombre a su padre y a su madre no quiere decir que haya una mala relación entre suegros-yernos-nueras; al contrario, es ahí donde está el meollo del asunto. Si los dos son uno solo, quiere decir que yo como esposa acepto a mis suegros como mis padres también porque son los padres de mi esposo y los dos somos uno; y a su vez como suegra, acepto a mi nuera o yerno como mis hijos porque tengo que entender que él es uno solo con su esposa o ella con su esposo, igual le corresponde al hombre. Así que decir nos casamos y adiós familia no es cierto y todas las parejas deberían casarse con esta convicción. Los padres tanto del uno como del otro entran a formar parte importante en esa nueva familia que está comenzando.
Aprendamos la lección y fomentemos la cordialidad, armonía y fraternidad de acuerdo a las normas de Dios para que vayamos quitando especialmente la imagen de ‘malas suegras’ que rueda en los dichos y en los chistes por doquier.

Bendito Dios: Hiciste el matrimonio tan perfecto como toda tu misma creación. Enséñanos a ser personas que aportemos siempre unión familiar en vez de división. Que entendamos lo que es una cabeza para permitir que el aceite de tu Espíritu inunde nuestros hogares de tal manera, que el ser uno solo con nuestro cónyuge redunde en armonía y paz familiar. ¡Gracias buen Señor!  

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 24 de junio de 2017

Es el tiempo tuyo: el mejor y el más hermoso

Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin. 
Eclesiastés 3:11.

Lectura: Eclesiastés 3:9-15. Versículo del día: Eclesiastés 3:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Dice el Predicador que Dios hizo todo hermoso en su momento y le dio al hombre la capacidad de entender la noción del tiempo. Por eso no debemos desperdiciar los momentos que se nos dan  porque estos no se repetirán. Tenemos que aprender a disfrutar desde cada etapa de la vida hasta cada instante que se nos presenta. Lo que fue hoy, fue hoy; lo que sucedió ayer fue ayer. Lo importante es que valoremos las oportunidades que Dios nos regala y dejar que el tiempo continúe. No podemos quedarnos en el pasado porque si fue malo, nos hacemos daño y si fue bueno no lo podemos recoger. Tampoco creo debemos querer adelantarnos. Mi madre me repetía seguido una frase que tal vez se relacionaba con el amor pero es una realidad: “¿Para qué remover las cenizas del pasado? Vivamos el presente ya que el futuro es nuestro”. Y la Biblia nos afirma que cada día lleva su propio afán (Mateo 6:34); entonces, no nos devolvamos ni nos adelantemos: hay que vivir el día y sacarle el mayor provecho. Es el día que hizo el Señor, regocijémonos y alegrémonos en él (Salmo 118:24).

Amado Señor: Enséñanos a ser agradecidos por las etapas ya vividas y a vivir el día reconociendo que estás en medio de los afanes y las alegrías porque así sea con obstáculos es el día hermoso que Tú hiciste para nosotros. Danos sabiduría para no desaprovechar las oportunidades que se nos presentan porque estas no volverán a repetirse. Gracias Señor porque si este es el tiempo tuyo es el mejor, el más hermoso y en el que te vas a manifestar en nuestras vidas. ¡Te alabamos y te adoramos!

Un abrazo y bendiciones.  

viernes, 23 de junio de 2017

La salvación es para todos

Pedro tomó la palabra, y dijo: ―Ahora comprendo que en realidad para Dios no hay favoritismos, sino que en toda nación él ve con agrado a los que le temen y actúan con justicia. 
Hechos 10:34-35.

Lectura: Hechos 10:1-48.  Versículos del día: Hechos 10:34-35.

MEDITACIÓN DIARIA

Un Centurión romano llamado Cornelio y temeroso de Dios, tuvo una visión donde el ángel de Dios le decía que mandara a buscar a Pedro. Pedro por su parte también tuvo otra visión porque él pensaba que Jesús de Nazaret solamente había venido a rescatar al pueblo judío y que el juntarse con extranjeros lo hacía impuro a los ojos de Dios. La visión que tuvo le enseñó a no discriminar a nadie (vv. 9-16). Ante esto, Cornelio invitó a su casa a parientes y amigos para que escucharan también lo que Pedro tenía que decirles (v. 24). La misericordia de Dios no es limitada; su amor está abierto para todo el que desee recibirlo, ni siquiera se fija qué tan pecadores hemos sido (Romanos 5:8), le interesa nuestra actitud. El Señor mira el corazón de quien lo busca sinceramente y empieza a hacer su obra. Por eso hay que buscar al Señor mientras se pueda hallar y ¡cuántos están esperando que llegue un Pedro a darles las Buenas Nuevas! Estamos en el periodo de la gracia y no hay que desaprovechar ninguna ocasión para hablar del Salvador del mundo.
Pedro nos enseña claramente cuál fue su tarea y propósito al ir a visitar a Cornelio: les resumió quién fue Jesús y su misión en la tierra (vv. 36-42), hasta llevarlos al punto clave: “De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que cree en él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados” (v. 43). Así que todos los reunidos allí recibieron el don del Espíritu Santo y fueron bautizados (vv. 44-48). Dios no hace acepción de personas porque su Hijo Jesucristo vino a morir por toda la humanidad. Conviértete en un Pedro: no discriminemos a nadie quitándole la oportunidad de conocer a Jesús como su Salvador.

Amado Señor Jesús: Gracias por venir a morir en nuestro lugar y recibir la vida eterna Contigo. Gracias por enseñarnos a mirar con bondad y misericordia a extranjeros, jóvenes, viejos, blancos, negros, ricos o pobres, y saber que por igual a sucios y polvorientos como a letrados y con corbata, te necesitan con urgencia. Danos el denuedo como Pedro para ir y darles el mensaje de salvación. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.  

jueves, 22 de junio de 2017

Eres instrumento preciado para Jesús

Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco, y en seguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios. 
Hechos 9:19-20.

Lectura: Hechos 9:19b-31.  Versículos del día: Hechos 9:19b-20.

MEDITACIÓN DIARIA

El primer amor de Saulo por el Señor lo llevó a entregarse totalmente a Él. No perdió tiempo y el Saulo que antes atemorizaba ahora era el Pablo que predicaba a Jesús resucitado. Saulo necesitó caer al suelo ante el Señor para levantarse como un Pablo con decisión frente a los enemigos. Saulo quedó enceguecido pero recobró la vista como Pablo para llevar luz a los gentiles.
¿Has pensado qué tiene que hacer el Señor Contigo para que seas un instrumento útil en sus manos? Quizá también eres un erudito de la Palabra de Dios, pero como Saulo, necesitas un golpe para que entiendas el mensaje y te levantes a enfrentarte en humildad a tus opositores. Quizá tu camino sea un Damasco que no has visto ni conocido pero es ahí en dónde el Señor te quiera levantar como herramienta apropiada para su obra. Hay momentos en la vida en los que estamos enceguecidos y no queremos ver más allá de nuestro alcance. Dios no quiere eso para ti: Él te conoce y sabe que dentro tienes un Saulo lleno de instrucción, dotado de inteligencia y conocimiento que puede explotar abiertamente por el camino no solo hacia tu Damasco, sino hacia tu Jerusalén, tu Cesarea y tu Tarso. Sólo me resta decirte las mismas palabras que el Señor dijo referente a Saulo: “ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre” (Hechos 9:15). No temas, el Señor está contigo.

Mi Señor: Gracias por hablarme a través de tu Palabra. Gracias porque Tú escoges a tus siervos y para eso los limpias y pules hasta que en ellos brille por completo tu luz resplandeciente. Gracias porque esa luz será el denominador que permitirá que el mundo te conozca. Gracias porque me enseñas que no somos más que barro puro en tus preciosas manos. ¡Eres Maravilloso Oh Dios!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 21 de junio de 2017

La conversión de Saulo

Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: ―Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 
Hechos 9:4.

Lectura: Hechos 9:1-31.  Versículo del día: Hechos 9:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Puedo leer y leer sobre la conversión de Saulo y no deja de maravillarme. La verdad, a veces le digo al Señor que me hable como lo hizo con sus apóstoles: con voz audible. Esto no quiere decir que no me habla; en su Palabra lo hace constantemente, y diría sin temor a equivocarme que en dos momentos de mi vida lo he tenido demasiado cerca, pero sería extraordinario escuchar directamente su voz.
¡Cuántas cosas encierran esa conversión! Es ahí donde nos damos cuenta cómo el Señor no solamente es misericordioso sino que utiliza a quien quiere. A Saulo lo esperó incluso hasta después del sacrificio de Esteban donde Saulo estaba presente aprobándolo (Hechos 8:1) y leemos que él iba precisamente a Damasco con el propósito de apresar a quienes hablaran del Señor Jesús (vv. 1-2 en la lectura). Siendo Saulo un hombre inteligente, estudioso de la ley y un erudito dentro de los judíos, el Señor lo toma para sí y lo baja de esa nube en la que se encontraba. Una manera bien fuerte de aprender humildad. Debió ser tan radical su conversión que ni por un momento dudó del mandato cuando el Señor Jesús se le manifestó (vv. 8-9).
Escuchamos en el mundo frases como: “esto no tiene perdón de Dios” o “cómo puede decir que se convirtió después de matar y de secuestrar a tantos; eso es mentira”. Pero Dios espera por todos los hombres, deseando que lleguen al arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Definitivamente los planes de Dios no son los nuestros y este es el testimonio más claro para entender la soberanía, la misericordia y el amor de Dios.

