jueves, 16 de abril de 2020

Hay una sola verdad absoluta: Jesucristo


Ahora bien, hermanos, en cuanto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, les pedimos que no pierdan la cabeza ni se alarmen por ciertas profecías, ni por mensajes orales o escritos supuestamente nuestros, que digan: ¡Ya llegó el día del Señor! 2 Tesalonicenses 2:1-2. NVI.

Lectura: 2 Tesalonicenses 2:1-12.  Versículo del día: 2 Tesalonicenses 2:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta Palabra la podemos tomar exactamente para estos tiempos, donde se han levantado por un lado y por otro falsos profetas, incluso recurriendo supuestamente, a seres extraterrestres para engañar a muchos y hacerles creer que vienen de parte del Señor. Estoy convencida de que todo lo que Dios quería plasmar en su Palabra ya está escrito y por lo tanto no necesitamos más mensajeros. “No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza” (v. 3). El hombre de maldad, no puede ser otro que el anticristo. “El malvado vendrá, por obra de Satanás, con toda clase de milagros, señales y prodigios falsos. Con toda perversidad engañará a los que se pierden por haberse negado a amar la verdad y así ser salvos” (vv. 9-10). Será muy fácil para los que no creyeron en la verdad ni la amaron dejarse llevar por él. Personalmente creo, que ese: “haberse negado a amar la verdad y así ser salvos”, se refiere al Señor Jesucristo. Recordemos que Él dijo ser la Verdad (Juan 14:6), y si no se cree en esta Verdad, no se puede ser salvo. Es así de sencillo. La Verdad que no necesita de nuevos mensajeros.
El mundo no está como para pasar las cosas desapercibidamente; busquemos al Señor con corazón sincero; pidámosle discernimiento al Espíritu Santo y gocémonos porque nosotros somos privilegiados de conocer a nuestro Redentor y tenerlo en nuestras vidas.

Amado Señor Jesús: te damos gracias por habernos buscado un día para que creyéramos en Ti que Eres la Verdad absoluta. Gracias porque mientras estemos aquí en esta tierra, tu Santo Espíritu nos acompañará hasta cuando sea tu nuevo regreso. ¡Alabado sea por siempre tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: