sábado, 17 de junio de 2017

Cambiemos de actitud gozando los regalos de Dios

Volví a sentirme descorazonado de haberme afanado tanto en esta vida. 
Eclesiastés 2:20.

Lectura: Eclesiastés 2:12-26.  Versículo del día: Eclesiastés 2:20.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando miramos alrededor y hacemos como una introspección de lo que ha sido nuestra vida, nos sentimos descorazonados y preguntamos si ha valido la pena afanarnos tanto en cada situación vivida, máxime cuando en muchas ocasiones nos hemos preocupado más de la cuenta. Es que la vida es tan efímera y tan fugaz que hoy estamos mañana no sabemos y por cuantas cosas insignificantes hemos perdido la paz sin aprovechar quizá momentos valiosos como la unión cuando nos reunimos familiarmente. Nos atormentamos por pequeñeces que se interponen y no nos dejan ver el fondo de lo que en verdad merece la pena disfrutar.
El Predicador llega a la conclusión que entonces aprovechemos los afanes y nos gocemos en el trabajo que tengamos “Nada hay mejor para el hombre que comer y beber, y llegar a disfrutar de sus afanes. He visto que también esto proviene de Dios, porque ¿quién puede comer y alegrarse, si no es por Dios?” (vv. 24-25). Entonces aprovechemos el trabajo que se tiene con satisfacción porque esto es un regalo de Dios. No saquemos a Dios del trabajo; al contrario, su relación con Él puede definir qué tanto lo goza y qué puede hacer allí para su gloria. Creo que de este modo estamos honrando a Dios y le estamos dando a los afanes o al trabajo realizado el lugar que le corresponde. Cambiemos de actitud: en vez de atormentarnos, gocemos lo que Dios nos ha regalado.

Amado Señor: gracias por tanto bien que nos haces y muchas veces ni siquiera los notamos por dejarnos llevar por angustias que no tienen valor alguno. Gracias por enseñarnos a sacarle el mayor provecho a esta vida y a gozarnos con el fruto del trabajo que nos das. Te rogamos  que siempre reines en medio, sabiendo que Tú provees ese trabajo y nos gozaremos en él.

Un abrazo y bendiciones.

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