Amado Señor: Si no fuera por la obra maravillosa que hiciste con Pablo no estaríamos aquí los cristianos gentiles. Gracias porque a través de éste hombre nos has dejado el legado de las Buenas Nuevas de tu Reino. Gracias por lo que nos enseñas también con esa conversión. No permitas que despreciemos a nadie por considerarlo nosotros no apto para Ti. Solamente Tú Señor eres el único que salvas y el único que juzgas.

Un abrazo y bendiciones.

martes, 20 de junio de 2017

Enséñanos a cumplir tu voluntad

Y ahora, que el Dios de paz —quien levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, y que ratificó un pacto eterno con su sangre—  los capacite con todo lo que necesiten para hacer su voluntad. Que él produzca en ustedes, mediante el poder de Jesucristo, todo lo bueno que a él le agrada. 
Hebreos 13:20-21 NTV.

Lectura: Hebreos 13:1-25.  Versículos del día: Hebreos 13:20-21.

MEDITACIÓN DIARIA

Papá Dios quien sabe todo lo nuestro, sabe mucho más de lo que nos imaginamos y por ende lo que necesitamos con urgencia para cumplir su voluntad. A veces le decimos lo que necesitamos pero tal vez sin preguntarle si esa es su voluntad y nos desviamos de lo que Él desea. El apóstol de esta Carta ora porque Dios produzca en nosotros ser buenos en todo y que Jesús como el Gran Pastor que vela por su rebaño nos ayude a obedecerlo.  ¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico porque el Señor tu Dios, no te fallará ni te abandonará (Deuteronomio 31:6). Dios nunca nos va a fallar ni nos va a abandonar. Grabémonos siempre esto: en cualquiera que sea la situación en que nos encontremos, ahí estará ¡Qué gran confianza podemos tener! El Señor mismo va delante abriendo caminos; quitando lo que nos pueda estorbar y nos haga caer. Él en su sapiencia soberana va a hacer lo que sea con tal de cumplir su propósito en nosotros. Y nosotros como buenos hijos tenemos que someternos porque bien conocemos que su voluntad es buena, perfecta y agradable.

Amado Dios: necesitamos que nos hagas aptos para cumplir tu voluntad. No permitas que nos desviemos del camino queriendo hacer lo nuestro. Señor Jesús, Tú que intercedes por tus ovejas ayúdanos a obedecer para no estropear el plan de Dios Padre en nuestras vidas. ¡A Ti sea toda la gloria ahora y para siempre!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 19 de junio de 2017

A mi Padre Celestial

Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 
Juan 4:23.

Lectura: Juan 4:1-26.  Versículo del día: Juan 4:23.

MEDITACIÓN DIARIA

Estas fueron las palabras que el Señor le dijo a la mujer samaritana y con la celebración del día del padre me pregunté: ¿si exaltamos al padre terrenal por qué no adorar y rendirle el mejor de los cultos a nuestro Padre Celestial? Así que este devocional es un monólogo único y exclusivo para mi Papito Dios quien eternamente ha estado a mi lado.

Papito Dios: cuando pienso en Ti y trato de imaginarme cómo eres, mi mente pasa figura tras figura pero no logro encauzar la tuya en ninguna. Es que eres tan Sublime y Majestuoso que no sabría cómo retratarte. Sé que mi entendimiento no alcanza a comprender tu aspecto de jaspe y cornalina sentado en el trono mayor y quizá desde allí mirando si este ser que creaste te satisface o si aún piensas seguirlo modelando para que pueda en el día que Tú decidas, sentarse cerca sin que desdibuje el imponente cielo con tu Hijo Amado a tu derecha y tus ángeles y santos alrededor dándote el loor que Tú mereces.
De todas maneras Padre mío, me miras y sonríes; soy una oveja más de tu manada a la que cubres con tu manto cuando está con frío y vendas las heridas cuando esta golpeada. Sé también que no siempre he pastado en verdes prados; no sé por qué se te antoja mi Señor llevarme cautiva tantas veces al árido desierto. Quizá todavía no conozco tu propósito en mi vida y tampoco entiendo que es allí en tierras secas cuando más me amas. No sería agradecida si ignorara que me has cautivado en desiertos solitarios hablándome al oído suavemente con el amor y la ternura que sólo Tú sabes entregar.
Mi vida está en tus manos; Tú me hiciste y me formaste en el vientre de mi madre y nada de lo mío te es oculto. Por eso Amado Padre, hoy rindiéndote algo de mi ser para adorarte quiero decirte que me tomes en tus brazos nuevamente, que me acunes y consientas como siempre, para proseguir por la senda ya trazada sin perder la mirada de tu rostro. ¡Ven Padre! ¡Eres mi Todo y sin Ti no tengo nada! Necesito que me cargues, que me abraces, que me arrulles y me cubras bajo tus alas abrigadas, para no helarme de frío quedando a la intemperie.

