Ciertamente les aseguro que el que recibe al que yo envío me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al que me envió.
Juan 13:20 NVI.
Lectura: Juan
13:18-30. Versículo del día: Juan 13:20.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor Jesús antes de
ser entregado por Judas y estando en la Cena con sus discípulos, confirma el
encargo a cada uno de ellos pronosticándoles lo que más tarde les diera como
misión: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles
a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con
ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19-20). No se trata de una
misión solamente dada a los discípulos; todo el que conoce al Señor Jesús, ya debe
de entender que es su discípulo. Y el Señor dice aquí en la lectura: “el que
recibe al que yo envío me recibe a mí”. De este modo cuando hablamos o compartimos
del Señor, vamos con la convicción de que hablamos en su Nombre. Y el que nos
recibe, recibe también a Jesús el Salvador; al igual que al recibir a Jesús, se
recibe al Padre que fue quien envió a su Hijo al mundo.
Estamos viviendo un
tiempo de incertidumbre y quizá de temor, entonces, es hora de que el pueblo de
Dios se levante como buen discípulo del Señor y predique su mensaje de amor; las
buenas nuevas de su Evangelio que es Palabra de Dios. El hombre está en un caos
que solamente Jesús puede vencer.
Señor Jesús:
venimos de parte Tuya para anunciarle al mundo que Eres el Hijo de Dios, muerto
y resucitado. Que fuera de Ti no existe otro camino para llegar al Padre.
Permite Señor que el hombre voltee los ojos hacia Ti y pueda conocerte como
Señor y Salvador personal. Gracias por todo lo que hiciste en bien de la humanidad.
¡Te alabamos y te bendecimos buen Dios!
Un abrazo y bendiciones.
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