lunes, 20 de abril de 2020

No cansarnos de hacer el bien


Ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien. 
2 Tesalonicenses 3:13. NVI.

Lectura: 2 Tesalonicenses 3:6-15.  Versículo del día: 2 Tesalonicenses 3:13.

MEDITACIÓN DIARIA

Pablo exhorta a los tesalonicenses a trabajar para no ser carga de nadie. Tal parece que en la congregación había algunos vagos que poco interés le ponían al trabajo, y si andaban metidos en lo que no les importaba. Incluso dice: “El que no quiera trabajar, que tampoco coma” (v.10). Muy cierto; así debería ser. “A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo que tranquilamente se pongan a trabajar para ganarse la vida” (v. 12).
Sin embargo, considero que debemos pensar en el versículo que sigue: “Ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien”. Y es que el eje principal del Evangelio del Señor Jesús es el amor. Así que veamos lo que veamos no podemos cerrar los ojos ante el necesitado. No podemos dejar de hacer el bien. Muchas veces ante la ingratitud y la indiferencia de las personas, quisiéramos tirar la toalla, y decir: ‘no más’. Pero aquí tenemos en la Palabra de Dios, una orden muy clara: ‘no se cansen’. O sea, no cabe el ‘no lo merece’; ‘no me importa’. Siempre he pensado al respecto que: ‘arriba está, quien abajo mira’; y sin ponernos a discriminar o mirar trivialidades, nuestro deber es siempre que podamos, tender la mano en cualquier situación. En Gálatas 6:9 dice al respecto que, si no nos cansamos, a su debido tiempo cosecharemos. Y es que como Dios no se queda con nada guardado, puede ser que no veamos la recompensa en nosotros mismos, pero si en un hijo o familiar muy querido porque sin duda, de lo que sembremos, recogemos. Si nos queda difícil hacer siempre el bien, pidámosle al Señor que nos haga más sensibles al dolor ajeno.

Amado Señor: creemos que tu Palabra es verdad y por eso te rogamos que nos enseñes a hacer el bien sin mirar a quien; y que pese a las circunstancias adversas como pueden ser, no permitas que neguemos un favor, o inventemos disculpas para no tenderle la mano al necesitado. Señor, que nuestra vida sea el fiel reflejo del amor que Tú siempre nos ofreces. ¡Te alabamos y bendecimos buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

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