Un abrazo y bendiciones,


Dora C.

sábado, 17 de junio de 2017

Cambiemos de actitud gozando los regalos de Dios

Volví a sentirme descorazonado de haberme afanado tanto en esta vida. 
Eclesiastés 2:20.

Lectura: Eclesiastés 2:12-26.  Versículo del día: Eclesiastés 2:20.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando miramos alrededor y hacemos como una introspección de lo que ha sido nuestra vida, nos sentimos descorazonados y preguntamos si ha valido la pena afanarnos tanto en cada situación vivida, máxime cuando en muchas ocasiones nos hemos preocupado más de la cuenta. Es que la vida es tan efímera y tan fugaz que hoy estamos mañana no sabemos y por cuantas cosas insignificantes hemos perdido la paz sin aprovechar quizá momentos valiosos como la unión cuando nos reunimos familiarmente. Nos atormentamos por pequeñeces que se interponen y no nos dejan ver el fondo de lo que en verdad merece la pena disfrutar.
El Predicador llega a la conclusión que entonces aprovechemos los afanes y nos gocemos en el trabajo que tengamos “Nada hay mejor para el hombre que comer y beber, y llegar a disfrutar de sus afanes. He visto que también esto proviene de Dios, porque ¿quién puede comer y alegrarse, si no es por Dios?” (vv. 24-25). Entonces aprovechemos el trabajo que se tiene con satisfacción porque esto es un regalo de Dios. No saquemos a Dios del trabajo; al contrario, su relación con Él puede definir qué tanto lo goza y qué puede hacer allí para su gloria. Creo que de este modo estamos honrando a Dios y le estamos dando a los afanes o al trabajo realizado el lugar que le corresponde. Cambiemos de actitud: en vez de atormentarnos, gocemos lo que Dios nos ha regalado.

Amado Señor: gracias por tanto bien que nos haces y muchas veces ni siquiera los notamos por dejarnos llevar por angustias que no tienen valor alguno. Gracias por enseñarnos a sacarle el mayor provecho a esta vida y a gozarnos con el fruto del trabajo que nos das. Te rogamos  que siempre reines en medio, sabiendo que Tú provees ese trabajo y nos gozaremos en él.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 16 de junio de 2017

Hemos sido consolados para aprender a consolar

quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. 
2 Corintios 1:4.

Lectura: 2 Corintios 1:3-11.  Versículo del día: 2 Corintios 1:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando estamos en la prueba, en la aflicción o angustia, quizá solo pensamos en nuestro dolor. No nos damos cuenta que Dios también está en medio de él y que detrás de toda esa nube oscura se encierra un propósito divino. He conocido casos de personas al borde de la muerte con una enfermedad terminal, pero con un corazón completamente volcado hacia el Señor. El Señor ha hecho el milagro en sus vidas y ahora muchas se dedican a llevar la Palabra de Dios a quienes padecen lo mismo que ellas padecieron. Es fácil consolar cuando hemos sido consolados. Esto por decir en el campo físico de la salud; pero igual el Señor se manifiesta en el área emocional, financiera o espiritual.
Creo que el dolor al final de las luchas cuando nos disponemos,  se convierte en un aliado para el cristiano porque entre más dolor, más fe, más esperanza, más fortaleza y más quebrantamiento. El Señor se llevó a cuestas todas nuestras cargas y dolores en esa cruenta cruz; pero, ¡Gloria a Dios que se levantó y vive para siempre! Después de la oscuridad viene la luz; después del lamento el baile y después de turbulentas aguas, un manantial claro y majestuoso en cascadas desbordantes.
Hagamos del dolor la parte que Dios nos pone para afianzarnos en la fe que a veces es débil y flaquea. Miremos la tribulación no como una afrenta o castigo; más bien mirémosla con ojos de esperanza y gratitud porque eso quiere decir que somos especiales para nuestro Papito Dios y que Él como buen Padre sabe disciplinarnos y hacia dónde conducirnos.

Dios nuestro: Gracias porque cuando has permitido que lleguen los problemas has sabido lo que tienes que pulir en este molde para glorificarte en medio del dolor. Gracias por cada lección dada y por el aprendizaje en cada golpe. Gracias por el consuelo recibido de tu parte porque ahora podemos ofrecerlo a otros.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 14 de junio de 2017

Debemos brindar amor fraternal

Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente. 
Romanos 12:10.

Lectura: Romanos 12:9-21.  Versículo del día: Romanos 12:10.

MEDITACIÓN DIARIA

Ya sea en la familia o en la Iglesia, cómo es de importante la comunión entre sus miembros. Dios nos manda que amemos al prójimo como a nosotros mismos y lo que menos queremos es maltratar todo nuestro ser; por el contrario buscamos la manera de cuidarlo, consentirlo y preservarlo de un modo u otro, entonces ese debe ser el comportamiento que le debemos al hermano o a quien está más próximo. La unidad debe de estar basada principalmente en el amor, “El amor debe ser sincero” (v.9a), y es por este amor que nos colaboramos, nos toleramos y nos perdonamos cuando fallamos: “Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran” (v. 15). Bien dice el versículo del día: “respetándose y honrándose mutuamente”, porque cuando falla el respeto todo lo demás se derrumba fácilmente.
Pero bueno, esto es interesante desde el punto de vista congregacional o familiar. Sin embargo practicar el amor fraternal es a nivel global, porque no es solamente con quien conocemos y nos hace bien. Es incluso con el desconocido de la calle que en un momento dado nos empuja; es con el conductor que se nos atravesó; es con el jefe que fue injusto o con el compañero de trabajo que es ofensivo. Es aún mayor, con el que nos ha hecho daño y es nuestro enemigo. En una ocasión me aconsejaron que ante cualquier insulto o agresión de quien fuera, pensara: ‘quizá está pasando un mal momento en su vida’ y me pusiera en sus zapatos para no juzgarlo con dureza.
De todas maneras sea donde sea y con quien sea, Dios siempre va a demandar de nuestra parte AMOR y no es cualquier amor, es amor incondicional; el mismo que Él nos ofreció hasta entregar su vida por nosotros. ¿Estamos dispuestos a dar el amor fraternal que Dios nos exige? Dejemos que el mundo hable de nosotros por el amor que le brindamos. “No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” (v. 21).

Amado Señor: Es paradójico saber que en realidad todo lo que hacemos es básicamente por amor y a la vez, tratar de comprender como lo destruimos tan fácilmente. Señor, danos la capacidad inmensa del fruto del amor de tu Santo Espíritu para que podamos desbordarlo hacia nuestro prójimo y ser bondadosos, tolerantes y perdonadores con ellos. Gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

Para llevar una vida santa

Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra, pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. 
Colosenses 3:2-3.

Lectura: Colosenses 3:1-17.  Versículos del día: Colosenses 3:2-3.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Qué efímeras son las riquezas, el poder, la vanagloria! Hay que cosechar tesoros para el cielo y no para la tierra. Si hemos muerto al pecado, demostrémoslo. Con el bautismo declaramos que morimos con Cristo (Romanos 6:3-4), entonces vivamos para Él. “Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría”; “Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno.  Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios”. “Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.” (vv. 4, 8-9, 12-14 en la lectura). Esto es una reseña que nos muestra el apóstol Pablo sobre lo que debemos abandonar sí de verdad declaramos que somos cristianos. A veces creemos que por no haber matado a nadie, no haber sido corrupto o depravador sexual los demás pecados son inofensivos. Por decir: se ve con buenos ojos el mentir, el enojo, el lenguaje obsceno y hasta la falta de perdonar o pedir perdón y ¡qué equivocación tan grande! Para Dios solo existe ‘pecado’ y todo lo que le ofende a Él es pecado. No hay pecados mayores y otros menores, todos son iguales.
Considero que quizá por esta visión del pecado es que se miente tanto  y se guarda mucho rencor y resentimiento. En general se piensa que el único que perdona es Dios, sin recordar que es un mandato: “Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes”. Pongamos atención en lo de arriba, en lo que le agrada al Señor; crucifiquemos la vieja naturaleza para que podamos vivir con Cristo Jesús.

Señor Jesús: Gracias porque lo que viniste hacer en la cruz fue precisamente morir por todos nuestros pecados sea que los veamos grandes o pequeños, para que quien te acepte, acepte también esta crucifixión de todos ellos. Haznos entender que allí quedaron sepultados y que ahora tenemos una nueva vida de resurrección a tu lado, en la que te complaces cuando vivimos como te agrada. Gracias bendito Señor por enseñarnos a llevar una vida recta. En tu nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

martes, 13 de junio de 2017

Así no lo entendamos, por su amor somos campeones de la vida

Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 
Romanos: 8:37.

Lectura: Romanos 8:1-39.  Versículo del día: Romanos 8:37.

MEDITACIÓN DIARIA

Nos afirma aquí su Palabra que los que viven según la naturaleza pecaminosa no son de Cristo. “Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa, sino según el Espíritu” (v. 9). Y este Espíritu es el que nos da vida, nos quita el miedo y quien nos adopta como hijos de Dios;  por tanto, debemos comportarnos como tal (vv. 12-15). Creemos que son muchas las aflicciones que vivimos y así salgamos de una para entrar en otra, bien dice Pablo: “De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros” (v. 18). Lo más asombroso es que el bendito Espíritu que vive en nosotros, no nos dejará ni abandonará, “Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. (v. 26). Este capítulo es espectacular. ¡Hasta dónde Dios nos ama que está listo a tendernos su generosa mano y a motivarnos para continuar haciéndonos entender que si las cosas no salen como las esperábamos es porque Él en su infinita sapiencia dispone todas las cosas de manera que sean  para nuestro bien! (v. 28).
A pesar de sufrimientos y bajonazos de la vida hay algo seguro que nadie nos puede quitar: su gran amor. Nada nos apartará de él (vv. 35 y 38-39); y por su infinito amor es que somos más que vencedores. ¡Gloria a Dios!

