sábado, 10 de junio de 2017

Hay que hablar sin importar las consecuencias

¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos! Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo! 
Hechos 7:51.

Lectura: Hechos 7:30-60.  Versículo del día: Hechos 7:51.

MEDITACIÓN DIARIA

Palabras del discurso de Esteban ante el Consejo en donde les hace un recuento desde el llamamiento de Abraham. Ahora, él hablándoles duro, los compara con los antepasados y por eso los tilda de tercos, duros de corazón y torpes de oídos. Pero palabras que no solo van para los de Judea; también son para estos tiempos. La humanidad caída tiene el corazón entenebrecido y los oídos tapados. No hay peor ciego que el que no quiere ver y peor sordo que el que no quiere oír. A Esteban no le dio miedo ‘cantarles la tabla a los señores del Consejo” sabiendo de antemano a lo que se expondría; Su discurso fue enfático y los acusó abiertamente de haber asesinado al Justo (vv. 52-53), al Santo de Israel, al Señor Jesús.
Así como Dios envió en la antigüedad a Moisés para sacar a su pueblo de la esclavitud, envía a Esteban para abrirle el entendimiento no solo a los del Consejo sino a la multitud que lo estaba escuchando y que aplaudía el deseo de los sacerdotes de sacrificarlo, como en verdad sucedió (vv. 57-60).  El testimonio de Esteban nos sirve a nosotros para que aprendamos a no temerle al mundo e ir abiertamente a hablarles del Salvador.

Amado Señor: Cada acontecimiento de tus discípulos es una enseñanza. Quita de nosotros todo orgullo, desánimo o vergüenza de predicar tu mensaje de salvación y danos la decisión y el denuedo de Esteban para ir a los altos ejecutivos y políticos, así se nos tilde de locos, fanáticos o incluso nos amedrenten con quitarnos la libertad o el trabajo. Gracias porque eres Tú quien pones el querer como el hacer y es tu Santo Espíritu quien nos llena de poder, por tu buena voluntad.

Un abrazo y bendiciones.

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