jueves, 30 de abril de 2020

Cristo Jesús vino al mundo para salvarte


Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 
1 Timoteo 1:15. NVI.

Lectura: 1 Timoteo 1:12-17.  Versículo del día: 1 Timoteo 1:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Así es. El Señor Jesús se le apareció a Saulo de Tarso (Pablo), cuando él perseguía a los primeros discípulos e incluso aprobaba sus ejecuciones como en el caso de Esteban. Pero Dios le tenía a Pablo una misión para cumplir y llevar el Evangelio de Jesús a los gentiles que somos todos los no judíos. Por eso con mucha autoridad, en sus Cartas como en el caso de la enviada a Timoteo puede afirmar con absoluta certeza, “que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores”.
Y todos somos pecadores (Romanos 3.23); todos, absolutamente todos necesitamos un Salvador que es Cristo Jesús. Dios Padre en su infinita misericordia mandó a su Hijo al mundo a morir por nosotros. Sobre Él recayó todo el peso de nuestro pecado; entonces cuando aceptamos ese sacrificio de Jesús por nosotros, le estamos reconociendo como nuestro propio Salvador. La Biblia nos dice: “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios” (Juan 1:12-13).
Quizá, nunca antes te lo dijeron. Las iglesias están llenas de fieles, pero muchos van por seguir una religión, más no conocen en verdad al Salvador. La relación con Jesús no es una religión, es un modo de vida. Tienes que nacer de nuevo (Juan 3). Si aún no lo has hecho, te invito para que hoy lo reconozcas, como quien es en verdad Jesús de Nazaret. Oremos:

Señor Jesús: Reconozco que Eres el Hijo de Dios muerto y resucitado por mí.  Acepto que soy pecador y que te necesito como mi Señor y Salvador. Ven a mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonar mis pecados y darme una vida nueva Contigo para siempre. En tu Nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 29 de abril de 2020

El Esíritu Santo: el Único que puede convencer de pecado


Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes. 
Juan 16:7. NVI.

Lectura: Juan 16:1-16.  Versículo del día: Juan 16:7.

MEDITACIÓN DIARIA

Así sucedió: el Señor fue ascendido al cielo (Hechos 1:9), y el Espíritu Santo se manifestó en Pentecostés a todos los que creían en Jesús y estaban reunidos (Hechos 2:2-4)), y lo sigue haciendo todavía. Él es el Único que puede convencer a las personas de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio. Nos dice claramente: “en cuanto al pecado, porque no creen en mí; en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y ustedes ya no podrán verme; y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado” (vv. 9-11 en la lectura).
Muy importante tener en cuenta que el que no cree en el Señor Jesucristo es declarado pecador. Es que el pecado no es más que un estado de indiferencia del hombre hacia Dios que lo tiene alejado de Él. Por esto, Dios mandó precisamente a su Hijo Jesús para que muriera en nuestro lugar y se pudiera restablecer la relación entre Dios y el hombre. Jesucristo, es el trampolín que nos lleva nuevamente al Padre. Así que es el bendito Espíritu de Dios, el que nos redarguye de pecado y el que en últimas nos lleva a los pies de Jesús. Cuando reconocemos que somos pecadores y que el único camino para llegar a Dios Padre es el Señor Jesús, lo estamos reconociendo como nuestro propio Señor y Salvador. Por eso, ahora te invito a que le digas a Jesús que tome tu vida. Oremos:

Señor Jesucristo: te doy gracias porque hoy entiendo que Eres Tú mismo revelándote a mí a través de tu Santo Espíritu. Ven a mi vida; te acepto como mi Señor y Salvador y te entrego todo mi ser. Hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias Señor por perdonar mis pecados y limpiarme de toda iniquidad. Gracias precioso Espíritu porque Tú me guiarás hacia lo que no entiendo, con Tu verdad.

Un abrazo y bendiciones.

martes, 28 de abril de 2020

Su Palabra es una realidad en los de su pueblo


No falta quien me pregunte: ¿Dónde está la palabra del Señor? ¡Que se haga realidad! 
Jeremías 17:15. NVI.

Lectura. Jeremías 17:10-18.  Versículo del día: Jeremías 17:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Sin duda alguna es la pegunta que uno u otro nos ha hecho en este tiempo de epidemia. ¡Claro! Los incrédulos están al acecho de cualquier cosa para caernos, a nosotros los cristianos. Pero no porque nos desafíen dejaremos de mirar a nuestro Redentor y saber que Él nos cuida y protege de todo mal. El Señor es nuestro Sanador y nuestro Salvador.
Nuestro amparo es el Señor. Veamos lo que nos dice en su Palabra: “¡Callen en mi presencia, costas lejanas! ¡Naciones, renueven sus fuerzas! Acérquense y hablen; reunámonos para juicio. ¿Quién ha hecho venir desde el oriente a aquel que siempre sale victorioso? Pone a las naciones en sus manos; ante él los reyes se rinden. Con su espada los vuelve polvo, con su arco los dispersa como paja” (Isaías 41:1-2). Nuestro buen Dios sale victorioso ante cualquier situación de manera tal, que hasta los gobernantes se rendirán a sus pies (Filipenses 2:10). Nosotros, no tememos porque sabemos quién va adelante. A los de su pueblo, a los de su Iglesia nos afirma lo siguiente: “Te tomé de los confines de la tierra, te llamé de los rincones más remotos, y te dije: ‘Tú eres mi siervo’. Yo te escogí; no te rechacé. Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaías 41:9-10). Su Palabra es una realidad en los suyos.

Amado Señor: creemos firmemente en tu Palabra y por eso te damos gracias. Te rendimos tributo de gratitud porque no estamos solos. Nos escogiste para Ti; nos llamaste de lo recóndito de la tierra y ahora nos envuelves en tus brazos para que tengamos la certeza de que estás con nosotros. Gracias buen Dios por fortalecernos y sostenernos en este tiempo. ¡Te alabamos y adoramos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 27 de abril de 2020

Con corazón limpio, buena conciencia y fe sincera


En fin, la ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina enseñada por el glorioso evangelio que el Dios bendito me ha confiado". 
1 Timoteo 1:10-11.