Amado Señor: gracias por mostrarnos a través de tu Palabra que Contigo somos más que vencedores. Somos campeones de la vida así esta vida quiera ensañarse sacando a flote muestra debilidad. Gracias porque tu Santo Espíritu sale en favor nuestro gimiendo de manera tan especial que no hay palabras para expresarlo ni entenderlo. Gracias buen Señor por tanto amor derramado sin merecerlo. ¡Te exaltamos y te adoramos!
Un abrazo y bendiciones,

Dora C.

lunes, 12 de junio de 2017

Cómo orar por los hijos

Dale también a mi hijo Salomón un corazón íntegro, para que obedezca y ponga en práctica tus mandamientos, preceptos y leyes. 
1 Crónicas 29:19a.

Lectura: 1 Crónicas 29:10-20.  Versículo del día: 1 Crónicas 29:19a.

MEDITACIÓN DIARIA

Una madre nunca debe dejar de orar por sus hijitos. Es una tarea continua aun desde el tiempo de la gestación y así tengan todos los años que tengan, siempre deben estar presente en sus oraciones. Nuestros hijos al igual que todos, pasan por problemas y momentos difíciles en su vida. Cuando son pequeños los problemas son pequeños, pero a medida que van creciendo sus problemas van siendo mayores también.
Me gusta la manera como David empieza a orar aquí. Primero se dirige al Señor adorándolo y alabándolo de tal modo que reconoce su Majestad, poder y gloria (vv. 10-13).  Después se dirige a Él entendiendo muy bien cuál es su posición frente al ‘Gran Yo Soy’; el dueño de toda la riqueza del mundo (v. 16). Y con actitud humilde le dice también: “Yo sé, mi Dios, que tú pruebas los corazones y amas la rectitud. Por eso, con rectitud de corazón te he ofrecido voluntariamente todas estas cosas” (v. 17). Luego sí, a la vez que pide por el pueblo, intercede por su hijo: “Dale también a mi hijo Salomón un corazón íntegro, para que obedezca y ponga en práctica tus mandamientos, preceptos y leyes” (v. 19).  Considero que este ejemplo es bien a seguir puesto que nos enseña que el orar y clamarle al Señor no es solamente un momento de ‘pido y pido’. El Señor reclama nuestra absoluta devoción y atención y sabemos que el sacrificio de alabanza le agrada. Papá Dios es Papá ante todo y demanda que le honremos como se merece; le gusta como a cualquier ‘papá’ que lo adulemos y le digamos lo maravilloso que es. Igual tiene en cuenta nuestra actitud de humildad para acercarnos a su trono. Cuando ya estemos impregnados de todo lo que Él es y representa, es el momento de hacerle saber nuestras cargas y deseos por nuestros hijos o por el hijo que le estemos poniendo de presente.
Recordemos a Ana la madre de Samuel; Ella oraba angustiada y llorando amargamente. El Señor le concedió la petición de su corazón (1 Samuel 1:9-28). Estoy segura que Dios tiene muy en cuenta las lágrimas de una madre. Aprendamos a orar por nuestros hijos con corazón contrito y humillado que ese no lo despreciará nuestro Padre Celestial.

Bendito eres Dios de toda creación. Exaltamos tu Nombre y te damos toda la honra y gloria que mereces. Gracias por ser nuestro glorioso Papito y por permitirnos acercarnos a Ti ya que reconocemos que no somos nadie ni merecemos nada. Tú no solamente eres el dueño de todo el oro y la plata del mundo sino también de nuestras vidas y estas reposan en tus benditas manos. De manera especial hoy queremos poner a tus pies a nuestros hijitos. Tú conoces muy bien sus corazones y también sus anhelos y deseos. Llena todo vacío que haya en sus vidas; fortalécelos en tu Palabra y dales el sosiego y la paz que necesitan. Por encima de todo Padre amado, te rogamos que jamás se aparten de tu camino. Ilumina la senda que tienen que recorrer para llegar a la meta trazada por Ti. Al pedirte por ellos mi Señor, involucramos a las generaciones venideras para que desde ahora las estés guardando y preservando para tu reino. Nuestros hijos no son nuestros, son tuyos y te los entregamos con la certeza de que en tus brazos estarán más seguros. Gracias bendito Padre por escuchar nuestra plegaria.

