martes, 6 de junio de 2017

¡Ven en nuestra ayuda y camina con nosotros!

Tú me has estado diciendo: Lleva a este pueblo a la Tierra Prometida. Pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. Me has dicho: “Yo te conozco por tu nombre y te miro con agrado”.  Si es cierto que me miras con buenos ojos, permíteme conocer tus caminos, para que pueda comprenderte más a fondo y siga gozando de tu favor. Y recuerda que esta nación es tu propio pueblo. 
Éxodo 33:12-13. NTV.

LECTURA: Éxodo 33:1-23.  Versículos del día: Éxodo 33:12-13.

MEDITACIÓN DIARIA

Estas fueron las palabras francas de Moisés al Señor cuando le ordenó guiar a su pueblo y sacarlo de Egipto hacia la tierra que fluye leche y miel. Moisés estaba confundido; no sabía que rumbo tomar porque el Señor le había dicho que no los acompañaría ya que ese pueblo era terco y rebelde (v. 3).
Quizá el Señor a alguno de nosotros nos ha puesto como líder de un grupo, de una Iglesia o de una familia y a veces no entendemos su mandato de salir e ir en busca de la tierra prometida. Tal vez también sinceramente le hemos dicho que si en verdad nos mira con agrado nos haga conocer sus caminos porque aún no los tenemos claros. Hay mucha nubosidad y no encontramos el foco que nos alumbre por dónde coger. Quizá también en medio de los que vamos hay terquedad y rebeldía y el Señor desea romper estos yugos que se interponen y no nos dejan andar como debemos.
Observemos que le responde el Señor a Moisés ante su reclamación: “—Yo mismo iré contigo, Moisés, y te daré descanso; todo te saldrá bien” (v. 14); Moisés sin embargo le insiste: “Si tú mismo no vienes con nosotros, no nos hagas salir de este lugar. ¿Cómo se sabrá que me miras con agrado —a mí y a tu pueblo— si no vienes con nosotros?” (vv. 15-16). Moisés sabía que sin tener el respaldo del Señor era muy difícil cumplir esa tarea; pero Dios como buen Padre le responde. “Ciertamente haré lo que me pides, porque te miro con agrado y te conozco por tu nombre” (v. 17). Seguro que si somos suyos no nos dejará solos.

Buen Señor: Haznos entender tu voluntad. Es difícil a veces tener el discernimiento necesario para saber por dónde y cómo conducirnos. Solamente Tú Señor puedes iluminar el camino a recorrer. Esta familia es tu pueblo. Ven en nuestra ayuda y permite que juntos Contigo avancemos hacia la tierra prometida.  ¡Gracias Señor mío y Dios mío!

Un abrazo y bendiciones. 

No hay comentarios: