En fin, la ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina enseñada por el glorioso evangelio que el Dios bendito me ha confiado".
1 Timoteo 1:10-11.
Lectura: 1 Timoteo 1:1-11
Versículos del día: 1 Timoteo 1:10-11. NVI.
MEDITACIÓN DIARIA
Pablo celoso en las cosas
del Señor, le encarga a Timoteo la obra de Éfeso y le dice: “les ordenaras a
algunos supuestos maestros que dejen de enseñar doctrinas falsas y de prestar
atención a leyendas y genealogías interminables. Esas cosas provocan
controversias en vez de llevar adelante la obra de Dios que es por la fe” (vv.
3-4). Exhorta de esa manera con el fin de que el mensaje se lleve con “el amor
que brote de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera”
(v. 5). Esta es la sana doctrina que Dios le confio al apóstol. Lo que Pablo desea, ante todo, es que no hablen de la ley porque no
saben de qué hablan ni entienden lo que con tanta seguridad dicen. La ley no es
para los justos sino para los rebeldes (vv. 7 y 9), que no han admitido la obra
redentora de Cristo,
Tengamos en cuenta que
cuando aceptamos lo hecho por el Señor Jesucristo ya somos declarados justos
por su sangre derramada. Esto no quiere decir que somos infalibles al pecado.
Pecamos como cualquier otro mortal. Pero para que nuestra relación con el Señor
no se interrumpa tenemos acceso a confesarle nuestros pecados y Él nos perdonará
y limpiará (1 Juan 1:9). Siempre he dicho que el cielo estará lleno de
pecadores, pero pecadores justificados con la sangre de Cristo. Ahora que
conocemos esta bendita gracia, no debemos devolvernos a la ley sino permanecer
con las ropas nuevas dadas por el Señor Jesucristo, obedeciendo y ofreciendo su
mensaje de amor tal como nos lo describe en el versículo 5, para llevar a otros
a sus pies.
Amado Señor: haz
que de nosotros brote el amor hacia los demás con un corazón limpio, una buena conciencia
y una fe sincera como es tu deseo, para que el mundo crea que somos de los
tuyos y ese buen testimonio permita que crean y se conviertan a Ti. Gracias por
enseñarnos con tu Palabra cada día y hacernos aceptos para tu reino. ¡Te
alabamos bendito Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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