Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos. Juan 15:13. NVI.
Lectura: Juan 15:9-17. Versículo del día: Juan 15:13.
MEDITACIÓN DIARIA
¡Qué hermoso es todo este
capítulo de Juan! La lectura empieza diciéndonos que permanezcamos en el amor
de Jesús porque, así como el Padre lo ha amado a Él, Él nos ha amado a
nosotros. Si obedecemos sus mandamientos permaneceremos en su amor. “Les he
dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa. Y este es
mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado” (vv.
11-12). O sea, el amor es tan primordial en la vida del cristiano, que cuando nos
amamos como nos lo ordenó, estaremos felices. Nos sentiremos plenos en el amor
del Señor. Además de eso, saber que el Señor nos llama sus amigos y tal como lo
dijo, dio su vida por ellos (ahí estamos incluidos tú y yo), no tiene precio.
Es el mejor regalo incomparable con cualquier otro. ¡Y somos sus amigos! “los
he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a
conocer a ustedes” (v. 15).
Y como grandes amigos, miremos
lo que nos deja el Señor como tarea: “No me escogieron ustedes a mí, sino que
yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto
que perdure” (v. 16). Si hubo alguno que se creyó tan bueno que por eso llegó
al Señor, está muy equivocado. Fue el mismo Señor quien nos escogió para que vayamos
a ofrecer un fruto que perdure. Y este, considero yo, no puede ser otro que el
fruto del amor para llevar el mensaje de la salvación. Somos escogidos como enviados
para cumplir la gran comisión (Mateo 28:19-20).
Señor Jesús:
gracias por haber dado tu vida completa por nosotros. Gracias por considerarnos
tus amigos. Queremos no defraudarte buen Señor y amarnos de tal manera que el
mundo crea en Ti por el amor que ofrezcamos a todos por igual. Permite que el
fruto del amor sea nuestro manjar diario para repartirlo por doquier y que este
amor se refleje en llevar tu mensaje de salvación a la humanidad caída y
agobiada. Gracias, muchas gracias por tanto amor derramado sin merecerlo. ¡Exaltamos
tu Nombre por siempre!
Un abrazo y bendiciones.
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