lunes, 27 de abril de 2020

Con corazón limpio, buena conciencia y fe sincera


En fin, la ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina enseñada por el glorioso evangelio que el Dios bendito me ha confiado". 
1 Timoteo 1:10-11.

Lectura: 1 Timoteo 1:1-11 Versículos del día: 1 Timoteo 1:10-11. NVI.

MEDITACIÓN DIARIA

Pablo celoso en las cosas del Señor, le encarga a Timoteo la obra de Éfeso y le dice: “les ordenaras a algunos supuestos maestros que dejen de enseñar doctrinas falsas y de prestar atención a leyendas y genealogías interminables. Esas cosas provocan controversias en vez de llevar adelante la obra de Dios que es por la fe” (vv. 3-4). Exhorta de esa manera con el fin de que el mensaje se lleve con “el amor que brote de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera” (v. 5).  Esta es la sana doctrina  que Dios le confio al apóstol. Lo que Pablo desea, ante todo, es que no hablen de la ley porque no saben de qué hablan ni entienden lo que con tanta seguridad dicen. La ley no es para los justos sino para los rebeldes (vv. 7 y 9), que no han admitido la obra redentora de Cristo,  
Tengamos en cuenta que cuando aceptamos lo hecho por el Señor Jesucristo ya somos declarados justos por su sangre derramada. Esto no quiere decir que somos infalibles al pecado. Pecamos como cualquier otro mortal. Pero para que nuestra relación con el Señor no se interrumpa tenemos acceso a confesarle nuestros pecados y Él nos perdonará y limpiará (1 Juan 1:9). Siempre he dicho que el cielo estará lleno de pecadores, pero pecadores justificados con la sangre de Cristo. Ahora que conocemos esta bendita gracia, no debemos devolvernos a la ley sino permanecer con las ropas nuevas dadas por el Señor Jesucristo, obedeciendo y ofreciendo su mensaje de amor tal como nos lo describe en el versículo 5, para llevar a otros a sus pies.

Amado Señor: haz que de nosotros brote el amor hacia los demás con un corazón limpio, una buena conciencia y una fe sincera como es tu deseo, para que el mundo crea que somos de los tuyos y ese buen testimonio permita que crean y se conviertan a Ti. Gracias por enseñarnos con tu Palabra cada día y hacernos aceptos para tu reino. ¡Te alabamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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