Lectura: 1 Timoteo 1:1-11 Versículos del día: 1 Timoteo 1:10-11. NVI.

MEDITACIÓN DIARIA

Pablo celoso en las cosas del Señor, le encarga a Timoteo la obra de Éfeso y le dice: “les ordenaras a algunos supuestos maestros que dejen de enseñar doctrinas falsas y de prestar atención a leyendas y genealogías interminables. Esas cosas provocan controversias en vez de llevar adelante la obra de Dios que es por la fe” (vv. 3-4). Exhorta de esa manera con el fin de que el mensaje se lleve con “el amor que brote de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera” (v. 5).  Esta es la sana doctrina  que Dios le confio al apóstol. Lo que Pablo desea, ante todo, es que no hablen de la ley porque no saben de qué hablan ni entienden lo que con tanta seguridad dicen. La ley no es para los justos sino para los rebeldes (vv. 7 y 9), que no han admitido la obra redentora de Cristo,  
Tengamos en cuenta que cuando aceptamos lo hecho por el Señor Jesucristo ya somos declarados justos por su sangre derramada. Esto no quiere decir que somos infalibles al pecado. Pecamos como cualquier otro mortal. Pero para que nuestra relación con el Señor no se interrumpa tenemos acceso a confesarle nuestros pecados y Él nos perdonará y limpiará (1 Juan 1:9). Siempre he dicho que el cielo estará lleno de pecadores, pero pecadores justificados con la sangre de Cristo. Ahora que conocemos esta bendita gracia, no debemos devolvernos a la ley sino permanecer con las ropas nuevas dadas por el Señor Jesucristo, obedeciendo y ofreciendo su mensaje de amor tal como nos lo describe en el versículo 5, para llevar a otros a sus pies.

Amado Señor: haz que de nosotros brote el amor hacia los demás con un corazón limpio, una buena conciencia y una fe sincera como es tu deseo, para que el mundo crea que somos de los tuyos y ese buen testimonio permita que crean y se conviertan a Ti. Gracias por enseñarnos con tu Palabra cada día y hacernos aceptos para tu reino. ¡Te alabamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 25 de abril de 2020

Dispuestos a servir no a exigir que nos sirvan

Recuerden lo que les dije: Ningún siervo es más que su amo. 
Juan 15:20. NVI.

Lectura: Juan 15:18-27. Versículo del día: Juan 15:20.

MEDITACIÓN DIARIA

Si hubo algo admirable del Señor Jesús en su vida pública fue su humildad. Infortunadamente, en los últimos años, se han venido levantando cantidad de pastores o líderes cristianos a quienes esa virtud poco se les conoce. “La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!” (Filipenses 2:5-8). La actitud de siervo es la que siempre debemos demostrar al prójimo.
Considero que mucho de esto tiene que ver con el evangelio de la prosperidad que se propaga hoy en día, donde todo empieza por casa; es decir, desde el evangelista o pastor de para abajo. Personalmente no estoy de acuerdo con lujos extravagantes para ellos. ¿Son dignos de su salario? Claro que sí; eso no tiene discusión. Pero de ahí a despilfarrar en cosas vanas hay bastante diferencia. Se les ha olvidado la humildad y encima de ostentaciones inútiles, se creen con derecho a que se les rinda pleitesía. No por el hecho de ser el Pastor o líder en la congregación se puede ver a los discípulos y demás fieles por debajo del hombro. El amor que nos debe caracterizar como cristianos implica que estemos dispuestos siempre a servir, no a exigir que nos sirvan.

Amado Señor Jesús: Tú como nuestro Maestro incomparable nos dejaste multitud de enseñanzas para ponerlas en práctica. Hoy queremos rendirnos a Ti nuevamente y decirte que deseamos servir a nuestro prójimo, con la misma sencillez y humidad que Tú lo hiciste. Permite que cada día reflejemos en nuestro rostro, el amor verdadero experimentado por Cristo Jesús. Gracias, muchas gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones,

viernes, 24 de abril de 2020

Confiando en Dios aun en épocas difíciles


“Así dice el Señor: ¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor! 
Jeremías 17:5. NVI.

Lectura: Jeremías 17:5-10.  Versículo del día: Jeremías 17:5.

MEDITACIÓN DIARIA

Tal vez, el versículo se preste para malas interpretaciones, porque no quiere decir que seamos personas desconfiadas y creyendo siempre que nos van a hacer daño; no. De ninguna manera se trata de eso empezando porque el amor todo lo cree (1 Corintios 13). Esta confianza que se debe tener mutua en una relación bien sea de pareja, de amigos o incluso de trabajo es muy diferente a poner toda nuestra fe en el hombre. Un ejemplo claro que leí en estos días, era sobre un mandatario quien decía que ellos no necesitaban de nadie, incluso de Dios para salir adelante en esta pandemia. Es ahí donde precisamente Dios nos habla de su soberanía y poder, diciendo que el hombre que así piensa y actúa está bajo maldición. “Será como una zarza en el desierto: no se dará cuenta cuando llegue el bien. Morará en la sequedad del desierto, en tierras de sal, donde nadie habita” (v.6). Esto es lo que le espera.
Sin embargo, es: “Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto” (vv.7-8). Esta es la actitud que debemos tomar todos los que confiamos en el Señor. Muy propicio para el tiempo que estamos viviendo, donde nuestra mirada debe de estar siempre en el autor y consumador de nuestra fe, el Señor Jesucristo. Él nunca nos dejará ni nos desamparará. Por esto mismo es hora de dejar la quejabanza por la alabanza, con la certeza de que nuestro Dios está al control de toda la situación presentada.

Amado Señor: te damos gracias por afirmarnos en tu Palabra y enseñarnos cada día a permanecer fieles a Ti sabiendo que tienes el control de nuestras vidas y que si nos acobijamos bajo tu sombra no temeremos mal alguno. Gracias bendito Dios porque no solamente nos cuidas, sino que escuchas nuestras plegarias. ¡Te alabamos y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 23 de abril de 2020

Su paz sobrepasa todos los límites


Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. 
2 Tesalonicenses 3:16. NVI.

