Ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien.
2 Tesalonicenses 3:13. NVI.
Lectura: 2 Tesalonicenses
3:6-15. Versículo del día: 2
Tesalonicenses 3:13.
MEDITACIÓN DIARIA
Pablo exhorta a los
tesalonicenses a trabajar para no ser carga de nadie. Tal parece que en la
congregación había algunos vagos que poco interés le ponían al trabajo, y si andaban
metidos en lo que no les importaba. Incluso dice: “El que no quiera trabajar,
que tampoco coma” (v.10). Muy cierto; así debería ser. “A tales personas les
ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo que tranquilamente se pongan a
trabajar para ganarse la vida” (v. 12).
Sin embargo, considero
que debemos pensar en el versículo que sigue: “Ustedes, hermanos, no se cansen
de hacer el bien”. Y es que el eje principal del Evangelio del Señor Jesús es
el amor. Así que veamos lo que veamos no podemos cerrar los ojos ante el
necesitado. No podemos dejar de hacer el bien. Muchas veces ante la ingratitud
y la indiferencia de las personas, quisiéramos tirar la toalla, y decir: ‘no
más’. Pero aquí tenemos en la Palabra de Dios, una orden muy clara: ‘no se
cansen’. O sea, no cabe el ‘no lo merece’; ‘no me importa’. Siempre he pensado
al respecto que: ‘arriba está, quien abajo mira’; y sin ponernos a discriminar
o mirar trivialidades, nuestro deber es siempre que podamos, tender la mano en cualquier
situación. En Gálatas 6:9 dice al respecto que, si no nos cansamos, a su debido
tiempo cosecharemos. Y es que como Dios no se queda con nada guardado, puede
ser que no veamos la recompensa en nosotros mismos, pero si en un hijo o
familiar muy querido porque sin duda, de lo que sembremos, recogemos. Si nos
queda difícil hacer siempre el bien, pidámosle al Señor que nos haga más
sensibles al dolor ajeno.
Amado Señor: creemos
que tu Palabra es verdad y por eso te rogamos que nos enseñes a hacer el bien
sin mirar a quien; y que pese a las circunstancias adversas como pueden ser, no
permitas que neguemos un favor, o inventemos disculpas para no tenderle la mano
al necesitado. Señor, que nuestra vida sea el fiel reflejo del amor que Tú siempre
nos ofreces. ¡Te alabamos y bendecimos buen Dios!
Un abrazo y bendiciones.
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