Sobre la casa real de David y los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de gracia y de súplica, y entonces pondrán sus ojos en mí. Harán lamentación por el que traspasaron, como quien hace lamentación por su hijo único; llorarán amargamente, como quien llora por su primogénito.
Zacarías 12:10. NVI.
Lectura: Zacarías
12:9-14. Versículo del día: Zacarías
12:10.
MEDITACIÓN DIARIA
Esta es una profecía para
el pueblo de Israel. Ahora que nosotros, somos su pueblo y que el Señor vino a
morir por todos los gentiles también, si tú no le has entregado tu vida a Jesús
de Nazaret, te invito a que no dejes pasar más el tiempo ni a esperar a hacer
lamentación alguna. Lo que Él tenía que hacer por ti, ya lo hizo hace dos mil años
en la cruz del Calvario. Allí murió por toda la humanidad y esto te incluía.
Pero tenemos la gran noticia y es que su tumba está vacía. El Señor resucitó.
Resucitó para darte vida y vida eterna. No esperes que sigan los
acontecimientos su curso; haz lamentación de una vez y para siempre, porque con
el Señor todo es Sí y Amén. Él no miente.
Amado Señor: te
damos gracias porque sabemos que Tú vuelves a la tierra como lo prometiste.
También sabemos que los de tu pueblo Israel llorarán y se lamentarán por haberte
crucificado. Señor, igual todos nosotros al no reconocer lo que viniste a
hacer, estamos haciendo lo mismo. Hoy quiero entregarte mi vida y aceptarte
como mi Único y suficiente Señor y Salvador personal. Perdona mis pecados; toma
el control del trono de mi vida y hazme de acuerdo a tu santa voluntad. Gracias
por perdonarme y limpiarme y gracias por darme el derecho a la patria celestial
a tu lado. Amén.
Un abrazo y bendiciones.