Lectura: 2 Tesalonicenses 3:16-18.  Versículo del día: 2 Tesalonicenses 3:16.

MEDITACIÓN DIARIA

La paz del Señor debe estar presente en cada uno de los que somos cristianos. Una paz que nos inunde a pesar de cualquier condición en la que nos encontremos.  Bien nos dice el versículo del día, que en todas las circunstancias. No puede sucedernos nada que nos robe la paz del Señor. Además, que esa paz no es la que experimenta el mundo; es la que sobrepasa todo entendimiento y que solamente Dios nos puede ofrecer.
Así que, en este tiempo de crisis en el área de la salud, en el área de las finanzas, en el área conyugal y crisis en el área espiritual, es cuando más debemos buscar el rostro del Señor para empaparnos de su paz. No permitamos que el enemigo nos deprima y nos engañe. Entreguemos nuestras vidas al que es capaz de solucionarlo todo. Esto no es el fin; el Señor todavía tiene hermosas cosas para los suyos. Confiemos en Él y sigamos adelante inundados de su paz, sin perder el rumbo.

Amado Señor Jesús: te damos gracias porque a pesar de las dificultades que se están viviendo, Tú Eres nuestro Protector y Sustentador. Gracias por tenerte en nuestras vidas como Rey y Señor. Gracias porque la paz que experimentamos no es la que el mundo nos da; es una paz que sobrepasa todos los límites y que solamente Contigo podemos obtener, para que también la reflejemos en los de afuera, que se encuentran agobiados y cargados. ¡Alabamos tu Nombre Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 22 de abril de 2020

Nos escogiste como amigos para que llevemos fruto que perdure


Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos. Juan 15:13. NVI.

Lectura: Juan 15:9-17.  Versículo del día: Juan 15:13.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Qué hermoso es todo este capítulo de Juan! La lectura empieza diciéndonos que permanezcamos en el amor de Jesús porque, así como el Padre lo ha amado a Él, Él nos ha amado a nosotros. Si obedecemos sus mandamientos permaneceremos en su amor. “Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa. Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado” (vv. 11-12). O sea, el amor es tan primordial en la vida del cristiano, que cuando nos amamos como nos lo ordenó, estaremos felices. Nos sentiremos plenos en el amor del Señor. Además de eso, saber que el Señor nos llama sus amigos y tal como lo dijo, dio su vida por ellos (ahí estamos incluidos tú y yo), no tiene precio. Es el mejor regalo incomparable con cualquier otro. ¡Y somos sus amigos! “los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes” (v. 15).
Y como grandes amigos, miremos lo que nos deja el Señor como tarea: “No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure” (v. 16). Si hubo alguno que se creyó tan bueno que por eso llegó al Señor, está muy equivocado. Fue el mismo Señor quien nos escogió para que vayamos a ofrecer un fruto que perdure. Y este, considero yo, no puede ser otro que el fruto del amor para llevar el mensaje de la salvación. Somos escogidos como enviados para cumplir la gran comisión (Mateo 28:19-20).

Señor Jesús: gracias por haber dado tu vida completa por nosotros. Gracias por considerarnos tus amigos. Queremos no defraudarte buen Señor y amarnos de tal manera que el mundo crea en Ti por el amor que ofrezcamos a todos por igual. Permite que el fruto del amor sea nuestro manjar diario para repartirlo por doquier y que este amor se refleje en llevar tu mensaje de salvación a la humanidad caída y agobiada. Gracias, muchas gracias por tanto amor derramado sin merecerlo. ¡Exaltamos tu Nombre por siempre!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 21 de abril de 2020

Dios: el Único digno de recibir toda adoración


En este país morirán grandes y pequeños; nadie llorará por ellos, ni los sepultará; nadie se hará heridas en el cuerpo ni se rapará la cabeza por ellos. Nadie ofrecerá un banquete fúnebre a los que estén de duelo para consolarlos por el muerto, ni a nadie se le dará a beber la copa del consuelo, aun cuando quien haya muerto sea su padre o su madre. 
Jeremías 16:6-7. NVI.

Lectura. Jeremías 16:1-15.  Versículos del día: Jeremías 16:6-7.

MEDITACIÓN DIARIA

Esto que profetiza Jeremías para su pueblo, es exactamente lo que está viviendo el mundo entero. Y sí; muchos incluso se preguntan igual que en la lectura: ¿por qué el Señor ha permitido esta calamidad? Él mismo nos contesta: “Esto es porque sus antepasados me abandonaron y se fueron tras otros dioses, y los sirvieron y los adoraron. Pero a mí me abandonaron, y no cumplieron mi ley —afirma el Señor. Pero ustedes se han comportado peor que sus antepasados. Cada uno sigue la terquedad de su corazón malvado, y no me ha obedecido” (vv. 11-12). Y es que ídolos no solamente son estatuas y ritos; es todo aquello que anteponemos a Dios, quien es el único digno de recibir toda nuestra adoración y alabanza. Un ídolo puede ser tu carro, tu trabajo, un deporte, incluso tu hijo o padres. Esto no quiere decir que abandones tu trabajo o no ames a tus hijos y familia; no. Lo que Dios no quiere es que estén por encima de Él: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12:30).
¿Queremos que todo vuelva a la normalidad? Volteemos los ojos al Único y Suficiente Dios. Nunca es tarde para reencontrarnos con Él. Vayamos a su Presencia y con actitud humilde confesemos nuestros pecados.

Amado Señor: Es verdad que nos hemos olvidado de Ti. Te hemos cambiado por otros ídolos a quienes hemos adorado y servido. Te pedimos con el corazón sincero que nos perdones y nos limpies de todo mal. Te damos las gracias porque sabemos que, si nos humillamos ante Ti, Tú escuchas nuestra plegaria desde el cielo y nos sanarás de esta plaga mortífera. Gracias buen Dios porque conocemos de tu inmensa misericordia. ¡Alabado sea tu Santo Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 20 de abril de 2020

No cansarnos de hacer el bien


Ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien. 
2 Tesalonicenses 3:13. NVI.

Lectura: 2 Tesalonicenses 3:6-15.  Versículo del día: 2 Tesalonicenses 3:13.

MEDITACIÓN DIARIA

Pablo exhorta a los tesalonicenses a trabajar para no ser carga de nadie. Tal parece que en la congregación había algunos vagos que poco interés le ponían al trabajo, y si andaban metidos en lo que no les importaba. Incluso dice: “El que no quiera trabajar, que tampoco coma” (v.10). Muy cierto; así debería ser. “A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo que tranquilamente se pongan a trabajar para ganarse la vida” (v. 12).
Sin embargo, considero que debemos pensar en el versículo que sigue: “Ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien”. Y es que el eje principal del Evangelio del Señor Jesús es el amor. Así que veamos lo que veamos no podemos cerrar los ojos ante el necesitado. No podemos dejar de hacer el bien. Muchas veces ante la ingratitud y la indiferencia de las personas, quisiéramos tirar la toalla, y decir: ‘no más’. Pero aquí tenemos en la Palabra de Dios, una orden muy clara: ‘no se cansen’. O sea, no cabe el ‘no lo merece’; ‘no me importa’. Siempre he pensado al respecto que: ‘arriba está, quien abajo mira’; y sin ponernos a discriminar o mirar trivialidades, nuestro deber es siempre que podamos, tender la mano en cualquier situación. En Gálatas 6:9 dice al respecto que, si no nos cansamos, a su debido tiempo cosecharemos. Y es que como Dios no se queda con nada guardado, puede ser que no veamos la recompensa en nosotros mismos, pero si en un hijo o familiar muy querido porque sin duda, de lo que sembremos, recogemos. Si nos queda difícil hacer siempre el bien, pidámosle al Señor que nos haga más sensibles al dolor ajeno.

Amado Señor: creemos que tu Palabra es verdad y por eso te rogamos que nos enseñes a hacer el bien sin mirar a quien; y que pese a las circunstancias adversas como pueden ser, no permitas que neguemos un favor, o inventemos disculpas para no tenderle la mano al necesitado. Señor, que nuestra vida sea el fiel reflejo del amor que Tú siempre nos ofreces. ¡Te alabamos y bendecimos buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 18 de abril de 2020

No permitas que no separemos del Tronco


Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. 
Juan 15:2. NVI.

Lectura: Juan 15:1-8.  Versículo del día: Juan 15:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Regularmente no se entiende cuando se están haciendo las cosas bien y, sin embargo, el Señor manda difíciles pruebas. Fijémonos lo que nos dice el versículo del día: “pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía”. Así es. ¿Cómo cuidamos una hermosa mata? La consentimos, le hablamos e incluso la podamos, porque sabemos que al hacerlo va a reverdecer de nuevo y va a retoñar, más linda que antes. Exactamente hace el Señor con nosotros. No nos poda por capricho, nos poda para que vayamos y demos un fruto mucho mejor. Si el Señor es la vid y nosotros las ramas, no podemos soltarnos de ese tronco porque sin Él es imposible dar testimonio y avanzar (vv. 4-6). Por otro lado, cuando estamos dando fruto, somos muy bendecidos, nuestra relación con Dios fluye de manera directa; hay intimidad y unidad con nuestro Dios y obtendremos lo que pidamos (v. 7).
Recordemos que somos injertos adheridos a la vid verdadera, por fe en Jesucristo. Aprovechemos ese flujo vital que tenemos con nuestra vid, para que el Padre sea glorificado.

Amado Jesús: en verdad, queremos estar pegados a Ti para que de ese modo podamos dar el fruto que nunca se va extinguir, el fruto hacia Ti motivado por el amor. El amor a nuestros semejantes y el amor que fluye para honrar tu Nombre y darte toda la gloria y honra como lo mereces. No permitas buen Dios que nos separemos de ese Tronco, porque sin Ti somos inútiles para tu reino. ¡Gracias, muchas gracias Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 17 de abril de 2020

Lazos de unión en vez de látigos hirientes


Por eso, así dice el Señor: Si te arrepientes, yo te restauraré y podrás servirme. Si evitas hablar en vano, y hablas lo que en verdad vale, tú serás mi portavoz. Que ellos se vuelvan hacia ti, pero tú no te vuelvas hacia ellos. 
Jeremías 15:19. NVI.

Lectura: Jeremías 15:19-21.  Versículo del día: Jeremías 15:19.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor sabe hablarnos cuando estamos caídos y cuando como en esta situación, muchos están desesperados en sus casas no solamente por el encierro, sino porque la economía cae y sus trabajos están cerrados y quién sabe si se vuelvan a reactivar. Otros tantos han tenido que trabajar desde sus hogares, con los niños pequeños a su lado porque no hay guarderías, escuelas ni colegios y bueno, no es fácil. Hogares en los que solamente está la madre con sus pequeños y sin querer en una vuelta de mercado pudo contagiarse. No, de ninguna manera es fácil. Quizá hemos renegado, peleado con Dios, nos ha dolido tanto dolor y angustia ajena.
O tal vez, desde antes de empezar este caos, ya estabas buscando nuevos rumbos. Tu relación con el Señor se debilitaba y por ende todo lo tuyo se desvanecía. Quizá para ti, este tiempo ha sido al revés: un tiempo de reflexión, de reencontrarte nuevamente con tus seres queridos y desear volver a empezar. En ambas situaciones lo que el Señor nos dice hoy en su Palabra es: “Si te arrepientes, yo te restauraré y podrás servirme”. Así es. Llegó el tiempo para dejar a un lado nuestras cargas; o mejor para entregarlas al que le es fácil llevarlas. Llegó el tiempo de decir: ‘perdón buen Dios; perdón por dudar de Ti. Perdón porque te olvidé y me alejé’. El Señor quiere usarnos y así no lo entendamos, ese es parte de su plan en nuestras vidas. Ya dejemos de hablar sandeces y derrotas. No creamos todo lo que nos dicen. Que nuestro testimonio sirva para que otros lleguen al Señor y no, nosotros volvernos hacia ellos.

Señor Jesús: gracias por tu Palabra. Te pedimos perdón porque aun viendo tu amor y misericordia, nos alejamos de Ti y te damos la espalda. Queremos ser instrumentos en tu mano poderosa. Utilízanos en circunstancias como ésta, en donde hay tanto dolor y angustia en los corazones. Gracias porque Tú cuidas a los tuyos. Permite que haya lazos de unión en vez de látigos hirientes en los hogares donde Tú has reinado. Agradecemos tu bondad y tu misericordia buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 16 de abril de 2020

Hay una sola verdad absoluta: Jesucristo


Ahora bien, hermanos, en cuanto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, les pedimos que no pierdan la cabeza ni se alarmen por ciertas profecías, ni por mensajes orales o escritos supuestamente nuestros, que digan: ¡Ya llegó el día del Señor! 2 Tesalonicenses 2:1-2. NVI.

Lectura: 2 Tesalonicenses 2:1-12.  Versículo del día: 2 Tesalonicenses 2:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta Palabra la podemos tomar exactamente para estos tiempos, donde se han levantado por un lado y por otro falsos profetas, incluso recurriendo supuestamente, a seres extraterrestres para engañar a muchos y hacerles creer que vienen de parte del Señor. Estoy convencida de que todo lo que Dios quería plasmar en su Palabra ya está escrito y por lo tanto no necesitamos más mensajeros. “No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza” (v. 3). El hombre de maldad, no puede ser otro que el anticristo. “El malvado vendrá, por obra de Satanás, con toda clase de milagros, señales y prodigios falsos. Con toda perversidad engañará a los que se pierden por haberse negado a amar la verdad y así ser salvos” (vv. 9-10). Será muy fácil para los que no creyeron en la verdad ni la amaron dejarse llevar por él. Personalmente creo, que ese: “haberse negado a amar la verdad y así ser salvos”, se refiere al Señor Jesucristo. Recordemos que Él dijo ser la Verdad (Juan 14:6), y si no se cree en esta Verdad, no se puede ser salvo. Es así de sencillo. La Verdad que no necesita de nuevos mensajeros.
El mundo no está como para pasar las cosas desapercibidamente; busquemos al Señor con corazón sincero; pidámosle discernimiento al Espíritu Santo y gocémonos porque nosotros somos privilegiados de conocer a nuestro Redentor y tenerlo en nuestras vidas.

Amado Señor Jesús: te damos gracias por habernos buscado un día para que creyéramos en Ti que Eres la Verdad absoluta. Gracias porque mientras estemos aquí en esta tierra, tu Santo Espíritu nos acompañará hasta cuando sea tu nuevo regreso. ¡Alabado sea por siempre tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 15 de abril de 2020

Llénanos con tu Presencia precioso Espíritu Santo


Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes. 
Juan 14:16-17. NVI.

Lectura: Juan 14:15-31. Versículos del día: Juan 14:16-17.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor Jesús sabiendo que iría al Padre, después de su resurrección, les prometió a sus discípulos un Consolador que es el Espíritu Santo. Promesa que en nosotros también es una realidad. No estamos solos en el mundo; este maravilloso regalo que nos deja el Señor es para que lo tomemos y creamos firmemente en Él. No es tiempo de tristeza ni de desaliento. Dios está con nosotros y su Santo Espíritu nos reconforta. Siguiendo la lectura vemos que dice: “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho” (v.26). Permitámosle que nos enseñe lo que no entendamos y nos recuerde las palabras del Señor Jesús, para animarnos y continuar sin miedo alguno, en este tiempo de encierro e incertidumbre.
En esta cuarentena que estamos viviendo, muy seguramente habrá muchos desesperados; otros que renegarán de Dios y le echarán la culpa; otros tal vez, que su fe han debilitado. Tanta noticia, incluso algunas distorsionadas o con el ánimo de crear pánico, también afecta. Sin embargo, el Señor nos ha dejado algo bien claro: “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden” (v.27). Más adelante también nos dice su Palabra: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7-8). Los invito pues, a tomar cada uno la promesa del Espíritu Santo y confiar plenamente en la voluntad de Dios que es buena, perfecta y agradable. ¡Adelante con valor sin temer lo que se habla!

Amado Señor Jesús: gracias porque Tú bien dijiste que no nos dejarías huérfanos, que mandarías el Gran Consolador para que nos acompañara y nos enseñara todas las cosas. Precioso Espíritu de Dios, ven a nosotros, llénanos con tu Presencia y danos el discernimiento necesario para entender los planes y circunstancias que nos rodean y no caer en angustia ni cobardía. Rodéanos buen Jesús con tu paz que sobrepasa todo entendimiento porque no es la paz que nos ofrece el mundo sino la Tuya que es espiritual y segura. ¡Bendito Dios Padre, Dios Hijo y Dios Santo Espíritu! ¡Toda la gloria para Ti, amada Trinidad!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 14 de abril de 2020

Gracias por escuchar nuestro clamor


Judá está de luto y sus ciudades desfallecen; hay lamentos en el país, y sube el clamor de Jerusalén. 
Jeremías 14:2. NVI.

Lectura: Jeremías 14:1-9.  Versículo del día: Jeremías 14:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Señor, ahora tu Judá es tu Iglesia alrededor de todo el mundo. Hay lamentos en los países y el clamor se escucha por doquier. También te decimos igual que Jeremías: “Aunque nuestras iniquidades nos acusan, tú, Señor, actúas en razón de tu nombre; muchas son nuestras infidelidades; ¡contra ti hemos pecado!” (v. 7). Sí Señor, hemos pecado, pero tu pueblo ha entrado en razón y se ha humillado. Atiende nuestra súplica y sana esta, tu tierra. Sabemos que estás en medio de nosotros porque en diferentes lugares nos reunimos en tu Nombre. Somos tu pueblo, tu nación santa, se nos llama por tu Nombre; por favor ¡no nos abandones! (v. 9). No solo clamamos por los tuyos sino por toda la humanidad. Te rogamos no tengas en cuenta tanta iniquidad regada. Apelamos buen Dios a tu infinita misericordia y compasión. Tú Eres el Creador del hombre y el artífice de toda ciencia, te clamamos porque borres este virus que azota sin discriminación y se pavonea por calles de ciudades y campos florecidos. Tú Eres mayor que toda dolencia y enfermedad y con una sola voz de mando, este se puede apagar. Sabemos que somos insolentes al pedirte tanto, pero solo Tú nos puedes ayudar. Gracias buen Señor por escuchar nuestro clamor.

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 13 de abril de 2020

¡Ha resucitado! Su tumba está vacía


Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado! 
Lucas 24:5-6. NVI.

Lectura: Lucas 24:1-35.  Versículos del día: Lucas 24:5-6.

MEDITACIÓN DIARIA

Después de la muerte del Señor, el primer día de la semana las mujeres fueron al sepulcro y encontraron que la piedra la habían quitado. Entre las mujeres que fueron estaban María Magdalena, Juana, María la madre de Jacobo y otras que las acompañaban. Ellas no encontraron el cuerpo del Señor Jesús; su tumba estaba vacía. Todavía asustadas, se les aparecieron dos hombres con ropas resplandecientes quienes les dijeron: “¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado!”. El misterio más grande y maravilloso de la Iglesia de Dios: la resurrección de nuestro amado Jesús. Ningún otro líder religioso puede decir que su tumba también está vacía. Eso nos demuestra que el Señor Jesucristo es el Hijo de Dios y que es Dios por lo tanto. Estas mujeres regresaron a donde estaban los once discípulos y les contaron lo que habían dicho los ángeles, pero ellos no les creyeron.
Ese mismo día iban dos de los discípulos camino a Emaús y el Señor se les unió; sin embargo, no lo reconocieron. Como iban hablando sobre los últimos acontecimientos y creyendo que él era un peregrino más y no sabía lo de la muerte de Jesús de Nazaret, empezaron a hablarle de su Maestro y de la desilusión que tenían porque pensaban que redimiría a Israel; entonces el Señor toma la palabra: “¡Qué torpes son ustedes —les dijo—, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas! ¿Acaso no tenía que sufrir el Cristo estas cosas antes de entrar en su gloria?” (vv. 25-26). El Señor, les hace un recuento comenzando por Moisés y los profetas de todo lo referente a él en las Escrituras (precisamente ayer mi hijo Daniel Andrés habló detalladamente en nuestra Iglesia de Broward, sobre las profecías acerca de la resurrección del Señor). El Señor después se les apareció a todos sus discípulos e hizo otras tantas señales que no están escritas, nos relata el evangelio de Juan, “pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:31).
Pero bueno; ¿Tú crees que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios? ¿Crees que su tumba está vacía? ¿Qué padeció, murió y resucitó para darte vida eterna a su lado? Si todo lo respondes afirmativamente es hora de abrirle tu corazón a Él:
Señor Jesús: gracias porque te levantaste de entre los muertos para demostrarnos que Eres el Hijo de Dios muerto y resucitado; tu tumba está vacía. Perdona mis pecados. Te entrego mi vida para que me hagas la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme y limpiarme. Gracias porque Contigo tendré la vida eterna a tu lado. Amén.
Un abrazo y bendiciones,
Dora C.

sábado, 11 de abril de 2020

¡Todo lo hizo por ti!

Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. 
Isaías 53:5. NVI.

Lectura: Isaías 52:13-53:15. Versículo del día: Isaías 53:5.

MEDITACIÓN DIARIA

Ya que estamos en casa, tal vez sin querer recogidos, aprovechemos el momento puesto que estamos celebrando la Semana Santa y meditemos un poco lo que fue la agonía y pasión de nuestro amado Jesús. La Biblia nos relata lo profetizado por Isaías más o menos quinientos años atrás, antes de que sucediera, todo lo relacionado sobre el sufrimiento de Cristo.
Todavía podemos preguntar igual que en aquella época: “¿Quién ha creído a nuestro mensaje y a quién se le ha revelado el poder del Señor?” (v. 53:1), porque son tantos los que viendo lo que ven, son ciegos y no aceptan que vino un Salvador para la humanidad, sin darse cuenta que todos estábamos caídos. Quizá tú crees que Jesús fue un líder más, un profeta tal vez, pero no crees que fue el Hijo de Dios muerto por ti. De pronto tienes la imagen de un hombre colgado en un madero, tal como nos lo presentan en los crucifijos, pero déjame decirte que el del crucifijo no es ni parecido a la realidad que vivió el Señor: “Muchos se asombraron de él, pues tenía desfigurado el semblante; ¡nada de humano tenía su aspecto!” (52:14); “Todos evitaban mirarlo” (53:3). “Él fue molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados” (53:5); sabemos perfectamente la labor de un molino: cuando tú echas maíz en él, lo que sale es una masa; exactamente quedó nuestro buen Salvador: una masa completa por eso, “¡nada de humano tenía su aspecto!”. Todo lo relatado por Isaías se cumplió en Jesús de Nazaret: humillado, maltratado; enmudeció y no abrió su boca, (v. 7), al menos para defenderse; se le asignó un sepulcro con los malvados y murió entre malhechores (v. 9).
“Mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos” (v. 11b); “Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores” (v. 12c). Bien puedes comparar lo que dice este capítulo de Isaías con lo vivido por el Señor, en Mateo 27 y Lucas 23. Es tiempo de que creas en el Mesías enviado por Dios para salvarte. Todos somos pecadores y todos necesitamos de un salvador y ese Salvador es Cristo Jesús. ¡Todo lo hizo por ti! Si te parece, podemos orar:

Señor Jesús: reconozco que soy pecador y que te necesito. Hoy declaro que Eres el Hijo de Dios, muerto y resucitado por mí para darme vida eterna. Ven a mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias porque en la cruz del Calvario te llevaste todo el peso de mis transgresiones y además de eso, por tus llagas ahora declaro que soy sano. Gracias por perdonarme, limpiarme y sanar todas mis dolencias. Te alabo y bendigo por tanto amor derramado. Muchas gracias Jesús.

Un abrazo y bendiciones. 

viernes, 10 de abril de 2020

Nos corresponde hacerlo, con el prójimo y con Dios


Hermanos, les pedimos que sean considerados con los que trabajan arduamente entre ustedes, y los guían y amonestan en el Señor. 
1 Tesalonicenses 5:12. NVI.

Lectura: 1 Tesalonicenses 5:12-28.  Versículo del día: 1 Tesalonicenses 5:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien nos dice el versículo del día que seamos considerados con los que trabajan para nosotros en la obra del Señor. Y claro; es a ellos que ante todo debemos reconocerles su trabajo, pero cabe muy bien en este tiempo tener en cuenta tanto al personal médico de hospitales y clínicas como a los trabajadores del área de aseo. Igualmente, a los que están arriesgando su vida en los supermercados y farmacias para que nosotros, los que estamos resguardados en casa podamos sustentarnos en esta crisis. “Ténganlos en alta estima, y ámenlos por el trabajo que hacen” (v. 13). Un saludo para ellos en las redes sociales agradeciéndoles su labor, no nos quita nada y sí los alienta para seguir adelante. Y no dejemos por fuera las otras instrucciones dadas aquí en la lectura: “estimulen a los desanimados, ayuden a los débiles y sean pacientes con todos. Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no solo entre ustedes, sino a todos” (vv. 14-15). Creo que si queremos ayudar en algo, por lo menos podemos levantar no derrumbar. O sea, dejemos de enviar por las redes sociales más noticias alarmistas; seamos positivos y sin perder el rumbo de nuestra fe inyectemos dosis de alegría, buen humor y mensajes de esperanza.
Miremos precisamente lo que sigue: “Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús” (vv. 16-18). No nos dejamos llevar por el pánico. Sigamos simplemente lo que nos corresponde con nuestro prójimo y de igual manera lo que nos corresponde con respecto a nuestro Dios.

Amado Señor: gracias porque cada vez que leemos tu Palabra, esta nos reconforta y vuelve a llenar. Gracias por saber que estamos a tu lado y nos sigues viendo como a la niña de tus ojos. Señor, no permitas que nuestro ánimo decaiga; que el contagio que podamos transmitir sea la alegría, el positivismo y el amor. Enséñanos a orar en todo tiempo dándote gracias por la pandemia mundial porque bien sabemos que para Ti, esto no te es indiferente. ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.  

jueves, 9 de abril de 2020

Si nos dice que pidamos en su Nombre, ¡hagámoslo!


Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. 
Juan 14:6. NVI.

Lectura: Juan 14:1-14.  Versículo del día: Juan 14:6.

MEDITACIÓN DIARIA

Tomás le dice a Jesús: “—Señor, no sabemos a dónde vas, así que ¿cómo podemos conocer el camino?” (v. 5). El Señor le responde con una de las verdades más significativas: Yo soy el camino; Yo soy la verdad y Yo soy la vida; y nadie, absolutamente nadie llega al Padre sino por Él. Jesús se convierte en el puente que nos une con Dios; No sirven doctrinas, filosofías, éticas, buenas obras. Solamente es Jesús. Siguiendo con la lectura, Jesús le explica a Felipe que Él está en el Padre y el Padre en Él (vv. 10 y 11). Si es difícil de asimilar ahora, supongo que fue aún más para Felipe. El Señor demostró quién era por sus mismas obras, pero como Él regresa al Padre nos deja el legado de poderlas realizar igualmente: “Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre” (v. 12). Y como para que no quede duda prosigue diciendo: “Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré” (vv. 13-14).
Si ya optaste por seguir ese Camino, creer esa Verdad y obtener esa Vida, quiere decir que tienes en tu corazón al Hijo de Dios, al Salvador de la humanidad. Entonces, empieza a apropiarte de la promesa que el mismo Señor Jesús te está dando: “Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo”. Es el momento en que tanto tú como yo podamos pedir por nuestras familias, amigos y conocidos. ¡Hagámoslo!

Amado Jesús: Creemos que Eres el puente para llegar a la cima y encontrarnos con el Padre Celestial. Gracias por ser nuestro Salvador personal. Ahora, con la autoridad que Tú mismo nos das, te pedimos que nos guardes de todo mal y de toda plaga que quiera tocar nuestras vidas. Al igual te rogamos tengas en cuenta a nuestros familiares, amigos y conocidos para que ellos también puedan ver tu gloria. Escucha nuestra oración buen Señor; lo pedimos en Tu bendito Nombre para la gloria de Dios Padre.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 8 de abril de 2020

Todavía hay luz, ¡aprovéchala!


Glorifiquen al Señor su Dios, antes de que haga venir la oscuridad y ustedes tropiecen contra los montes sombríos. Ustedes esperan la luz, pero él la cambiará en densas tinieblas; ¡la convertirá en profunda oscuridad!
Jeremías 13:16. NVI.

Lectura: Jeremías 13:15-27.  Versículo del día: Jeremías 13:16.

MEDITACIÓN DIARIA

Palabras del Señor a Jeremías para que le profetizara al pueblo de Judá y bien pueden ser también para nosotros. Dios espera que todos los hombres lleguen al arrepentimiento: “Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad. Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos” (1 Timoteo 2:3-6).
Entonces, todavía hay tiempo para que volvamos el corazón hacia nuestro Dios. Lo que la humanidad está viviendo no es una casualidad. Dios sabe muy bien las circunstancias. Le doy gracias al Señor porque he visto a través de las redes sociales, cómo muchos han clamado a Dios. Pero muy seguramente faltas tú. Él está esperando por ti. No lo rechaces. Aprovecha la luz.

Señor Jesús: gracias por permitirme hablar de Ti en esta época de crisis. Gracias te doy por las personas que te conocen. Te ruego buen Señor que este mensaje llegue a las personas que se encuentran solas y enfermas; que ellos te conozcan y vean tu amor y rindan sus vidas a Ti. Gracias por escuchar esta oración. ¡Alabo y bendigo tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.  

martes, 7 de abril de 2020

Deseamos estar preparados en tu regreso


Ahora bien, hermanos, ustedes no necesitan que se les escriba acerca de tiempos y fechas, porque ya saben que el día del Señor llegará como ladrón en la noche. 
1 Tesalonicenses 5:1-2. NVI.

Lectura: 1 Tesalonicenses 5:1-11.  Versículos del día: 1 Tesalonicenses 5:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Eso nos aclara el apóstol Pablo a nosotros los cristianos. “El día del Señor llegará como ladrón en la noche”. Precisamente, anoche en la oración, Paolita mi nuera nos compartía lo siguiente: “Sí, dichosos aquellos siervos a quienes su señor encuentre preparados, aunque llegue a la medianoche o de madrugada. Pero entiendan esto: Si un dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, estaría pendiente para no dejarlo forzar la entrada. Así mismo deben ustedes estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen” (Lucas 12:38-40).
En definitiva, suponemos o creemos por ciertas señales que quizá estamos en el tiempo del regreso de Señor Jesús; sin embargo, no podemos estar completamente cerciorados, pues la Biblia en palabras del mismo Señor dice: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36). Ante esto, lo único que nos espera es estar siempre listos porque bien nos recuerda Pablo que no somos de la noche sino del día. “Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación” (v. 8 en la lectura). La fe en nuestro amado Salvador y el amor que nos debe distinguir como suyos, aguardando la bendita esperanza de irnos con Él, porque por su gracia ya pertenecemos a su reino. Que esto sea el aliciente para animarnos y edificarnos mutuamente.

Señor Jesús: te adoramos y te damos gracias por permitirnos ser hijos de la luz. En verdad Amado Jesús esperamos tu venida gloriosa y deseamos que nos encuentres preparados cuando vengas por nosotros. ¡Ven pronto Señor Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 6 de abril de 2020

El amor es la esencia de las Buenas Nuevas


Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. 
Juan 13:34. NVI.

Lectura: Juan 13:31-38. Versículo del día: Juan 13:34.

MEDITACIÓN DIARIA

Que alegría y a la vez libertad sentí, cuando entendí que el Nuevo Testamento se basa en el amor. Y es que el mensaje de las Buenas Nuevas no nos deja nada diferente al amor. Por amor Dios entregó a su Hijo al mundo (Juan 3:16); por amor el Señor Jesucristo padeció y murió en una cruenta cruz (1 Pedro 3:8); por amor el Señor nos dejó un Consolador que nos recuerde y explique todo lo enseñado por Él (Juan 14:26). Por amor llamó y escogió a Saulo (Pablo), para que su mensaje de amor llegara al resto de la humanidad (Hechos 9:3-5). Así pues, el regalo de salvación, su bendita gracia está inundada de amor.
Entonces, si todo y todos lo hemos recibido por amor, es nuestra obligación devolver amor del mismo modo que el Señor Jesús nos enseñó. Más adelante en la lectura de hoy se afirma que: “De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (v. 35). No podemos decir que somos cristianos o que seguimos a Cristo si en nuestro corazón hay odio, resentimiento, falta de perdón, intolerancia, orgullo. “El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor” (1 Juan 4:8). Es el amor la esencia de las Buenas Nuevas.

Amado Jesús: decimos que te amamos, pero fallamos mucho en el amor al prójimo. Te rogamos que nos perdones y nos limpies de todo aquello que no nos permita manifestar de verdad, ese amor tuyo que recibimos gratuitamente. Queremos ser discípulos tuyos fieles y sinceros para que los del mundo sepan que Eres un Dios maravilloso y puedan tener en Ti, la confianza y tranquilidad de saber que Eres el Salvador que nos lleva hacia el Padre Celestial. Gracias bendito Señor. ¡Exaltamos tu Nombre por siempre!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 4 de abril de 2020

Eséñanos Señor, a ofrendarte nuestra obediencia


El Señor te puso por nombre: Olivo frondoso, lleno de hermosos frutos. Pero, en medio de grandes estruendos, te ha prendido fuego, y tus ramas se consumen. 
Jeremías 11:16.

Lectura: Jeremías 11:1-20.  Versículo del día: Jeremías 11:16.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor reprende a los del pueblo de Israel y a los de la tribu de Juda; les había dicho: “Obedézcanme y cumplan con todo lo que les prescribo, y ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios” (v. 4). “una y otra vez les he advertido: ‘Obedézcanme’. Pero no obedecieron ni prestaron atención, sino que siguieron la terquedad de su malvado corazón” (v. 7b-8). El Señor siempre nos ha pedido el primer lugar y Judá no fue la excepción: se volcaron hacia multitud de ídolos que en nada podían ayudarlos (vv. 12--13). Por eso el Señor decretó una calamidad. Jeremías era el profeta de Dios, pero ellos resolvieron creerles a los falsos maestros, antes que a Dios (igual acontece ahora). A ese árbol frondoso, lleno de hermosos frutos se le ha prendido fuego y sus ramas se consumen (v. 16b). No creamos que ahora por estar en el tiempo de la gracia, el Señor nos va a alcahuetear todo; de ninguna manera, también nos cabe bien profundo ese: ‘Obedézcanme’.
Yo misma no sabría decir si esto que sucede es causado quizá por la desobediencia del hombre libertado de su Egipto, donde estaba atrapado en su pecado hasta que llegó el Señor Jesús a rescatarlo, pero el hombre no ha entendido su propósito. Entonces pasó de ser un bello árbol frondoso a convertirse en ramas consumidas por el fuego. Tú mismo(a), revisa tu vida y haz un examen de conciencia.
Pidámosle al Señor que sea lo que sea, nos abra los ojos, nos ablande el corazón y el entendimiento para cumplir su voluntad.

Amado Dios: gracias porque somos tus hijos y como buen Padre nos disciplinas. Enséñanos a contar bien nuestros días para no caer en tentación y desobedecerte. Te pedimos perdón porque hemos sido tercos y no acatamos tus mandatos. Queremos ofrecerte nuestra obediencia y hacer tu voluntad para agradarte buen Dios.

Un abrazo y bendiciones.