miércoles, 28 de junio de 2017

Desatar correas y romper ataduras

Despertó a Pedro con unas palmadas en el costado y le dijo: ¡Date prisa, levántate! Las cadenas cayeron de las manos de Pedro. 
Hechos 12:7.

Lectura: Hechos 12:1-19.  Versículo del día: Hechos 12:7.

MEDITACIÓN DIARIA

El rey Herodes por congraciarse con los judíos mandó arrestar a Pedro y le puso una vigilancia especial. La Iglesia reunida oraba al Señor por la vida de Pedro y sucedió que a media noche mientras él se encontraba dormido en medio de dos soldados con cadenas en las manos, un ángel del Señor lo despertó e hizo vestir y levantar con la orden de seguirlo. Así fue: las cadenas cayeron; traspasaron puertas, soldados y llegaron a la calle donde el ángel lo acompañó por unas cuadras y después desapareció (vv. 1-11). Puede ser insólito para nosotros y un cuento para los no creyentes, pero Dios que es experto en imposibles lo hizo. A Pedro lo liberó de la cárcel el Señor Jesús y a ti te puede liberar también aunque creas que no lo necesitas. Jesús le dijo a los que habían creído en Él: “Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31b-32). Jesús también dijo ser la Verdad (Juan 14:6).  Hay que creer en Cristo y ser fiel con sus enseñanzas para ser liberado. Quizá estás atado en tu vida espiritual aunque no lo aceptes o quieras darte cuenta y Dios quiere darte libertad; no insistas más en ese estado. Si Dios prometió libertad a través de Jesucristo, déjate llevar de su mano. Dios liberó físicamente a Pedro. Fue un hecho insólito; tanto que Herodes mandó matar a los que lo custodiaban. Pero es que Dios puede hacer por ti también lo más asombroso con tal de darte libertad. En quien primero quiere Dios desatar las correas y romper toda atadura es en ti y que goces la vida que te prometió: “El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10). El ladrón que es Satanás quiere destruirte pero ahí está el Señor Jesús listo a tenderte su mano, no la rechaces.

Amado Señor Jesús: Hay muchos que van de golpe en golpe porque no han experimentado la verdadera libertad Contigo. Permite que se lancen en tus brazos y puedan gozar desde esta tierra una vida plena y abundante. Gracias porque eres el Único que desatas cadenas así sean de las más pesadas. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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