Un abrazo y bendiciones,


Dora C.

sábado, 10 de junio de 2017

Hay que hablar sin importar las consecuencias

¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos! Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo! 
Hechos 7:51.

Lectura: Hechos 7:30-60.  Versículo del día: Hechos 7:51.

MEDITACIÓN DIARIA

Palabras del discurso de Esteban ante el Consejo en donde les hace un recuento desde el llamamiento de Abraham. Ahora, él hablándoles duro, los compara con los antepasados y por eso los tilda de tercos, duros de corazón y torpes de oídos. Pero palabras que no solo van para los de Judea; también son para estos tiempos. La humanidad caída tiene el corazón entenebrecido y los oídos tapados. No hay peor ciego que el que no quiere ver y peor sordo que el que no quiere oír. A Esteban no le dio miedo ‘cantarles la tabla a los señores del Consejo” sabiendo de antemano a lo que se expondría; Su discurso fue enfático y los acusó abiertamente de haber asesinado al Justo (vv. 52-53), al Santo de Israel, al Señor Jesús.
Así como Dios envió en la antigüedad a Moisés para sacar a su pueblo de la esclavitud, envía a Esteban para abrirle el entendimiento no solo a los del Consejo sino a la multitud que lo estaba escuchando y que aplaudía el deseo de los sacerdotes de sacrificarlo, como en verdad sucedió (vv. 57-60).  El testimonio de Esteban nos sirve a nosotros para que aprendamos a no temerle al mundo e ir abiertamente a hablarles del Salvador.

Amado Señor: Cada acontecimiento de tus discípulos es una enseñanza. Quita de nosotros todo orgullo, desánimo o vergüenza de predicar tu mensaje de salvación y danos la decisión y el denuedo de Esteban para ir a los altos ejecutivos y políticos, así se nos tilde de locos, fanáticos o incluso nos amedrenten con quitarnos la libertad o el trabajo. Gracias porque eres Tú quien pones el querer como el hacer y es tu Santo Espíritu quien nos llena de poder, por tu buena voluntad.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 9 de junio de 2017

La protección: un regalo más de nuestro Dios

El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. 
Salmo 121:7.

Lectura: Salmo 121:1-8.  Versículo del día: Salmo 121:7.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Bendita Palabra del Señor!  Siempre está ahí lista para animarnos y también como dice Timoteo: para enseñarnos, reprendernos, corregirnos y para educarnos rectamente (2 Timoteo 3:16). Por ahora me voy por el lado de animarme porque creo que precisamente el Señor sabe qué es lo que necesitamos y en el momento exacto nos lo da. Así que este Salmo 121 me reconforta, me levanta y me inspira a continuar sin desmayar porque “Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra” (v. 2). Y es que el Señor no me protege de una sola cosa, aquí dice que “de todo mal”; en todos mis peligros está presente para tenderme la mano y ponerme a salvo. Me cuida en mi salida de casa como en mi regreso; va por el camino a mi lado ahora y siempre por donde quiera que vaya (v. 8). O sea, que si me pierdo o me desvío no debo temer, porque mi mejor guía y amigo estará allí acompañándome.
La protección de Dios es una dádiva más de la que gozamos los cristianos, “a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos. Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo” (1 Pedro 1:5 y 6). ¡Qué tranquilidad me da saberlo mi Señor!

Gracias Señor por tu protección que jamás nadie podrá arrebatarme y de la cual soy privilegiada de tener desde el mismo momento en que nací de nuevo Contigo, hasta que decidas llevarme a tu presencia. Gracias porque saber esto es motivo de sosiego, paz y alegría en mi vida. No quiero volver a dudar jamás de tu protección. ¡Te amo Señor por tu inmensa bondad y misericordia derramada sobre mí!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 8 de junio de 2017

Nada me atemorizará: eres mi luz y mi salvación

El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida;     ¿quién podrá amedrentarme? 
Salmo 27:1.

Lectura: Salmo 27:1-14.  Versículo del día: Salmo 27:1.

