sábado, 4 de abril de 2020

Eséñanos Señor, a ofrendarte nuestra obediencia


El Señor te puso por nombre: Olivo frondoso, lleno de hermosos frutos. Pero, en medio de grandes estruendos, te ha prendido fuego, y tus ramas se consumen. 
Jeremías 11:16.

Lectura: Jeremías 11:1-20.  Versículo del día: Jeremías 11:16.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor reprende a los del pueblo de Israel y a los de la tribu de Juda; les había dicho: “Obedézcanme y cumplan con todo lo que les prescribo, y ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios” (v. 4). “una y otra vez les he advertido: ‘Obedézcanme’. Pero no obedecieron ni prestaron atención, sino que siguieron la terquedad de su malvado corazón” (v. 7b-8). El Señor siempre nos ha pedido el primer lugar y Judá no fue la excepción: se volcaron hacia multitud de ídolos que en nada podían ayudarlos (vv. 12--13). Por eso el Señor decretó una calamidad. Jeremías era el profeta de Dios, pero ellos resolvieron creerles a los falsos maestros, antes que a Dios (igual acontece ahora). A ese árbol frondoso, lleno de hermosos frutos se le ha prendido fuego y sus ramas se consumen (v. 16b). No creamos que ahora por estar en el tiempo de la gracia, el Señor nos va a alcahuetear todo; de ninguna manera, también nos cabe bien profundo ese: ‘Obedézcanme’.
Yo misma no sabría decir si esto que sucede es causado quizá por la desobediencia del hombre libertado de su Egipto, donde estaba atrapado en su pecado hasta que llegó el Señor Jesús a rescatarlo, pero el hombre no ha entendido su propósito. Entonces pasó de ser un bello árbol frondoso a convertirse en ramas consumidas por el fuego. Tú mismo(a), revisa tu vida y haz un examen de conciencia.
Pidámosle al Señor que sea lo que sea, nos abra los ojos, nos ablande el corazón y el entendimiento para cumplir su voluntad.

Amado Dios: gracias porque somos tus hijos y como buen Padre nos disciplinas. Enséñanos a contar bien nuestros días para no caer en tentación y desobedecerte. Te pedimos perdón porque hemos sido tercos y no acatamos tus mandatos. Queremos ofrecerte nuestra obediencia y hacer tu voluntad para agradarte buen Dios.

Un abrazo y bendiciones.

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