Vi cuando el Cordero rompió el primero de los siete sellos y oí a uno de los cuatro seres vivientes que decía con voz de trueno: ¡Ven! Miré y apareció un caballo blanco. El jinete llevaba un arco; se le dio una corona y salió como vencedor, para seguir venciendo.
Apocalipsis 6:1-2. NVI.
Lectura: Apocalipsis 6:1-8. Versículos del día: Apocalipsis 6:1-2.
MEDITACIÓN DIARIA
Siguiendo la lectura, en
cada sello aparecía un caballo de diferente color y cada jinete portaba un
elemento diferente también. Hoy miraremos los primeros cuatro. Al abrir el
Cordero el primero, el jinete montaba un caballo blanco y se le dio una corona
para salir vencedor; en el segundo sello, el caballo era rojo y al jinete se le
entregó una espada para quitar la paz de la tierra y hubo guerras y masacres
por todas partes. Al abrir el Cordero el tercer sello apareció un caballo negro
y al jinete se le entregó una balanza y los precios de los alimentos eran
desbordante menos el del vino y el del aceite. En el cuarto sello se veía un
caballo pálido y amarillento y el que lo montaba se llamaba muerte y su compañero
era la tumba. Se les dio poder para matar con hambres, guerras, enfermedades y
ataques de animales salvajes.
Vemos que a todos se les
dio cierto poder. O sea, si el mundo está como está es porque cada día se aleja
más de Dios y lo que le espera ya es el castigo Divino. De ahí la importancia
de nosotros, los que conocemos al Señor, de no quedarnos callados sino salir a
hablar y dar el testimonio de las Buenas Nuevas de salvación. Los habitantes de
la tierra cada día se acercan más a lo descrito. Personalmente entiendo que hasta
ahora se está allanando el camino para el día de estos juicios de Dios. Mi
oración es porque a cada uno de ustedes el Señor les revele lo apropiado.
Amado Señor y Dios:
bien sabemos que los tiempos son Tuyos. Así que, sin tener potestad en ellos,
solamente te pido que me des el denuedo para hablar del Cordero inmolado que es
el Único que nos da salvación y al Único que se le permitió abrir los sellos.
Mi Dios, el mundo va avanzando hacia esa destrucción con pasos agigantados. Permite
que tu Palabra se riegue como hierba frondosa por donde quiera que pasemos. Utilízanos
y manda obreros a los campos para esparcir el Evangelio de salvación. Muchas
gracias bendito Señor y Dios.
Un abrazo y bendiciones.