MEDITACIÓN DIARIA

He estado si soy sincera, quizá estresada en estos días. Un cúmulo de emociones encontradas: unas muy agradables, otras no tanto y otras definitivamente abrumadoras para mí. No sé si este rollo de emociones es lo que ha permitido que cualquier síntoma o dolor en mi cuerpo me acabe de alterar. El paseo en familia a los parques de Orlando fue muy gratificante pero a la vez agotador. Me pregunto ahora si esas largas caminatas afectaron mi cirugía de cadera porque he experimentado en mi pierna sensaciones que antes nunca había sentido. Primero sentí un escozor por dentro como si una herida se me hubiese abierto y para completar ayer en la tarde al hacer un movimiento, de pronto sentí que algo rodaba pierna abajo pero lógicamente no lo veía porque la sensación era interna. Ante esta situación me llené de pánico. Me sentí completamente sola en un sitio donde no conozco a nadie. Mi primer pensamiento fue llamar a amistades médicas de mi país Colombia, pero presa del pánico mis dedos se trababan para describir lo que me pasaba. Llamé entonces, a mi consuegra que es mi prima también y a mi hijo de Colombia porque no quería importunar a mi otro hijo que vive con nosotros y que yo sabía que estaba ocupado. Sin embargo, al final lo hice. Ahora ya calmada después de consultar con una médica amiga, mi hijo con un galeno conocido y después de orar con Dany mi hijo mayor quien llegó de inmediato, me tranquilicé y me quedé dormida. Pero pienso y le doy vueltas al asunto y buscando en la Biblia sobre miedos, temores y pánico entendí que mi enemigo número uno Satán, aprovechó la situación para hacerme perder la paz; esa es su arma poderosa. Recordé la noche en que fui operada de mi seno cuando por un momento sentí que no podía respirar y también me llené de pánico. Luego comprendí o mejor, el Espíritu Santo me mostró que había sido víctima de un ataque satánico. Exactamente fue lo mismo que sentí ayer.
Si el miedo es el arma poderosa de Satán, yo tengo una más poderosa todavía porque me la dio mi Padre Celestial y es la oración. El Señor Jesús eso fue lo que hizo cuando murió: bajó a los infiernos a pisotear a Satanás y él ya no tiene primacía sobre mí; yo pertenezco a la grey de mi Salvador y Redentor. Por eso este Salmo que le dejo a todos ustedes; además del consejo que se llenen de todos los versículos que nos hablan de la seguridad que tenemos con el Señor a nuestro lado, velando y guiando nuestros pasos.

Mi Señor y mi Dios: gracias porque Tú estás en mí y eres mayor que el que está en el mundo. Gracias por revelarme que Contigo tengo la mejor arma contra el enemigo y que la debo usar en todo momento. Con razón dice el Salmista que desea habitar en tu casa todos los días para contemplar tu hermosura. Y es que estando a tu lado nada ni nadie me puede hacer daño porque Tú eres el Dios de mi salvación que no me desampara ni me abandona. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones. 

miércoles, 7 de junio de 2017

Eres el Sol radiante que brillará después de la tormenta

Me ha estrellado contra el suelo; me ha hecho morder el polvo. Me ha quitado la paz; ya no recuerdo lo que es la dicha. Y digo: La vida se me acaba, junto con mi esperanza en el Señor. 
Lamentaciones 3:16-18.

Lectura: Lamentaciones 3: 1-27.  Versículos del día: Lamentaciones 3:16-18.

MEDITACIÓN DIARIA

Muy seguramente en algún momento de tu vida te has lamentado como Jeremías. Y no es de extrañar. Creo que a todos nos llegan situaciones tan difíciles de pasar que sincerándonos con el Señor solemos también abrirle el corazón de par en par y dejar fluir nuestro dolor a sus pies. Muchos consideran que llorar es un signo de debilidad y con mayor razón tachan al hombre sensible que gime, como falto de virilidad, cuando no es así. El llorar hace bien y hasta puede ser una terapia para el afligido. ¡Cuántas otras cosas dice Jeremías! Miremos: “Me ha hecho andar en las tinieblas; me ha apartado de la luz”; “Me ha marchitado la carne y la piel;  me ha quebrantado los huesos”; “Por más que grito y pido ayuda, él se niega a escuchar mi oración”; “Me ha partido el corazón con las flechas de su aljaba” (vv. 2, 4, 8, 13). Y continúa diciéndole  al Señor: “Recuerda que ando errante y afligido, que estoy saturado de hiel y amargura. Siempre tengo esto presente, y por eso me deprimo” (vv. 19-20). ¿Algún parecido? Pero sucede algo increíble dentro de su lamento: Jeremías trae a la memoria algo muy importante que nosotros, si somos honestos debemos recordar: “Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo: El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!” (vv. 21-24).
¡Qué hermosa conclusión! Personalmente también digo que el Señor es todo lo que tengo y que por más que pareciese que la lluvia no cesara, habrá un momento en donde el sol brillará nuevamente; por tanto en Él esperaré.

Sí mi Señor. Como los días que están lluviosos y oscuros podemos encontrarnos hoy. Aguaceros vienen y aguaceros van. La mañana se convierte en noche porque no cesa de llover y el astro rey no quiere aparecer. Tal pareciese que en complicidad con las tristezas no considera el momento oportuno de salir. ¡Pero gracias mi Señor! Gracias porque nos enseñas que tu amor jamás se acaba y que tu compasión no se agota. Gracias porque habrá un nuevo amanecer con sol radiante y aunque no te veamos ni entendamos tus designios ¡Eres el Sol radiante que brillará después de la tormenta! ¡Eres la certeza de la vida! ¡Aleluya!

Un abrazo y bendiciones.