Cuando los fundamentos son destruidos, ¿qué le queda al justo?
Salmo 11:3. NVI.
Lectura:
Salmo 11:1-7. Versículo del día: Salmo
11:3.
MEDITACIÓN
DIARIA
Bueno,
personalmente creo que el fundamento del cristianismo está basado en la fe. “En
realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a
Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan” (Hebreos
11:6). Entonces, al tener como base ese fundamento podemos entender también por
fe, las verdades que encierran nuestro cristianismo: por fe creemos en la
Trinidad; la Encarnación; el nacimiento de Cristo; su pasión, muerte y
resurrección; la Ascensión de Él al cielo; su Segunda Venida y por ese mismo
fundamento es que creemos en el nacimiento espiritual de cada persona, cuando
le entrega su vida a Cristo, empezando por la propia.
Estos
fundamentos los puede destruir la sociedad, el mundo, los falsos maestros, o
quienquiera porque en estos tiempos son muchos los que desean destruirlos. Pero
tú: “Compra la verdad, y no la vendas” (Proverbios 23:23 RVR 1960). Hay una
verdad que está por encima de todas y es la que tienes que adquirir, antes que
nada: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí”. Jesús, es el verdadero fundamento de nuestra fe cristiana.
No lo sueltes ni lo negocies. Proverbios 3:3 nos dice que, lo ates alrededor de
tu cuello y lo escribas en el libro de tu corazón. Así, que nos queda defender
nuestros cimientos basados en la fe.
Amado Señor: Tú Eres el Hijo de Dios, muerto y
resucitado. Eres el Único Camino y Verdad para llegar al Padre. No permitas que
nuestra fe se derrumbe ni nos dejes negociarla con nadie ni por nada. Enséñanos
a defenderla y a llevarla siempre atada alrededor del cuello y escrita en el
libro de nuestro corazón, tal como lo enseña Tu Palabra. Gracias buen Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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